EEUU también es Hispanoamérica
4 participantes
Página 2 de 2.
Página 2 de 2. • 1, 2
Estado de Oregon
Oregón (en inglés, Oregon) es uno de los cincuenta estados que, junto con Washington D. C., forman los Estados Unidos de América. Su capital es Salem y su ciudad más poblada, Portland. Está ubicado en la región Oeste del país, división Pacífico y limita al norte con el estado de Washington, al este con Idaho —gran parte de esta frontera la forma el río Snake—, al sureste con Nevada, al sur y suroeste con California y al oeste con el océano Pacífico. Con 254 805 km² es el noveno estado más extenso, por detrás de Alaska, Texas, California, Montana, Nuevo México, Arizona, Nevada y Colorado. Fue admitido en la Unión el 14 de febrero de 1859, como el estado número 33.
Historia
El 21 de febrero de 1819, España se ve obligada a ceder Oregón a Estados Unidos por el Tratado de Adams-Onís. Los asentamientos españoles en la zona habían sido escasos, pequeños y en su mayoría temporales.
Hasta 1846, el enorme Territorio de Oregón, que se extendía desde la California entonces mexicana hasta la Alaska rusa, se encontraba bajo un régimen especial por el que Estados Unidos y Reino Unido ejercían un dominio común sobre estas tierras. Por el Tratado de Oregón, se fijó la frontera en los 49º N: la zona desde esa latitud hasta los 54º 40' N quedó para los británicos y la zona hasta los 42º, para los estadounidenses. Tales límites se basaban en gran medida en las convenciones de Nutka, que había fijado la frontera entre los territorios ingleses y españoles.
En 1853, la parte estadounidense del Territorio de Oregón fue dividida en dos, tomando como frontera el río Columbia: la parte sur se siguió llamando Oregón, mientras que el norte pasó a ser el Territorio de Washington.
En 1859, el Territorio de Oregón fue nuevamente recortado, hasta sus fronteras actuales. Parte de su territorio pasó a formar parte del Territorio de Washington y Oregón se convirtió en estado de los Estados Unidos.
Historia
El 21 de febrero de 1819, España se ve obligada a ceder Oregón a Estados Unidos por el Tratado de Adams-Onís. Los asentamientos españoles en la zona habían sido escasos, pequeños y en su mayoría temporales.
Hasta 1846, el enorme Territorio de Oregón, que se extendía desde la California entonces mexicana hasta la Alaska rusa, se encontraba bajo un régimen especial por el que Estados Unidos y Reino Unido ejercían un dominio común sobre estas tierras. Por el Tratado de Oregón, se fijó la frontera en los 49º N: la zona desde esa latitud hasta los 54º 40' N quedó para los británicos y la zona hasta los 42º, para los estadounidenses. Tales límites se basaban en gran medida en las convenciones de Nutka, que había fijado la frontera entre los territorios ingleses y españoles.
En 1853, la parte estadounidense del Territorio de Oregón fue dividida en dos, tomando como frontera el río Columbia: la parte sur se siguió llamando Oregón, mientras que el norte pasó a ser el Territorio de Washington.
En 1859, el Territorio de Oregón fue nuevamente recortado, hasta sus fronteras actuales. Parte de su territorio pasó a formar parte del Territorio de Washington y Oregón se convirtió en estado de los Estados Unidos.
Cybernauta- Co-Administrador
- Mensajes : 1394
Popularidad : 5233
Reputación : 2799
Fecha de inscripción : 24/11/2012
De California a Montana: así es el legado español imposible de borrar de la toponimia de EE.UU.
Hasta un 15% de los estados del país, como es el caso de California, Texas, Nevada, Colorado, Utah, Florida, Montana o Nuevo México, deben su nombre a la herencia española
Los aztecas y otros pueblos indígenas llamaban la «Gran Chichimeca» al inmenso y hostil terreno que se situaba al norte de su imperio. Ellos, que sacrificaban a seres humanos y no eran monjitas de la caridad precisamente, se consideraban civilizados en comparación con los habitantes de la «Gran Chichimeca», un territorio que hoy ocupa el sur de EE.UU. y que los aztecas solían evitar. Hubo que esperar a las aventuras de Francisco Vázquez de Coronado, descubridor europeo del Cañón del Colorado, de Hernando Soto, de Ponce de León, de Juan de Oñate, de Cabeza de Vaca y otros intrépidos conquistadores para alumbrar las zonas más oscuras del mapa de Norteamérica.
Como apunta The Hispanic Council (un think tank dedicado a promover las relaciones entre España y la comunidad hispana de EE.UU.) en un reciente informe, la alargada huella de estos exploradores españoles resulta fácil de desempolvar simplemente siguiendo el rasgo de los numerosos topónimos hispanos todavía presentes en estados, condados y municipios del país presidido por Donald Trump. Sin ir más lejos, hasta un 15% de los estados del país, como es el caso de California, Texas, Nevada, Colorado, Utah, Florida, Montana o Nuevo México, deben su nombre a la herencia española.
Bandera del Virreinato de Nueva España que forma parte del Imperio español que fundó ciudades como San Francisco (California), Los Angeles (California), San Antonio (Tejas), Pensacola (Florida) o San Agustín (Florida)
El mencionado informe de Juan Ignacio Güenechea, que también se ha publicado en el Observatorio Cervantes de la Universidad de Harvard con el título «La herencia hispana y el español en la toponimia de EEUU», destaca el alto número de ciudades españolas con localidades homónimas en EE.UU. Así en la geografía estadounidense se pueden encontrar ciudades llamadas Sevilla, Granada, Salamanca, Madrid, Laredo, Durango, Valencia, León, Córdoba, Andalucía, Aragón, Oviedo, Ebro, Toledo, Coruña, Cádiz o Navarra. Muchas de estas se escriben directamente mediante su traducción al inglés como Seville, Andalusia, Navarre, Corunna o Grenada, mientras que algunas como Madrid han sido adaptadas con pequeños cambios como es el caso del condado de New Madrid.
Paradójicamente, gran parte de los nombres que recuerdan las hazañas de algunos estos conquistadores no fueron puestos por ellos o en tiempos virreinales, sino que estos fueron otorgados en épocas más recientes y dan muestra de que los propios ciudadanos estadounidenses fueron quienes quisieron recordar el legado histórico que comparten con el mundo hispano.
¿Cuál es el origen de los nombres?
Buscar el origen de los nombres de cada accidente geográfico, estado, condado o ciudad es un trabajo propio de un detective o un forense de las palabras. En su informe, Juan Ignacio Güenechea se hace eco de algunas de las hipótesis más verosímiles que hilan los nombres de los estados con un pasado español.
Colorado
La palabra ‘colorado’ proviene probablemente del color rojizo del río Colorado. Los primeros exploradores españoles en la región de las Montañas Rocosas que encontraron el río lo llamaron «tizón» o «colorado» por el sedimento que el agua arrastraba desde las montañas. De esta forma, la denominación se fue asentando en base al característico color de las aguas de este río y acabaría convirtiéndose en el nombre del estado.
El nombre del estado está estrechamente ligado a esta herencia hispana. Una de las teorías expresa que Ponce de León llamó así al territorio debido a su abundante vegetación y el colorido de esta. Sin embargo, la teoría más comúnmente aceptada entre los historiadores es que se denominó así a la zona ya que su «descubrimiento» coincidió con la Pascua de Resurrección, conocida también como Pascua Florida.
El nombre es una derivación de la palabra «montaña». Se debe a que los primeros exploradores españoles llamaron «Montaña del Norte» a la zona montañosa del oeste del territorio estadounidense. Con el paso del tiempo el estado de Montana obtendría su nombre de esta primera designación colonial, pese a que este estado tiene una elevación promedio de unos 1.030 metros, la más baja entre los estados de las Montañas Rocosas. nevada.
La palabra «nevada» hace referencia a la abundancia de nieve presente en sus montañas. Fue el sacerdote español Pedro Font quien decidió llamar Sierra Nevada a una cordillera que se sitúa mayormente en el estado de California, pero que también penetra en el estado de Nevada y que fue el elemento que luego le dio nombre al estado. Escogió este nombre por su nieve y basándose en la cordillera granadina llamada igual.
Francisco de Ibarra fue el primero en acuñar el nombre de Nuevo México para la zona, ya que conocía el territorio mexicano y la similitud del terreno le llevó a describir esta zona como un «Nuevo México». Más adelante, en la expedición de Chamuscado y Rodríguez, la región situada al norte del Río Grande se denominó San Felipe del Nuevo México y Juan de Oñate estableció el nombre de este estado de manera oficial en 1598.
La teoría más comúnmente aceptada es que el nombre de Texas proviene originalmente de la lengua nativa Caddo, utilizada en la zona este del territorio. Los nativos utilizaban la palabra taysha que significaba ‘amigos’ o ‘aliados’. Los españoles cogieron esta expresión y la castellanizaron dando lugar a la palabra Texas o Tejas, que de acuerdo con el castellano antiguo se pronuncian igual.
