Atentado islamista en Las Ramblas de Barcelona: Al menos 15 muertos y más de 80 heridos

Los dos ocupantes abandonaron el vehículo y huyeron a pie. Estado Islámico ha asumido la autoría.

Brutal atentado terrorista en Barcelona: una furgoneta ha atropellado esta tarde a decenas de personas que paseaban por las Ramblas. Al menos trece personas han muerto, según ha confirmado el consejero de Interior, Joaquim Font. Hay además 80 heridos. Fuentes del Hospital del Mar informan de que la mayoría de víctimas y heridos son extranjeros y niños.

Emergencias de Cataluña ha facilitado el teléfono +34 93 214 21 24 para quien necesite información sobre el atentado y otro para los familiares de posibles afectados: +34 900 400 012.

El ataque se ha producido en la confluencia de las Ramblas con la Plaza de Cataluña. La furgoneta ha avanzado unos 700 metros por la zona peatonal desde el inicio de las Ramblas hasta que se ha estrellado con un kiosko.


El atropello ha sido cometido con una furgoneta de color blanco. Los dos pasajeros han huido a pie. Fuentes policiales han localizado una segunda furgoneta en Vic, también de color blanco, que habría sido alquilada por los autores y que habría utilizado uno de ellos para escapar.

Los mossos hablan de un detenido, que podría tratarse de Driss Oukabir, el hombre que alquiló y recogió la furgoneta del ataque.

La Policía autonómica ha pedido a la gente que no salga a la zona ni a la plaza de Cataluña. Metro, FGC y Renfe han cerrado las estaciones próximas. Además, han pedido a los ciudadanos que estaban en la calle que se refugien en restaurantes y locales.

Los Mossos d'Esquadra y los equipos de emergencias sanitarias han desplegado un amplio dispositivo en esta zona, en el centro turístico de la capital catalana, frecuentada a diario por miles de turistas, y que ha quedado acordonada.

Testigos han relatado cómo fue el ataque: la furgoneta se precipitó a toda velocidad por la zona peatonal, "haciendo eses" y procurando hacer el mayor daño posible.

En los alrededores de la Rambla y la plaza de Cataluña se han producido escenas de pánico, con gente corriendo muy asustada, refugiándose en comercios y portales.

El terrible atentado yihadista que ha tenido lugar este jueves en Las Ramblas de Barcelona ha dejado escenas terroríficas. Numerosos cuerpos quedaron tirados a lo largo del paseo de la Ciudad Condal.

Pero sin duda una de las noticias más trágicas que se ha producido en las últimas horas es la muerte de una niña de tres años debido al golpe recibido por el atropello de la furgoneta usada por los marroquíes en las Ramblas de Barcelona en el ataque terrorista que ha sido reivindicado por el DAESH.

Oficialmente, el número de víctimas mortales por el atentado yihadista son de 13, mientras que hay 100 heridos (15 muy graves, 23 menos grave y 48 leves).

Además se sabe que uno de los fallecidos es de origen belga....

Una mujer que había sido herida en el atentado de esta madrugada en Cambrils ha fallecido en el hospital Joan XXIII de Tarragona.

Una mujer, víctima del atentado de esta madrugada en Cambrils y que estaba ingresada en el hospital Joan XXIII de Tarragona, ha muerto este viernes, lo que eleva a 14 el número de fallecidos en los ataques terroristas en Cataluña, han informado a Efe según fuentes de la Conselleria de Salut.

Se trata de la primera víctima entre los peatones que fueron arrollados por un vehículo en Cambrils esta madrugada, antes de que los mossos abatieran a cinco terroristas. Junto a esta mujer habían resultado heridas otras cinco personas en el ataque yihadista en la localidad tarraconense, entre ellas un agente de los Mossos d'Esquadra, que se encuentra en estado grave. La mujer, cuya identidad no ha sido facilitada, había ingresado en estado crítico.

Por otro lado, Francisco López Rodríguez ha sido identificado como la primera víctima española del atentado. Se trata de un andaluz de Lanteira (Granada) de 65 años. El consejero de Justicia de Cataluña, Carles Mundó, ha asegurado a los periodistas que hay víctimas de muchas nacionalidades, tal y como era de esperar en una zona tan turística como Las Ramblas.

Poco después, Emergencias de Cataluña ha hecho público que por el momento entre muertos y heridos se han confirmado víctimas de 34 nacionalidades distintas: alemana, argelina, argentina, australiana, austriaca, belga, británica, canadiense, china, colombiana, cubana, dominicana, ecuatoriana, egipcia, española, estadounidense, filipina, francesa, griega, hondureña, holandesa, húngara, irlandesa, italiana, kuwaití, macedonia, marroquí, mauritana, paquistaní, peruana, rumana, taiwanesa, turca y venezolana. LD.

