La verdad sobre las grasas trans

Estamos hablando de un producto industrial que se utiliza en la preparación de alimentos porque es más barato y cómodo, y no porque mejora su sabor. En los viejos tiempos, cuando nadie sabía que las grasas trans existían, las cosas parecían inofensivas. Ahora, varios estudios importantes sugieren fuertemente que la grasa trans es incluso peor que la grasa saturada.

Aunque algunas grasas trans se encuentran naturalmente en los alimentos (sobre todo en productos de origen animal), la fuente principal en la dieta moderna es aceite vegetal parcialmente hidrogenado. Durante la hidrogenación, se fuerza al gas hidrógeno a “entrar” en el aceite bajo presión; esto reduce la rancidez y hace que el aceite se vuelva semi sólido a temperatura ambiente, ambas características útiles en productos como la margarina. Las grasas trans se crean como un efecto secundario de este proceso. Es similar a los otros dos tipos comunes de grasas, saturadas y no saturadas.

Un estudio en más de 80.000 mujeres mostró que, en comparación con los hidratos de carbono, cada aumento de 5 por ciento en el consumo de grasas saturadas resultó en un aumento del 17 por ciento en el riesgo de enfermedad cardiaca coronaria, mientras que cada aumento de 2 por ciento en grasas trans resultó en un 93 por ciento de aumento.

Si bien es difícil eliminar las grasas trans de tu dieta por completo, los expertos recomiendan consumir lo menos posible – no tiene beneficios para la salud conocidos.

La industria alimentaria está bajo presión para deshacerse de las grasas trans. Aunque es discutible si los gobiernos hacen algo para legislar en contra del suicidio lento de la  ciudadanía.

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