EBEN ALEXANDER: EL CIELO ES REAL

Eben Alexander es un famoso neurocirujano de EE UU. Hijo, a su vez, de otro reconocido profesional médico, jamás creyó en las experiencias cercanas a la muerte. Como científico, no encontraba nada que le aportara pruebas sobre lo que ocurría después de la muerte, y creía que la posible independencia de la consciencia con respecto al cerebro no era más que una burda fantasía. Sin embargo, un día, todo cambió. Él mismo vivió una ECM y su percepción materialista de las cosas se derrumbó.


En octubre de 2008, Eben Alexander era portada de la prestigiosa revista Newsweek, a raíz de un artículo que él mismo había escrito y titulado «El cielo es real: la experiencia de un médico en el más allá». En él, este neurocirujano decidía confesarse delante de todo el país, a pesar de que sabía que iban a lloverle muchas críticas.

Alexander había permanecido en coma durante siete días a causa de una meningitis, periodo durante el cual su cerebro se apagó. Pero mientras su cuerpo permanecía en la cama de un hospital, constantemente monitorizado, él estaba en otro lugar muy, muy distinto…

Tal vez su confesión no fuera extraordinaria; muchas otras personas han asegurado haber tenido una experiencia cercana a la muerte (ECM). Lo realmente novedoso era que el Dr. Alexander, un neurocirujano que nunca ocultó su escepticismo ante la idea de que las ECM pudieran sugerir la existencia del más allá –aseguraba que se trataba de experiencias inducidas debido a una reducción de la cantidad de oxígeno del cerebro–, cambió radicalmente su opinión al respecto. De hecho, admitió haber experimentado «algo tan profundo» como para creer científicamente en la pervivencia de la consciencia tras la muerte física». Pero aún tardaría unos años en publicar un libro en el que, animado por su hijo, describiría el lugar en el que había estado, ofreciendo apasionantes detalles de todo el proceso.

En 2012, finalmente, publicó Proof of Heaven, obra que alcanzó rápidamente el número 1 en la lista de libros más vendidos del New York Times. Ahora acaba de salir publicada la versión en castellano, con el título de La Prueba del Cielo (Zenith/Planeta). La agenda de Alexander está realmente muy ocupada, pero hizo un hueco a AÑO/CERO.

TÚNEL DE GUSANO

Nos cuenta el Dr. Alexander que estuvo en un lugar del cual «no podría describir ni un triste esbozo de su auténtica belleza», un estado al que llegó después de atravesar un especie de túnel de gusano. A su llegada a este espléndido lugar, fue recibido por una música celestial –«sonido viviente»– y una luz blanca y pura que se iba acercando cada vez más, en cuyo centro apareció una puerta que no tardaría en atravesar. A sus pies se extendía un paisaje bellísimo: «Volaba sobre aquel lugar, por encima de árboles y campos –nos explica con tono apacible–, arroyos y cascadas y, de vez en cuando, personas. También niños, niños que reían y jugaban. La gente cantaba y bailaba en círculos… Era un mundo de ensueño increíblemente hermoso».

¿Se trataba de un sueño, un estado de irrealidad, un truco de su mente? Nada de eso, según Eben Alexander, aquello era LO REAL, algo más auténtico que la vida misma.

En aquel lugar no estaba solo, como hemos podido ver. Es más, había alguien que le acompañaba y le servía de guarda y guía, «una chica preciosa de pómulos altos y hermosos ojos azules. Llevaba ropa sencilla, como de campesina, similar a la que vestía la gente del pueblo que había visto abajo», puntualiza… (Continúa en AÑO/CERO 277