El nombre del estado deriva del nombre apache Yuttahih o Yuddah, que significa ‘está más arriba’ o ‘los que están más arriba’. Los exploradores españoles pronunciaron y escribieron esta palabra como ‘Yuta’. Lo que posteriormente produciría que las personas de habla inglesa la adaptaran como Utah.
En el caso de Arizona y Oregón, que también se encuentra en el área de actuación de los españoles, ninguna de las hipótesis vigentes que vinculan el nombre al paso de los europeos está aceptada de forma mayoritaria. De lo que no cabe duda es de que las pisadas españolas dejaron su hondo eco en estas dos regiones... Teorías no faltan.
En el caso de Arizona, existe una teoría que defiende que el nombre deriva de la expresión nativa alĭ sonak, que significa ‘primavera pequeña’. Los primeros españoles que exploraron el territorio castellanizaron la expresión dando lugar a la palabra Arizonac que con el paso del tiempo se convertiría en el nombre del estado. Otros autores sostienen que la forma de obtener el nombre fue así pero que la palabra original es Al Shon.
Otra teoría sugiere que el nombre está unido a España, pero no al español ya que provendría del vasco. Se piensa que el nombre de Arizona podría venir de las palabras vascas Aritz onak, que literalmente significan ‘robles buenos’.
Al respecto de Oregón, conocido por sus impresionantes zonas boscosas, la teoría principal asegura que el nombre proviene de la palabra francesa ouragan (huracán o tormenta de viento), y que estaría basado en cuentos de los nativos americanos sobre los poderosos vientos Chinook en la zona. En lo referente a su posible vinculación con España la teoría más extendida es que debe su nombre la palabra ‘orejón’ utilizada por exploradores españoles que definieron así bien a los nativos o bien a algunos accidentes geográficos. También se ha especulado con que el nombre puede derivar de la palabra ‘orégano’, que crece en la parte sur de la región.
ABC
Los aztecas y otros pueblos indígenas llamaban la «Gran Chichimeca» al inmenso y hostil terreno que se situaba al norte de su imperio. Ellos, que sacrificaban a seres humanos y no eran monjitas de la caridad precisamente, se consideraban civilizados en comparación con los habitantes de la «Gran Chichimeca», un territorio que hoy ocupa el sur de EE.UU. y que los aztecas solían evitar. Hubo que esperar a las aventuras de Francisco Vázquez de Coronado, descubridor europeo del Cañón del Colorado, de Hernando Soto, de Ponce de León, de Juan de Oñate, de Cabeza de Vaca y otros intrépidos conquistadores para alumbrar las zonas más oscuras del mapa de Norteamérica.
Como apunta The Hispanic Council (un think tank dedicado a promover las relaciones entre España y la comunidad hispana de EE.UU.) en un reciente informe, la alargada huella de estos exploradores españoles resulta fácil de desempolvar simplemente siguiendo el rasgo de los numerosos topónimos hispanos todavía presentes en estados, condados y municipios del país presidido por Donald Trump. Sin ir más lejos, hasta un 15% de los estados del país, como es el caso de California, Texas, Nevada, Colorado, Utah, Florida, Montana o Nuevo México, deben su nombre a la herencia española.
Bandera del Virreinato de Nueva España que forma parte del Imperio español que fundó ciudades como San Francisco (California), Los Angeles (California), San Antonio (Tejas), Pensacola (Florida) o San Agustín (Florida)
El mencionado informe de Juan Ignacio Güenechea, que también se ha publicado en el Observatorio Cervantes de la Universidad de Harvard con el título «La herencia hispana y el español en la toponimia de EEUU», destaca el alto número de ciudades españolas con localidades homónimas en EE.UU. Así en la geografía estadounidense se pueden encontrar ciudades llamadas Sevilla, Granada, Salamanca, Madrid, Laredo, Durango, Valencia, León, Córdoba, Andalucía, Aragón, Oviedo, Ebro, Toledo, Coruña, Cádiz o Navarra. Muchas de estas se escriben directamente mediante su traducción al inglés como Seville, Andalusia, Navarre, Corunna o Grenada, mientras que algunas como Madrid han sido adaptadas con pequeños cambios como es el caso del condado de New Madrid.
Paradójicamente, gran parte de los nombres que recuerdan las hazañas de algunos estos conquistadores no fueron puestos por ellos o en tiempos virreinales, sino que estos fueron otorgados en épocas más recientes y dan muestra de que los propios ciudadanos estadounidenses fueron quienes quisieron recordar el legado histórico que comparten con el mundo hispano.
¿Cuál es el origen de los nombres?
Buscar el origen de los nombres de cada accidente geográfico, estado, condado o ciudad es un trabajo propio de un detective o un forense de las palabras. En su informe, Juan Ignacio Güenechea se hace eco de algunas de las hipótesis más verosímiles que hilan los nombres de los estados con un pasado español.
California
La teoría más comúnmente aceptada es que el nombre deriva de la obra «Las sergas de Esplandián», escrita por Garci Rodríguez de Montalvo y publicada en 1510. En el texto aparece un lugar imaginario e idílico llamado California, que estaba lleno de riquezas. Los descubridores de la región pensaron que aquellas tierras se parecían mucho a la descripción que ofrecía Montalvo y le otorgaron este nombre.Colorado
La palabra ‘colorado’ proviene probablemente del color rojizo del río Colorado. Los primeros exploradores españoles en la región de las Montañas Rocosas que encontraron el río lo llamaron «tizón» o «colorado» por el sedimento que el agua arrastraba desde las montañas. De esta forma, la denominación se fue asentando en base al característico color de las aguas de este río y acabaría convirtiéndose en el nombre del estado.
Florida
El nombre del estado está estrechamente ligado a esta herencia hispana. Una de las teorías expresa que Ponce de León llamó así al territorio debido a su abundante vegetación y el colorido de esta. Sin embargo, la teoría más comúnmente aceptada entre los historiadores es que se denominó así a la zona ya que su «descubrimiento» coincidió con la Pascua de Resurrección, conocida también como Pascua Florida.
Montana
El nombre es una derivación de la palabra «montaña». Se debe a que los primeros exploradores españoles llamaron «Montaña del Norte» a la zona montañosa del oeste del territorio estadounidense. Con el paso del tiempo el estado de Montana obtendría su nombre de esta primera designación colonial, pese a que este estado tiene una elevación promedio de unos 1.030 metros, la más baja entre los estados de las Montañas Rocosas. nevada.
Nevada
La palabra «nevada» hace referencia a la abundancia de nieve presente en sus montañas. Fue el sacerdote español Pedro Font quien decidió llamar Sierra Nevada a una cordillera que se sitúa mayormente en el estado de California, pero que también penetra en el estado de Nevada y que fue el elemento que luego le dio nombre al estado. Escogió este nombre por su nieve y basándose en la cordillera granadina llamada igual.
Nuevo México
Francisco de Ibarra fue el primero en acuñar el nombre de Nuevo México para la zona, ya que conocía el territorio mexicano y la similitud del terreno le llevó a describir esta zona como un «Nuevo México». Más adelante, en la expedición de Chamuscado y Rodríguez, la región situada al norte del Río Grande se denominó San Felipe del Nuevo México y Juan de Oñate estableció el nombre de este estado de manera oficial en 1598.
Españoles en el Colorado', de Augusto Ferrer-Dalmau
Texas
La teoría más comúnmente aceptada es que el nombre de Texas proviene originalmente de la lengua nativa Caddo, utilizada en la zona este del territorio. Los nativos utilizaban la palabra taysha que significaba ‘amigos’ o ‘aliados’. Los españoles cogieron esta expresión y la castellanizaron dando lugar a la palabra Texas o Tejas, que de acuerdo con el castellano antiguo se pronuncian igual.
Utah
El nombre del estado deriva del nombre apache Yuttahih o Yuddah, que significa ‘está más arriba’ o ‘los que están más arriba’. Los exploradores españoles pronunciaron y escribieron esta palabra como ‘Yuta’. Lo que posteriormente produciría que las personas de habla inglesa la adaptaran como Utah.
Arizona y Oregón
En el caso de Arizona y Oregón, que también se encuentra en el área de actuación de los españoles, ninguna de las hipótesis vigentes que vinculan el nombre al paso de los europeos está aceptada de forma mayoritaria. De lo que no cabe duda es de que las pisadas españolas dejaron su hondo eco en estas dos regiones... Teorías no faltan.
En el caso de Arizona, existe una teoría que defiende que el nombre deriva de la expresión nativa alĭ sonak, que significa ‘primavera pequeña’. Los primeros españoles que exploraron el territorio castellanizaron la expresión dando lugar a la palabra Arizonac que con el paso del tiempo se convertiría en el nombre del estado. Otros autores sostienen que la forma de obtener el nombre fue así pero que la palabra original es Al Shon.
