Mientras 245.627 familias españolas han perdido sus casas en sólo dos años, Cáritas paga el alquiler, la luz y el agua a miles de inmigrantes
4 participantes
Página 1 de 1.
Mientras 245.627 familias españolas han perdido sus casas en sólo dos años, Cáritas paga el alquiler, la luz y el agua a miles de inmigrantes
Entre 2008 y 2010, 245.627 familias españolas se han visto afectadas por la ejecución de la hipoteca y 108.475 recibieron también la orden de desahucio. Mientras millones de españoles están en riesgo de exclusión social: sin casa, pero con una deuda de la que nunca se van a poder recuperar, Caritas hace posible que miles de inmigrantes (algunas fuentes hablan de 50.000) tengan un techo gratis donde dormir y vivan sin preocuparse de todos esos gastos que tienen a mal traer a miles de familias autóctonas: desde el pago del agua al de la luz. Es la ventaja de vivir en España siendo inmigrante, en muchos casos ilegal, y pasar a ser receptor de ayudas y canonjías que los españolitos corrientes y molientes tienen que pagar de sus bolsillos.
Cáritas ha tejido una telaraña de ayuda destinada a los inmigrantes que se extiende por toda España y se organiza a través de las parroquias de la ciudad. Así, la ONG católica pone a disposición de los inmigrantes que lo necesiten, por ejemplo, una serie de pisos que deben compartir pero que tienen todos los gastos pagados, tanto alquiler como luz y agua. Estos pisos de acogida llevan asociada, además, una ayuda con los alimentos. Se trata de un apoyo temporal hasta que solucionen su situación.
Un ejemplo de este buenismo asistencial es el Centro Vieiro, en Costa Vella. Se trata de un centro de día para toda la gente que está en la calle, mayoritariamente inmigrantes. Allí se les ofrece café o periódicos entre las 8 y las 19 horas (hasta las 15 horas, en verano) además de impartir cursos y talleres destinados a la inserción laboral. En torno a sesenta personas hacen uso de este servicio dirigido por una psicóloga con un equipo de voluntarios Puedes seguir su lectura en este enlace.
También son noticias relacionadas.
De los 400.000 extranjeros que atiende la progrecatólica Cáritas, 150.000 se hallan ilegalmente en España
¡Más trabajo para Cáritas! Una jueza autoriza que una niña magrebí viva en España con su familia pese a su estado de extrema pobreza
Caritas rechaza ayudar a una mujer en paro, desahuciada por el banco y con 3 hijos menores por no ser inmigrante
Cáritas ofrece asistencia legal gratuita a miles de inmigrantes y a las empresas que quieran contratarlos
Cáritas ha tejido una telaraña de ayuda destinada a los inmigrantes que se extiende por toda España y se organiza a través de las parroquias de la ciudad. Así, la ONG católica pone a disposición de los inmigrantes que lo necesiten, por ejemplo, una serie de pisos que deben compartir pero que tienen todos los gastos pagados, tanto alquiler como luz y agua. Estos pisos de acogida llevan asociada, además, una ayuda con los alimentos. Se trata de un apoyo temporal hasta que solucionen su situación.
Un ejemplo de este buenismo asistencial es el Centro Vieiro, en Costa Vella. Se trata de un centro de día para toda la gente que está en la calle, mayoritariamente inmigrantes. Allí se les ofrece café o periódicos entre las 8 y las 19 horas (hasta las 15 horas, en verano) además de impartir cursos y talleres destinados a la inserción laboral. En torno a sesenta personas hacen uso de este servicio dirigido por una psicóloga con un equipo de voluntarios Puedes seguir su lectura en este enlace.
También son noticias relacionadas.
De los 400.000 extranjeros que atiende la progrecatólica Cáritas, 150.000 se hallan ilegalmente en España
¡Más trabajo para Cáritas! Una jueza autoriza que una niña magrebí viva en España con su familia pese a su estado de extrema pobreza
Caritas rechaza ayudar a una mujer en paro, desahuciada por el banco y con 3 hijos menores por no ser inmigrante
Cáritas ofrece asistencia legal gratuita a miles de inmigrantes y a las empresas que quieran contratarlos
Cybernauta- Co-Administrador
- Mensajes : 1394
Popularidad : 5233
Reputación : 2799
Fecha de inscripción : 24/11/2012
Caritas denuncia la “percepción negativa” que se tiene de los inmigrantes
Explotación, precariedad laboral, desempleo, trabajos mal remunerados… Es el escenario que, según la progresista Caritas, ofrece actualmente el mercado laboral a los trabajadores inmigrantes que, además, en estos tiempos de contracción económica, son vistos como “competidores” en el empleo y en las ayudas sociales.
Así lo han denunciado en un comunicado los responsables del programa de Inmigración de la ONG Cáritas Diocesana de Zamora, que han lamentado que esté calando en la sociedad una percepción “cada vez más negativa” de este colectivo social, “pese a las dificultades extremas que tiene que afrontar a causa de la crisis económica”. De los millones de españoles que se hallan en igual o peor situación, ni una palabra.
Según los oenegeros ‘católicos’, “a las dificultades laborales, se suman otros problemas, como el acceso a la vivienda (muchos de los inmigrantes a los que la organización humanitaria ha prestado asistencia están en la calle o viven hacinados) y también los obstáculos para renovar sus autorizaciones de residencia y trabajo. Muchos se ven abocados a quedar en situación irregular, pese a haber residido legalmente”.
El programa de Inmigración de Cáritas en Zamora atendió en el último año a 136 personas, la mayoría de ellas mujeres extranjeras de entre 24 y 44 años. Gran parte de ellas procedía de Bulgaria, Rumanía y países latinoamericanos.
La degeneración de los católicos progres no tiene fin:
Así lo han denunciado en un comunicado los responsables del programa de Inmigración de la ONG Cáritas Diocesana de Zamora, que han lamentado que esté calando en la sociedad una percepción “cada vez más negativa” de este colectivo social, “pese a las dificultades extremas que tiene que afrontar a causa de la crisis económica”. De los millones de españoles que se hallan en igual o peor situación, ni una palabra.
Según los oenegeros ‘católicos’, “a las dificultades laborales, se suman otros problemas, como el acceso a la vivienda (muchos de los inmigrantes a los que la organización humanitaria ha prestado asistencia están en la calle o viven hacinados) y también los obstáculos para renovar sus autorizaciones de residencia y trabajo. Muchos se ven abocados a quedar en situación irregular, pese a haber residido legalmente”.
El programa de Inmigración de Cáritas en Zamora atendió en el último año a 136 personas, la mayoría de ellas mujeres extranjeras de entre 24 y 44 años. Gran parte de ellas procedía de Bulgaria, Rumanía y países latinoamericanos.
La degeneración de los católicos progres no tiene fin:
Cybernauta- Co-Administrador
- Mensajes : 1394
Popularidad : 5233
Reputación : 2799
Fecha de inscripción : 24/11/2012
Caritas, entre tanto, ‘cebando’ a los de fuera: Más de 2 millones de niños españoles, por debajo del umbral de la pobreza
Casi 2,2 millones de niños viven por debajo del umbral de la pobreza en España (menos del 60 por ciento de la mediana de los ingresos anuales por hogar). Esta cifra supone 205.000 menores más que hace dos años, según el informe ‘Infancia en España 2012-2013′ presentado este lunes por Unicef España, que alerta de que por primera vez los menores se convierten en el colectivo más pobre en el país y en el más afectado por la crisis económica.
