Así acabó deformado el cuerpo de un buzo tras ascender 35 metros en solo un minuto
Página 1 de 1.
Así acabó deformado el cuerpo de un buzo tras ascender 35 metros en solo un minuto
Un accidente impidió al experimentado buzo cubrir la distancia en las dos horas necesarias
Si hay alguna cosa que teman de verdad los que practican submarinismo no son los misterios que esconden las profundidades marinas, sino el duro camino que deben tomar para salir de ellas. El síndrome de descompresión es uno de los males más peligrosos de este deporte, como demuestra el caso del experimentado buzo peruano Alejandro Ramos, cuyo cuerpo se deformó por completo al ascender 35 metros en sólo un minuto.
El accidente que casi le costó la vida tuvo lugar en 2014. Cuando se encontraba acabando su jornada laboral recogiendo mejillones, una embarcación pasó demasiado cerca del barco al que estaba ligado con la manguera de oxígeno y la cortó de forma accidental. “Estaba preparado para hacer las escalas de descompresión necesarias para volver a la superficie”, relata, recodando que el recorrido le debería haber costado de “dos a tres horas”. El accidente, sin embargo, le obligó a subir en un minuto.
En la embarcación se empezó a sentir mareado, sintiendo los primeros síntomas del síndrome de descompresión. Parta remediarlo, una embarcación pesquera cercana le ayudó a volver a bajar a la misma profundidad para, esta vez sí, realizar una buena descompresión.
La segunda embarcación, sin embargo, no esperó el tiempo necesario, y el buzo sólo pudo completar 30 minutos de las dos horas necesarias. Otra vez en la superficie, Ramos fue rápidamente trasladado al hospital, hinchado y con su vida pendiente de un hilo. “Me he salvado de milagro. Agradezco a Dios que, bueno, me deformó pero estoy vivo...”, relata a la BBC.
Hoy en día, este hombre de 56 años no llega a los 1,60 metros de altura, pero sus bíceps tienen un contorno de 62 y 72 centímetros cada uno. En cada codo aparece un inmenso bulto que se acaba fundiendo con los hombros. Sus pectorales, inflados, cuelgan sobre un estómago que, al igual que la espalda, caderas y muslos; también presenta un volumen mayor al que debería. Al factor estético se suman el dolor de huesos que le impide caminar con normalidad y el silbido que emite su pecho cada vez que respira.
La causa del síndrome de descompresión es la formación de burbujas de nitrógeno en nuestro cuerpo debido a la alta presión durante las inmersiones. En tierra, nuestro cuerpo expulsa el nitrógeno pero bajo el agua lo asimilamos y éste pasa a la sangre por efecto de la presión, debiendo ser expulsado en gran medida de la sangre antes de estar en superficie. .
Cuando ascendemos a la superficie se produce la fase de desaturación, en la que desciende la presión y los gases se liberan de los tejidos y salen a la sangre y los pulmones. Todo este exceso de gas debe liberarse lentamente, por lo que hay que respetar los tiempos de ascenso según la profundidad y la duración de la inmersión. De lo contrario, la liberación rápida de los gases implica una sobresaturación crítica y se forman peligrosas burbujas en el organismo que pueden obstruir los vasos sanguíneos impidiendo la circulación en determinadas zonas del cuerpo, acarreando problemas cerebrales, cardíacos y respiratorios. https://www.lavanguardia.com/
Si hay alguna cosa que teman de verdad los que practican submarinismo no son los misterios que esconden las profundidades marinas, sino el duro camino que deben tomar para salir de ellas. El síndrome de descompresión es uno de los males más peligrosos de este deporte, como demuestra el caso del experimentado buzo peruano Alejandro Ramos, cuyo cuerpo se deformó por completo al ascender 35 metros en sólo un minuto.
El accidente que casi le costó la vida tuvo lugar en 2014. Cuando se encontraba acabando su jornada laboral recogiendo mejillones, una embarcación pasó demasiado cerca del barco al que estaba ligado con la manguera de oxígeno y la cortó de forma accidental. “Estaba preparado para hacer las escalas de descompresión necesarias para volver a la superficie”, relata, recodando que el recorrido le debería haber costado de “dos a tres horas”. El accidente, sin embargo, le obligó a subir en un minuto.
Intento desesperado
En la embarcación se empezó a sentir mareado, sintiendo los primeros síntomas del síndrome de descompresión. Parta remediarlo, una embarcación pesquera cercana le ayudó a volver a bajar a la misma profundidad para, esta vez sí, realizar una buena descompresión.
La segunda embarcación, sin embargo, no esperó el tiempo necesario, y el buzo sólo pudo completar 30 minutos de las dos horas necesarias. Otra vez en la superficie, Ramos fue rápidamente trasladado al hospital, hinchado y con su vida pendiente de un hilo. “Me he salvado de milagro. Agradezco a Dios que, bueno, me deformó pero estoy vivo...”, relata a la BBC.
Hoy en día, este hombre de 56 años no llega a los 1,60 metros de altura, pero sus bíceps tienen un contorno de 62 y 72 centímetros cada uno. En cada codo aparece un inmenso bulto que se acaba fundiendo con los hombros. Sus pectorales, inflados, cuelgan sobre un estómago que, al igual que la espalda, caderas y muslos; también presenta un volumen mayor al que debería. Al factor estético se suman el dolor de huesos que le impide caminar con normalidad y el silbido que emite su pecho cada vez que respira.
Síndrome de descompresión
La causa del síndrome de descompresión es la formación de burbujas de nitrógeno en nuestro cuerpo debido a la alta presión durante las inmersiones. En tierra, nuestro cuerpo expulsa el nitrógeno pero bajo el agua lo asimilamos y éste pasa a la sangre por efecto de la presión, debiendo ser expulsado en gran medida de la sangre antes de estar en superficie. .
Cuando ascendemos a la superficie se produce la fase de desaturación, en la que desciende la presión y los gases se liberan de los tejidos y salen a la sangre y los pulmones. Todo este exceso de gas debe liberarse lentamente, por lo que hay que respetar los tiempos de ascenso según la profundidad y la duración de la inmersión. De lo contrario, la liberación rápida de los gases implica una sobresaturación crítica y se forman peligrosas burbujas en el organismo que pueden obstruir los vasos sanguíneos impidiendo la circulación en determinadas zonas del cuerpo, acarreando problemas cerebrales, cardíacos y respiratorios. https://www.lavanguardia.com/
Memento- Cybernauta-Master
- Mensajes : 295
Popularidad : 684
Reputación : 323
Fecha de inscripción : 13/01/2014
Temas similares
» No te imaginas lo que se puede hacer en esta casa de tan sólo 50 metros
» Los más de 20 usos que puedes darle al bicarbonato de sodio
» Polémica en un pueblo de México tras matar a una serpiente de ocho metros a palos
» Las más extrañas y horrorosas radiografías.
» Estos 6 vegetales los plantas solo una vez y podrás cosecharlos año tras año
» Los más de 20 usos que puedes darle al bicarbonato de sodio
» Polémica en un pueblo de México tras matar a una serpiente de ocho metros a palos
» Las más extrañas y horrorosas radiografías.
» Estos 6 vegetales los plantas solo una vez y podrás cosecharlos año tras año
Página 1 de 1.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.