Otra teoría sugiere que el nombre está unido a España, pero no al español ya que provendría del vasco. Se piensa que el nombre de Arizona podría venir de las palabras vascas Aritz onak, que literalmente significan ‘robles buenos’.
Al respecto de Oregón, conocido por sus impresionantes zonas boscosas, la teoría principal asegura que el nombre proviene de la palabra francesa ouragan (huracán o tormenta de viento), y que estaría basado en cuentos de los nativos americanos sobre los poderosos vientos Chinook en la zona. En lo referente a su posible vinculación con España la teoría más extendida es que debe su nombre la palabra ‘orejón’ utilizada por exploradores españoles que definieron así bien a los nativos o bien a algunos accidentes geográficos. También se ha especulado con que el nombre puede derivar de la palabra ‘orégano’, que crece en la parte sur de la región.
ABC
Abraham- Cybernauta-Premium
- Mensajes : 610
Popularidad : 1340
Reputación : 410
Fecha de inscripción : 14/09/2013
Re: EEUU también es Hispanoamérica
5 cosas que ESPAÑA dejó a ESTADOS UNIDOS para siempre y que los americanos nunca estudiarán.
Abraham- Cybernauta-Premium
- Mensajes : 610
Popularidad : 1340
Reputación : 410
Fecha de inscripción : 14/09/2013
la ciudad de Los Ángeles en Estados Unidos
Los Ángeles fue fundada el 4 de septiembre de 1781 por 44 españoles con el nombre oficial de El Pueblo de la Reina de los Ángeles, nombre que se amplificaría como El Pueblo de Nuestra Señora la Reina de los Ángeles de Porciúncula, por el nombre que el explorador y misionero Juan Crespí le dio al río Los Ángeles en la expedición de Gaspar de Portolá en 1769.
La zona donde se encuentra la ciudad de Los Ángeles, antes de la llegada de los españoles, estaba habitada por más de treinta tribus indias a la que los españoles llamaron con el nombre genérico de indios apaches navajos.
Tras la independencia de España, la urbe pasó a estar bajo el dominio de México hasta 1848, cuando fue a parar a poder de Estados Unidos tras la guerra que enfrentó a ambos países.
De aquella etapa primigenia se conserva la zona conocida como El Pueblo, lugar del centro de Los Angeles en el que se encuentran monumentos de interés como la Iglesia Vieja, Avila Adobe, una casa cuyo interior y exterior ha sobrevivido al paso del tiempo, así como calles con encanto como Olvera Street. Posteriormente, el ferrocarril, el petróleo y las infraestructuras hidráulicas hicieron crecer y prosperar a la ciudad.
Actualmente es la ciudad más poblada del estado estadounidense de California y la segunda ciudad más poblada de Estados Unidos, tras Nueva York. Tiene, según el censo de 2010, una población de 3 792 621 habitantes, aunque el área metropolitana cuenta con más de 18 millones de personas.
La zona donde se encuentra la ciudad de Los Ángeles, antes de la llegada de los españoles, estaba habitada por más de treinta tribus indias a la que los españoles llamaron con el nombre genérico de indios apaches navajos.
Tras la independencia de España, la urbe pasó a estar bajo el dominio de México hasta 1848, cuando fue a parar a poder de Estados Unidos tras la guerra que enfrentó a ambos países.
De aquella etapa primigenia se conserva la zona conocida como El Pueblo, lugar del centro de Los Angeles en el que se encuentran monumentos de interés como la Iglesia Vieja, Avila Adobe, una casa cuyo interior y exterior ha sobrevivido al paso del tiempo, así como calles con encanto como Olvera Street. Posteriormente, el ferrocarril, el petróleo y las infraestructuras hidráulicas hicieron crecer y prosperar a la ciudad.
Actualmente es la ciudad más poblada del estado estadounidense de California y la segunda ciudad más poblada de Estados Unidos, tras Nueva York. Tiene, según el censo de 2010, una población de 3 792 621 habitantes, aunque el área metropolitana cuenta con más de 18 millones de personas.
¿Sabías Que?- Cybernauta VIP
- Mensajes : 1611
Popularidad : 6324
Reputación : 3557
Fecha de inscripción : 23/11/2012
Ciudades americanas con nombre español
Seguro que has oído hablar de Valencia, un barrio situado en Santa Clarita, en el estado de California. Es muy popular; hay más de 40 'Valencias' repartidas por el mundo. Pero hoy nos centraremos en Estados Unidos y su herencia española.
Estados Unidos es una nación multicultural que, dada su 'juventud', presenta una variedad de influencias de todo el mundo. Una de las más evidentes es la nuestra, la española, que se puede ver en muchos aspectos de la cultura estadounidense, incluidos los nombres de muchas ciudades y estados. Hoy repasaremos algunas de esas ciudades (o incluso estados) con nombre español:
Valencia
Hay varios lugares en Estados Unidos que hacen referencia a la Valencia española. Podemos encontrar una en el estado de Pensilvania, a unos 400 kilómetros al noroeste de Washington D.C. en forma de un pequeño pueblo, pero quizá la más conocida sea Valencia como ciudad del condado de Los Ángeles, en el estado de California, conocida por sus comunidades planificadas y el parque temático Six Flags Magic Mountain que ostenta el honor de ser el parque de atracciones con más montañas rusas del mundo. Su nombre, por tanto, lo toma prestado de la ciudad española de Valencia, la tercera ciudad más grande de España.
California
El estado más poblado de EE. UU. y el tercero por superficie. Es hogar de diversos paisajes, desde el desierto de Mojave hasta los bosques de secuoyas y secuoyas, y ciudades llenas de diversas culturas. Evoca a playas doradas y cielos soleados, y es el primer lugar que destacamos por su herencia española. California fue bautizada así por exploradores españoles en el siglo XVI. El nombre se deriva de un lugar imaginario llamado "Califia" mencionado en la novela romántica española "Las Sergas de Esplandián" de Garci Rodríguez de Montalvo, donde se describe como una isla poblada únicamente por mujeres.
Florida
Fue la primera parte de los Estados Unidos continentales visitada por europeos. El explorador español Juan Ponce de León la llamó "La Pascua Florida" en 1513. Eligió este nombre porque vio por primera vez la tierra durante la temporada de Pascua, cuando se acercaba precisamente la Pascua de Resurrección a la que los españoles se referían como "Pascua Florida" (Festival de Flores) en el lenguaje popular. Florida es ahora el tercer estado más poblado de Estados Unidos y atracciones como Walt Disney World Resort en Orlando, atraen a turistas de todo el mundo cada año.
San Antonio
En el centro-sur de Texas encontramos la ciudad de San Antonio que fue nombrada así en 1691 por misioneros españoles que bautizaron esta zona que encontraron en honor a San Antonio de Padua, festividad que se celebra el 13 de junio. La ciudad es famosa por el Álamo, una misión española del siglo XVIII conservada como museo, que conmemora la infame batalla de 1836 por la independencia de Texas de México donde todos los luchadores en favor de la República de Texas murieron, a excepción de dos personas, lo que sirvió de acicate o inspiración para el asalto final que puso fin al movimiento revolucionario.
Los Ángeles
Originalmente llamado "El Pueblo de Nuestra Señora la Reina de los Ángeles del Río de Porciúncula” en 1781 por el gobernador español Felipe de Neve, se convirtió posteriormente en la poderosa metrópolis que es actualmente: es la segunda ciudad más poblada de Estados Unidos y el centro de la industria cinematográfica y televisiva del país. Sus orígenes, sin embargo, se deben a un pueblo de españoles cuyo asentamiento no tenía mas de 45 personas.
San Francisco
La ciudad de San Francisco lleva el nombre de San Francisco de Asís. Fue fundada por colonos españoles en 1776, concretamente por el explorador español nacido en Fronteras, Sonora (Nueva España), Juan Bautista de Anza quien construyó la prisión de San Francisco y fundó una misión en honor a San Francisco de Asís en 1776. La fiebre del oro de California de 1849 posibilitó un rápido crecimiento, convirtiéndola en la ciudad más grande de la costa oeste en ese momento. Qué duda cabe que actualmente San Francisco es otra de las urbes troncales de Estados Unidos.
Monterrey
La que fuera originalmente la capital de Alta California bajo España y México, fue fundada en 1770 por el explorador Gaspar de Portolá, quien le puso el nombre del Conde de Monterrey, entonces virrey de Nueva España. También fundó San Diego. Fue el primer Gobernador de las Californias.
Estados Unidos es una nación multicultural que, dada su 'juventud', presenta una variedad de influencias de todo el mundo. Una de las más evidentes es la nuestra, la española, que se puede ver en muchos aspectos de la cultura estadounidense, incluidos los nombres de muchas ciudades y estados. Hoy repasaremos algunas de esas ciudades (o incluso estados) con nombre español:
Valencia
Hay varios lugares en Estados Unidos que hacen referencia a la Valencia española. Podemos encontrar una en el estado de Pensilvania, a unos 400 kilómetros al noroeste de Washington D.C. en forma de un pequeño pueblo, pero quizá la más conocida sea Valencia como ciudad del condado de Los Ángeles, en el estado de California, conocida por sus comunidades planificadas y el parque temático Six Flags Magic Mountain que ostenta el honor de ser el parque de atracciones con más montañas rusas del mundo. Su nombre, por tanto, lo toma prestado de la ciudad española de Valencia, la tercera ciudad más grande de España.