En este sentido, subraya que la pobreza infantil, estabilizada durante años en torno al 24 por ciento de la población menor de edad, ha superado el 26 por ciento, un porcentaje que está casi cinco puntos por encima de la media nacional en 2011 y que nunca se había alcanzado para esta franja de edad desde que existe la Encuesta de Condiciones de Vida (2004). Además, destaca que el número de hogares con niños con todos sus miembros adultos sin trabajo ha crecido un 120 por ciento entre 2007 y 2010, casi dos veces más que el total de hogares.
En cuanto a persistencia e intensidad de la pobreza, la pobreza crónica ha aumentado en un 53 por ciento en tres años (aquellos que llevan tres de los cuatro últimos años bajo el umbral de la pobreza).
Otro dato destacable es que en 2010 el 13,7 por ciento de los niños vivía en hogares con un nivel de pobreza alta (familia con dos niños menores de 14 años con ingresos inferiores a 10.983 euros anuales), siendo la cifra más elevada de todos los países de la Unión Europea de los 15, y sólo por debajo de Rumanía y Bulgaria en la Europa de los 27.
Por otro lado, el número de familias con bajos ingresos que reciben ayuda de la Seguridad Social por cada hijo a cargo se sitúa en más de un millón en 2011, lo que ha supuesto un crecimiento de casi 100.000 en los últimos dos años. Estos datos han producido, según Unicef, que haya un cambio en las costumbres de consumo, afectando en un primer momento a actividades de ocio pero que se ha extendido también a la educación de los niños, la participación en actividades extraescolares y finalmente a gastos relacionados con la alimentación. Link
En este sentido, subraya que la pobreza infantil, estabilizada durante años en torno al 24 por ciento de la población menor de edad, ha superado el 26 por ciento, un porcentaje que está casi cinco puntos por encima de la media nacional en 2011 y que nunca se había alcanzado para esta franja de edad desde que existe la Encuesta de Condiciones de Vida (2004). Además, destaca que el número de hogares con niños con todos sus miembros adultos sin trabajo ha crecido un 120 por ciento entre 2007 y 2010, casi dos veces más que el total de hogares.
En cuanto a persistencia e intensidad de la pobreza, la pobreza crónica ha aumentado en un 53 por ciento en tres años (aquellos que llevan tres de los cuatro últimos años bajo el umbral de la pobreza).
Otro dato destacable es que en 2010 el 13,7 por ciento de los niños vivía en hogares con un nivel de pobreza alta (familia con dos niños menores de 14 años con ingresos inferiores a 10.983 euros anuales), siendo la cifra más elevada de todos los países de la Unión Europea de los 15, y sólo por debajo de Rumanía y Bulgaria en la Europa de los 27.
Por otro lado, el número de familias con bajos ingresos que reciben ayuda de la Seguridad Social por cada hijo a cargo se sitúa en más de un millón en 2011, lo que ha supuesto un crecimiento de casi 100.000 en los últimos dos años. Estos datos han producido, según Unicef, que haya un cambio en las costumbres de consumo, afectando en un primer momento a actividades de ocio pero que se ha extendido también a la educación de los niños, la participación en actividades extraescolares y finalmente a gastos relacionados con la alimentación. Link
Cybernauta- Co-Administrador
- Mensajes : 1394
Popularidad : 5233
Reputación : 2799
Fecha de inscripción : 24/11/2012
Caritas, Caballo de Troya para la islamización de España: La ONG progre cede sus locales a los musulmanes y se los niega a los cristianos
Desgraciadamente esta “confederación oficial de las entidades de acción caritativa y social de la Iglesia católica en España” ha abandonado, me atrevo a decir totalmente, aquél mandato de Nuestro Señor Jesucristo que se lee en San Mateo, cap. 18; vers.19.: “Id, pues; enseñad a todas las gentes, bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo” y que completa San Marcos, cap. 16; vers. 15.: “Id por todo el mundo y predicad el Evangelio a toda criatura. El que creyere y fuere bautizado, se salvará, mas el que no creyere se condenará”.
Por supuesto que Jesucristo también ordenó socorrer a los más necesitados, he ahí la parábola del buen samaritano, su propio ejemplo, las obras de misericordia de la Iglesia, etc.
No obstante San Pablo, San Francisco Javier, San Luis María Grignon de Monfort, San Antonio María Claret y demás santos dedicaron su vida por convertir a los que vivían en el error, incluso algunos fueron martirizados por confesar la Fe Católica. Es deber primordial de un católico el conducir a la Verdad a los que profesan una falsa religión.
Una organización benéfica que se dice católica NO puede dedicarse exclusivamente a cuestiones humanas (véase la ayuda humanitaria internacional, el apoyo prestado al gran número de personas que engrosan las listas del paro, la colaboración con determinados colectivos para su desarrollo dentro de la sociedad, estudios y análisis sobre el hambre, la inmigración el multiculturalismo…) y menos aún ceder locales a musulmanes y no cederlos a católicos. Los santos no fueron santos, valga la redundancia, por dar de comer a los pobres, construir pozos de agua, ceder iglesias a las falsas religiones o participar en actos sincréticos, sino que por el hecho de seguir radicalmente a Jesucristo, primero convertían a los incrédulos a la Única Religión Verdadera, si no morían en el intento, y como consecuencia de ese ejemplo de Jesús (que no era filantropía, sino verdadera caridad cristiana) ayudaban a los más necesitados, pero siempre teniendo a Dios presente y dando testimonio de su Fe.
Por si esto no bastara de todos es sabido que Cáritas es el Caballo de Troya para la islamización de España. ¿Cuántos españoles encontramos en las colas de las parroquias a la espera de un carro con comida o una oferta laboral? Ninguno, se podría decir. La mayor parte de ellos son inmigrantes musulmanes o de otras religiones. Llegará el día en que la jerarquía eclesiástica se lleve las manos a la cabeza y vea que por su favor la media luna vuelva a someter a la Nación Española.
En 1989, monseñor Lefebvre ya predijo que Francia, por culpa de su política a favor de la inmigración islámica, sería invadida por el islam. Y ya lo estamos viendo.
Este año, Magdi Allam, periodista musulmán convertido al Catolicismo y bautizado por S.S. Benedicto XVI, ha declarado: “Si Italia se entrega al islam, la culpa es de la Iglesia”.
Queriendo, en parte, solucionar el problema el actual Pontífice ha llevado a cabo una reforma en la Caritas Internationalis dando mayor importancia al papel del Pontificio Cor Unum, que supervisará el contenido doctrinal y moral de la organización. Esta remodelación data de inicios de años, así que visto lo visto, no creo que Cáritas necesite aire fresco sino un empezar desde cero. Link
Por supuesto que Jesucristo también ordenó socorrer a los más necesitados, he ahí la parábola del buen samaritano, su propio ejemplo, las obras de misericordia de la Iglesia, etc.
No obstante San Pablo, San Francisco Javier, San Luis María Grignon de Monfort, San Antonio María Claret y demás santos dedicaron su vida por convertir a los que vivían en el error, incluso algunos fueron martirizados por confesar la Fe Católica. Es deber primordial de un católico el conducir a la Verdad a los que profesan una falsa religión.
Una organización benéfica que se dice católica NO puede dedicarse exclusivamente a cuestiones humanas (véase la ayuda humanitaria internacional, el apoyo prestado al gran número de personas que engrosan las listas del paro, la colaboración con determinados colectivos para su desarrollo dentro de la sociedad, estudios y análisis sobre el hambre, la inmigración el multiculturalismo…) y menos aún ceder locales a musulmanes y no cederlos a católicos. Los santos no fueron santos, valga la redundancia, por dar de comer a los pobres, construir pozos de agua, ceder iglesias a las falsas religiones o participar en actos sincréticos, sino que por el hecho de seguir radicalmente a Jesucristo, primero convertían a los incrédulos a la Única Religión Verdadera, si no morían en el intento, y como consecuencia de ese ejemplo de Jesús (que no era filantropía, sino verdadera caridad cristiana) ayudaban a los más necesitados, pero siempre teniendo a Dios presente y dando testimonio de su Fe.
