EL PUEBLO MÁS FRÍO DEL PLANETA LLEGA A -71.2 GRADOS

Rusia alberga un pueblo que es el más frío del planeta, donde las temperaturas alcanzan los -71.5ºC. Está situado junto al río Indigirka en el noreste de la república de Sajá en el este de Siberia en Rusia. Apenas tiene 472 habitantes.

El pueblo Ruso, Oymyakón está casi más de la mitad del año permanentemente congelado con temperaturas que llegan hasta los -71.2  grados. Su clima es subpolar con invierno seco. El invierno es terriblemente frío y el verano puede ser de templado a frío. Es un pueblo casi fantasma y es por eso que un fotógrafo neozelandés ha decidido capturar preciosas imágenes de este pueblo que en invierno queda prácticamente congelado.

El fotógrafo vivió un momento muy duro cuando su cámara quedaba congelada en segundos después de sacarla. Quiso reflejar lo que la población de Oymyakón sufre todos los inviernos dejando imágenes preciosas a su paso.

Un comerciante vende carne y pescado en un mercado congelado de las afueras del pueblo. La gente vive su vida como si nada y están acostumbrados a vestirse con varias capas para combatir el gélido clima.

Aunque saques las zapatillas a airear quizá en vez de quitarse el olor lo que pasa es que se congelan. El nombre del pueblo, Oymyakón significa Agua líquida o agua que no se congela debido a las aguas termales que emanan en las cercanías.

Entrar a casa y sentir que todavía hace frío debe ser toda una odisea. El invierno dura 9 meses y es realmente duro. Los peces se congelan en solo 30 segundos después de haber sido sacados del río y se guardan en los sótanos de las casas al igual que la leche, que jamás es líquida, y la gasolina de los autobuses se solidifica si se apaga el motor.

El pueblo es conocido como una de las poblaciones candidatas para ser el polo del frío del norte. Se han registrado temperaturas muy bajas y la de 72 grados es la más baja jamás registrada en una zona habitada, así como la menor del hemisferio Norte. Pese a la temperatura la gente sigue haciendo su vida igual.


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Las autoridades de gestión y prevención de desastres activaron el estado de alerta en la república rusa de Yakutia (noreste de Siberia) después de que bajasen las temperaturas por debajo de los 60 grados.


Esta decisión fue tomada en una reunión de la comisión gubernamental para la gestión y prevención de desastres y la protección contra incendios de la región más extensa de Rusia, detalló Sputnik. «A fin de garantizar la seguridad de la población en el territorio de la República de Sajá (Yakutia) durante la fuerte bajada de las temperaturas, la comisión decidió activar el estado de alerta elevada».

Termómetro roto

La remota aldea de Oymyakon, en Yakutia, es conocida por ser el asentamiento permanente humano más frío del mundo. Según informa el Siberian Times, en los últimos días el clima fue tan severo que el termómetro digital instalado como «atracción turística» se rompió al llegar a los 62º C bajo cero. La estación meteorológica oficial registró unos 59 ºC bajo cero, empero, los lugareños aseguraron que sus lecturas habían arrojado temperaturas tan bajas como -67 ºC, cerca de un grado más alta que el récord registrado en 1933 (-67.7 ºC).


Oymyakon es hogar de 500 personas que descienden principalmente de pastores de renos. Entre las décadas de 1930 y 1940, los pastores utilizaban el lugar como parada para que sus animales beban agua de los manantiales de aguas termales en la zona. De hecho, es de allí de donde proviene el nombre de la aldea, Oymyakon significa ‘donde el agua no se congela’. Posteriormente, y en un esfuerzo para detener la actividad nómada, el gobierno soviético hizo del sitio un asentamiento permanente.

¿Cómo es vivir allí?

Los problemas cotidianos en la aldea más fría del mundo incluyen tinta congelándose en las lapiceras, vasos congelándose en la cara de la gente y baterías que se descargan rápidamente. Los habitantes suelen dejar sus coches en marcha todo el día por el miedo a no ser capaces de arrancarlos después.