California
El estado más poblado de EE. UU. y el tercero por superficie. Es hogar de diversos paisajes, desde el desierto de Mojave hasta los bosques de secuoyas y secuoyas, y ciudades llenas de diversas culturas. Evoca a playas doradas y cielos soleados, y es el primer lugar que destacamos por su herencia española. California fue bautizada así por exploradores españoles en el siglo XVI. El nombre se deriva de un lugar imaginario llamado "Califia" mencionado en la novela romántica española "Las Sergas de Esplandián" de Garci Rodríguez de Montalvo, donde se describe como una isla poblada únicamente por mujeres.
Florida
Fue la primera parte de los Estados Unidos continentales visitada por europeos. El explorador español Juan Ponce de León la llamó "La Pascua Florida" en 1513. Eligió este nombre porque vio por primera vez la tierra durante la temporada de Pascua, cuando se acercaba precisamente la Pascua de Resurrección a la que los españoles se referían como "Pascua Florida" (Festival de Flores) en el lenguaje popular. Florida es ahora el tercer estado más poblado de Estados Unidos y atracciones como Walt Disney World Resort en Orlando, atraen a turistas de todo el mundo cada año.
San Antonio
En el centro-sur de Texas encontramos la ciudad de San Antonio que fue nombrada así en 1691 por misioneros españoles que bautizaron esta zona que encontraron en honor a San Antonio de Padua, festividad que se celebra el 13 de junio. La ciudad es famosa por el Álamo, una misión española del siglo XVIII conservada como museo, que conmemora la infame batalla de 1836 por la independencia de Texas de México donde todos los luchadores en favor de la República de Texas murieron, a excepción de dos personas, lo que sirvió de acicate o inspiración para el asalto final que puso fin al movimiento revolucionario.
Los Ángeles
Originalmente llamado "El Pueblo de Nuestra Señora la Reina de los Ángeles del Río de Porciúncula” en 1781 por el gobernador español Felipe de Neve, se convirtió posteriormente en la poderosa metrópolis que es actualmente: es la segunda ciudad más poblada de Estados Unidos y el centro de la industria cinematográfica y televisiva del país. Sus orígenes, sin embargo, se deben a un pueblo de españoles cuyo asentamiento no tenía mas de 45 personas.
San Francisco
La ciudad de San Francisco lleva el nombre de San Francisco de Asís. Fue fundada por colonos españoles en 1776, concretamente por el explorador español nacido en Fronteras, Sonora (Nueva España), Juan Bautista de Anza quien construyó la prisión de San Francisco y fundó una misión en honor a San Francisco de Asís en 1776. La fiebre del oro de California de 1849 posibilitó un rápido crecimiento, convirtiéndola en la ciudad más grande de la costa oeste en ese momento. Qué duda cabe que actualmente San Francisco es otra de las urbes troncales de Estados Unidos.
Monterrey
La que fuera originalmente la capital de Alta California bajo España y México, fue fundada en 1770 por el explorador Gaspar de Portolá, quien le puso el nombre del Conde de Monterrey, entonces virrey de Nueva España. También fundó San Diego. Fue el primer Gobernador de las Californias.
Infornauta- Cybernauta VIP
- Mensajes : 1238
Popularidad : 3507
Reputación : 1571
Fecha de inscripción : 01/12/2012
Localización : Infórmate
Cómo Estados Unidos robó Florida a España: la guerra sucia del presidente Madison
El gobierno de Washington, lejos de agradecer la ayuda de Madrid en su guerra de independencia, fijó inmediatamente como uno de sus objetivos el hacerse con el control de Las Floridas
Durante los trescientos años de dominación española, Florida había sido un territorio muy escasamente poblado, situado en la periferia septentrional del imperio. Por entonces, el territorio se extendía mucho más allá de los límites del actual Estado, dividido entre la Florida Occidental (hoy parte de los Estados de Misisipi, Luisiana y Alabama) y la Florida Oriental (la península que hoy constituye el Estado propiamente dicho). «Las Floridas», en plural, se encontraban en una situación complicada, porque colindaban con las crecientes y mucho más pobladas colonias británicas, que en 1783, gracias a la ayuda española, se convirtieron en los Estados Unidos de América.
El gobierno de Washington, lejos de agradecer la ayuda de Madrid, fijó inmediatamente como uno de sus objetivos el hacerse con el control de Las Floridas, que le darían nuevas tierras para sus colonos y una salida estratégica al Golfo de México y el Caribe.
España resistió durante años las ambiciones estadounidenses, pero la catastrófica situación provocada por la invasión napoleónica en 1808 y el subsiguiente inicio de las guerras de independencia en la América española dieron a Estados Unidos la ocasión perfecta. Aprovechando la debilidad española, el presidente James Madison empleó sin escrúpulos una mezcla de presiones diplomáticas, amenaza militar y operaciones ilegales hasta consumar una invasión encubierta.
En septiembre de 1810, Madison animó a un grupo de colonos estadounidenses introducidos en la Florida Occidental a proclamar la independencia de una supuesta «República de Florida Occidental» separada de España. El ex diplomático estadounidense Fulwar Skipwith fue proclamado primer presidente y los colonos rebeldes consiguieron derrotar a la pequeñísima guarnición española de la ciudad de Baton Rouge, pero cuando intentaron ocupar las ciudades de Pensacola y Mobila fueron rechazados por las tropas leales a España.
Aprovechando el caos, Madison ordenó a sus tropas entrar en el territorio bajo posesión rebelde, que sin oposición alguna fue anexionado a los Estados Unidos en diciembre.
El distrito de Mobila y Pensacola se mantuvo leal a España, pero aislado y sin refuerzos no pudo hacer nada ante la anexión ilegal del resto del territorio. En 1812 estalló una guerra entre Estados Unidos y Gran Bretaña debido a sus rivalidades comerciales. Dado que España estaba en ese momento aliada con el gobierno británico en la lucha contra Napoleón, las autoridades españolas esperaban que aquello pudiese propiciar una intervención británica en defensa de los derechos españoles sobre la Florida Oriental.
Sin embargo, fue todo lo contrario. La guerra sirvió de excusa a Madison para lanzarse a la conquista del resto del territorio alegando que España, por ser una aliada de los británicos, representaba una amenaza para Estados Unidos. En 1813, bajo pretexto de que podía servir para aprovisionar a tropas británicas, un poderoso contingente estadounidense atacó Mobila y pese a que no existía una declaración de guerra entre Estados Unidos y España, obligó a la pequeña guarnición española a capitular, apropiándose de la ciudad. Con ello, toda la Florida Oriental quedaba anexionada a Estados Unidos bajo la ocupación ilegal de su ejército.
En 1815 la expedición británica a Nueva Orleans fue derrotada por las tropas estadounidenses del general Andrew Jackson, acabando con la última esperanza española de recibir ayuda. Londres y Washington firmaron la paz ese mismo año sin que los británicos hiciesen el menor esfuerzo por conseguir la retirada de las tropas estadounidenses del territorio ocupado a España.
El gobierno de Madrid protestó esta invasión ilegal, pero las pocas tropas disponibles se necesitaban para combatir la rebelión en México y el resto de Sudamérica, así que no pudo hacer nada. Durante los siguientes años, los estadounidenses centraron su atención en la Florida Occidental, repitiendo la misma mezcla de presiones y juego sucio hasta conseguir que un arruinado y exhausto gobierno español se la vendiera en 1819 por cinco millones de dólares.
Fuente.
Durante los trescientos años de dominación española, Florida había sido un territorio muy escasamente poblado, situado en la periferia septentrional del imperio. Por entonces, el territorio se extendía mucho más allá de los límites del actual Estado, dividido entre la Florida Occidental (hoy parte de los Estados de Misisipi, Luisiana y Alabama) y la Florida Oriental (la península que hoy constituye el Estado propiamente dicho). «Las Floridas», en plural, se encontraban en una situación complicada, porque colindaban con las crecientes y mucho más pobladas colonias británicas, que en 1783, gracias a la ayuda española, se convirtieron en los Estados Unidos de América.
El gobierno de Washington, lejos de agradecer la ayuda de Madrid, fijó inmediatamente como uno de sus objetivos el hacerse con el control de Las Floridas, que le darían nuevas tierras para sus colonos y una salida estratégica al Golfo de México y el Caribe.
España resistió durante años las ambiciones estadounidenses, pero la catastrófica situación provocada por la invasión napoleónica en 1808 y el subsiguiente inicio de las guerras de independencia en la América española dieron a Estados Unidos la ocasión perfecta. Aprovechando la debilidad española, el presidente James Madison empleó sin escrúpulos una mezcla de presiones diplomáticas, amenaza militar y operaciones ilegales hasta consumar una invasión encubierta.
