La mitad de los extranjeros internos en los CIES tienen antecedentes policiales

Los agentes que custodian a los internos, se enfrentan a situaciones límites y peligrosas debido a la falta de medios

CONVIVEN DELINCUENTES CON PERSONAS EN SITUACIÓN IRREGULAR

ALGECIRAS. - El reciente motín en el CIE de Aluche (Madrid), ha vuelto a poner de actualidad la situación de estos espacios, que albergan entre sus paredes a aquellos extranjeros indocumentados que han entrado en España de manera ilegal, mientras se resuelve su situación ya sea vía expulsión a sus países de origen o vía libertad.

En España existen ocho Centros de Internamientos de Extranjeros, uno de los cuales está situado en Algeciras. En la mayoría de ellos, se han producido incidentes de mayor o menor envergadura.

Es el juzgado el que se encarga de enviar a los CIES a los extranjeros en situación irregular que no tienen domicilio conocido y si tienen algún antecedente policial o penal, resultando que más del cincuenta por ciento de los 1.200 internos que actualmente se encuentran en los CIES españoles, son delincuentes, según explican fuentes policiales y del Ministerio del Interior.

Precisamente esta convivencia entre delincuente y personas cuyo único delito es haber entrado de manera irregular en España, es la que tensa la situación en el interior de los CIES, custodiados por agentes de la Policía Nacional, con escasos medios para garantizar la seguridad, como denuncian desde diversos sindicatos policiales.

Aseguran los agentes que a veces son los propios internos sin antecedentes, los que les adviertes de los planes de los delincuentes. Incluso desvela que " Nadie quiere venir aquí, no podemos garantizar la seguridad ni de los internos, ni de los visitantes ni la nuestra propia, somos seis para controlar a 200, si los arcos de metales no funcionan y las visitas son abiertas, les intervenimos de todo, drogas, cuchillos, la tensión es máxima en los momentos de tránsito interno".

En los últimos años se han producido fugas de inmigrantes y motines en Barcelona, Murcia, tres en Canarias, el de Aluche y en Algeciras, donde se produjo una importante fuga de inmigrantes hace un año.