Mi padre musulman me mató, pero Jesús me resucitó para su gloria

Nací en una familia musulmana ortodoxa y fanática en el mes musulmán de Ramadán en Medio Oriente Unido. Así que mis padres me llamaron Ramza [transliteración en urdu para Ramadán]. Ahora he vuelto a nacer tras aceptar a Jesucristo como mi Salvador y me ha convertido en un ciudadano del Reino de Dios, informa Bible for Mideast.


Ramza dice que era una chica religiosa desde la infancia. Estaba siempre delante de la línea de las prácticas islámicas para recitar el Corán, haciendo “namaz” [oraciones] cinco veces al día, y el ayuno en el mes de Ramadán. También Siempre mantuvo su tradición de usar el arrope “abaya” con plena cabeza y la cara cubierta.


Mi familia era muy grande, mi padre, tres madres y trece niños incluida yo. Mi padre tiene un enorme ingreso de varias agencias de comercio y contratación de patrocinio árabe local.


He completado la educación escolar. Uno de mis amigos que estudiaron conmigo en la escuela trataron de compartir conmigo el mensaje de Jesucristo, que fue crucificado, muerto y resucitado. Ella me dio un evangelio de muestra también. Ella era hija de pastor, que está ministrando con “Bibles for Mideast”. Pero nunca había aceptado su mensaje y argumentos.


Después de mi educación, mi padre quería que me casará con un viejo y rico hombre, que ya tiene tres esposas y varios niños. Supongo que sería más joven que su hijo más pequeño.


Una tarde fui a ver a mi padre en su habitación. Estaba hablando con una de mis madrastras. Le rogaba que no ordenará mi matrimonio tan pronto, y que me enviará a realizar más estudios. Mi padre negó mi solicitud… discutí con él, porque he tenido que imaginar tal matrimonio. Él no me hizo caso en absoluto. Finalmente dije: Voy a abandonar la casa antes del matrimonio.


Mi padre se enojó por lo que dije, y discutió con él. De pronto se sentó en una silla y me ha golpeado en la cabeza con sus piernas. Debido a su brutal ataque, mi cráneo está roto. Mi padre y mi madre dieron el paso siguiente, me mataron.


Su mente criminal despertó. Ellos no se dieron a conocer mi muerte a los demás. Ataron mi cadáver en una bolsa de plástico, se lo llevaron en automóvil a una distancia lejana a través del desierto y lo arrojaron en un pozo profundo en una plantación. El pozo no tenía agua. (Mis otros miembros de la familia podrían haber pensado que me fui de casa debido a la poco interesada que estaba por el matrimonio).


Cuando mi cuerpo fue arrojado al pozo, vi que mi alma se iba al infierno a través de una terrible oscuridad. Estaba mal y deseaba obtener una gota de agua para mi profunda sed. Yo sabía que mi alma no estaba vagando por el agua terrenal, sino por el agua de la vida, que es la Palabra de Dios.

Vi el Evangelio, que mi amigo de la escuela me había ofrecido frente a mí. Me hizo un consuelo. Intenté cogerlo; pero mis manos no podían tocarlo. Entonces el Evangelio se dirigió hacia mi alma y fui llevada a un impresionante jardín.


Era un hombre fuerte, saludable y hermoso que se coloca en el interior del pozo. Cogió el saco de mi cadáver en sus manos. Desató el saco. Me frotó la cabeza y el cuerpo. Abrí los ojos como cuando se despierta de un sueño. Vi sus marcas de clavadas en sus manos. Era mi Señor Jesús.

Y me llevó en sus manos y me llevó fuera del pozo. Él me dijo: “Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá“. (Juan 11:25)


Me postré ante Él. Y le dije con lágrimas de alegría: “Señor Jesús, tú eres mi Señor y Salvador. Te crucificaste y moriste por mí. Has resucitado. Soy toda tuya. Creo en ti”. – Levanté la cabeza y le miré a él. Pero no había nadie. Él había desaparecido.


No sabía qué hacer. Pero yo estaba tan feliz. Yo estaba alabando y dando gracias al Señor Jesús. Dentro de unos minutos, una pareja, un marido y la esposa de “Bibles for Mideast” vinieron a mi. Me dijeron que eran cristianos y que el Señor Jesús los había llevado a mí.

Compartí mi experiencia con ellos. Me dieron una Biblia y me llevaron a una casa donde cinco mujeres trabajadoras de una explotación agrícola y ganadera y ahora permanecemos juntos.


Ellas han nacido de nuevo. Me quedé con ellas. Me enseñan más sobre la Palabra de Dios y adoran a Jesús juntas en nuestra iglesia en casa. Y también voy con ellos a la granja como obrero, así es como se lleva a cabo el ministerio para el Señor. No quiero volver con mis padres a menos que acepten al Señor Jesucristo.

Finalmente, Ramza ha dicho por medio de Bibles For Mideast. Oren por los miembros de mi familia, parientes y toda la gente de Oriente Medio para que conozcan al Señor de la resurrección y sean guardados del mal Link