EL NO A LA GUERRA
Página 1 de 1.
EL NO A LA GUERRA
El apoyo del gobierno de Aznar a la segunda parte de la guerra de Irak fue el detonante que hizo estallar el odio de la izquierda, en un big bang mediático de proporciones colosales. Desde la famosa foto de las Azores, la campaña de agitación de los medios de la izquierda fue preparando el terreno para movilizar a la sociedad española entera, inoculando las dosis necesarias de demagogia para que, llegado el momento, su reacción hacia el gobierno legítimo del país fuera sencillamente real.
Cualquiera que leyera la prensa o viera los telediarios aquellos días, podría tener la impresión de que Aznar había mandado hordas salvajes sedientos de sangre a masacrar a la población infantil iraquí. Sin embargo, lo cierto es que nuestra contribución militar a la guerra de Irak fue la aportación de una patera hospital, que para colmo, y ya es puntería, atracó en el puerto de Basora precisamente el mismo día en que los marines entraban en Bagdad y las estatuas de Sadam Husein caían por los suelos. Nada que ver con las hornadas de militares de reemplazo que el gobierno de Gonzalez envió a participar activamente en la primera parte de esa misma guerra. En aquella ocasión, la farándula no encontró motivo para salir a la calle a apedrear sedes del PSOE. Guardaban sus fuerzas para cuando la ocasión fuera propicia y Aznar se la sirvió en bandeja.
La gala de los Goya de aquel año, en lugar de un certamen cinematográfico, se convirtió en un festival asambleatorio de odio africano hacia la derecha en general y Aznar en particular. So capa de un pacifismo redentorista más falso que un euro de chicle (uno de los presentadores se desgañitaba pidiendo paz, tocado con una camiseta en honor a Ho Chi Min, el genocida más sanguinario de toda la historia del sudeste asiático), las vedettes de nuestro cine se erigieron por una noche en magistrados supremos del tribunal moral internacional, juzgando con rigor bíblico a un gobierno legítimo y, por extensión, a todos sus votantes. El veredicto: culpables sin derecho a apelación.
Las algaradas callejeras de esos días, encabezadas por las élites subvencionadas de nuestro arte dramático junto a los líderes de los partidos de izquierda (viva la independencia), fueron la expresión cazurra de un antiamericanismo primario que la masa somatizó rápidamente, gracias a que la derecha española, históricamente, ha renunciado siempre a plantar cara en el debate de ideas. Se apedrearon sedes del PP, se derramó ante sus puertas algún que otro camión de estiércol (la izquierda, siempre, siempre tan sutil con sus metáforas), se repartieron algunos pescozones entre los políticos de la derecha que osaron pisar la calle y a sus diputados se les llamó públicamente y por escrito asesinos, con la foto de cada uno de ellos enarbolada por el correspondiente pacifista, para que no hubiera dudas. Maruja Torres, columnista del diario independiente de la mañana, sintetizo todo ese magma efervescente de amor a la paz, llamando en una entrevista <hijos de puta> a todo y cada uno de los votantes del partido del señor Aznar.
Cualquiera que leyera la prensa o viera los telediarios aquellos días, podría tener la impresión de que Aznar había mandado hordas salvajes sedientos de sangre a masacrar a la población infantil iraquí. Sin embargo, lo cierto es que nuestra contribución militar a la guerra de Irak fue la aportación de una patera hospital, que para colmo, y ya es puntería, atracó en el puerto de Basora precisamente el mismo día en que los marines entraban en Bagdad y las estatuas de Sadam Husein caían por los suelos. Nada que ver con las hornadas de militares de reemplazo que el gobierno de Gonzalez envió a participar activamente en la primera parte de esa misma guerra. En aquella ocasión, la farándula no encontró motivo para salir a la calle a apedrear sedes del PSOE. Guardaban sus fuerzas para cuando la ocasión fuera propicia y Aznar se la sirvió en bandeja.