Por si esto no bastara de todos es sabido que Cáritas es el Caballo de Troya para la islamización de España. ¿Cuántos españoles encontramos en las colas de las parroquias a la espera de un carro con comida o una oferta laboral? Ninguno, se podría decir. La mayor parte de ellos son inmigrantes musulmanes o de otras religiones. Llegará el día en que la jerarquía eclesiástica se lleve las manos a la cabeza y vea que por su favor la media luna vuelva a someter a la Nación Española.
En 1989, monseñor Lefebvre ya predijo que Francia, por culpa de su política a favor de la inmigración islámica, sería invadida por el islam. Y ya lo estamos viendo.
Este año, Magdi Allam, periodista musulmán convertido al Catolicismo y bautizado por S.S. Benedicto XVI, ha declarado: “Si Italia se entrega al islam, la culpa es de la Iglesia”.
Queriendo, en parte, solucionar el problema el actual Pontífice ha llevado a cabo una reforma en la Caritas Internationalis dando mayor importancia al papel del Pontificio Cor Unum, que supervisará el contenido doctrinal y moral de la organización. Esta remodelación data de inicios de años, así que visto lo visto, no creo que Cáritas necesite aire fresco sino un empezar desde cero. Link
Cybernauta- Co-Administrador
- Mensajes : 1394
Popularidad : 5233
Reputación : 2799
Fecha de inscripción : 24/11/2012
Caritas no logra una sola conversión, pero en cambio paga a los inmigrantes los medicamentos, la luz y hasta los libros del colegio
Cáritas se ha vuelto a manifestar en favor de los inmigrantes. El obrar “haciendo actos de caridad” de la ONG “católica” (cada vez menos católica), donde el inmigrante tiene preferencia por el mero hecho de serlo, es una excusa racista barnizada de buenismo progre, pues entre sus actividades apenas hay lugar para la primera obligación del católico: predicar el evangelio, acompañándolo de buenas obras. Esta organización considera que un albergue solo para españoles es algo “racista”, sin embargo no le parece racista un albergue solo para inmigrantes, como el de Caritas Diocesana de Madrid (C/Martin De Los Heros, 21).
Dedicarse sólo a actos de caridad, sin una explicación clara del Evangelio es faltar gravemente a su misión en el mundo: “Id por todo el mundo proclamando la Buena Noticia” (Mc 16, 15). No “id por todo el mundo haciendo actos de caridad”.
Mientras tanto seguiremos esperando algún escrito de esta ONG condenando las persecuciones, el acoso, el incendio de iglesias, casas y el asesinato de cristianos en países que niegan la ayuda humanitaria a quienes no se conviertan al islam. Es lógico que cualquier cristiano, como mínimo, ponga el grito en el cielo ante tal barbaridad.
De hecho, tras las últimas inundaciones que asolaron el país, las autoridades pakistaníes gestionan las ayudas internacionales excluyendo específicamente a los cristianos. Y todo esto era conocido por Cáritas, pero, ¿cuál es su reacción ante este grave asunto? ¿Denunciar esa situación? ¿Poner una queja internacional?
Nada de eso, su reacción fue pedir ayudas para 10.000 hogares damnificados de Pakistán a sabiendas que el gobierno pakistaní iba a gestionar esas ayudas con el precepto excluyente antes mencionado, donde los cristianos serían los últimos de la fila, suponiendo que les dejaran ponerse a la cola
(ver comunicado: http://infocatolica.com/?t=noticia&cod=7086).
En la mejor tradición del delirio samaritanista se podría alegar que “hay que ayudar a todo el mundo sin distinciones”. Pero en la práctica, eso equivalía a que iba a ser gestionada por los pakistaníes sobre el lugar, y lo harían siguiendo su propia lógica: a los infieles ni agua. Y en esas circunstancias el agua era vital. Cuatro días después mataron a tres voluntarios cristianos que fueron a a la zona a ayudar.
En un texto titulado “Puertas abiertas”, dice Cáritas: “cada uno de nosotros somos un regalo, con la misión de aportar gratuitamente lo que somos, lo que llevamos dentro, lo que se nos ha dado gratis … sacar a la luz ese regalo, ese tesoro enriquecedor para todos, sabiendo también acoger y aceptar a los demás en su diversidad enriquecedora”.
Ya sabemos que Cáritas “acepta a todos por igual”, confundiendo al prójimo con el extraño, da igual que sean españoles, extranjeros, católicos o mahometanos. De hecho estos últimos son el colectivo que mas se beneficia de su generosidad, contraviniendo otras indicaciones:
“No nos cansemos de obrar el bien; que a su tiempo nos vendrá la cosecha si no desfallecemos. Así que, mientras tengamos oportunidad, hagamos el bien a todos, pero especialmente a nuestros hermanos en la fe”. (Gálatas 6, 10.)
Cada vez es más corriente ver una hilera de musulmanas, con sus atavíos en la cabeza, saliendo de Cáritas con el carro lleno. Muchas veces descargan su contenido en el coche del marido, que está aguardando cerca.
Lo mas siniestro de Cáritas es que, pese a los millones de euros del contribuyente que lleva gastados en dar ropa y comida a decenas de miles de musulmanes, no ha conseguido una sola conversión de éstos al catolicismo.
A Caritas la evangelización le trae al pairo. Una prueba de ello la encontramos tanto en su declaración de principios como en sus “propuestas ante los retos de la sociedad actual”, un texto de mas de 80 páginas y en donde no aparece escrita ni una sola vez la palabra “católico”, ni “católica” ni “catolicismo”. Esto se puede comprobar accediendo al informe (Pinchar aquí para leer).
¿Es posible que una asociación, supuestamente católica, no mencione el catolicismo ni lo tenga entre sus propuestas para la sociedad actual? Están colaborando objetivamente con el mundialismo, preparando a los católicos para olvidarse de que lo son.
La inmigración y el acceso a la sanidad pública de los inmigrantes ilegales, lo que preocupa a Caritas
La inmigración y el acceso a la sanidad pública de los inmigrantes irregulares está siendo un nuevo frente de trabajo para Cáritas España, según ha explicado el secretario general de dicha organización humanitaria, Sebastián Mora.
Durante una entrevista concedida al programa ‘Los Desayunos’ de TVE, Mora ha asegurado que “hay personas inmigrantes que tienen miedo de ir a los ambulatorios” y que a otros les facturan la atención, generándoles una deuda que no van a poder pagar. También advirtió que los extranjeros sin permiso de residencia tienen barreras para acceder a los medicamentos, por lo que se puede generar un problema de salud pública.
Como consecuencia, la exclusión sanitaria de los inmigrantes irregulares está generando un “incremento de la angustia y de la injusticia”, señaló. “Es curioso cómo hemos pasado de ver a los inmigrantes como aquéllos que mantenían el bienestar a verlos como una especie de chivo expiatorio de lo que está pasando”, reflexionó. Mora recalcó la importancia de ver a los extranjeros que viven en España como parte de la sociedad.
Al ser preguntado sobre si entregaban ayudas económicas directas a los inmigrantes con menos recursos, Mora confirmó que en los programas de atención primaria existen este tipo de ayudas para pagar medicamentos, pero también explicó que se destinan a ayudas a personas que no pueden pagar la luz o los libros del colegio de sus hijos.
En los últimos cinco años Cáritas ha entregado ayudas directas por 120 millones de euros, 33 millones de euros en el último año. Mora ha destacado que el 70% de sus fondos proceden de donaciones privadas y el 30% restante proviene de las administraciones públicas. Mientras las primeras se han incrementado, las segundas han bajado a causa de la crisis.
