Una sola hoja de esta planta te vuelve la próstata como un niño, elimina la diabetes

Imagina que encuentras una planta con cientos de propiedades beneficiosas que pueden ayudarte a contrarrestar casi cualquier padecimiento. Hoy te quiero mostrar los distintos uso que puedes darla a esta maravillosa planta. Te aseguro que si no comienzas a usarla hoy mismo te arrepentirás.

Cuando veas todo lo que la ortiga puede hacer por ti, no querrás dejarla, es una planta rica en Vitaminas y minerales como el hierro, y que fácilmente puede plantar en tu jardín. Algunas de sus propiedades pueden ser retrasar el envejecimiento, favorecer el sistema nervioso, entre otros. Descubre cómo puedes utilizarla y obtener todos sus beneficios.

Solo basta con una hoja de esta planta para que tu próstata sea como la de un niño, además ayuda con la prevención del cáncer y la diabetes. La ortiga hace trabajar apropiadamente al páncreas, la vesícula biliar y el estómago, mejorando así todo el sistema digestivo.

La ortiga puede ayudarnos tanto en casos de estreñimiento como de gastroenteritis. En el primer caso vamos a hacer una infusión con sus hojas, y en el segundo optamos por la raíz. Link

A partir de los 50 años, la mitad de los hombres tiene síntomas urinarios que reflejan algún problema de próstata, como el aumento de dicha glándula.



La próstata es una glándula con forma de castaña encargada de fabricar gran parte del líquido seminal. Situada en la pelvis, por debajo de la vejiga, se encuentra atravesada por la uretra, que permite el paso de la orina hacia el exterior. Al aumentar su tamaño, dificulta la micción normal.

Si bien este crecimiento glandular suele ser benigno (la conocida como hiperplasia prostática benigna o HBP), en ocasiones es necesario tratarlo para aliviar la sintomatología más molesta y evitar complicaciones.

Los síntomas más frecuentes asociados a la HBP a veces progresan con el tiempo. El doctor Eduardo Martín Osés, jefe de Servicio de Urología del Complejo Hospitalario Ruber Juan Bravo, detalla que los más frecuentes son:

- Dificultad para la micción, chorro de calibre y fuerza disminuidos.

- Necesidad de orinar más a menudo y con mayor urgencia, en ocasiones por la noche.

- Sensación de no vaciar al completo la vejiga.

- Goteo al acabar de orinar.

El estudio de la patología, según revela el urólogo de Quirónsalud, se basa habitualmente en la determinación de una proteína fabricada en la próstata (el PSA) y en una exploración rectal. Es así como podremos distinguir entre el temido cáncer de próstata y la hiperplasia benigna.

Habitualmente la evaluación del paciente se completa con la realización de una ecografía del aparato urinario, análisis de sangre y orina y una flujometría o prueba que nos permite medir con qué fuerza estamos orinando.

Dos vías para el tratamiento

En cuanto al tratamiento, el especialista de Ruber Juan Bravo detalla que no siempre es necesario, salvo en aquellas condiciones en las que el paciente sufra síntomas molestos o complicaciones, como infecciones urinarias, deterioro de la función renal, formación de cálculos, sangrado al orinar o retención urinaria, entre otras.

En caso de ser necesario un tratamiento, señala este urólogo que en una primera línea de actuación se recurre a los fármacos, y en los casos más avanzados o donde la farmacología es insuficiente es necesaria la cirugía, siendo esta la opción que ofrece el mejor control de los síntomas.

Según revela la Asociación Española de Urología (AEU), "la mayoría de las técnicas quirúrgicas actuales se realizan por vía transuretral (a través del conducto urinario), logrando muy buenos resultados en general", siendo la técnica más habitual la resección transuretral de la próstata, que se logra mediante la introducción de un aparato a través de la uretra capaz de extirpar la próstata.

Otras técnicas son la laparoscopia (reservada para próstatas de volumen muy grande); la enucleación transuretral, donde se emplea el láser o energía eléctrica para separar la zona hiperplásica y después extirparla; o bien la vaporización transuretral, donde se vaporiza el tejido obstructivo preservando la parte más exterior de la glándula.

Holep, el tratamiento más avanzado

Por otro lado, el jefe de Servicio de Urología de Ruber Juan Bravo avanza que la enucleación prostática es la técnica más avanzada que, además, evita tener que recurrir a las técnicas más invasivas practicadas a través del abdomen. Para enuclear se suele utilizar un láser de gran potencia y última generación, el láser de Holmio (HOLEP, Holmium Laser Enucleation of the Prostate). "Se trata de uno de los tratamientos más avanzados que existen para tratar la hiperplasia benigna de próstata y es especialmente útil en las próstatas grandes", destaca el doctor Martín Osés.

En su opinión, este tratamiento ofrece mejores resultados respecto a las otras técnicas, permitiendo llevar a cabo la cirugía en menor tiempo quirúrgico y con resultados más duraderos, a diferencia de otras técnicas que pueden requerir reintervenciones por crecimiento del tejido residual.

"Mediante un láser de Holmio se separa el tejido prostático que ha crecido y obstruye la salida de orina desde la vejiga al exterior, para después extraerlo y analizarlo, preservando la estructura exterior capsular de la glándula prostática", detalla el jefe de Servicio de Urología de Ruber Juan Bravo.

Una de las principales ventajas que ofrece la técnica HOLEP es que se trata de un procedimiento mínimamente invasivo que, sin necesidad de incisiones externas, permite el tratamiento de próstatas de todos los tamaños, incluso de próstatas de gran tamaño, de más de 70 centímetros cúbicos, en las que otras técnicas transuretrales no están tan indicadas y que habitualmente se trataban con cirugía abierta o laparoscópica.

Descartar el cáncer

A diferencia de alguno de los otros tipos de láser utilizados, como el láser verde, para el tratamiento de la hiperplasia benigna de próstata, este urólogo resalta que el HOLEP permite el análisis patológico del tejido eliminado para descartar la existencia de un cáncer.

"El tejido enucleado, separado de la cápsula prostática mediante el láser, es succionado mediante un instrumental llamado ‘morcelador’ que permite extraer el adenoma (tejido prostático que ha crecido y es responsable de los síntomas) a través de la uretra y sin realizar ningún tipo de incisión (como sí sucede en la cirugía abierta)", explica este experto.

Otras ventajas, según indica el doctor, son que se trata de una intervención muy segura y con un mínimo riesgo de sangrado importante y una baja tasa de complicaciones. "Además, permite un rápido alivio de los síntomas urinarios con una precoz recuperación y reincorporación a la vida cotidiana, sin provocar impotencia sexual y con un mínimo riesgo de incontinencia urinaria", sentencia el doctor Martín Osés.

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