La gala de los Goya de aquel año, en lugar de un certamen cinematográfico, se convirtió en un festival asambleatorio de odio africano hacia la derecha en general y Aznar en particular. So capa de un pacifismo redentorista más falso que un euro de chicle (uno de los presentadores se desgañitaba pidiendo paz, tocado con una camiseta en honor a Ho Chi Min, el genocida más sanguinario de toda la historia del sudeste asiático), las vedettes de nuestro cine se erigieron por una noche en magistrados supremos del tribunal moral internacional, juzgando con rigor bíblico a un gobierno legítimo y, por extensión, a todos sus votantes. El veredicto: culpables sin derecho a apelación.
Las algaradas callejeras de esos días, encabezadas por las élites subvencionadas de nuestro arte dramático junto a los líderes de los partidos de izquierda (viva la independencia), fueron la expresión cazurra de un antiamericanismo primario que la masa somatizó rápidamente, gracias a que la derecha española, históricamente, ha renunciado siempre a plantar cara en el debate de ideas. Se apedrearon sedes del PP, se derramó ante sus puertas algún que otro camión de estiércol (la izquierda, siempre, siempre tan sutil con sus metáforas), se repartieron algunos pescozones entre los políticos de la derecha que osaron pisar la calle y a sus diputados se les llamó públicamente y por escrito asesinos, con la foto de cada uno de ellos enarbolada por el correspondiente pacifista, para que no hubiera dudas. Maruja Torres, columnista del diario independiente de la mañana, sintetizo todo ese magma efervescente de amor a la paz, llamando en una entrevista <hijos de puta> a todo y cada uno de los votantes del partido del señor Aznar.
Cybernauta- Co-Administrador
- Mensajes : 1394
Popularidad : 5233
Reputación : 2799
Fecha de inscripción : 24/11/2012
Re: EL NO A LA GUERRA
Al finalizar una de las algaradas más sonadas contra la guerra de Irak, la farándula dio en leer un discurso incendiario con pretensiones intelectuales de los de sacar sillas, que diría un catalán. En el estrado comparecieron, entre otros reputados intelectuales, Pedro Almodóvar, y Leonor Watling. Sus alborotados cerebritos mezclaron en el discurso la guerra de Irak, el petróleo (los progres, al parecer no montan jamás en coche o avión), la dictadura de Chávez y el terrorismo palestino, todo bien amasado en un mazacote aceitoso sólo apto para estómagos a prueba de bombas. Leonor Watling se refirió a la dictadura socialista de Chavez como “la nueva experiencia democrática venezolana”, dicho lo cual se echó un rato para recuperarse del esfuerzo neurológico. La soberbia lección de ciencia política que la actriz recetó al público congregado fue de antología, como lo demuestra el hecho de que Fernando Fernán Gómez, que la acompañaba en el estrado haciendo las veces de patriarca, tuvieron que traerle una silla para ayudarle a digerir el hallazgo. Poco después le tocaría el turno al conflicto de Oriente Medio, cuyas claves quedaron resumidas en este luminoso párrafo:
La guerra dará paso a una más ambiciosa remodelación geopolítica del conjunto de Oriente Medio, incluyendo probablemente el definitivo asalto israelí contra Gaza y Cisjordania y el aplastamiento militar de la Intifada, el desmantelamiento de las instituciones de la Autoridad Palestina y quizás un nuevo éxodo de su población.
Con esos niveles de asepsia, hablaban de la Intifada como si lo hicieran de una organización humanitaria. Sin embargo, como todo el mundo sabe (incluidos lo progres, que pretenden ignorarlo), se trata de un movimiento terrorista contra la población civil israelí, con cientos de víctimas de todas las edades en su haber, para las que la farándula no tuvo, tiene ni tendrá jamás ni una palabra de compasión. El terrorismo, si es de izquierdas, antiamericano o antisionista, -o las tres cosas a la vez- cuenta con la compresión de nuestras intelectuales criaturas.
