El mendigo asesino del policía nacional de Málaga acumulaba más de 20 detenciones

La mayoría de los antecededentes, el último del pasado día 6, son por robo con fuerza, atentado, resistencia y desobediencia

Stefan R., el indigente de origen alemán que el miércoles asesinó en Málaga al policía nacional Francisco Enrique Díaz Jiménez, se encontraba en libertad a pesar de acumular más de una veintena de detenciones por delitos de carácter violento. Sólo semanas atrás ya había agredido a otro agente y tenía atemorizados al resto de mendigos del barrio y a algunos vecinos que habían pedido ayuda policial por su comportamiento agresivo.

Fuentes cercanas al caso consultadas por ABC indicaron que el último arresto se produjo el pasado día 6 y precisaron que la mayoría de las 23 detenciones que se recogen en su historial delictivo son por robo con fuerza, atentado, resistencia y desobediencia. Muchos de estos antecedentes son por ataques a agentes de varios Cuerpos y parece ser que la requisitoria judicial por la que se le buscaba ahora estaría relacionada con un caso de maltrato a su expareja, que está en prisión.

Vecinos de la zona donde sucedieron los hechos la tarde del martes, la calle Frigiliana de la capital malagueña, dibujaron a un individuo «malencarado», que comenzaba a dar patadas a los coches aparcados «cuando a él le parecía» y que tenía atemorizados a otros mendigos de la zona. Su actitud agresiva era conocida por los agentes hasta el punto de que en la Comisaría Provincial había un cartel con su foto y sus datos en el que se alertaba de su peligrosidad.

El detenido, de 37 años, y que fue herido de bala por el compañero del policía fallecido, se encontraba ayer en el módulo penitenciario del hospital Clínico Universitario. Acusado de asesinato y atentado a la autoridad, en las próximas horas pasará a disposición judicial. Fuentes policiales afirmaban ayer no tener informes de supuestos problemas mentales con los que se ha especulado.

En el suceso fue alcanzado por una bala perdida un joven que estaba en la calle donde sucedieron los hechos. Tenía alojado el proyectil en el hombro y tuvo que ser intervenido. Ya está en planta. Otra joven de 28 años herida por la esquirla de una bala en el cuero cabelludo ya tiene el alta.

La Comisaría de Málaga acogió en la mañana de ayer la capilla ardiente en memoria de Francisco Enrique Díaz, de 33 años, nueve como agente y padre de una hija pequeña. El ataúd llegó a hombros de sus compañeros, mientras sus seres queridos, rotos de dolor, se despedían de él. «Ha sido él, como podría haber sido yo. Llevábamos toda la tarde buscando al agresor», manifestó un agente. Al acto se desplazó el director general de la Policía, Ignacio Cosidó, quien le concedió la medalla de oro al mérito policial a título póstumo. El obispo de Málaga, Jesús Catalá, presidió el funeral.