En septiembre de 1810, Madison animó a un grupo de colonos estadounidenses introducidos en la Florida Occidental a proclamar la independencia de una supuesta «República de Florida Occidental» separada de España. El ex diplomático estadounidense Fulwar Skipwith fue proclamado primer presidente y los colonos rebeldes consiguieron derrotar a la pequeñísima guarnición española de la ciudad de Baton Rouge, pero cuando intentaron ocupar las ciudades de Pensacola y Mobila fueron rechazados por las tropas leales a España.
Aprovechando el caos, Madison ordenó a sus tropas entrar en el territorio bajo posesión rebelde, que sin oposición alguna fue anexionado a los Estados Unidos en diciembre.
El distrito de Mobila y Pensacola se mantuvo leal a España, pero aislado y sin refuerzos no pudo hacer nada ante la anexión ilegal del resto del territorio. En 1812 estalló una guerra entre Estados Unidos y Gran Bretaña debido a sus rivalidades comerciales. Dado que España estaba en ese momento aliada con el gobierno británico en la lucha contra Napoleón, las autoridades españolas esperaban que aquello pudiese propiciar una intervención británica en defensa de los derechos españoles sobre la Florida Oriental.
Sin embargo, fue todo lo contrario. La guerra sirvió de excusa a Madison para lanzarse a la conquista del resto del territorio alegando que España, por ser una aliada de los británicos, representaba una amenaza para Estados Unidos. En 1813, bajo pretexto de que podía servir para aprovisionar a tropas británicas, un poderoso contingente estadounidense atacó Mobila y pese a que no existía una declaración de guerra entre Estados Unidos y España, obligó a la pequeña guarnición española a capitular, apropiándose de la ciudad. Con ello, toda la Florida Oriental quedaba anexionada a Estados Unidos bajo la ocupación ilegal de su ejército.
En 1815 la expedición británica a Nueva Orleans fue derrotada por las tropas estadounidenses del general Andrew Jackson, acabando con la última esperanza española de recibir ayuda. Londres y Washington firmaron la paz ese mismo año sin que los británicos hiciesen el menor esfuerzo por conseguir la retirada de las tropas estadounidenses del territorio ocupado a España.
El gobierno de Madrid protestó esta invasión ilegal, pero las pocas tropas disponibles se necesitaban para combatir la rebelión en México y el resto de Sudamérica, así que no pudo hacer nada. Durante los siguientes años, los estadounidenses centraron su atención en la Florida Occidental, repitiendo la misma mezcla de presiones y juego sucio hasta conseguir que un arruinado y exhausto gobierno español se la vendiera en 1819 por cinco millones de dólares.
Fuente.
¿Sabías Que?- Cybernauta VIP
- Mensajes : 1611
Popularidad : 6324
Reputación : 3557
Fecha de inscripción : 23/11/2012
Estados Unidos reivindica la historia española con una fragata en honor al gran militar Bernardo de Gálvez
La futura fragata estadounidense de misiles guiados clase Constellation, FFG 67, se llamará USS Galvez, en honor al histórico militar español Bernardo de Gálvez (1746-1786). Así lo ha anunciado el secretario de la Armada de Estados Unidos, Carlos del Toro, que se encuentra de visita en España. Estas futuras fragatas de nueva generación darán un renovado impulso ofensivo a la Armada norteamericana. Por lo que se conoce hasta ahora, su diseño está orientado a desarrollar un buque de guerra ágil y multimisión, capaz de realizar operaciones en diferentes ámbitos marítimos. La clase Constellation tendrá capacidad para múltiples misiones: operaciones de guerra aérea, guerra antisubmarina, guerra de superficie, guerra electrónica y de información. Se estima que tendrán unos 150 metros de eslora y estarán equipados con un sistema de combate Aegis Baseline Ten (BL10), más avanzado del que disponen también las fragatas de la clase F-100 españolas.
Sus capacidades incluyen un radar de vigilancia aérea empresarial (EASR), un sistema de lanzamiento vertical Mk 41, sistemas de comunicaciones, contramedidas y capacidad adicional en el área de operaciones de información/guerra electrónica. El futuro USS Constellation (FFG 62), el barco líder de la clase, comenzó a construirse en septiembre de 2022.
El secretario de la Armada estadounidense ha anunciado el bautizo de la nueva fragata con nombre español en agradecimiento al apoyo que el militar y político español prestó para la independencia de EE.UU. siendo gobernador de Luisiana. Las embajadoras Julissa Reynoso y Ángeles Moreno Bau ejercerán de «madrinas» de este nuevo buque.
Por su parte, el jefe del Estado Mayor de la Armada española, Antonio Piñero, expresó su «profundo agradecimiento» por este «destacado reconocimiento», un «testimonio de las excelentes relaciones».
El futuro USS Galvez, el sexto de las nuevas fragatas de clase Constellation, fue apropiado en 2024. Los otros barcos de la clase son USS Constellation (FFG 62), USS Congress (FFG 63), USS Chesapeake (FFG 64), USS Lafayette. (FFG 65) y USS Hamilton (FFG 66).
La Real Academia de la Historia dispone en su página web de una amplia semblanza histórica del gran militar español Bernardo de Gálvez, en la que subraya que, a ejemplo de su padre, eligió muy joven la profesión de las armas. Capítulo destacado merece su papel en Luisiana. En 1779, Gálvez fue ascendido a brigadier y nombrado gobernador en propiedad de Luisiana. Los ingleses se preparaban para atacar Nueva Orleans. El 21 de junio tuvo lugar la declaración formal de guerra del rey Carlos III al rey de Gran Bretaña. Gálvez decidió «tomar la ofensiva y sorprender a los ingleses en sus puestos y fortificaciones», tal y como relata la RAH. Otra de sus grandes gestas fue tomar por sorpresa los puestos ingleses del bajo Mississippi. En 1780, Gálvez dirigió las operaciones militares contra las plazas fuertes de Mobila y Panzacola, llaves del dominio británico en el golfo de México.
>Link.
Sus capacidades incluyen un radar de vigilancia aérea empresarial (EASR), un sistema de lanzamiento vertical Mk 41, sistemas de comunicaciones, contramedidas y capacidad adicional en el área de operaciones de información/guerra electrónica. El futuro USS Constellation (FFG 62), el barco líder de la clase, comenzó a construirse en septiembre de 2022.
El secretario de la Armada estadounidense ha anunciado el bautizo de la nueva fragata con nombre español en agradecimiento al apoyo que el militar y político español prestó para la independencia de EE.UU. siendo gobernador de Luisiana. Las embajadoras Julissa Reynoso y Ángeles Moreno Bau ejercerán de «madrinas» de este nuevo buque.
Por su parte, el jefe del Estado Mayor de la Armada española, Antonio Piñero, expresó su «profundo agradecimiento» por este «destacado reconocimiento», un «testimonio de las excelentes relaciones».
El futuro USS Galvez, el sexto de las nuevas fragatas de clase Constellation, fue apropiado en 2024. Los otros barcos de la clase son USS Constellation (FFG 62), USS Congress (FFG 63), USS Chesapeake (FFG 64), USS Lafayette. (FFG 65) y USS Hamilton (FFG 66).
La Real Academia de la Historia dispone en su página web de una amplia semblanza histórica del gran militar español Bernardo de Gálvez, en la que subraya que, a ejemplo de su padre, eligió muy joven la profesión de las armas. Capítulo destacado merece su papel en Luisiana. En 1779, Gálvez fue ascendido a brigadier y nombrado gobernador en propiedad de Luisiana. Los ingleses se preparaban para atacar Nueva Orleans. El 21 de junio tuvo lugar la declaración formal de guerra del rey Carlos III al rey de Gran Bretaña. Gálvez decidió «tomar la ofensiva y sorprender a los ingleses en sus puestos y fortificaciones», tal y como relata la RAH. Otra de sus grandes gestas fue tomar por sorpresa los puestos ingleses del bajo Mississippi. En 1780, Gálvez dirigió las operaciones militares contra las plazas fuertes de Mobila y Panzacola, llaves del dominio británico en el golfo de México.
>Link.
Infornauta- Cybernauta VIP
- Mensajes : 1238
Popularidad : 3507
Reputación : 1571
Fecha de inscripción : 01/12/2012
Localización : Infórmate
El pueblo de Andalucía que es el único de España que celebra el Día de la Independencia de Estados Unidos
Estados Unidos celebró el jueves 4 de Julio el Día de la Independencia, una fecha que también es importante en una zona del sur de España
El 4 de julio de 1776 se firmó la Declaración de Independencia de los Estados Unidos. Por ese motivo, cada año el país celebra su fiesta nacional. Un año antes, en 1775, las trece colonias de América del Norte buscaban conseguir separarse de la Corona Británica, lo que originó la Guerra de Independencia Americana. Esta duró hasta 1781. A raíz de esto, España le declaró la guerra a Inglaterra en 1781 en favor de las colonias.
