San Francisco es la primera ciudad en prohibir la venta de agua embotellada

El martes, 4 de marzo, la ciudad de San Francisco se convirtió en la primera ciudad en prohibir la venta de agua embotellada en propiedad pública, la decisión tomó nueve meses. Estiman que la medida afectará a vendedores en parques, camiones de comida, ferias locales y centros de convenciones. Se harán excepciones si no hay fuentes de agua en la cercanía.

Medidas similares ya se habían tomado en los parques nacionales de E.U.A y en algunas universidades. Se trata de reducir los desechos plásticos del país. “No fue sino hasta la década de los noventa que la industria del agua embotellada —que ahora vale $60 mil millones dólares— creció enormemente gracias la mercadotecnia en masa y campañas de distribución. Esta legislación es un manera mucho más activa de reducir el desperdicio de botellas de plástico.” Aquellos que violen la ley podrán pagar multas de hasta mil dólares. La ciudad busca producir “cero desperdicios” para el año 2020.

Por su parte un vocero de Coca-Cola y Pepsi declaró que: “Esto no es más que una solución que busca un problema. Para reducir los desperdicios, el gobierno ha tomado medidas erróneas en una ciudad donde todos reciclan.”

La iniciativa busca inspirar a otros a no utilizar botellas de plástico, y en vez en llevar botellas reusables consigo, una acción simple que todos deberíamos imitar. Salud

Para reducir el uso de bolsas de plástico es necesario "un poco de pedagogía, un poco de conciencia ciudadana, la reutilización o utilizar las que valen como compostaje en tu propio jardín o en una planta de tratamiento". El eurodiputado socialista Andrés Perelló, en una entrevista con Efe, se refirió al problema ambiental que crean las bolsas de plástico y a las dificultades a la hora de reutilizarlas o tratarlas.

La comisión de Medio Ambiente del PE ha aprobado un proyecto de informe con el que se persigue reducir el uso de las bolsas de plástico en un 80 % hasta 2019.

Según Perello, en España hay regiones, como la Comunidad Valenciana, que no pueden reciclar las bolsas de plástico compostable, tal y como propone el Parlamento Europeo (PE), porque carece de plantas de compostaje.

El eurodiputado destacó que "si tuviésemos plantas de compostaje (y citó el caso de la Comunidad Valenciana por ser el que mejor conoce), las bolsas de plástico que ya son compostables al 100 % estarían tratándose y servirían para hacer compost".

"Estamos reduciendo el nivel de bolsas de plástico porque la gente quiere pagar menos y algunos han optado por las reutilizables, pero el gobierno valenciano no se ha preocupado de las plantas de compostaje", aseguró Perelló, circunstancia que ha generado, a su juicio, "saturación de vertederos y falta de tratamiento".

En España, a juicio del eurodiputado, "estamos bastante avanzados con respecto a la reducción de bolsas de plástico, mucho más que otros países del sur de la UE o del este".

De hecho, los fabricantes han notado en los tres últimos años una reducción que les ha llevado al 70 % de la producción.

Según el eurodiputado, el problema de las bolsas de plástico es uno de los más importantes a los que se enfrenta la política ambiental "en la medida en que somos muchos los ciudadanos que vamos a comprar".

"Las bolsas de plástico crean un gran problema medioambiental porque uno se encuentra campos enteros de bolsas en áreas cercanas y no tan cercanas a grandes vertederos", dijo.

"Especialmente las que no son compostables ni biodegradables van a permanecer de por vida en el paisaje, en el mar o en las playas", destacó.
En el proyecto de ley aprobado por la Comisión de Medio Ambiente del Parlamento Europeo (PE) no se plantean normas estrictas sino objetivos globales, con tres categorías.

En la primera categoría entran las bolsas ultraligeras que son las que pesan menos de 10 micras y se ofrecen al consumidor en una tienda de fruta, por ejemplo.

En la segunda, las ligeras que pesan menos de 50 micras y, por último, las reutilizables que pesan más de 50 micras.

En función de cada una de esas categorías se ha establecido un objetivo de reducción vinculante y un precio en el sector alimentario.

"Hemos llegado a un acuerdo que propone que las bolsas se reducirán en un 50 % en tres años y un 80 % en cinco años con respecto a los niveles que teníamos en 2010", dijo.

"Se trata de un objetivo global que algunos países ya han alcanzado pero hay otros que están muy lejos de eso", aseguró Perelló.