8 extrañas leyendas urbanas que resultaron ser reales

1. El Hombre Verde o Charlie Sin Cara

Si vas a un restaurante de carretera en el oeste de Pensilvania y preguntas si han visto al Hombre Verde, es posible que escuches un poco de dinero cayéndose al suelo. El "Hombre Verde" o "Charlie Sin Cara" es una vieja leyenda urbana de una entidad sobrenatural de color verde demonio que vaga por las calles cuando cae la noche.

La leyenda se basa en una persona real: Raymond Robinson, quien fue fatalmente herido en un accidente eléctrico cuando era joven y perdió los ojos, la nariz, una oreja, y un brazo. Su piel estaba tan dañada, que desprendía un tono extraño, que fue en lo que se basaron para originar lo "verde" en el Hombre Verde. Aislado de la sociedad, Raymond caminaba por las carreteras del país del oeste de Pennsylvania por la noche porque era el único momento en que podía salir a la calle sin causar histeria colectiva.

La leyenda urbana del Coleccionista es realmente un cajón de sastre para los horripilantes vecinos que pudieran estar haciendo algo aterrador dentro de sus sótanos o mazmorras. La leyenda más común del "Coleccionista" trata del vecino que recogía partes de cuerpos humanos y los mostraba con orgullo en tarros de cristal.

En Rusia, la leyenda urbana del coleccionista, tiene un futuro brillante, ya que sucede en la vida real. Su nueva mascota es el historiador ruso local Anatoly Moskvin, que robó cadáveres de cementerios de decenas de ciudades al este de Moscú. Según la policía, desenterró al menos 29 cadáveres e hizo muñecos sin rostro de ellos y de ella, muñecas femeninas con pelucas de color rubio platino.

Tu vecino podría ser para nada bueno, pero es probable que no sea tan espeluznante como este ex-historiador ruso convertido en recolector de partes de cuerpo.

La leyenda de "Boy Dog" se origina fuera de Arkansas. Mientras que no implica al mitológico chupacabras, cuenta como un niño pequeño siniestro pasó sus años de la infancia torturando cruelmente y realizando experimentos a perros y gatos encontrados. Cuenta la leyenda que el muchacho también tenía poderes paranormales.

Increíblemente, la leyenda del Chico Perro es (casi) real y se basa en la vida de Gerald Floyd Bettis, que solía almacenar en la casa de su familia más gatos y perros para poderlos torturar. Bettis también era un tirano cuando trataba a sus padres.

“Los dejaba prácticamente encarcelados en la parte de arriba de la casa", dijo un vecino. "Les daba de comer, pero sólo cuando él decidía que era el momento para que comieran."

Si bien no hay pruebas de que Bettis tuviera ningún tipo de fuerza paranormal que le ayudara a su trabajo, medía 6'4” y pesaba cerca de 300 libras, que debió haber de su comportamiento sádico, aún más aterrador para sus víctimas.

La leyenda urbana de Cropsey se desarrolló a lo largo de los años 70 y 80, después de que varios niños desaparecieran de Staten Island.

La historia, mencionada en el reciente documental titulado “Cropsey”, giraba inicialmente en torno a un clásico pero espeluznante hombre del saco que robaba niños de las casas. El director de “Cropsey” Joshua Zeman recuerda cuando era joven y creció en Staten Island. "Nuestros asesores nos llevarían al bosque, más allá de Seaview, y pedirían de entrar ahí. Inevitablemente, uno de ellos habría salido con un hacha gritando que él era Cropsey."

Mientras tanto, ubicado en el bosque cercano estaba la instalación del Estado de Willowbrook para niños con problemas mentales, una institución ya conocida por las miserables condiciones de vida . A finales de los años 80, la policía finalmente comenzaron a centrarse en un hombre llamado Andre Rand, un ex empleado de Willowbrook, que ya había vivido en el bosque. Él consumía drogas y, posiblemente, era un ocultista tramposo, el candidato perfecto para nuestro hombre del saco de la vida real.