Además de algunas de las figuras más importantes de este conflicto como George Washington o Benjamin Franklin, hubo ciudadanos importantes en él, uno concretamente, Bernardo de Gálvez, un malagueño nacido en Macharaviaya. Este es un pequeño pueblo de tan solo 500 habitantes en el que se celebra también la independencia americana.
En el momento en el que España tomó parte en la guerra posicionándose a favor de los estadounidenses, Bernardo de Gálvez era Jefe del Regimiento de Luisiana. Desde ahí ayudó al ejército dirigido por el primer presidente de los Estados Unidos, George Washington. Manuel Olmedo es el actual Vicepresidente de la Asociación Bernardo de Gálvez en Macharaviaya y esta tarde ha contado en La Linterna que los triunfos sobre los ingleses "fueron muy importantes para cubrir las espaldas de Washington" a quien "pretendían atacar bajando por el Río Misisipi".
Bernardo de Gálvez consiguió ganar todas las batallas en las que luchó, aunque salió herido en cinco de ellas. Fueron muchos los territorios que logró conquistar como, por ejemplo, Pensacola, ahora ciudad de Florida; también la región de Mobile, perteneciente al Estado de Alabama. Pero lo más importante es que logró expulsar a los ingleses del Golfo de México, una pieza clave para todo lo que conllevaba este conflicto.
Es por este motivo por el que Macharaviaya, en Málaga, celebra esta fiesta principalmente americana haciendo también una multitudinaria recreación. José Gálvez, Presidente de la Asociación de Granaderos y Damas de Macharaviaya, ha dado todos los detalles sobre ella a Ángel Expósito. Tras más de 13 años conmemorando este hecho, aun resulta complicado encontrar el atuendo adecuado reconoce Gálvez, quien va vestido de mariscal con un traje que le hizo una modista de Málaga y un sombrero comprado en Londres. Muchos otros "se lo compraron en Venecia". Mientras tanto, las mujeres van vestidas de época, algo "muy riguroso".
Tal es el hermanamiento que existe entre el pueblo malagueño y Pensacola que, desde el año 2011, el Alcalde de la localidad de Florida viaja hasta a España para presenciar la celebración. Esta consigue congregar a más de 2.000 personas. Puede que esto se deba a los múltiples actos que allí tienen lugar. "Hay obra de teatro y luego se representa lo que es la Batalla de Pensacola", aclaraba Gálvez. Todo tiene lugar en la plaza de la iglesia, aunque se destinan otras zonas a la restauración comida americana, música y mucho más.
Raúl Palomero, dueño junto a su mujer del único bar en el pueblo, lo confirmaba. Ambos dan de comer a muchísima gente, lo que hace que "la terraza la tenemos reservada desde febrero". Es por ello por lo que, aunque que pertenezcan a la orden, "no nos podemos vestir porque trabajamos", finalizaba.
El 4 de julio de 1776 se firmó la Declaración de Independencia de los Estados Unidos. Por ese motivo, cada año el país celebra su fiesta nacional. Un año antes, en 1775, las trece colonias de América del Norte buscaban conseguir separarse de la Corona Británica, lo que originó la Guerra de Independencia Americana. Esta duró hasta 1781. A raíz de esto, España le declaró la guerra a Inglaterra en 1781 en favor de las colonias.
Además de algunas de las figuras más importantes de este conflicto como George Washington o Benjamin Franklin, hubo ciudadanos importantes en él, uno concretamente, Bernardo de Gálvez, un malagueño nacido en Macharaviaya. Este es un pequeño pueblo de tan solo 500 habitantes en el que se celebra también la independencia americana.
¿Quién fue Bernardo de Gálvez?
En el momento en el que España tomó parte en la guerra posicionándose a favor de los estadounidenses, Bernardo de Gálvez era Jefe del Regimiento de Luisiana. Desde ahí ayudó al ejército dirigido por el primer presidente de los Estados Unidos, George Washington. Manuel Olmedo es el actual Vicepresidente de la Asociación Bernardo de Gálvez en Macharaviaya y esta tarde ha contado en La Linterna que los triunfos sobre los ingleses "fueron muy importantes para cubrir las espaldas de Washington" a quien "pretendían atacar bajando por el Río Misisipi".
Bernardo de Gálvez consiguió ganar todas las batallas en las que luchó, aunque salió herido en cinco de ellas. Fueron muchos los territorios que logró conquistar como, por ejemplo, Pensacola, ahora ciudad de Florida; también la región de Mobile, perteneciente al Estado de Alabama. Pero lo más importante es que logró expulsar a los ingleses del Golfo de México, una pieza clave para todo lo que conllevaba este conflicto.
La celebración por todo lo alto de Macharaviaya
Es por este motivo por el que Macharaviaya, en Málaga, celebra esta fiesta principalmente americana haciendo también una multitudinaria recreación. José Gálvez, Presidente de la Asociación de Granaderos y Damas de Macharaviaya, ha dado todos los detalles sobre ella a Ángel Expósito. Tras más de 13 años conmemorando este hecho, aun resulta complicado encontrar el atuendo adecuado reconoce Gálvez, quien va vestido de mariscal con un traje que le hizo una modista de Málaga y un sombrero comprado en Londres. Muchos otros "se lo compraron en Venecia". Mientras tanto, las mujeres van vestidas de época, algo "muy riguroso".
Tal es el hermanamiento que existe entre el pueblo malagueño y Pensacola que, desde el año 2011, el Alcalde de la localidad de Florida viaja hasta a España para presenciar la celebración. Esta consigue congregar a más de 2.000 personas. Puede que esto se deba a los múltiples actos que allí tienen lugar. "Hay obra de teatro y luego se representa lo que es la Batalla de Pensacola", aclaraba Gálvez. Todo tiene lugar en la plaza de la iglesia, aunque se destinan otras zonas a la restauración comida americana, música y mucho más.
Raúl Palomero, dueño junto a su mujer del único bar en el pueblo, lo confirmaba. Ambos dan de comer a muchísima gente, lo que hace que "la terraza la tenemos reservada desde febrero". Es por ello por lo que, aunque que pertenezcan a la orden, "no nos podemos vestir porque trabajamos", finalizaba.
Cybernauta- Co-Administrador
- Mensajes : 1394
Popularidad : 5233
Reputación : 2799
Fecha de inscripción : 24/11/2012
Dragones de cuera: los soldados del Imperio español en el salvaje Oeste
A menudo olvidados por la historia, estos soldados dominaron el suroeste de Norteamérica y dejaron su rica herencia en los actuales Estados Unidos.
En las vastas y áridas tierras que hoy conforman el suroeste de los Estados Unidos, una vez patrullaron los misteriosos y casi olvidados dragones de cuera. Estos soldados, parte esencial del Imperio español en América del Norte, defendieron fronteras y forjaron alianzas en territorios que se extienden desde California hasta Texas. Su historia, tejida entre desafíos y gestas, refleja la complejidad y el alcance de la expansión española en un continente lleno de riquezas y conflictos. A través de su relato, redescubrimos una pieza clave del intrincado mosaico que conforma el pasado norteamericano donde, sí, también hubo presencia española.
Los dragones de cuera eran unidades de caballería ligeras del ejército español, diseñadas específicamente para la defensa y el patrullaje de los extensos y peligrosos territorios de la Nueva España. Establecidos en el siglo XVIII, estos soldados combinaban habilidades de caballería con tácticas de infantería, adecuadas para hacer frente tanto a las inclemencias del enorme territorio como a las amenazas de tribus nativas hostiles. Su nombre, "de cuera", proviene de la característica cuera, un abrigo de cuero resistente a las flechas. Los dragones estaban dispersos a lo largo de una frontera que se extendía desde las actuales Texas, Arizona y California, hasta partes de Nevada y Kansas, cubriendo algunos de los terrenos más hostiles de América del Norte. Su presencia era vital para proteger las rutas comerciales, misiones y asentamientos españoles contra incursiones y revueltas.
La vestimenta de los dragones de cuera era emblemática y funcional, adaptada a las duras condiciones del territorio que patrullaban. Su prenda más distintiva, la "cuera", era un abrigo largo sin mangas hecho de hasta siete capas de cuero, diseñado para ofrecer protección contra las flechas indígenas. Este abrigo era complementado por un sombrero de ala ancha, pantalones de cuero y botas robustas, preparando a los dragones para el clima extremo y el terreno accidentado.
En cuanto al armamento, los dragones de cuera estaban equipados de manera distinta al ejército regular español. Portaban una combinación de armas ligeras y pesadas que incluían lanzas, escudos de cuero, espadas anchas adaptadas al combate cuerpo a cuerpo y carabinas para ataques a distancia. Esta diversidad en el armamento reflejaba su rol especializado de fuerza móvil y adaptable, capaz de enfrentar tanto a combatientes a pie como a caballo, crucial para su efectividad en la defensa de las fronteras del Imperio español.