Que empiecen a diferenciar entre caridad y solidaridad del parasitismo
Dedicarse sólo a actos de caridad, sin una explicación clara del Evangelio es faltar gravemente a su misión en el mundo: “Id por todo el mundo proclamando la Buena Noticia” (Mc 16, 15). No “id por todo el mundo haciendo actos de caridad”.
Mientras tanto seguiremos esperando algún escrito de esta ONG condenando las persecuciones, el acoso, el incendio de iglesias, casas y el asesinato de cristianos en países que niegan la ayuda humanitaria a quienes no se conviertan al islam. Es lógico que cualquier cristiano, como mínimo, ponga el grito en el cielo ante tal barbaridad.
De hecho, tras las últimas inundaciones que asolaron el país, las autoridades pakistaníes gestionan las ayudas internacionales excluyendo específicamente a los cristianos. Y todo esto era conocido por Cáritas, pero, ¿cuál es su reacción ante este grave asunto? ¿Denunciar esa situación? ¿Poner una queja internacional?
Nada de eso, su reacción fue pedir ayudas para 10.000 hogares damnificados de Pakistán a sabiendas que el gobierno pakistaní iba a gestionar esas ayudas con el precepto excluyente antes mencionado, donde los cristianos serían los últimos de la fila, suponiendo que les dejaran ponerse a la cola
(ver comunicado: http://infocatolica.com/?t=noticia&cod=7086).
En la mejor tradición del delirio samaritanista se podría alegar que “hay que ayudar a todo el mundo sin distinciones”. Pero en la práctica, eso equivalía a que iba a ser gestionada por los pakistaníes sobre el lugar, y lo harían siguiendo su propia lógica: a los infieles ni agua. Y en esas circunstancias el agua era vital. Cuatro días después mataron a tres voluntarios cristianos que fueron a a la zona a ayudar.
En un texto titulado “Puertas abiertas”, dice Cáritas: “cada uno de nosotros somos un regalo, con la misión de aportar gratuitamente lo que somos, lo que llevamos dentro, lo que se nos ha dado gratis … sacar a la luz ese regalo, ese tesoro enriquecedor para todos, sabiendo también acoger y aceptar a los demás en su diversidad enriquecedora”.
Ya sabemos que Cáritas “acepta a todos por igual”, confundiendo al prójimo con el extraño, da igual que sean españoles, extranjeros, católicos o mahometanos. De hecho estos últimos son el colectivo que mas se beneficia de su generosidad, contraviniendo otras indicaciones:
“No nos cansemos de obrar el bien; que a su tiempo nos vendrá la cosecha si no desfallecemos. Así que, mientras tengamos oportunidad, hagamos el bien a todos, pero especialmente a nuestros hermanos en la fe”. (Gálatas 6, 10.)
Cada vez es más corriente ver una hilera de musulmanas, con sus atavíos en la cabeza, saliendo de Cáritas con el carro lleno. Muchas veces descargan su contenido en el coche del marido, que está aguardando cerca.
Lo mas siniestro de Cáritas es que, pese a los millones de euros del contribuyente que lleva gastados en dar ropa y comida a decenas de miles de musulmanes, no ha conseguido una sola conversión de éstos al catolicismo.
A Caritas la evangelización le trae al pairo. Una prueba de ello la encontramos tanto en su declaración de principios como en sus “propuestas ante los retos de la sociedad actual”, un texto de mas de 80 páginas y en donde no aparece escrita ni una sola vez la palabra “católico”, ni “católica” ni “catolicismo”. Esto se puede comprobar accediendo al informe (Pinchar aquí para leer).
¿Es posible que una asociación, supuestamente católica, no mencione el catolicismo ni lo tenga entre sus propuestas para la sociedad actual? Están colaborando objetivamente con el mundialismo, preparando a los católicos para olvidarse de que lo son.
La inmigración y el acceso a la sanidad pública de los inmigrantes ilegales, lo que preocupa a Caritas
La inmigración y el acceso a la sanidad pública de los inmigrantes irregulares está siendo un nuevo frente de trabajo para Cáritas España, según ha explicado el secretario general de dicha organización humanitaria, Sebastián Mora.
Durante una entrevista concedida al programa ‘Los Desayunos’ de TVE, Mora ha asegurado que “hay personas inmigrantes que tienen miedo de ir a los ambulatorios” y que a otros les facturan la atención, generándoles una deuda que no van a poder pagar. También advirtió que los extranjeros sin permiso de residencia tienen barreras para acceder a los medicamentos, por lo que se puede generar un problema de salud pública.
Como consecuencia, la exclusión sanitaria de los inmigrantes irregulares está generando un “incremento de la angustia y de la injusticia”, señaló. “Es curioso cómo hemos pasado de ver a los inmigrantes como aquéllos que mantenían el bienestar a verlos como una especie de chivo expiatorio de lo que está pasando”, reflexionó. Mora recalcó la importancia de ver a los extranjeros que viven en España como parte de la sociedad.
Al ser preguntado sobre si entregaban ayudas económicas directas a los inmigrantes con menos recursos, Mora confirmó que en los programas de atención primaria existen este tipo de ayudas para pagar medicamentos, pero también explicó que se destinan a ayudas a personas que no pueden pagar la luz o los libros del colegio de sus hijos.
En los últimos cinco años Cáritas ha entregado ayudas directas por 120 millones de euros, 33 millones de euros en el último año. Mora ha destacado que el 70% de sus fondos proceden de donaciones privadas y el 30% restante proviene de las administraciones públicas. Mientras las primeras se han incrementado, las segundas han bajado a causa de la crisis.
Que empiecen a diferenciar entre caridad y solidaridad del parasitismo
Cybernauta- Co-Administrador
- Mensajes : 1394
Popularidad : 5233
Reputación : 2799
Fecha de inscripción : 24/11/2012
Caritas, enemiga nuestra
“No den lo santo a los perros, ni echen sus perlas delante de los cerdos, no sea que las huellen con sus patas, y volviéndose los despedacen a ustedes” (Mateo, 7:6). Nos han declarado la guerra. La casta española busca, ya sin remilgos, caretas ni disfraces, nuestra entera destrucción. El genial Enrique de Diego apuntó en ‘La Ratonera’ del jueves un dato sin duda inquietante a la par que estremecedor: la casta dirigente está favoreciendo el asentamiento ilegal de inmigrantes en todas nuestras sociedades para que la indignación popular encuentre cauce en el asunto de la extranjería, y no en la paulatina depredación de una nación que camina imparable hacia el tercer mundo.
Sindicatos y partidos de la izquierda están regularizando a miles de ilegales para suplir las bajas de miles de afiliados autóctonos. La propia Policía, intimidadora muchas veces con los de casa, se vuelve indolente con los de fuera.
Algunos nos reprochan que hayamos criticado a Caritas y cuestionado la política de reagrupamiento familiar que la ONG católica apoya y respalda. “No entiendo cómo se puede criticar a esa organización, que tanto bien está haciendo a la sociedad”, me escribió hace meses el juez Calamita.
Cáritas es una ONG progre, independientemente de que muchos de sus miembros no lo sean, que secunda parte de los objetivos de la ingeniería social para la destrucción del alma europea. Para la implantación de esos objetivos, algunos colaboran haciendo pedagogía en los colegios y otros repartiendo bocadillos.