H. Tertsch*.- El atentado de Barcelona tiene poca historia por detrás. Una furgoneta y unos autores con voluntad de matar al mayor número posible de occidentales, de europeos, de blancos, de cristianos. Llámenlos como quieran. De eso se trataba. El atentado tiene una terrible e inmensa historia por delante. La estremecedora cifra de víctimas demuestra que los dos hombres con voluntad de hacer daño han sido inmensamente eficaces. Contrastan los medios con los efectos desoladores. De las muertes, las vidas segadas, los heridos, los familiares, el inmenso dolor que nunca se apagará del todo, las vidas rotas, cientos de vidas quebradas de una forma u otra en las Ramblas de Barcelona. Esos son los destinos personales. De los colectivos, de las reacciones públicas, ya sabemos a estas alturas casi todo antes de que lleguen. El miedo subirá unos grados y la alarma antiterrorista cambiará de color. Y muchas palabras manidas. El islamismo no es el islam. No conseguirán nada. Son pocos y aislados. La comunidad musulmana está con la democracia, etc. Eso dura lo que dura en esa sociedad espástica en la que una frase manipulada de Trump sobre nazis hace olvidar la crisis nuclear con Corea del Norte. Y en España unos delincuentes separatistas coparán las portadas con sus chulerías en cuanto hayan sido enterradas las víctimas.

Si no se repite pronto se bajará la guardia y pronto nos dirán que ha habido más ahogados este verano que muertos por el yihadismo. Nadie dirá que este atentado cumple su papel a la perfección, que lo cumple. Porque el Daesh puede retroceder en Mosul o en Racqa pero nunca deja de avanzar por la geografía urbana de las ciudades europeas. Estos atentados son su bandera. No hacen falta muchos. Nos demuestra que están aquí y dispuestos a matar. Esa es su superioridad. Son más fuertes mentalmente, son cada vez más y han venido a mandar. Ellos tienen fe, creen en su Dios y también en su destino. No son terroristas ni yihadistas la mayoría. Pero nunca estarán de parte de los infieles en ninguna guerra. Por mucho que se empeñe y engañe el necio mensaje de la corrección política socialdemócrata en Europa. Esa que combate implacablemente a los europeos que creen en la cohesión cultural y abre las fronteras a quienes quieren destruirla.

Ellos tienen muchos hijos, todos los que Alá les otorga. Un dios que cada vez tiene a más que le rezan en Europa. Mientras el dios que, con su figura del humano a su imagen y semejanza, hizo posible la sociedad libre, compasiva y próspera de Occidente ya no tiene quien le rece. El atentado de ayer es como el de Niza, Berlín y otros en ciudades con grandes comunidades musulmanas. También los hubo en Israel. Atentados, miren por dónde, celebrados por parte de mucha izquierda española. Ayer destacaba en sus solemnes condenas la soldadesca de la depravación política del nacionalismo catalán y la izquierda española. Como si Barcelona fuera un escenario equivocado. Como si cuando firmaron con ETA que no matara en Cataluña y solo en el resto de España, la yihad también hubiera firmado. Porque esos filoterroristas que adoran a Otegi, hacen campaña para las FARC y cobran con Hizbullah, en Teherán o en la narcotiranía de Maduro, no soportan que les recuerden que los asesinos que ayer sembraron la muerte en las Ramblas de Barcelona son sus camaradas. Porque aunque rechacen horrorizados esta, la más brutal, global y asesina de las acciones de turismofobia, lo cierto es que comparten con los autores el odio a muerte a Occidente.

Barcelona y el culto a la diversidad
Barcelona acaba de cosechar su siembra.
Al día siguiente, Turku (Finlandia).
A ver cuál sigue.

Con España concentrada en la lucha contra el coronavirus, dos fanáticos han realizado un ataque islamista en el Aeropuerto de El Prat de Barcelona. Los sujetos de nacionalidad albanesa, que irrumpieron con un vehículo en la Terminal 1, lanzaron una «proclama de tipo islamista» al ser arrestado por los Mossos d’Esquadra.

En una rueda de prensa, el Consejero de Interior de la Generalitat, Miquel Buch, y el comisario jefe de la policía catalana, Eduard Sallent, han explicado que los detenidos tenían la voluntad de irrumpir con el coche en la terminal y que todas las hipótesis están abiertas.

Miquel Buch y Eduard Sallent han asegurado que es prematuro determinar cuáles eran las intenciones de estas personas, al mismo tiempo que han adelantado que no tenían antecedentes que consten a los Mossos por temas de radicalización.

La unidad de Técnicos Especialistas en Desactivación de Artefactos Explosivos (Tedax) ha descartado que lleven explosivos, y, tras el incidente, la terminal del Aeropuerto ha recuperado el funcionamiento «normal».

El ataque

Miquel Buch ha explicado que a las 4.56 horas estos dos individuos han accedido «voluntariamente» con su vehículo en el hall de la planta 0 de El Prat a través de un acceso habilitado para peatones, y se han dirigido a la zona restringida.

Gracias a la «rápida reacción» de los agentes del servicio de guardia de los Mossos, han podido ser reducidos sin que hayan causado ningún daño a terceras personas.

Sallent ha detallado que los detenidos son súbditos albaneses y que están investigando todas las líneas posibles, y que no tienen confirmación de que hayan tenido antecedentes «en ámbitos de interés de información».

El comisario jefe ha añadido que no les constan antecedentes en el ámbito de la radicalización, por lo que ahora están trabajando con el resto de la comunidad de inteligencia para determinar posibles vínculos con este ámbito ideológico.