No hace falta decir que el objetivo de este vendaval totalitario no era la paz mundial, sino echar al partido de la derecha del gobierno, pues la izquierda no escatima medios para desalojar a su rival de un poder político, al que por propia convicción se considera con derecho exclusivo. En clave progresista, la democracia sólo es válida si manda la izquierda. La conducta de la avanzadilla progre tras el acceso del PSOE al gobierno lo ha demostrado con creces. De la famosa patera hospital enviada por Aznar, España ha pasado, bajo el régimen zapateril, a enviar un buque de guerra a Irak para colaborar con un portaviones del Gran Satán en las acciones bélicas, además de aumentar los efectivos militares en Afganistán, escenario de la guerra imperialista contra el régimen talibán, Ningún actor se ha manifestado ante la sede del PSOE para llamar asesino al bueno de Pepino Blanco, Maruja Torres no creyó conveniente en esta ocasión especular sobre la condición materna de los votantes socialistas y la plataforma cultura contra la guerra duerme el sueño de los justos con la satisfacción del deber cumplido. La cantinflada de retirar las tropas de Irak – con la ONU o sin la ONU (ZP pixit, ministra)-, traición supina cuyos efectos no hemos acabado de pagar, fue considerada por el artisteo un gesto más que suficiente para calmar su inveterada sed de paz Y aquí idem y después Gloria (Stefan)
La guerra dará paso a una más ambiciosa remodelación geopolítica del conjunto de Oriente Medio, incluyendo probablemente el definitivo asalto israelí contra Gaza y Cisjordania y el aplastamiento militar de la Intifada, el desmantelamiento de las instituciones de la Autoridad Palestina y quizás un nuevo éxodo de su población.
Con esos niveles de asepsia, hablaban de la Intifada como si lo hicieran de una organización humanitaria. Sin embargo, como todo el mundo sabe (incluidos lo progres, que pretenden ignorarlo), se trata de un movimiento terrorista contra la población civil israelí, con cientos de víctimas de todas las edades en su haber, para las que la farándula no tuvo, tiene ni tendrá jamás ni una palabra de compasión. El terrorismo, si es de izquierdas, antiamericano o antisionista, -o las tres cosas a la vez- cuenta con la compresión de nuestras intelectuales criaturas.
No hace falta decir que el objetivo de este vendaval totalitario no era la paz mundial, sino echar al partido de la derecha del gobierno, pues la izquierda no escatima medios para desalojar a su rival de un poder político, al que por propia convicción se considera con derecho exclusivo. En clave progresista, la democracia sólo es válida si manda la izquierda. La conducta de la avanzadilla progre tras el acceso del PSOE al gobierno lo ha demostrado con creces. De la famosa patera hospital enviada por Aznar, España ha pasado, bajo el régimen zapateril, a enviar un buque de guerra a Irak para colaborar con un portaviones del Gran Satán en las acciones bélicas, además de aumentar los efectivos militares en Afganistán, escenario de la guerra imperialista contra el régimen talibán, Ningún actor se ha manifestado ante la sede del PSOE para llamar asesino al bueno de Pepino Blanco, Maruja Torres no creyó conveniente en esta ocasión especular sobre la condición materna de los votantes socialistas y la plataforma cultura contra la guerra duerme el sueño de los justos con la satisfacción del deber cumplido. La cantinflada de retirar las tropas de Irak – con la ONU o sin la ONU (ZP pixit, ministra)-, traición supina cuyos efectos no hemos acabado de pagar, fue considerada por el artisteo un gesto más que suficiente para calmar su inveterada sed de paz Y aquí idem y después Gloria (Stefan)
Cybernauta- Co-Administrador
- Mensajes : 1394
Popularidad : 5233
Reputación : 2799
Fecha de inscripción : 24/11/2012
Temas similares
» «En 1921, los rifeños abrían a los soldados españoles en canal y les quemaban vivos»
» El escorpión y la rana, de Esopo y demás fábulas
» Cinco cosas que debe saber sobre la guerra en Gaza y no se atreve a preguntar
» ¿porque España no participo de la primera y segunda guerra?
» ¿Por qué se luchó en la Guerra Civil?
» El escorpión y la rana, de Esopo y demás fábulas
» Cinco cosas que debe saber sobre la guerra en Gaza y no se atreve a preguntar
» ¿porque España no participo de la primera y segunda guerra?
» ¿Por qué se luchó en la Guerra Civil?
Página 1 de 1.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.