La inmigración, sobre todo la mahometana, es contraria a los intereses económicos, sociales y espirituales de España. Así de sencillo. Lo vemos a diario en nuestra crónica de sucesos. De no ser por el asistencialismo de Caritas, muchos de esos inmigrantes ya se habrían marchado. Los salvajes que agredieron a unos agentes de la Guardia Civil, que trataban de impedir en alta mar su enrada en Melilla, ya están siendo alimentados y vestidos con el dinero que el Gobierno detrae a pequeños empresarios, pensionistas y escolares. Inútil pretender que los miembros de Caritas se convencieran del terrible daño que están haciendo (que han hecho ya) al futuro de este país. Ellos creen a pies juntilla en el relativismo antropológico y en la fraternidad entre lobos y ovejas. Que lo crean de buena o mala fe es para mí asunto menor.
A través de los testimonios de decenas de lectores y los datos recabados por nosotros mismos, sabemos que Caritas ha priorizado las ayudas destinadas a la población inmigrante, en menoscabo de la autóctona. Cuando el reagrupamiento familiar consiste en que un inmigrante islámico se traiga a toda su familia (con las consecuencias a medio y largo plazo que esa medida trae aparejada y al ejemplo de algunos países europeos me remito), nuestra obligación, como españoles pero también como cristianos, es la de oponernos a una medida tan suicida.
Este medio no ha vacilado nunca en llamar a las cosas por su nombre. Nos dicen que la culpa no es de Caritas, sino de quienes aprobaron unas leyes que han convertido nuestras fronteras en un coladero, como si este periódico hubiese vacilado alguna vez en endosar a la casta política su cuota de responsabilidad en este suicidio colectivo.
Pero no se puede amparar uno en la responsabilidad criminal de la casta para aplicar cataplasmas de moralina sobre esas purulentas y lacerantes normas. Tan disparatado como disparar a mansalva solo porque haya sido legalizada la venta de armas.
Tampoco admitimos lecciones de moralidad. El Cristianismo no puede ser nunca un cheque en blanco contra nuestra razón existencial. La participación de Caritas en la estrategia de las entidades inmigracionistas no nos puede llevar más que a considerarla como parte del problema, les guste o no a muchos.
“Pues amarga es la verdad, quiero echarla de la boca”, sostenía el conocido verso de Quevedo. Cada uno tiene su verdad. Las nuestras no cuentan con el beneplácito de los amos del momento. El camino elegido es duro y cuesta arriba, y nos llueven piedras desde muchos sitios, incluso de los católicos de salón y canapé.
Decía Gramsci que “hay que actuar con gran pesimismo de la razón pero con un fuerte optimismo de la voluntad”. Curiosamente, este pensamiento del teórico marxista tiene una innegable belleza, pues es una invitación a la fe, a aceptar las dificultades sin caer en la resignación y la renuncia, unida a la implícita promesa de la recompensa al final del camino. Los antiguos romanos decían, sin sospechar siquiera la similitud futura con la moral cristiana por venir: “Per aspera ad astra” (“Por la dificultad hacia las estrellas”).
Mientras el tiempo lo permita y las autoridades no lo impidan, seguiremos aportando nuestro grano de arena en esta tarea de ayudar a agitar (en el buen sentido de la palabra) las adormecidas conciencias de muchos de nuestros compatriotas. Aunque eso suene como excesivo, enfrentado al espesor del aletargamiento bovino de esta sociedad.
A veces me pregunto en qué mundo viven estos católicos tan remilgados, muchos de ellos pertenecientes a institutos religiosos cargados de prejuicios de toda índole.
Defienden la igualdad de los inmigrantes (sean legales o no), pero luego son unos clasistas de tomo y lomo. Proclaman su españolismo y sin embargo disponen de chachas extranjeras. Reivindican para los demás el igualitarismo evangélico, pero defienden en privado la necesaria desigualdad social y económica entre las personas.
Critican la situación del país, pero colaboran con las terminales mediáticas del partido progre y abortista de derecha. Forman una casta tan miserable como la de los políticos a los que muchos de ellos dicen oponerse. Su patriotismo es tan fraudulento como el humanitarismo de Caritas.
Como quiera que no hay mayor ciego que el que se resiste a ver, inútil será la tarea de convencerles de que el destino que se avecina no puede ser más siniestro. Los que hoy son alimentados por Caritas serán mañana nuestros verdugos. Muchísimos españoles ya han perdido sus empleos, sus casas y sus ahorros. Dentro de poco no podrán salir a las calles. Se instalará la anarquía total e imperará la ley del más fuerte. El islam aprovechará estas circunstancias para imponernos sus leyes y sus costumbres y no quedará ni rastro de esta vieja nación. Los grandes capitales ya se han marchado y muchos son los poderosos que han mandado a sus hijos fuera para blindarlos de la criminalidad creciente.
Desde AD defendemos la Ley natural, la misma que el Papa Benedicto quiso recuperar como lugar de encuentro en una Europa enferma de relativismo y privada de referentes éticos comunes. Justamente lo contrario que el cretinismo buenista de Caritas defiende.fuente
Sindicatos y partidos de la izquierda están regularizando a miles de ilegales para suplir las bajas de miles de afiliados autóctonos. La propia Policía, intimidadora muchas veces con los de casa, se vuelve indolente con los de fuera.
Algunos nos reprochan que hayamos criticado a Caritas y cuestionado la política de reagrupamiento familiar que la ONG católica apoya y respalda. “No entiendo cómo se puede criticar a esa organización, que tanto bien está haciendo a la sociedad”, me escribió hace meses el juez Calamita.
Cáritas es una ONG progre, independientemente de que muchos de sus miembros no lo sean, que secunda parte de los objetivos de la ingeniería social para la destrucción del alma europea. Para la implantación de esos objetivos, algunos colaboran haciendo pedagogía en los colegios y otros repartiendo bocadillos.
La inmigración, sobre todo la mahometana, es contraria a los intereses económicos, sociales y espirituales de España. Así de sencillo. Lo vemos a diario en nuestra crónica de sucesos. De no ser por el asistencialismo de Caritas, muchos de esos inmigrantes ya se habrían marchado. Los salvajes que agredieron a unos agentes de la Guardia Civil, que trataban de impedir en alta mar su enrada en Melilla, ya están siendo alimentados y vestidos con el dinero que el Gobierno detrae a pequeños empresarios, pensionistas y escolares. Inútil pretender que los miembros de Caritas se convencieran del terrible daño que están haciendo (que han hecho ya) al futuro de este país. Ellos creen a pies juntilla en el relativismo antropológico y en la fraternidad entre lobos y ovejas. Que lo crean de buena o mala fe es para mí asunto menor.
A través de los testimonios de decenas de lectores y los datos recabados por nosotros mismos, sabemos que Caritas ha priorizado las ayudas destinadas a la población inmigrante, en menoscabo de la autóctona. Cuando el reagrupamiento familiar consiste en que un inmigrante islámico se traiga a toda su familia (con las consecuencias a medio y largo plazo que esa medida trae aparejada y al ejemplo de algunos países europeos me remito), nuestra obligación, como españoles pero también como cristianos, es la de oponernos a una medida tan suicida.
Este medio no ha vacilado nunca en llamar a las cosas por su nombre. Nos dicen que la culpa no es de Caritas, sino de quienes aprobaron unas leyes que han convertido nuestras fronteras en un coladero, como si este periódico hubiese vacilado alguna vez en endosar a la casta política su cuota de responsabilidad en este suicidio colectivo.
Pero no se puede amparar uno en la responsabilidad criminal de la casta para aplicar cataplasmas de moralina sobre esas purulentas y lacerantes normas. Tan disparatado como disparar a mansalva solo porque haya sido legalizada la venta de armas.
Tampoco admitimos lecciones de moralidad. El Cristianismo no puede ser nunca un cheque en blanco contra nuestra razón existencial. La participación de Caritas en la estrategia de las entidades inmigracionistas no nos puede llevar más que a considerarla como parte del problema, les guste o no a muchos.
