Lo que realmente quieren los islamistas que viven en Europa

Así como los partidos políticos ofrecen a sus votantes (clientes) la ideología (mercancía) que aquellos quieren, el Partido Islamista en Bélgica sabe con certeza lo que quieren sus futuros votantes. Lo que estos quieren es crear un Estado Islámico Belga con separación de hombres y mujeres. [1] Por segunda vez en 6 años, el Partido Islam participará en las elecciones municipales de Bélgica. El partido quiere crear un Estado islámico y separar a los hombres y mujeres en el transporte público, informa el periódico belga HLN.

“Nuestro objetivo es un Estado cien por ciento islámico, pero no queremos decir que queremos obligar al pañuelo”, dice el fundador del partido, Redouane Ahrouch. “Al establecer la ley Sharía, queremos seguir el camino del Profeta [Muhammad] y el Corán”, agrega.

El Partido Islam tiene dos miembros elegidos como resultado de las elecciones de 2012. Este año participará en 28 municipios. Ahrouch dice que quiere alcanzar los objetivos del partido “sin violar la constitución belga”. No está claro cómo quiere hacerlo, pero está empeñado en realizarlo. Los expertos dicen que el Partido Islam podría cosechar buenos resultados porque muchos partidos de izquierda con candidatos musulmanes están perdiendo popularidad entre los votantes marroquíes y turcos. El nombre del Partido Islam también podría alentar a los musulmanes a votar por él, debido a sus ideas bien reconocidas, la aplicación de la Sharía.

La persona nacida musulmana pero que no apoya la aplicación de la Sharía es considerada “traidora” al Islam, lo que la Sharía -en caso de control del país- le aplicaría la pena de muerte.

Muy cerca de Bélgica, en la holandesa Rótterdam, su alcalde -Ahmed Aboutaleb, que nació en Marruecos y emigró a los Países Bajos cuando tenía 15 años- , les ha dicho a los musulmanes que añoran la Sharía y no aprecian la libertad de vivir en Occidente que empaqueten sus bártulos y Fuck Off (que se “jodan”). [2] Ahmed Aboutaleb, el alcalde de Rótterdam, que conoce bien a los musulmanes, ha declarado que “todos los musulmanes son un poco salafistas” cuando habló en NPO Radio 1 y agregó que a veces se considera a sí mismo un yihadista. [3] Estas declaraciones causaron bastante conmoción en las redes sociales, con docenas de personas comentando. “El alcalde marroquí de Rotterdam Ahmed Aboutaleb se hace llamar salafista”, dijo Wilders en Twitter. “Un salafista como alcalde de la segunda ciudad más grande de los Países Bajos es una desgracia y una amenaza total. Debería ser destituido inmediatamente”.

Dentro del “ambiente” salafista, el 70 por ciento de estudiantes musulmanes de Francia no condenan los atentados yihadistas del diario satírico Charlie Hebdo y el supermercado judío en enero de 2015. [4] Expertos franceses en antiterrorismo islámico afirman que es la religión, el Islam, y no los factores sociales los que llevan a la radicalización de los jóvenes musulmanes. [5]

El Presidente de Turquía, Tayyip Erdogan, culpó -en marzo del 2017- de la hostilidad de los musulmanes hacia Europa en “los ataques de la Cruz a la Media Luna” cuando el Tribunal Europeo de Justicia (TJCE) dictaminó que la prohibición de usar “cualquier signo político, filosófico o religioso no constituye una discriminación directa”, por lo que Erdogan acusó a Europa de iniciar una nueva batalla entre el Islam y el cristianismo. [6] Las amenazas contra Israel son mucho más claras y directas que las lanza contra los “cruzados”, tal como él califica a los europeos. El periódico turco Yeni Şafak cercano al aspirante de Califa Neotomano y supremacista islámico Recep Tayyip Erdogan, ha llamado a la Organización de Cooperación Islámica [OCI] de 57 países musulmanes a constituir un “Ejército del Islam” y que dirija sus fuerzas por le norte, sur, este y oeste contra Israel. El artículo titulado “Un llamado a la acción urgente” pide a los 57 miembros de la OCI que formen un ‘Ejército del Islam’ para sitiar y atacar el estado de Israel; el artículo incluía un plan estratégico con un mapa interactivo y saludó a Pakistán, “el único país nuclear”, diciendo que tenía “un estado especial” entre los países de la OCI. [7]

Erdogan y su Parlamento han creado un Comité turco de “derechos humanos” que visitará Europa para investigar la “islamofobia” en los países europeos. [8]

Turquía y los derechos humanos son incongruentes en la misma oración. El régimen islámico turco está apoyando a Estado Islámico en Siria, encarcela a la oposición culpándola de golpista, controlando los flujos migratorios de musulmanes que quieren acceder a Europa, chantajeando a Europa con abrir aún más de par en par las puertas a la migración musulmana, asesinando civiles –con armas químicas- en Siria, financiando y pertrechando al movimiento islamonazi de Hamás, financiando organizaciones islamoterroristas en China, asesinando civiles kurdos, financiando mezquitas obedientes a su Diktat, mezquitas consideras por él mismo como: “Los minaretes serán nuestras bayonetas, las cúpulas nuestros cascos, las mezquitas serán nuestros cuarteles y los creyentes nuestros soldados”, las más de 90.000 mezquitas en las que se rezan oraciones de conquista del Islam pidiendo a los musulmanes que sean “despiadados contra los incrédulos”. [9]

Erdogan está empeñado en difundir su agenda islámica por los Balcanes, Kosovo le es una presa fácil y un medio para promover sus planes de expansión del Islam en Europa, y utiliza a su sumiso presidente Hashim Thaci para cumplir sus órdenes. Millones de euros fluyen de Turquía a Kosovo a través de rutas ilegales, evitando bancos y otras instituciones financieras legítimas. Ya en 2015, el diario en lengua albanesa Zeri, con sede en Pristina, reveló que Erdogan está aumentando su influencia mediante la construcción de instituciones religiosas, incluidas docenas de nuevas mezquitas, y la restauración de las existentes construidas durante el Imperio Otomano. Estas estructuras religiosas nuevas y antiguas se financian a través de un gran donante, la Agencia de Cooperación y Coordinación de Turquía (TIKA), que es administrada directamente por la embajada de Turquía en Pristina. [10]

Progresivamente el islamismo, y su voluntad de hacer Yihad, va penetrando más en la juventud musulmana europea, Erdogan potencia y refuerza ese deseo. Mientras Europa occidental babea en su senectud y decadencia buenista y hedonista sin ser consciente que el caballo de Troya del islamismo se engrandece. Europa aplaude bobaliconamente su futura desaparición, confundiendo libertad con docilidad y sumisión dhimmi al Islam.

Si Europa occidental no se despierta de su narcisismo, los sucesores de Erdogan controlarán la agenda europea. Europa no puede permitir que Erdogan, a través de su prensa, convoque un “Ejército del Islam” para atacar desde el norte, sur, este y oeste, por tierra, mar y aire, a Israel.

¿O cree Europa que la Yihad se parará en Israel?

Si cayere Israel, la Yihad rápida y fulminantemente se expandiría por Europa.

israelnoticias.com |