El suelo de roca sólida también hace difícil la tarea de enterrar a los difuntos. La tierra debe ser primero descongelada con fogatas y brazas que arden por horas. Posteriormente se ablanda la tierra para poder excavar, hasta que se hace un pozo lo suficientemente profundo como para sepultar el ataúd. Pero todo esto no pareció importarle a un osado grupo de turistas chinos que el fin de semana pasado no dudó en ponerse en paños menores e ingresar a los manantiales de Oymyakon:

Mystery Planet

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Oymyakon, en la zona rusa de Yakutia es la zona habitada más fría de la Tierra y tiene una escuela, fundada en 1932, que solo cierra a si la temperatura baja de -56.

Oymyakon, en la zona rusa de Yakutia es la zona habitada más fría de la Tierra y tiene una escuela que solo cierra a si la temperatura baja de 56 grados bajo cero. Así que, es normal ver cómo los niños acuden cada día a su aula a pesar de que la mayoría de los mortales no serían capaces de dar un paso a los 50 grados bajo cero que tienen estos días de media.

Las clases comienzan a las 9 de la mañana, cuando todavía es de noche, ya que en diciembre el sol sale a partir de las 10 de la mañana. Pero también salen de noche porque anochece a las 14:15 horas, mientras que los escolares permanecen en el centro hasta las 17 horas, según recoge el diario “Siberian Times”.

El colegio fue construido en 1932 y lleva el nombre del comerciante y mecenas local Nikolay Krivoshapkin, sirve a Oymyakon y a dos pueblos cercanos, Khara Tumul y Bereg Yurde.

“Los niños caminan a la escuela acompañados de sus padres pero también lo hacen con perros. en cambio, lo de las demás localidades llegan en autobús. El viaje dura entre 10 y 18 minutos, en función del estado de la carretera.


Las clases sólo se suspenden si el mercurio cae por debajo de los 56 grados bajo cero, pero hay otra limitación. Los niños de 7 a 10 años pueden quedarse en casa si fuera hay menos de 52 grados bajo cero.

En cambio, en Oymyakon las normas son distintas. Allí, las clases para alumnos de primaria (de 7 a 11 años) se cancelan a -45C sin viento, o de -42C a -44C dependiendo de la fuerza del aire. Los mayores no irán a la escuela a -48C sin viento, o -45C a -47С dependiendo del la fuerza del aire.

¡Asombroso!

En Siberia se alza este pequeño pueblo, que es lo más parecido que tenemos en la Tierra a las condiciones climáticas de Marte.

Pese a su pseudónimo de "Planeta Rojo" y sus áridos y desérticos paisajes, Marte no es planeta caluroso. Todo lo contrario, nuestro peculiar vecino en el Sistema Solar es un astro generalmente frío, con unas temperaturas extremadamente variables.

Si tienes suerte y lo visitas en su punto de traslación más cercano al sol (perihelio), podrás disfrutar de unas temperaturas de unos 20 grados, donde, de no ser por la atmósfera, podría sobrevivir un humano sin mayor problema. Sin embargo, los inviernos de este planeta pueden llegar a registrar temperaturas de hasta -153 grados centígrados, algo que no podría soportar el cuerpo humano. De media se estima que la temperatura del planeta es de aproximadamente -62 grados centígrados.

Esa cifra sigue pareciendo completamente inasumible para una persona, pero recientemente un pequeño pueblo de Siberia la ha registrado en sus termómetros. La localidad de Tongulakh, registró recientemente la temperatura de -64,2 grados, acercándose mucho al récord mundual del planeta, de -67 grados centígrados. Según los censos de 2010, tan solo 10 personas siguen viviendo en esta apartadísima zona rural, escondida en el corazón más frío de Rusia. Es un pueblo cuyas temperaturas dejan poca opción de supervivencia, pero aún así algunas zonas de Siberia siguen teniendo habitantes hoy en día.



