EL PRIMER MINISTRO AUSTRALIANO, JOHN HOWARD

En las últimas semanas hemos visto cómo formaciones políticas de nuestro país como Podemos y PSOE, junto a ONGs como ‘Proactiva Open Arms’, han acusado a Italia de ser el responsable de cientos de muertes por negarse a acoger a los barcos de las ONGs que ayudan a las mafias migratorias en el tráfico de humano, aumentando así el flujo de inmigrantes que arriesgan su vida lanzándose al Mediterráneo en pateras y con ello, el número de muertos que no consiguen finalizar su viaje.

Es por ello por lo que debemos fijarnos en la política migratoria de uno de los países más desarrollados del planeta; Australia.

El país oceánico es un ejemplo para poner al fin a las cientos de muertes que se producen en el mar Mediterráneo.

Los datos no engañan. Desde que Australia recuperó la seguridad de sus fronteras gracias a la ‘Operación Fronteras Soberanas’ en el año 2013, aprobada por el Partido Liberal de Tony Abbott, el país australiano ha conseguido reducir a cero las muertes de las rutas migratorias que tienen como destino final las costas de Australia.

El propio director ejecutivo de Frontex (Agencia Europea de Fronteras y Guardacostas), Fabrice Leggeri, aseguraba que es un gran error considerar las rutas migratorias como «un aspecto humanitario», en vez de «tratar de perseguir a aquellos grupos criminales que se enriquecen con la miseria humana y provoca miles de muertes en el Mediterráneo».

Y es ahí donde Australia se convierte en un buen ejemplo a seguir por países como España, Italia y Grecia. El país australiano, que en el año 2013 sumaba más de 400 muertes de inmigrantes ilegales que trataban de llegar a sus costas, ha conseguido en apenas cinco años reducir esa cifra hasta cero.

¿Cómo lo han hecho? Australia lanzó dos campañas y operaciones antiinmigración. La primera, ‘Operación fronteras soberanas’ y la segunda, una campaña, principalmente de marketing, con el nombre ‘No Way’, mandando un mensaje contundente para los inmigrantes ilegales.

Con la ‘Operación fronteras soberanas’, Australia interceptó cientos de barcazas repletas de inmigrantes ilegales. Los traficantes eran detenidos por las autoridades australianas, mientras que los inmigrantes ilegales eran devueltos a Sri Lanka e Indonesia, países con los que Australia tiene acuerdos de colaboración.

Con la campaña ‘No Way’, Australia quiso mandar un contundente mensaje a los inmigrantes de los principales países emisores. La campaña se tradujo a 17 idiomas, y se promocionó en todos los países asiáticos, dejando claro que «De ninguna manera conseguirás hacer de Australia tu casa».

Además de un cartel publicitario, se emitió un vídeo en las principales televisiones de los países asiáticos en el que el general Campbell, comandante de la operación ‘Fronteras soberanas’, decía: «Si viaja a Australia sin una visa, sepa que nunca hará de Australia su hogar. Esto es aplicado a familias, niños, niños no acompañados, personas sin antecedentes y trabajadores cualificados. No hacemos excepciones».


Estas dos campañas provocaron que las ONGs australianas atacaran duramente al Gobierno australiano acusándolos de «abandonar a los inmigrantes ilegales a su suerte», pero Tony Abbott, primer ministro de Australia, lo dejó claro: «Al bloquear los barcos pertenecientes a las mafias migratorias hemos salvado miles de vidas. Permitir que los traficantes sigan con sus negocios con humanos, es el típico error que cometen las ONGs».

Quizá España, Italia y otros países mediterráneos deberían plantearse seguir las políticas migratorias australianas. Link

los menores se conectan a través de Internet con páginas extremistas en las que se fomentan este tipo de ataques

La Policía Federal Australiana ha revelado que ha sorprendido a niños de hasta 13 años planeando ataques terroristas “catastróficos” a través de Internet. El comisionado de la Policía Federal (AFP), Reece Kershaw, ha dicho que el extremismo violento por motivos religiosos coordinado en línea era la mayor amenaza terrorista de Australia.

No es una novedad que los niños se impliquen en el yihadismo. El Estado Islámico, (Daesh), mientras tuvo el “califato” en Siria e Irak, organizó escuelas en las que formaba a menores de edad en técnicas terroristas dentro de un plan general de fanatización de personas vulnerables como son los niños y los adolescentes. Incluso, difundió imágenes de estos “alumnos” mientras degollaban a prisioneros.

“La AFP y nuestros socios protegen a los australianos del terrorismo en varios frentes, incluida la preocupante tendencia de que los niños pequeños ocupen la atención de las fuerzas del orden”, informa “The Australian”.

“Los niños de tan solo 13 años, que ni siquiera tienen la edad suficiente para obtener la licencia de conducir, están planificando y negociando con otros en línea para llevar a cabo ataques terroristas catastróficos. Algunos de estos jóvenes se sienten aislados o no sienten integrados en la sociedad, por lo que se refugian en Internet, buscando conectarse con alguien, incluidos RMVE (Extremismo violento con motivación religiosa) e IMVE (Extremismo violento con motivación ideológica)”, subrayó.

Kershaw advirtió de que los confinamientos por el Covid-19 habían permitido que los círculos de terrorismo en línea ampliaran su número de miembros. “La amenaza del terrorismo no se ha disipado. De hecho, la pandemia, los bloqueos prolongados y más tiempo en línea, en algunos casos, ha facilitado el reclutamiento de extremistas”. “En todo el mundo, incluso en Australia, tenemos personas que ahora están cargadas de ideología extremista, y el fin de las restricciones de movimiento hará que sea más difícil para las fuerzas del orden”.

También llamó la atención sobre el problema de los yihadistas excarcelados y que salen más radicalizados. Según el jefe de policía, un terrorista “que fue recientemente liberado, casi de inmediato se conectó en línea para acceder a información sobre ejecuciones, decapitaciones y torturas”. Está previsto que 18 delincuentes terroristas salgan de prisión antes de 2026; y 54 deben ser liberados para 2060.

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