El huracán Alcaraz también se lleva por delante a Djokovic

Un día después de vencer a Nadal, el murciano se impuso por 6-7 (5), 7-5 y 7-6 (5) y disputará su segunda final de un Masters 1000


Prendido del entusiasmo de la hinchada, desatado, fiel a su carácter intrépido y un punto temerario, Carlos Alcaraz terminó con Novak Djokovic un día después de hacerlo con Rafael Nadal. Nadie había conseguido vencer a ambos jugadores sobre tierra batida en un mismo torneo. Decidido a desafiar todas las estadísticas, con puño de hierro y mano de seda, el español se convirtió en el segundo tenista más joven de la era profesional que pasa por encima de un número 1, después de que lo hiciera Nadal, cuando superó a Federer en las semifinales de Roland Garros 2005, en su decimonoveno cumpleaños. Viniendo desde atrás, tras perder un primer set en el que vio penalizada su irregularidad, se llevó por delante al tres veces campeón del torneo, al que se impuso por 6-7 (5), 7-6 (5), en tres horas y 35 minutos, para pasar a ser el jugador de menor edad que alcanza la final en Madrid.

A diferencia de hace dos semanas en Belgrado, cuando, fundido, perdió 6-0 el tercer set de la final contra Andrey Rublev, Djokovic resistió esta vez como no se le veía desde bastantes meses atrás. Su actitud y su nivel de juego no hacen más que revalorizar el triunfo del español. Campeón este año en Miami, Río de Janeiro y Barcelona, Alcaraz buscará este domingo (18.30 La 1) ante el vencedor del partido entre Alexander Zverev y Stefanos Tsitsipas el quinto título de su carrera, cuyo palmarés inauguró el pasado verano en Umag.

En un partido frenético, el español demostró su extraordinaria determinación y la inteligencia para corregir errores sobre la marcha. Tuvo su primer punto de partido en el décimo juego del tercer set, pero no le pesó que se le escapase y aprovechó el tercero, ya en el desempate, para hacer estallar al público que llenaba la pista Manolo Santana. "Mi abuelo siempre me decía cabeza, corazón y cojones. Y eso es lo que intento hacer", comentó a pie de pista para Teledeporte.

Sin problemas físicos

Salió con un tira protectora en la pierna derecha, la que se dañó frente a Nadal en el tercer juego del segundo set, pero no se resintió a lo largo del partido. Al igual que sucedió contra el mallorquín, empezó rompiendo el servicio de su rival, y en esta ocasión fue capaz de mantener la ventaja hasta el octavo juego, cuando el balcánico quebró de vuelta. Fue un partido bonito, más si cabe que el de cuartos de final.

Más templado y experto, Nole fue tomándole la temperatura al juego de Alcaraz en el primer set. Estaba casi anunciado que recuperaría su saque, porque se sucedieron las amenazas en distintos juegos hasta que convirtió la tercera oportunidad, merced a un revés a la red del español. El número 1 del mundo ajustó su posición en los restos y encontró un erial a la hora de servir, llegando a encadenar 21 puntos consecutivos con el saque.

A Alcaraz le perdió el temperamento en más de una ocasión, pero consiguió alcanzar el desempate y desatar a una grada que le empujó desde la primera pelota. El juego decisivo del primer set comprimió lo que venía haciendo a lo largo del parcial. La sucesión de errores le dejó en una situación francamente adversa, con

6-2 para Djokovic. Fue ahí, al borde de la lona, cuando se sacó un resto ganador de revés sobre segundo servicio, un saque directo y una dejada de revés con los que se fue al 6-5. Un intenso peloteo en el que se resbaló terminó con un revés a la red y el set para Nole, cuya explícita celebración no gustó a parte de los aficionados.

El ganador de 20 títulos del Grand Slam mantiene una línea ascendente. Ya se le vio fino en su encuentro de cuartos ante Hurkacz y, frente a una exigencia mayor, tuvo momentos que habían quedado en el olvido en este curso condicionado desde el escandaloso episodio del Abierto de Australia.

Alcaraz ni mucho menos se apagó después del primer set. Compitió mejor en los juegos al resto al retrasar su posición, disponiendo de una pelota para 4-2 y saque, e insistió con éxito en su repertorio de dejadas, hasta quebrantar el ánimo de Djokovic. El de Belgrado, no obstante, también contó con sus opciones, en el noveno juego y en el undécimo, sofocadas con un servicio abierto y una dejada. Fue Alcaraz quien convirtió la segunda de sus tres bolas de set, de nuevo gestada a partir de un drop.

Como no debía ser de otra manera en un partido semejante, éste se decidió en un nuevo desempate, con Alcaraz mucho más centrado y un Djokovic que ya no pudo contenerle. Neutralizó cinco pelotas de rotura antes de llegar al tie break, pero estaba ante un huracán incontenible, al que tampoco podría detener.

¡Asombroso!

6-3 y 6-1 para el español que pasó por encima de Alexander en un partido que dominó de principio a fin.



Ya tenemos dos extraterrestres con pasaporte español. Lo hemos comentado muchas veces. Uno de ellos tiene su nave en Manacor, donde cayó hace más de 30 años y al parecer hemos tenido la suerte de que ha caído otra y también en España. Concretamente la segunda aterrizó en Murcia y si en la primera vino Rafa Nadal, en la segunda hizo lo propio Carlos Alcaraz.

¿Cómo se puede ganar a Rafa Nadal y Novak Djokovic de forma consecutiva en la tierra batida de Madrid, alcanzar la final y ante Alexander Zverev ganar como si delante tuvieses un jugador amateur? ¿Cómo se hace eso? Solo lo sabe Carlos Alcaraz que pasó por encima del alemán en una final que fue entera para nuestro nuevo campeón del Mutua Madrid Open.

Alexander Zverev llegaba a la final tras haber superado en semifinales al griego Stefanos Tsitsipas, con dos títulos en su bolsillo y sin conocer la derrota en la pista central del Mutua Madrid Open. Solo había perdido en dos ocasiones y ambas fueron en la pista número 2, el estadio Arantxa Sánchez Vicario. Por su parte, Carlos, que sí había perdido una vez en la central jugando el año pasado ante Rafa Nadal en el que fue su debut en esos duelos directos ante el tenista manacorí. Todo eso dio igual porque Carlos se ventiló al germano sudando lo justo.

En el primer set, Zverev se dio cuenta de que no podía hacer nada y en cuanto Carlos le hizo correr a base de sus geniales dejadas y su derecha demoledora, Alexander tiró la toalla. Ni su saque le salvó. Carlos lo asesinó tenísticamente hablando. Le dio por todos los lados, en todos los golpes, a todas las alturas y con todo su repertorio. 6-3 y 1-0 en mangas.

En el segundo, más de lo mismo o mejor. Alcaraz era imparable. Le rompió el saque varias veces y le remató cuando apenas pasaba una hora del reloj del partido. Es un genio, es nuestro, su nave cayó aquí. El nuevo rey de Madrid se llama Carlos Alcaraz.

¡Enhorabuena campeón!