“Pues amarga es la verdad, quiero echarla de la boca”, sostenía el conocido verso de Quevedo. Cada uno tiene su verdad. Las nuestras no cuentan con el beneplácito de los amos del momento. El camino elegido es duro y cuesta arriba, y nos llueven piedras desde muchos sitios, incluso de los católicos de salón y canapé.
Decía Gramsci que “hay que actuar con gran pesimismo de la razón pero con un fuerte optimismo de la voluntad”. Curiosamente, este pensamiento del teórico marxista tiene una innegable belleza, pues es una invitación a la fe, a aceptar las dificultades sin caer en la resignación y la renuncia, unida a la implícita promesa de la recompensa al final del camino. Los antiguos romanos decían, sin sospechar siquiera la similitud futura con la moral cristiana por venir: “Per aspera ad astra” (“Por la dificultad hacia las estrellas”).
Mientras el tiempo lo permita y las autoridades no lo impidan, seguiremos aportando nuestro grano de arena en esta tarea de ayudar a agitar (en el buen sentido de la palabra) las adormecidas conciencias de muchos de nuestros compatriotas. Aunque eso suene como excesivo, enfrentado al espesor del aletargamiento bovino de esta sociedad.
A veces me pregunto en qué mundo viven estos católicos tan remilgados, muchos de ellos pertenecientes a institutos religiosos cargados de prejuicios de toda índole.
Defienden la igualdad de los inmigrantes (sean legales o no), pero luego son unos clasistas de tomo y lomo. Proclaman su españolismo y sin embargo disponen de chachas extranjeras. Reivindican para los demás el igualitarismo evangélico, pero defienden en privado la necesaria desigualdad social y económica entre las personas.
Critican la situación del país, pero colaboran con las terminales mediáticas del partido progre y abortista de derecha. Forman una casta tan miserable como la de los políticos a los que muchos de ellos dicen oponerse. Su patriotismo es tan fraudulento como el humanitarismo de Caritas.
Como quiera que no hay mayor ciego que el que se resiste a ver, inútil será la tarea de convencerles de que el destino que se avecina no puede ser más siniestro. Los que hoy son alimentados por Caritas serán mañana nuestros verdugos. Muchísimos españoles ya han perdido sus empleos, sus casas y sus ahorros. Dentro de poco no podrán salir a las calles. Se instalará la anarquía total e imperará la ley del más fuerte. El islam aprovechará estas circunstancias para imponernos sus leyes y sus costumbres y no quedará ni rastro de esta vieja nación. Los grandes capitales ya se han marchado y muchos son los poderosos que han mandado a sus hijos fuera para blindarlos de la criminalidad creciente.
Desde AD defendemos la Ley natural, la misma que el Papa Benedicto quiso recuperar como lugar de encuentro en una Europa enferma de relativismo y privada de referentes éticos comunes. Justamente lo contrario que el cretinismo buenista de Caritas defiende.fuente
Extranauta- Cybernauta VIP
- Mensajes : 1115
Popularidad : 1944
Reputación : 265
Fecha de inscripción : 25/11/2012
El Gobierno intenta frenar un posible estallido social subvencionando a Cáritas y Cruz Roja con 67 millones
Partidos de derecha e izquierda han movilizado a sus terminales mediáticas para desmontar la versión de que el fallecimiento reciente de un matrimonio en Alcalá de Guadaíra (Sevilla) se debió a la ingesta de alimentos caducados.
El matrimonio, una de cuyas hijas, de 14 años, también murió, y la otra, de 13, se encuentra ingresada en un hospital de Sevilla, aceptaba donaciones de establecimientos comerciales que les proporcionaban alimentos caducados o a punto de caducar. La muerte de ciudadanos españoles por falta de recursos alimenticios pone en serio riesgo la continuidad de un sistema político y de un modelo económico que ha empobrecido a los españoles y arruinado a millones de familias.
El interés de los medios por atribuir las muertes de la familia sevillana a causas ajenas a las alimenticias refleja la preocupación de la casta ante el riesgo de que se generalicen las primeras situaciones de hambruna que se viven en España desde el término de la guerra civil. La casta se propone mantener a los anestesiados españoles en una crisis perenne, garantizándoles a cambio los alimentos mínimos para su supervivencia y evitando así que se reproduzcan en España los casos de estallido social que han tenido lugar en otros países europeos. Todo continuará igual mientras queden fondos públicos para suministrar dichas ayudas y en tanto la dignidad de los españoles con menos recursos pueda ser canjeada por un paquete de ropa y comida. Esa “paz social” permitirá que continúe, sin sobresaltos, la sistemática depredación de los recursos económicos del país por parte de partidos, sindicatos e instituciones estatales, la llamada casta, término acuñado por Enrique de Diego.
Para distribuir las ‘ayudas anestésicas’ se hace fundamental la participación de ONG’s y entidades católicas que, a cambio de llevarse una parte del pastel de las subvenciones, colaboran entusiásticamente en la perpetuación de un modelo de sociedad, radicalmente injusto, que execra el concepto de dignidad nacional.
Subvención de 67 millones a Cáritas y a Cruz Roja
En ese sentido, el Gobierno ha aprobado, a instancias de la ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Ana Mato, los acuerdos por los que se autorizan subvenciones a Cáritas Española y a Cruz Roja Española con cargo a la asignación tributaria del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), correspondientes al ejercicio 2013.
En concreto, se ha autorizado una subvención de 24,9 millones de euros a Cáritas y otra de 42,1 millones a Cruz Roja, con las que se financiarán 87 proyectos (50 Cruz Roja, 37 Cáritas), en especial programas de urgencia dirigidos a la atención de las necesidades básicas de personas en situación de pobreza, que este año tenían carácter prioritario. En total, más de un millón de usuarios serán atendidos.
En relación a las cifras de 2012, la subvención para Cáritas se ha incrementado en un 20,7%. La destinada a Cruz Roja ha aumentado en un 16,7%.
Cáritas Española recibe la subvención para 37 programas que atenderán a 439.390 usuarios. Por colectivos, los que mayor cantidad han recibido son los destinados a inclusión social, con 7,7 millones (31% del total) y los dirigidos a personas mayores, con 4,2 millones (el 16,9/% del total).
Entre los programas que se prevé financiar con la subvención destacan los programas de atención a las personas con necesidades de atención integral sociosanitaria, por importe de 3,8 millones de euros, y los programas destinados a personas sin hogar ni alojamiento digno, por importe de 5,2 millones de euros.
Por su parte, Cruz Roja Española recibe subvención para 50 programas, que atenderán a 562.049 usuarios. Por colectivos, los que mayor cantidad han recibido son los destinados a personas mayores, con 14,3 millones, que representan el 34% del total. Les sigue un nuevo programa destinado a situaciones de urgencia, con una cuantía de 7 millones de euros (16,5%). A programas para personas inmigrantes se destinan 5,1 millones, el 12,12%.
Entre los principales programas destacan la atención integral a personas sin hogar, por importe de 1,1 millones de euros, y el apoyo urgente ante situaciones de vulnerabilidad social, por importe de 7 millones de euros.
En total, en la convocatoria 2013 se han subvencionado 447 entidades, 1.135 programas anuales y uno plurianual, y 5.875 proyectos, por un importe de 210,1 millones de euros. Fuente
El matrimonio, una de cuyas hijas, de 14 años, también murió, y la otra, de 13, se encuentra ingresada en un hospital de Sevilla, aceptaba donaciones de establecimientos comerciales que les proporcionaban alimentos caducados o a punto de caducar. La muerte de ciudadanos españoles por falta de recursos alimenticios pone en serio riesgo la continuidad de un sistema político y de un modelo económico que ha empobrecido a los españoles y arruinado a millones de familias.
