Atacan con un cóctel molotov a María Santísima de los Desamparados

El suceso ha tenido lugar en la localidad malagueña de Vélez en la que un individuo ha accedido a la iglesia de San Francisco en pleno centro de la ciudad armado con un cóctel molotov que ha arrojado contra la hornacina en la que se hallan los titulares de la Hermandad de la Oración en el Huerto. El objeto incendiario ha golpeado contra la Virgen de los Desamparados si bien no ha llegado explosionar.

Alarmado por el ruido uno de los frailes acudió inmediatamente al lugar de los hechos llegando con tiempo únicamente de comprobar como un individuo salía huyendo precipitadamente del lugar. El religioso informó inmediatamente al mayor de la Corporación que puso en conocimiento de la policía el terrible suceso.

En el templo se han dado cita miembros de los Tedax para analizar el objeto explosivo arrojado. Al parecer la inexistencia de mecha y el hecho de que no hubiese velas encendidas en la capilla ha evitado males mayores. En estos momentos las autoridades se encuentra visionando las cámaras de seguridad de la zona con la esperanza de poder identificar y arrestar al individuo que ha perpetrado este deleznable ataque.

El camarín de la Virgen de los Desamparados, se encuentra a la entrada de la Puerta Real de la Villa y junto a la muralla de la plaza de la Constitución y se trata de una pequeña hornacina o capilla de gran valor histórico y popular para Vélez-Málaga, que siempre albergó la imagen de una Virgen.

El camarín, construido en el siglo XVII en lo era un antiguo cuarto de guardia para la protección de la puerta, fue remodelado en 1789, a expensas de don Francisco Carrión y Valcárcel. Durante la ocupación francesa, esta capilla y la talla que la ocupaba, dedicada en principio a la advocación de la Concepción, cobraron especial protagonismo.

Los rebeldes que se oponían a la ocupación napoleónica eran ejecutados en la plaza, donde se ubicaban el Ayuntamiento y el Palacio de Justicia. Al estar la Virgen en su camarín de la Puerta Real y ser el punto último al que dirigían sus miradas los condenados a muerte empezó a ser conocida como de los Desamparados hasta el punto de cambiar su advocación por este nombre.

El camarín presenta un gran sentido de culto y devoción por su situación al final de una rampa y junto a la puerta de entrada al barrio más popular de la ciudad, lo que favorecía el rezo y la contemplación por parte de los fieles.

¡Qué asco de gentuza!