¿Te apetece una cerveza pero no encuentras el abridor? Aprende a destaparla con una hoja de papel

Está comprobado que, junto con los calcetines que desaparecen misteriosamente de la lavadora, los abridores nunca están en el cajón cuando se los necesita.

Este sorprendente hecho es tan habitual que debería ser recogido en una nueva ley de Murphy, que dijera algo como: “Cuanto mayor sea tu sed y más fría esté tu cerveza, más difícil será encontrar un abridor”.

Sin embargo, puede que no importe perder el abridor nunca más, ya que os traemos un fantástico truco de supervivencia que dejará a tus amigos con la boca abierta. Es muy sencillo, sólo necesitarás ayudarte con una simple hoja de papel para abrir una botella de refresco o cerveza con tus manos.

Hay pocas cosas peores que beberse una cerveza caliente. Aunque este milenario brebaje se sirviera así en el pasado, y algunas variedades todavía se ofrecen a altas temperaturas en países como Bélgica, según los expertos su punto óptimo de consumo se sitúa entre los -3 y los 12,5 grados. Y eso es un problema en un país como España, en el que el calor es la norma en verano si quiere disfrutar de una cerveza pero no se dispone de una nevera cerca o no se quiere esperar a que se enfríen.

Ya existen ingeniosas soluciones, como la máquina española que proporciona cerveza ultrafría en 30 segundos o el grifo de cerveza inteligente y portátil que la mantiene fría allá donde vayas, pero se necesita un enchufe cerca y una superficie en la que situarlo. Entre los inventos más curiosos para enfriar una cerveza en cualquier lugar y situación están los chill sticks o palos enfriadores, que se adaptan perfectamente a distintos tipos de botellas y permiten enfriar el líquido obtenido del lúpulo y la cebada de manera fácil y rápida estés donde estés.

Como meter un cubito de hielo en una cerveza no es una opción, desde hace unos años distintas empresas comercializan estos palos construidos en acero inoxidable y rellenos de un líquido congelable, que se pueden encontrar en Amazon desde 18,95 euros el pack de dos unidades e incluyen un abridor multiusos de regalo.

Cómo funciona

Desde el momento en el que la botella de cerveza sale de la nevera empieza a calentarse y lo ideal es beberla fría. Para eso sirven los palos enfriadores, rellenos de agua o de un gel que se mantiene congelado durante más tiempo para disfrutar de tu cerveza helada hasta la última gota.

Para utilizarlos primero hay que meterlos en el congelador durante una o dos horas (hay modelos que reducen ese tiempo hasta los 45 minutos), para que se congelen completamente. Después, sólo hay que beber un pequeño sorbo de la cerveza antes de introducir uno de estos enfriadores, que encajan a la perfección en botellas de cuello largo, que suelen tener un diámetro en la 'boca' de 20 o 25 mm, que generalmente corresponden a las botellas de 33 cl.


Los palos permiten beber directamente 'a morro' del botellín o servir la cerveza en un vaso gracias a su agujero central. Estos gadgets realizan un cierre hermético, para que no se produzcan fugas ni salpicaduras al inclinar la botella, y una vez utilizados se pueden limpiar fácilmente para volver a meterlos en el congelador.

Las valoraciones de los clientes en general son muy positivas, aunque varios usuarios destacan que es poco probable que una cerveza pase de estar a temperatura ambiente a parecer recién sacada de la nevera. Lo que sí permiten estos palos enfriadores es bajar la temperatura de tu bebida unos grados y mantenerla fría durante más tiempo por un precio tan asequible como 18,95 euros.

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