Solo 1.600.000 inmigrantes de los siete millones que hay en España cotizan a la Seguridad Social

La Seguridad Social perdió 25.294 cotizantes extranjeros en agosto, un 1,5% en relación a julio, hasta situarse el número de inmigrantes en alta en 1.607.609 ocupados, informó este martes el Ministerio de Empleo y Seguridad Social.

Con el descenso de agosto, la afiliación de extranjeros encadena tres meses a la baja tras haber perdido más de 18.000 cotizantes en junio y julio. Del total de inmigrantes en alta al finalizar el pasado mes de agosto, 1.379.391 pertenecen al Régimen General; 223.138 al Régimen de Autónomos; 4.765 al Mar y 316 al Carbón.

En términos interanuales, la afiliación de extranjeros a la Seguridad Social bajó en 140.806 cotizantes, un 8,05%, tasa que contrasta con el -3,36% del conjunto del sistema.

Las remesas de los inmigrantes (dinero que éstos envían a sus países de origen) no dejan de crecer, la Seguridad Social -según sus datos del Ministerio de Trabajo e Inmigración-, perdió 13.384 cotizantes extranjeros en septiembre de este año. En total, el número de inmigrantes que cotizan a la Seguridad Social es de un 1.816.662.

Estas cifras oficiales llaman la atención, pues mientras más de 5.000.000 millones de inmigrantes no cotizan ni aportan nada al Estado, resulta que se desconoce de qué viven, cómo se mantienen y cómo pueden aumentar las remesas que envían a sus países d origen.

Sólo caben dos alternativas: trabajos dentro de la economía sumergida o asistencia social (Cáritas y otros organismos humanitarios, viviendas sociales, becas de comedor, asistencia sanitaria, etc.), sin desdeñar la delincuencia.

La Seguridad Social lleva tres meses con pérdidas continuadas de afiliados, y por tanto de ingresos, mientras aumenta el número de los que perciben subsidios.

Por otro lado, reseñar que el 25% de los niños españoles menores de 16 años sufre malnutrición agudizada, debido a la crisis económica. La carencia de ingresos obliga a un porcentaje nada despreciable a dejar de consumir carne, pescado y fruta, alimentos imprescindibles para una óptima alimentación. Una alimentación basada en un exceso de consumo de arroces y, sobre todo pastas, ha derivado en que las clases más desfavorecidas sean las que alcanzan mayor peso.

La demanda de ayuda para alimentación, en especial las becas de comedor escolar, ha aumentado de forma ostensible en estos últimos meses.

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