A pesar de que nunca fue oficialmente acusado de los asesinatos de los niños de Staten Island, Rand actualmente cumple 50 años desde la cadena perpetua por el secuestro y asesinato en primer grado y sigue siendo el principal sospechoso de las desapariciones de Cropsey.

Esta es una historia es particularmente macabra. Yo te mencionaré algunos de los detalles, que son similares a la leyenda del tráfico de riñones humanos.

La leyenda de los “vampiros comedores de grasa humana", en realidad tiene una historia de 400 años de edad, en Perú. Durante ese tiempo, los locales hablaban de vampiros que perseguían y se alimentaban de la grasa de los turistas y dejaban los cuerpos drenados con toda su grasa. Resulta que la leyenda puede haber sido cierta todo el tiempo, excepto que los "vampiros" sean traficantes que engañen a la gente y eliminen la grasa para venderla en el mercado negro.

La policía peruana investiga esta historia desde hace años y en el año 2009, el general Eusebio Félix Murga, director de la unidad de investigaciones penales del Perú, anunció que habían desarticulado una banda criminal que "traficaba con grasa humana".

Es posible que hayas oído hablar de esto, o puede que no. Muchos residentes de Oregon probablemente dudaron de su autenticidad, pero fue verdad todo el tiempo. Como resultado, una ballena varada + explosivos de mala calidad = grasa de ballena sangrienta que caía del cielo.

En 1970, un cachalote muerto varado en la costa de Oregon. Lógicamente, la División de Carreteras de Oregon consideraba que la mejor manera de eliminar la ballena sería haciéndola explotar con dinamita.

Las leyendas de las personas que se congelan sólidas y de alguna manera viven, han persistido a lo largo de los siglos, aunque los científicos mantienen firmemente que no es médicamente posible. En 1981, Dakota del Norte probó estos científicos estaban equivocados con la historia verdadera e increíble de una mujer joven llamada Jean Hilliard que fue encontrada congelada después de quedar atrapada a una temperatura de 22 bajo cero.

"Cuando llegó al hospital de Fosston, Minnesota, su piel era demasiado difícil de perforar con una aguja hipodérmica. Su temperatura era demasiado baja para aparecer en un termómetro. Su rostro estaba pálido y sus ojos eran sólidos y no respondían a la luz."

"No puedo explicar cómo puede ella estar viva '', dijo el Dr. George Sather, que trató a Jean.

El linaje de sombras o leyendas urbanas abarca todo un universo de folclore espeluznante de visiones o sombras de personas que aparecen y desaparecen rápidamente.

Como era de esperar, las personas que denuncian estos hechos están a menudo privadas de sueño o en un estado de parálisis del sueño. Durante años, miles de personas han jurado despertarse en medio de la noche por una sombra que les acechaba, o estaba mirando a través del cuarto.

Al menos en un caso, esto resultó ser cierto. En Fukuoka, Japón, un hombre que vivía "sólo" en su apartamento, comenzó a sospechar que algo más estaba presente allí con él, moviendo las cosas y robándole la comida. Él decidió colocar cámaras de vigilancia y, por supuesto, él capturó imágenes de una anciana deslizándose fuera de su armario. La mujer tenía 58 años de edad. Tatsuko Horikawa, que no tenía hogar, admitió a la policía que ella había vivido en la casa del hombre alrededor de un año, al parecer más allá de los armarios y armarios.

Obviamente, esta historia no prueba que las sombras son reales, pero sin duda podría haceros pensar dos veces la próxima vez que casualmente despidáis un temor paranoico porque alguien os esté mirando desde las sombras.


¿Te asustaron?

Las ciudades no son lo que aparentan. Para conocerlas de verdad es necesario penetrar en sus leyendas, en esas historias que pocos conocen, pero que explican el ruido extraño en determinada calle, el curioso nombre de aquella avenida o incluso, por qué a cierta hora algunas personas prefieren evitar a toda costa pasearse por un lugar en específico.