La flora intestinal y su relación con el yacón

La flora intestinal en el humano guarda una estrecha relación con la salud del intestinal. Es posible poder manipularla para asegurar los beneficios sobre la salud humana por medio de algunas aproximaciones dietéticas.

La primera es la aproximación probiótica, mediante la cual las bacterias vivas incorporadas a ciertos alimentos son administradas vía oral y son capaces de alcanzar el intestino delgado y el colon.


La segunda, es el uso de prebióticos, a través de la cual se proporcionan fuentes de carbono específicas para las bacterias probióticas residentes en los intestinos y que favorecen a la proliferación selectiva de estas mismas.

Dentro de los microorganismos más comunes que se emplean como probióticos se destacan la Lactobacillus acidophilus, Bifidobacterium longum y B bifidum. Tanto Lactobacillus acidophilus y varias especies de Bifidobacterium, son los microorganismos dominantes del intestino delgado y del intestino grueso.

La concentración de estos microorganismos puede ir disminuyendo con la edad, los cambios de dieta, el consumo de antibióticos, por el stress y la desaparición o baja viabilidad de la flora intestinal, lo cual puede ocasionar algunos problemas digestivos.

En muy importante que la fibra este presenta en la dieta diaria de las personas, ya que esta puede fijar los carcinógenos y los ácidos biliares, contribuyendo a reducir el contacto de estos agentes con el epitelio colónico. Por lo tanto existe una compleja interrelación entre los factores dietéticos, la flora fecal y la modificación de los carcinógenos y promotores tumorales potenciales en el interior de la luz colónica.

La mayor parte de prebióticos se incluyen en el grupo de los fructanos similares a la inulina. La inulina nativa es procesada en la industria alimentaria y transformada en fructanos de cadena corta con un grado de polimerización entre 2 y 10 como resultado de la hidrólisis enzimática parcial por la inulina.

Los fructooligosacáridos son también conocidos como oligofructanos u oligofructosa, y pertenecen a los fructanos. La estructura fundamental de los fructanos es un esqueleto de unidades de fructosa unidas entre sí por enlaces glucosídicos ß (2-1) y/o ß (2-6). Es muy común encontrar una molécula de glucosa al inicio de la cadena de cada fructano.

Existen diversos tipos de fructanos en la naturaleza, pero desde el punto de vista nutricional y de uso de la industria alimentaria se reconocen a los FOS y a la inulina como los más importantes entre ellos.

La evidencia científica disponible sustenta el reconocimiento de los FOS como una fibra dietética y como prebióticos. Los probióticos poseen las enzimas necesarias para romper los enlaces ß (2-1) de los fructanos. De esta manera, se pueden fermentar los FOS y utilizar su energía para su multiplicación y proliferación. Algunas investigaciones realizadas en animales de laboratorio demostraron que el consumo de FOS reduce el riesgo de desarrollar lesiones precancerosas en el colon.

En lo que respecta específicamente al Yacón, esta es una planta domesticada hace varios siglos por los pobladores de las culturas preincaicas. En el norte del Perú se la denomina llacón y llakwash. En La Libertad, es muy notoria la producción de yacones en la provincia de Otuzco, en el distrito de Usquil.

El yacón es una especie de la familia Asteraceae, también llamada Compositae, y su nombre científico es Smallanthus sonchifolius. Es una de las raíces reservantes comestibles con mayor contenido de agua, posee entre el 83 y 90 % del peso fresco en sus raíces. En términos generales, los carbohidratos representan alrededor del 90 % del peso seco de las raíces recién cosechadas, de los cuales entre 50 y 70 % son fructooligosacáridos.

La planta de Yacón es específicamente recomendada para las personas que poseen problemas en la flora intestinal, y también dolencias en los intestinos ya que su alto contenido en agua lo hace el remedio natural ideal. http://www.blogdefarmacia.com/la-flora-intestinal-y-su-relacion-con-el-yacon/