Mújica, arrepentido de haber acogido a expresos de Guantánamo

Tras haber sido uno de los pioneros en la acogida de refugiados en Hispanoamérica, el expresidente uruguayo critica ahora la violencia y la poca voluntad de integrarse de los musulmanes.

RECTIFICA

El expresidente uruguayo José Múgica confiesa. Pionero en intentar integrar a expresos islamistas tras su paso por la cárcel norteamericana de Guantánamo, a poco más de un año de la llegada de seis antiguos reclusos, el político es claro en sus declaraciones: “Usted no puede venir a una casa ajena con una cultura distinta a querer imponer su credo, como decía el Quijote ‘donde fueres haz como vieres’. Es elemental”, ha asegurado en el diario El Universal.

El ahora senador de Uruguay promovió la entrada en su país de seis musulmanes liberados por EE UU tras su paso por la cárcel de Guantánamo. De ellos cuatro eran sirios, uno tunecino y el último palestino y llegaron al país hispanoamericano en diciembre de 2014. La justificación de Mújica fue de carácter humanitario, pero poco más de un año después de su llegada han dejado claros los problemas de convivencia que generan y los delitos que ya han cometido.

Lo primero que hicieron, en los meses de abril y mayo de 2015, fue acampar frente a la embajada de EE UU en Montevideo para reclamar más ayuda económica del Ejecutivo de Uruguay. Un mes después, el expreso de Guantánamo de origen tunecino, Adel bin Muhammad El Ouerghi se casó con una ciudadana uruguaya solo por el rito islámico, sin realizar la correspondiente inscripción en el registro civil. Además, pocos meses después de su matrimonio fue condenado por violencia doméstica y se le impuso una orden de alejamiento de su mujer.

En la misma situación se encuentra el ciudadano sirio Omar Abdelhadi Faraj, quien además ha sido condenado en firme por agredir a su mujer y tiene que portar una tobillera electrónica de localización para evitar que se acerque a su mujer. Además, Faraj acumula varias denuncias por diversas agresiones a ciudadanos uruguayos. Una de ellas se encuentra actualmente en proceso judicial en la Corte Penal.

No son los únicos problemas que han generado los refugiados y expresos de Guantánamo. La violencia verbal y el apoyo a los atentados terroristas islamistas han sido constantes. Así, el sirio Abu Wa’el Dhiab aprovechó una entrevista que le realizaron el pasado mes de marzo para manifestar su apoyo al grupo terrorista Al Qaeda.

Todas estas polémicas han llevado a Múgica a asegurar que “la conducta de la gente que salió es pésima. De una absoluta falta de solidaridad con los que estaban allá. Porque si ellos hubieran cultivado otra imagen hubieran facilitado que otros pudieran salir. Lo único que consiguieron es que tres o cuatro gobiernos de América Latina que estaban por tomar una medida parecida se retrajeran”.