El récord mundial fue establecido en 1933, en la localidad de Oymyakon, ubicada en la República de Sakha, que es de hecho donde se encuentra Tongulakh. El caso de Siberia es bastante particular en general, ya que no solo alcanza valores negativos en el termómetro, también puede convertirse en todo un horno. En 2021 la ciudad de Verkhoyansk (también ubicada en la República de Sakha) registró temperaturas de 48 grados centígrados, con un calor húmedo agobiante e insoportable.

Un pueblo de Siberia iguala las extremas temperaturas de Marte

Con los recientes -64 en Tongulakh, la Tierra iguala de nuevo la temperatura media de Marte, y aunque es algo muy interesante a nivel noticioso, es también un problema serio para el planeta. El cambio climático no solo hace que se caliente el planeta como muchos creen, las consecuencias reales son variaciones más extremas para el clima; más calor y más frío.

El ser humano ha sabido siempre adaptarse a su entorno, y seguimos poblando áreas donde las temperaturas rara vez superan el umbral de los cero grados, pero de seguir por el mismo camino llegará un momento en que será insostenible. Nuestra ventaja es la atmósfera, ya que es mucho más fuerte y densa que la de Marte y nos ayuda a conservar mucho mejor el calor y no sufrir cambios tan bruscos de temperatura a lo largo del año.

mundo deportivo

Los ojos están húmedos y expuestos todo el tiempo y uno podría pensar que en contacto con las temperaturas frías del invierno podrían congelarse. A diferencia de otras extremidades corporales, los ojos se bombean constantemente con un fuerte suministro de sangre caliente, incluso en las situaciones más frías. Además el hueso, el tejido y la grasa también ayudan a mantenerlos calientes. La fuente primaria de sangre al ojo es la arteria oftálmica, que es una rama de la misma arteria profunda que abastece el cerebro. Cuando está en un entorno frío, el cuerpo desvía aún más sangre al cerebro, lo que, a su vez, ayuda a mantener los ojos aún más calientes.

Debido a que las lágrimas son agua salada, también son resistentes a la congelación; sin embargo, pueden solidificarse en un frío extremo y posiblemente "tapar" los párpados. Aun así, el ojo mismo no se verá afectado. Básicamente, nuestros ojos sólo se congelarán naturalmente después de que nuestros cuerpos estén muertos y fríos. El agua salada se congela a temperaturas mucho más frías que el agua normal, por lo que nuestros ojos pueden permanecer húmedos a temperaturas bajo cero con nuestras gotas de lágrimas saladas.

Aunque los ojos no se enfrían en invierno, el brillo adicional de la nieve puede 'quemar' tus ojos. Demasiada exposición a los rayos UV puede causar inflamación de la córnea, una condición llamada queratitis, que hace que sus ojos rojos, doloridos y sensibles a la luz.

Siberia no es un lugar donde mucha gente quiera vivir. La mayoría de los humanos simplemente no están hechos para soportar su heladísimo frío, su clima increíblemente desagradable, e incluso aquellos que lo están, a menudo no se consideran fanáticos. De hecho, Siberia resulta tan desagradable que, durante su reinado, Joseph Stalin desterró a muchos de sus enemigos de la región allí, considerándolo como uno de los peores castigos posibles que podría imponerles. Pero eso no significa que no puedan ocurrir cosas geniales.

En Yakutia, situada en el extremo oriental de Siberia, las temperaturas se sitúan en torno a los -35º C . A una temperatura tan baja, las cosas no siempre actúan como uno espera. Cuando respiras en lugar de que los vapores de agua se evaporen, se condensan y se convierten en cristales de hielo. En lugar de permanecer rígidos y fuertes, los árboles caídos explotan. Incluso el mercurio se congela en un clima tan frío.

El clima frío hace que algunos árboles exploten congelando la savia, que contiene agua, y se expande a medida que se congela, creando un sonido parecido al disparo de arma de fuego. El sonido se produce cuando la corteza del árbol se rompe y la madera se contrae a medida que la savia se expande.

La savia del árbol es un "líquido superenfriado" en temperaturas bajas. John Hunter observó, en su "Tratado de la Sangre", que la savia de un árbol se congela unos 17 grados Fahrenheit por debajo de su punto de congelación nominal.