El Mundial, condenado a la 'tele' de pago o la deflación

En 2010, RTVE emitió la final de la Champions en abierto. El partido le costó 35.000 euros por minuto, una cantidad que ahora no está dispuesta a pagar ninguna cadena de televisión en abierto.

La imparable caída de la publicidad y el ajuste presupuestario en RTVE se ha traducido en un plante por parte de las televisiones en abierto al fútbol lo que ha provocado que a día de hoy ninguna cadena tenga los derechos de la Selección Española para 2013 ni se hayan vendido los derechos del Mundial de Fútbol de Brasil ni la Copa Confederaciones.

El presidente de la Corporación, Leopoldo González Echenique, aseguró ante el Senado que no tiene una partida de 43 millones de euros para hacerse con los derechos de La Roja que expiran en diciembre de 2012.

El ajuste adicional de 50 millones de euros le obliga a prescindir de más eventos deportivos. A su vez, ni Mediapro ni Antena 3 están dispuestos a pagar millones de euros por un producto que no se puede rentabilizar. En 2006, cuando la inversión publicitaria alcanzó los 3.188 millones de euros, un 40 por ciento más que las previsiones de 2012, Antena 3 pagó 22 millones por la Champions y perdió 13 millones.

En ese momento la burbuja todavía se estaba hinchando, ya que por la Champions se ha llegado a pagar 45 millones y la pasada Eurocopa llegó a costar hasta 70 millones que no pudieron ser amortizados. Ante este panorama, que llevó a la UEFA a desistir en su intento de vender el Mundial y la Copa Confederaciones a principios de verano, cuando empezó a tantear a las teles en abierto, parece que el futuro del fútbol en España está en la tele de pago. Los derechos de la Liga fueron un primer test. El pulso lo ganó Prisa, que fue la única dispuesta a desembolsar 400 millones por los derechos de la primera división. El partido en abierto no movió pasiones. El problema es que el Mundial no lo va a tener tan fácil. El número de abonados no llega a las expectativas de Prisa por lo que a lo mejor no tiene fondos para pujar. La otra opción sería que la deflación llegara al mundo del fútbol. Difícil también. La tele supone el 35 por ciento de los ingresos.

¿Pagaría por ver el Mundial?