Ser un dragón de cuera requería cumplir con criterios estrictos y un fuerte compromiso de honor, vital para la supervivencia y efectividad en las duras fronteras de la Nueva España. Los candidatos debían tener al menos 16 años de edad, una estatura mínima de 150 cm, estar sanos, ser católicos y libres de pecados graves.
El reclutamiento de los dragones de cuera era voluntario, atrayendo a una mezcla diversa de españoles, criollos, mestizos, indios hispanizados y esclavos liberados, reflejo de la heterogeneidad cultural de los territorios que patrullaban. Esta diversidad no solo fortalecía su capacidad de adaptación y supervivencia en ambientes variados, sino que también fomentaba una rica interacción cultural dentro de las unidades, crucial para su éxito en las fronteras del Imperio español.
Los dragones de cuera jugaron un papel central en la gestión y a veces en la confrontación con tribus nativas como los apaches y los comanches, que representaban constantes desafíos para la expansión y seguridad de los asentamientos españoles. Estas interacciones oscilaban entre la diplomacia y el conflicto armado, siendo la caballería y las habilidades de los dragones cruciales en ambos escenarios.
Uno de los eventos más significativos fue la emboscada a Cuerno Verde en 1779, donde el gobernador Juan Bautista de Anza lideró a 150 dragones de cuera en un ataque sorpresa contra el líder comanche, Cuerno Verde, y sus guerreros. Este enfrentamiento, que culminó con la muerte de Cuerno Verde, marcó un punto de inflexión en las relaciones, llevando a tratados de paz que estabilizarían temporalmente la región. Esta victoria no solo consolidó la presencia española en el territorio, sino que también demostró la habilidad estratégica y el valor de los dragones de cuera en las complejas dinámicas de la frontera norteamericana.
Con la independencia de México en 1821, el control de los territorios patrullados por los dragones de cuera pasó de España a México, y posteriormente a Estados Unidos tras la guerra mexicano-americana. Este cambio de poder diluyó la memoria de los dragones en la narrativa histórica, eclipsados por figuras más prominentes en la historia de Estados Unidos. A menudo marginados en los relatos populares, el legado de los dragones de cuera como custodios tempranos de turbulentos territorios es un recordatorio de la rica y compleja historia de la presencia española en América del Norte.
La historia de los dragones de cuera ilumina una faceta poco reconocida pero fundamental de la historia norteamericana, destacando la temprana y extensa influencia española en lo que hoy es Estados Unidos. Recordar a estos soldados enriquece nuestro conocimiento del pasado y nos ayuda a valorar la diversidad y la complejidad de los procesos históricos que han formado la nación.
En las vastas y áridas tierras que hoy conforman el suroeste de los Estados Unidos, una vez patrullaron los misteriosos y casi olvidados dragones de cuera. Estos soldados, parte esencial del Imperio español en América del Norte, defendieron fronteras y forjaron alianzas en territorios que se extienden desde California hasta Texas. Su historia, tejida entre desafíos y gestas, refleja la complejidad y el alcance de la expansión española en un continente lleno de riquezas y conflictos. A través de su relato, redescubrimos una pieza clave del intrincado mosaico que conforma el pasado norteamericano donde, sí, también hubo presencia española.
¿Qué era los dragones de cuera?
Los dragones de cuera eran unidades de caballería ligeras del ejército español, diseñadas específicamente para la defensa y el patrullaje de los extensos y peligrosos territorios de la Nueva España. Establecidos en el siglo XVIII, estos soldados combinaban habilidades de caballería con tácticas de infantería, adecuadas para hacer frente tanto a las inclemencias del enorme territorio como a las amenazas de tribus nativas hostiles. Su nombre, "de cuera", proviene de la característica cuera, un abrigo de cuero resistente a las flechas. Los dragones estaban dispersos a lo largo de una frontera que se extendía desde las actuales Texas, Arizona y California, hasta partes de Nevada y Kansas, cubriendo algunos de los terrenos más hostiles de América del Norte. Su presencia era vital para proteger las rutas comerciales, misiones y asentamientos españoles contra incursiones y revueltas.
Vestimenta y armamento
La vestimenta de los dragones de cuera era emblemática y funcional, adaptada a las duras condiciones del territorio que patrullaban. Su prenda más distintiva, la "cuera", era un abrigo largo sin mangas hecho de hasta siete capas de cuero, diseñado para ofrecer protección contra las flechas indígenas. Este abrigo era complementado por un sombrero de ala ancha, pantalones de cuero y botas robustas, preparando a los dragones para el clima extremo y el terreno accidentado.
En cuanto al armamento, los dragones de cuera estaban equipados de manera distinta al ejército regular español. Portaban una combinación de armas ligeras y pesadas que incluían lanzas, escudos de cuero, espadas anchas adaptadas al combate cuerpo a cuerpo y carabinas para ataques a distancia. Esta diversidad en el armamento reflejaba su rol especializado de fuerza móvil y adaptable, capaz de enfrentar tanto a combatientes a pie como a caballo, crucial para su efectividad en la defensa de las fronteras del Imperio español.
La vida al servicio del Imperio español
Ser un dragón de cuera requería cumplir con criterios estrictos y un fuerte compromiso de honor, vital para la supervivencia y efectividad en las duras fronteras de la Nueva España. Los candidatos debían tener al menos 16 años de edad, una estatura mínima de 150 cm, estar sanos, ser católicos y libres de pecados graves.
El reclutamiento de los dragones de cuera era voluntario, atrayendo a una mezcla diversa de españoles, criollos, mestizos, indios hispanizados y esclavos liberados, reflejo de la heterogeneidad cultural de los territorios que patrullaban. Esta diversidad no solo fortalecía su capacidad de adaptación y supervivencia en ambientes variados, sino que también fomentaba una rica interacción cultural dentro de las unidades, crucial para su éxito en las fronteras del Imperio español.
Batallas claves
Los dragones de cuera jugaron un papel central en la gestión y a veces en la confrontación con tribus nativas como los apaches y los comanches, que representaban constantes desafíos para la expansión y seguridad de los asentamientos españoles. Estas interacciones oscilaban entre la diplomacia y el conflicto armado, siendo la caballería y las habilidades de los dragones cruciales en ambos escenarios.
Uno de los eventos más significativos fue la emboscada a Cuerno Verde en 1779, donde el gobernador Juan Bautista de Anza lideró a 150 dragones de cuera en un ataque sorpresa contra el líder comanche, Cuerno Verde, y sus guerreros. Este enfrentamiento, que culminó con la muerte de Cuerno Verde, marcó un punto de inflexión en las relaciones, llevando a tratados de paz que estabilizarían temporalmente la región. Esta victoria no solo consolidó la presencia española en el territorio, sino que también demostró la habilidad estratégica y el valor de los dragones de cuera en las complejas dinámicas de la frontera norteamericana.
Soldados olvidados
Con la independencia de México en 1821, el control de los territorios patrullados por los dragones de cuera pasó de España a México, y posteriormente a Estados Unidos tras la guerra mexicano-americana. Este cambio de poder diluyó la memoria de los dragones en la narrativa histórica, eclipsados por figuras más prominentes en la historia de Estados Unidos. A menudo marginados en los relatos populares, el legado de los dragones de cuera como custodios tempranos de turbulentos territorios es un recordatorio de la rica y compleja historia de la presencia española en América del Norte.
La historia de los dragones de cuera ilumina una faceta poco reconocida pero fundamental de la historia norteamericana, destacando la temprana y extensa influencia española en lo que hoy es Estados Unidos. Recordar a estos soldados enriquece nuestro conocimiento del pasado y nos ayuda a valorar la diversidad y la complejidad de los procesos históricos que han formado la nación.
Cybernauta- Co-Administrador
- Mensajes : 1394
Popularidad : 5233
Reputación : 2799
Fecha de inscripción : 24/11/2012
Un historiador explica por qué en Estados Unidos no se estudia y se obvia la presencia española en el país: “No es casualidad”
Alberto G. Ibáñez, autor de 'La Leyenda Negra, historia del odio a España', explica en 'La Linterna' los motivos del silencio hacia los españoles en Estados Unidos
12 de octubre de 1492. Ni siquiera hace falta que te expliquemos nada más porque, con esa fecha, sabes a qué nos referimos. Por supuesto, el día en el que la historia cambió para siempre: el descubrimiento de América por Cristóbal Colón.
Decimos que cambió la historia porque, a partir de ese momento, no solo se evidenció que la Tierra era redonda, sino que el mundo amplió sus horizontes.
Ni falta hace que te expliquemos qué es lo que supuso, pero por resumir, y por ir al grano en nuestro tema del día, sabrás que supuso una presencia hispana ingente en el continente americano.
Normalmente, asociamos esa presencia española en América del Sur, y es una de las razones de que compartamos cultura similar y, por supuesto, el idioma. Y aunque desde ciertos sectores se intente cambiar el relato para intentar hacer quedar a los españoles de villanos, la realidad es que, sin la conquista española, muchos de los países no serían lo que son hoy.
