Si existe en España un político desautorizado para aparecer en público y hablar, ese es José Luis Rodríguez Zapatero, un mequetrefe que gobernó España con tanto desatino y torpeza que la ciudadanía, por vez primera en la historia de España, llegó a rechazarle tanto que tuvo que abandonar la presidencia del gobierno y retirarse, con el rabo entre las piernas, a un segundo plano.