El interés de los medios por atribuir las muertes de la familia sevillana a causas ajenas a las alimenticias refleja la preocupación de la casta ante el riesgo de que se generalicen las primeras situaciones de hambruna que se viven en España desde el término de la guerra civil. La casta se propone mantener a los anestesiados españoles en una crisis perenne, garantizándoles a cambio los alimentos mínimos para su supervivencia y evitando así que se reproduzcan en España los casos de estallido social que han tenido lugar en otros países europeos. Todo continuará igual mientras queden fondos públicos para suministrar dichas ayudas y en tanto la dignidad de los españoles con menos recursos pueda ser canjeada por un paquete de ropa y comida. Esa “paz social” permitirá que continúe, sin sobresaltos, la sistemática depredación de los recursos económicos del país por parte de partidos, sindicatos e instituciones estatales, la llamada casta, término acuñado por Enrique de Diego.
Para distribuir las ‘ayudas anestésicas’ se hace fundamental la participación de ONG’s y entidades católicas que, a cambio de llevarse una parte del pastel de las subvenciones, colaboran entusiásticamente en la perpetuación de un modelo de sociedad, radicalmente injusto, que execra el concepto de dignidad nacional.
Subvención de 67 millones a Cáritas y a Cruz Roja
En ese sentido, el Gobierno ha aprobado, a instancias de la ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Ana Mato, los acuerdos por los que se autorizan subvenciones a Cáritas Española y a Cruz Roja Española con cargo a la asignación tributaria del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), correspondientes al ejercicio 2013.
En concreto, se ha autorizado una subvención de 24,9 millones de euros a Cáritas y otra de 42,1 millones a Cruz Roja, con las que se financiarán 87 proyectos (50 Cruz Roja, 37 Cáritas), en especial programas de urgencia dirigidos a la atención de las necesidades básicas de personas en situación de pobreza, que este año tenían carácter prioritario. En total, más de un millón de usuarios serán atendidos.
En relación a las cifras de 2012, la subvención para Cáritas se ha incrementado en un 20,7%. La destinada a Cruz Roja ha aumentado en un 16,7%.
Cáritas Española recibe la subvención para 37 programas que atenderán a 439.390 usuarios. Por colectivos, los que mayor cantidad han recibido son los destinados a inclusión social, con 7,7 millones (31% del total) y los dirigidos a personas mayores, con 4,2 millones (el 16,9/% del total).
Entre los programas que se prevé financiar con la subvención destacan los programas de atención a las personas con necesidades de atención integral sociosanitaria, por importe de 3,8 millones de euros, y los programas destinados a personas sin hogar ni alojamiento digno, por importe de 5,2 millones de euros.
Por su parte, Cruz Roja Española recibe subvención para 50 programas, que atenderán a 562.049 usuarios. Por colectivos, los que mayor cantidad han recibido son los destinados a personas mayores, con 14,3 millones, que representan el 34% del total. Les sigue un nuevo programa destinado a situaciones de urgencia, con una cuantía de 7 millones de euros (16,5%). A programas para personas inmigrantes se destinan 5,1 millones, el 12,12%.
Entre los principales programas destacan la atención integral a personas sin hogar, por importe de 1,1 millones de euros, y el apoyo urgente ante situaciones de vulnerabilidad social, por importe de 7 millones de euros.
En total, en la convocatoria 2013 se han subvencionado 447 entidades, 1.135 programas anuales y uno plurianual, y 5.875 proyectos, por un importe de 210,1 millones de euros. Fuente
Última Hora- Cybernauta VIP
- Mensajes : 920
Popularidad : 1488
Reputación : 134
Fecha de inscripción : 29/11/2012
Caritas, la gran mentira
ED y AR.- “No den lo santo a los perros, ni echen sus perlas delante de los cerdos, no sea que las huellen con sus patas, y volviéndose los despedacen a ustedes” (Mateo, 7:6). Caritas es una ONG progre, independientemente de que muchos de sus miembros no lo sean, que secunda parte de los objetivos de la ingeniería social para la destrucción del alma europea. Para la implantación de esos objetivos, algunos colaboran haciendo pedagogía en los colegios y otros repartiendo bocadillos.
La inmigración, sobre todo la mahometana, es contraria a los intereses económicos, sociales y espirituales de España. Lo vemos a diario en nuestra crónica de sucesos. De no ser por el asistencialismo de Caritas, muchos de esos inmigrantes ya se habrían marchado. Inútil pretender que los miembros de Caritas se convencieran del terrible daño que están haciendo (que han hecho ya) al futuro de este país. Ellos creen a pies juntilla en el relativismo antropológico y en la fraternidad entre lobos y ovejas. Que lo crean de buena o mala fe es para nosotros asunto menor.
A través de los testimonios de decenas de lectores y los datos recabados por nosotros mismos, sabemos que Caritas ha priorizado las ayudas destinadas a la población inmigrante, en menoscabo de la autóctona. Cuando el reagrupamiento familiar consiste en que un inmigrante islámico se traiga a toda su familia (con las consecuencias a medio y largo plazo que esa medida trae aparejada y al ejemplo de algunos países europeos nos remitimos), nuestra obligación, como españoles pero también como cristianos, es la de oponernos a una medida tan suicida.
Este medio no ha vacilado nunca en llamar a las cosas por su nombre. El Cristianismo no puede ser nunca un cheque en blanco contra nuestra razón existencial y la vida de nuestras mujeres y de nuestros hijos. La participación de Caritas en la estrategia de las entidades inmigracionistas no nos puede llevar más que a considerarla como parte fundamental del problema, le guste o no a muchos católicos de buena fe.
“Pues amarga es la verdad, quiero echarla de la boca”, sostenía el conocido verso de Quevedo. Cada uno tiene su verdad. Las nuestras no cuentan con el beneplácito de los amos del momento. El camino elegido es duro y cuesta arriba, y nos llueven piedras desde muchos sitios, incluso de los católicos de salón y canapé.
Decía Gramsci que “hay que actuar con gran pesimismo de la razón pero con un fuerte optimismo de la voluntad”. Curiosamente, este pensamiento del teórico marxista tiene una innegable belleza, pues es una invitación a la fe, a aceptar las dificultades sin caer en la resignación y la renuncia, unida a la implícita promesa de la recompensa al final del camino. Los antiguos romanos decían, sin sospechar siquiera la similitud futura con la moral cristiana por venir: “Per aspera ad astra” (“Por la dificultad hacia las estrellas”).
Mientras el tiempo lo permita y las autoridades no lo impidan, seguiremos aportando nuestro grano de arena en esta tarea de ayudar a agitar (en el buen sentido de la palabra) las adormecidas conciencias de muchos de nuestros compatriotas. Aunque eso suene como excesivo, enfrentado al espesor del aletargamiento bovino de esta sociedad.
Caritas se ha convertido en una gran mentira. Y en algo tan inútil desde el punto de vista pastoral que ha sido incapaz de convertir al Cristianismo a una sola de las cientos de miles de personas de otras confesiones a las que lleva años alimentando gratis. Caritas es el caballo de Troya de la islamización de España. Esa es la realidad y lo demás es comentario. Fuera los anatemas laicos políticamente correctos que ya no asustan a nadie. La Iglesia en España chapotea en la mentira. Justo es subrayar que existen meritorias excepciones. Una de ellas es la del Padre Calvo, quien sostuvo hace poco que muchos de los que hoy son alimentados por Caritas serán mañana nuestros verdugos.
