Esperando a Godot
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Esperando a Godot
Esperando a Godot es una obra perteneciente al teatro del absurdo, escrita a finales de los años 40 por Samuel Beckett y publicada en 1952 por Éditions de Minuit. Beckett escribió la obra originalmente en francés, su segunda lengua. La traducción al inglés fue realizada por el mismo Beckett y publicada en 1955.
La obra se divide en dos actos, y en ambos aparecen dos vagabundos llamados Vladimir y Estragon que esperan en vano junto a un camino a un tal Godot, con quien (quizás) tienen alguna cita. El público nunca llega a saber quién es Godot, o qué tipo de asunto han de tratar con él. En cada acto, aparecen el cruel Pozzo y su esclavo Lucky (en inglés, afortunado), seguidos de un muchacho que hace llegar el mensaje a Vladimir y Estragon de que Godot no vendrá hoy, "pero mañana seguro que sí".
Esta trama, que intencionalmente no tiene ningún hecho relevante y es altamente repetitiva, simboliza el tedio y la carencia de significado de la vida humana, tema recurrente del existencialismo. Una interpretación extendida del misteriosamente ausente Godot es que representa a Dios (en inglés: God), aunque Beckett siempre negó esto. Como nombre propio, Godot puede ser un derivado de diferentes verbos franceses. Beckett afirmó que derivaba de godillot, que en jerga francesa significa bota. El título podría entonces sugerir que los personajes están "esperando a la bota".
Por eso Godot representa a ese algo, o alguien , que forma parte de nuestros sueños, de nuestras ilusiones, sería la representación de la esperanza, del deseo de que algo cambie en nuestras vidas, y si bien es esquivo y demora en llegar, volvemos a diario a esperar, con renovadas fuerzas, significa el tesón y la fe puestos al servicio de que algo va a cambiar nuestra existencia. En el fondo de nuestros corazones, todos esperamos a Godot, aunque a veces no nos damos cuenta.
La obra se divide en dos actos, y en ambos aparecen dos vagabundos llamados Vladimir y Estragon que esperan en vano junto a un camino a un tal Godot, con quien (quizás) tienen alguna cita. El público nunca llega a saber quién es Godot, o qué tipo de asunto han de tratar con él. En cada acto, aparecen el cruel Pozzo y su esclavo Lucky (en inglés, afortunado), seguidos de un muchacho que hace llegar el mensaje a Vladimir y Estragon de que Godot no vendrá hoy, "pero mañana seguro que sí".
Esta trama, que intencionalmente no tiene ningún hecho relevante y es altamente repetitiva, simboliza el tedio y la carencia de significado de la vida humana, tema recurrente del existencialismo. Una interpretación extendida del misteriosamente ausente Godot es que representa a Dios (en inglés: God), aunque Beckett siempre negó esto. Como nombre propio, Godot puede ser un derivado de diferentes verbos franceses. Beckett afirmó que derivaba de godillot, que en jerga francesa significa bota. El título podría entonces sugerir que los personajes están "esperando a la bota".
Por eso Godot representa a ese algo, o alguien , que forma parte de nuestros sueños, de nuestras ilusiones, sería la representación de la esperanza, del deseo de que algo cambie en nuestras vidas, y si bien es esquivo y demora en llegar, volvemos a diario a esperar, con renovadas fuerzas, significa el tesón y la fe puestos al servicio de que algo va a cambiar nuestra existencia. En el fondo de nuestros corazones, todos esperamos a Godot, aunque a veces no nos damos cuenta.
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