Sin embargo, tendemos a olvidar la presencia española en lo que son hoy los Estados Unidos de América, y no en vano tienen estados como Florida o California que responden a nombres españoles.
Una presencia en la potencia más poderosa del mundo que tiende a obviarse, empezando por los propios ciudadanos.
La presencia española en Estados Unidos
Nombres como Ponce de León, descubridor de Florida, o Hernado de Soto deberían sonarnos por su sonada presencia en Estados Unidos, especialmente, en la parte sur del país.
Ellos, con sus gestas, lograron dejar una impronta que se ha convertido en todo un legado en el país, base de construcción de lo que son hoy. Sin embargo, ¿por qué a muchos ni les suenan estos nombres? ¿Por qué en USA hay ciudades como San Diego, Los Ángeles, Nevada?
Es lo que le preguntamos al escritor y ensayista Alberto G. Ibáñez, autor de 'La Leyenda Negra, historia del odio a España'.
Él sabe que la huella de España en Estados Unidos es más profunda de lo que se piensa y sabemos. Si no hubiera existido España, no existiría EE.UU.
“Todos los pioneros españoles fueron una hazaña que no es comparable. Lo hacían con pocos medios, ahora hay caminos nacionales en Estados Unidos que responden a los de estos pioneros. Crearon una red de presidios, guarniciones, que ha dado lugar a San Diego, Los Ángeles. Las que tienen nombre español, no por casualidad” contaba.
Una parte española más que fundamental en los Estados Unidos. “Las crónicas de estos personajes, adentrándose en lo desconocido pactando con los indígenas (ahí sobreviven los indígenas, en la parte española), son de bravura impresionante. Jerónimo hablaba español y estaba bautizado” comenzaba diciendo.
“Fue menos violenta que en el sur, que tampoco fue tan violenta, hubo pacto y acuerdo por eso sobreviven en la parte en la que los españoles estuvieron” expresaba.
La parte española, silenciada en Estados Unidos
¿Sabías que el Cañón del Colorado fue descubierto por un extremeño? Pues sí, por García López de Cárdenas. Sin embargo, su nombre ha sido silenciado. “Es un descubrimiento que no tiene el nombre como Livingstone, no está acuñado el del descubridor” decía.
“En Estados Unidos ha habido una operación de borrado de su pasado hispano, una mala conciencia porque saben que ha sido más tiempo español que estadounidense” comenzaba diciendo.
Una actitud que, dice, está empezando a cambiar. “Lo están recuperando ahora, pero está todavía por descubrir. Hay tantas cosas que es una labor que están haciendo, pero supone cambiar el relato” expresaba.
“Si hubiera seguido siendo mexicano, el oro de California o petróleo de Texas sería mexicano hoy en día. Estados Unidos, aunque no lo reconozca, debe su riqueza a ese pasado español conquistado a través del Tratado Guadalupe Hidalgo” explicaba.
Gran Cañón del Colorado
Él sabe que, de tantos años de imperio, hubo épocas no tan buenas para los españoles, como al perder la Florida. “Perdimos territorio, había imagen de debilidad y no podíamos estar a tantos frentes. Estaba siendo conquistada España por Napoléon, con los reyes secuestrados, Riego se quedó en América, otras potencias nos veían con tremendo deseo” expresaba.
“California fue un deseo de Cortés, se quería ir por la costa y se tuvo que defender palmo a palmo. Hoy es el Silicon Valley de EEUU, todo es español, riquísimo. Lo hicieron los españoles con militares a pie y misioneros, gente con un valor impresionante, es increíble que lo hayamos perdido hoy” sentenciaba.
Fuente.
12 de octubre de 1492. Ni siquiera hace falta que te expliquemos nada más porque, con esa fecha, sabes a qué nos referimos. Por supuesto, el día en el que la historia cambió para siempre: el descubrimiento de América por Cristóbal Colón.
Decimos que cambió la historia porque, a partir de ese momento, no solo se evidenció que la Tierra era redonda, sino que el mundo amplió sus horizontes.
Ni falta hace que te expliquemos qué es lo que supuso, pero por resumir, y por ir al grano en nuestro tema del día, sabrás que supuso una presencia hispana ingente en el continente americano.
Normalmente, asociamos esa presencia española en América del Sur, y es una de las razones de que compartamos cultura similar y, por supuesto, el idioma. Y aunque desde ciertos sectores se intente cambiar el relato para intentar hacer quedar a los españoles de villanos, la realidad es que, sin la conquista española, muchos de los países no serían lo que son hoy.
Sin embargo, tendemos a olvidar la presencia española en lo que son hoy los Estados Unidos de América, y no en vano tienen estados como Florida o California que responden a nombres españoles.
Una presencia en la potencia más poderosa del mundo que tiende a obviarse, empezando por los propios ciudadanos.
La presencia española en Estados Unidos
Nombres como Ponce de León, descubridor de Florida, o Hernado de Soto deberían sonarnos por su sonada presencia en Estados Unidos, especialmente, en la parte sur del país.
Ellos, con sus gestas, lograron dejar una impronta que se ha convertido en todo un legado en el país, base de construcción de lo que son hoy. Sin embargo, ¿por qué a muchos ni les suenan estos nombres? ¿Por qué en USA hay ciudades como San Diego, Los Ángeles, Nevada?
Es lo que le preguntamos al escritor y ensayista Alberto G. Ibáñez, autor de 'La Leyenda Negra, historia del odio a España'.
Él sabe que la huella de España en Estados Unidos es más profunda de lo que se piensa y sabemos. Si no hubiera existido España, no existiría EE.UU.
“Todos los pioneros españoles fueron una hazaña que no es comparable. Lo hacían con pocos medios, ahora hay caminos nacionales en Estados Unidos que responden a los de estos pioneros. Crearon una red de presidios, guarniciones, que ha dado lugar a San Diego, Los Ángeles. Las que tienen nombre español, no por casualidad” contaba.
Una parte española más que fundamental en los Estados Unidos. “Las crónicas de estos personajes, adentrándose en lo desconocido pactando con los indígenas (ahí sobreviven los indígenas, en la parte española), son de bravura impresionante. Jerónimo hablaba español y estaba bautizado” comenzaba diciendo.
“Fue menos violenta que en el sur, que tampoco fue tan violenta, hubo pacto y acuerdo por eso sobreviven en la parte en la que los españoles estuvieron” expresaba.
La parte española, silenciada en Estados Unidos
¿Sabías que el Cañón del Colorado fue descubierto por un extremeño? Pues sí, por García López de Cárdenas. Sin embargo, su nombre ha sido silenciado. “Es un descubrimiento que no tiene el nombre como Livingstone, no está acuñado el del descubridor” decía.
“En Estados Unidos ha habido una operación de borrado de su pasado hispano, una mala conciencia porque saben que ha sido más tiempo español que estadounidense” comenzaba diciendo.
Una actitud que, dice, está empezando a cambiar. “Lo están recuperando ahora, pero está todavía por descubrir. Hay tantas cosas que es una labor que están haciendo, pero supone cambiar el relato” expresaba.
“Si hubiera seguido siendo mexicano, el oro de California o petróleo de Texas sería mexicano hoy en día. Estados Unidos, aunque no lo reconozca, debe su riqueza a ese pasado español conquistado a través del Tratado Guadalupe Hidalgo” explicaba.
Gran Cañón del Colorado
Él sabe que, de tantos años de imperio, hubo épocas no tan buenas para los españoles, como al perder la Florida. “Perdimos territorio, había imagen de debilidad y no podíamos estar a tantos frentes. Estaba siendo conquistada España por Napoléon, con los reyes secuestrados, Riego se quedó en América, otras potencias nos veían con tremendo deseo” expresaba.
“California fue un deseo de Cortés, se quería ir por la costa y se tuvo que defender palmo a palmo. Hoy es el Silicon Valley de EEUU, todo es español, riquísimo. Lo hicieron los españoles con militares a pie y misioneros, gente con un valor impresionante, es increíble que lo hayamos perdido hoy” sentenciaba.
Fuente.
¿Sabías Que?- Cybernauta VIP
- Mensajes : 1611
Popularidad : 6324
Reputación : 3557
Fecha de inscripción : 23/11/2012
Página 2 de 2. • 1, 2
Temas similares
» Hasta los ingleses desmienten la 'Leyenda Negra
» LO QUE NUNCA TE CONTARÁN EN RADIO NI TELEVISIÓN
» Las siete profecías mayas desatan la histeria entre los místicos del planeta
» ¿Descubrieron los españoles también la Antártida?
» El planeta tierra eres tú también
» LO QUE NUNCA TE CONTARÁN EN RADIO NI TELEVISIÓN
» Las siete profecías mayas desatan la histeria entre los místicos del planeta
» ¿Descubrieron los españoles también la Antártida?
» El planeta tierra eres tú también
Página 2 de 2.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.