La jerarquía católica colabora con la mentira de Caritas enemiga de la sociedad cristiana. Esa es la verdad y lo demás es propaganda. Caritas no es el buen samaritano sino una exuberancia de estupidez suicida. Y si no que se lo pregunten a los coptos o a los cristianos en Nigeria o a Asia Bibi en Pakistán, incomunicada en cadena perpétua. No hay caridad para los cristianos, ni fraternidad. La Iglesia calla, cobarde y cómplice, mientras alimenta el conflicto en España. Esa Iglesia sólo atenta a sus privilegios y a su financiación y que vende al por mayor la mentira de Caritas.
Caritas es el comedor social de los musulmanes. Caritas es la media luna de los idiotas. Y no tan idiotas, porque resulta que de fomentar la amenaza musulmana con su demografía expansiva viven la friolera de 4.357 católicos oficiales, que están asalariados de Caritas, que viven de Caritas y en buena medida del contribuyente, porque el 33,70% de los fondos salen de los fondos públicos, de las administraciones locales (19.635.876 euros), las autonómicas (31.499.100), de la central (28.626.405) y de la Unión Europea (4.728.352). Datos oficiales de la web oficial de Caritas.
Por supuesto, hay que acabar con esta mentira, aunque algunos católicos oficiales amenacen con sus falaces excomuniones. Con nuestro dinero no se va a financiar a los islamistas. Para nada. No pensamos volver a dar un solo euro a la Iglesia, ni en el cepillo, ni mucho menos poner la crucecita. Y animamos a todos a hacer lo mismo.
Caritas es mentira, grosera mentira. Es una coartada del sistema y un quintacolumnismo islámico. Ni un euro a Cáritas. Ni un euro a la Iglesia. La verdad nos hará libres y Cáritas es mentira, es la media luna camuflada con la crucecita.
La inmigración, sobre todo la mahometana, es contraria a los intereses económicos, sociales y espirituales de España. Lo vemos a diario en nuestra crónica de sucesos. De no ser por el asistencialismo de Caritas, muchos de esos inmigrantes ya se habrían marchado. Inútil pretender que los miembros de Caritas se convencieran del terrible daño que están haciendo (que han hecho ya) al futuro de este país. Ellos creen a pies juntilla en el relativismo antropológico y en la fraternidad entre lobos y ovejas. Que lo crean de buena o mala fe es para nosotros asunto menor.
A través de los testimonios de decenas de lectores y los datos recabados por nosotros mismos, sabemos que Caritas ha priorizado las ayudas destinadas a la población inmigrante, en menoscabo de la autóctona. Cuando el reagrupamiento familiar consiste en que un inmigrante islámico se traiga a toda su familia (con las consecuencias a medio y largo plazo que esa medida trae aparejada y al ejemplo de algunos países europeos nos remitimos), nuestra obligación, como españoles pero también como cristianos, es la de oponernos a una medida tan suicida.
Este medio no ha vacilado nunca en llamar a las cosas por su nombre. El Cristianismo no puede ser nunca un cheque en blanco contra nuestra razón existencial y la vida de nuestras mujeres y de nuestros hijos. La participación de Caritas en la estrategia de las entidades inmigracionistas no nos puede llevar más que a considerarla como parte fundamental del problema, le guste o no a muchos católicos de buena fe.
“Pues amarga es la verdad, quiero echarla de la boca”, sostenía el conocido verso de Quevedo. Cada uno tiene su verdad. Las nuestras no cuentan con el beneplácito de los amos del momento. El camino elegido es duro y cuesta arriba, y nos llueven piedras desde muchos sitios, incluso de los católicos de salón y canapé.
Decía Gramsci que “hay que actuar con gran pesimismo de la razón pero con un fuerte optimismo de la voluntad”. Curiosamente, este pensamiento del teórico marxista tiene una innegable belleza, pues es una invitación a la fe, a aceptar las dificultades sin caer en la resignación y la renuncia, unida a la implícita promesa de la recompensa al final del camino. Los antiguos romanos decían, sin sospechar siquiera la similitud futura con la moral cristiana por venir: “Per aspera ad astra” (“Por la dificultad hacia las estrellas”).
Mientras el tiempo lo permita y las autoridades no lo impidan, seguiremos aportando nuestro grano de arena en esta tarea de ayudar a agitar (en el buen sentido de la palabra) las adormecidas conciencias de muchos de nuestros compatriotas. Aunque eso suene como excesivo, enfrentado al espesor del aletargamiento bovino de esta sociedad.
Caritas se ha convertido en una gran mentira. Y en algo tan inútil desde el punto de vista pastoral que ha sido incapaz de convertir al Cristianismo a una sola de las cientos de miles de personas de otras confesiones a las que lleva años alimentando gratis. Caritas es el caballo de Troya de la islamización de España. Esa es la realidad y lo demás es comentario. Fuera los anatemas laicos políticamente correctos que ya no asustan a nadie. La Iglesia en España chapotea en la mentira. Justo es subrayar que existen meritorias excepciones. Una de ellas es la del Padre Calvo, quien sostuvo hace poco que muchos de los que hoy son alimentados por Caritas serán mañana nuestros verdugos.
La jerarquía católica colabora con la mentira de Caritas enemiga de la sociedad cristiana. Esa es la verdad y lo demás es propaganda. Caritas no es el buen samaritano sino una exuberancia de estupidez suicida. Y si no que se lo pregunten a los coptos o a los cristianos en Nigeria o a Asia Bibi en Pakistán, incomunicada en cadena perpétua. No hay caridad para los cristianos, ni fraternidad. La Iglesia calla, cobarde y cómplice, mientras alimenta el conflicto en España. Esa Iglesia sólo atenta a sus privilegios y a su financiación y que vende al por mayor la mentira de Caritas.
Caritas es el comedor social de los musulmanes. Caritas es la media luna de los idiotas. Y no tan idiotas, porque resulta que de fomentar la amenaza musulmana con su demografía expansiva viven la friolera de 4.357 católicos oficiales, que están asalariados de Caritas, que viven de Caritas y en buena medida del contribuyente, porque el 33,70% de los fondos salen de los fondos públicos, de las administraciones locales (19.635.876 euros), las autonómicas (31.499.100), de la central (28.626.405) y de la Unión Europea (4.728.352). Datos oficiales de la web oficial de Caritas.
Por supuesto, hay que acabar con esta mentira, aunque algunos católicos oficiales amenacen con sus falaces excomuniones. Con nuestro dinero no se va a financiar a los islamistas. Para nada. No pensamos volver a dar un solo euro a la Iglesia, ni en el cepillo, ni mucho menos poner la crucecita. Y animamos a todos a hacer lo mismo.
Caritas es mentira, grosera mentira. Es una coartada del sistema y un quintacolumnismo islámico. Ni un euro a Cáritas. Ni un euro a la Iglesia. La verdad nos hará libres y Cáritas es mentira, es la media luna camuflada con la crucecita.
Callahan- Cybernauta-Premium
- Mensajes : 599
Popularidad : 1122
Reputación : 373
Fecha de inscripción : 23/09/2013
Temas similares
» STOP INMIGRACION
» Más de 1.100 inmigrantes han sido rescatados este fin de semana procedentes de 65 pateras
» El invento español para crear agua potable en casa: 1000 litros al día que y no te creerás cómo funciona
» ¿Aquarius? Esto solo acaba de empezar
» El 21,6% de la población española vive por debajo del umbral de la pobreza
» Más de 1.100 inmigrantes han sido rescatados este fin de semana procedentes de 65 pateras
» El invento español para crear agua potable en casa: 1000 litros al día que y no te creerás cómo funciona
» ¿Aquarius? Esto solo acaba de empezar
» El 21,6% de la población española vive por debajo del umbral de la pobreza
Página 1 de 1.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.