15 Tips para conservar frutas y verduras (y los nutrientes de acuerdo a su color)
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15 Tips para conservar frutas y verduras (y los nutrientes de acuerdo a su color)
A veces, cuando vas a comprar la despensa, te emocionas demasiado y echas al carrito un poco de todo porque “más vale que sobre y no que falte”. Las frutas y verduras siguen madurándose y, desafortunadamente, terminas tirando a la basura mucho de lo que compraste porque ya no está en buen estado para consumirse.
La conservación que le das a la comida puede favorecer tu economía y evitar que se deseche porque se echó a perder. Es importante que tomes en cuenta el clima del lugar donde vives, porque esto también puede afectar la maduración de los alimentos. Entre más húmedo y caluroso sea un lugar, más riesgo corren algunos vegetales.
Genial.guru comparte contigo algunos tips para aplicarlos en la conservación de tu despensa y para que los alimentos se mantengan frescos por más tiempo.
1. Envuelve los tallos de los plátanos con plástico o aluminio
Los plátanos producen gas etileno dentro del periodo de maduración. Al cubrir los tallos con plástico o aluminio, se puede impedir que se expanda a otras partes de la fruta, evitando que la pulpa se ablande demasiado rápido.
Su duración habitual se alargará de 4 a 5 días.
2. Coloca las cebollas en medias de nylon, retorciendo entre cada una para que quede una separación
El exceso de humedad podría hacer que las cebollas estén podridas en poco tiempo. Lo ideal es mantenerlas en un lugar fresco y con poca luz. Puedes meterlas en medias de nailon o en mallas que tengan agujeros y colgarlas para conservarlas mejor.
Su duración puede alargarse de 6 a 8 meses.
3. Al ajo le gusta la oscuridad y los lugares con poca humedad
Si acostumbras meter el ajo en el refrigerador, sería mejor que lo consideres, pues aunque puede durar, es más probable que se pudra por la humedad. Lo ideal es conservarlo en un recipiente o una bolsa de papel que se encuentre en un lugar oscuro y seco.
Si mantienes las cabezas de ajo intactas pueden durar hasta 2 meses; si separas los dientes, su duración se acorta de 3 a 10 días.
4. Perejil, cilantro, albahaca y espárragos: coloca los tallos en un recipiente con agua y déjalos a temperatura ambiente (sin lavarlos)
Si no los quieres meter al refrigerador, es importante que los mantengas en agua, tal como si fueran flores. Así podrás ir cortando las hojas que requieras para consumirlas.
En buen estado, pueden durar de 4 a 5 días.
5. Las papas van en mallas o sueltas y en un lugar fresco
Evita colocarlas en bolsas de plástico. Es mejor ponerlas dentro de mallas o bolsas oscuras que tengan algunas perforaciones que favorezcan su transpiración. Si lo deseas, otra opción para conservarlas puede ser una caja con rejillas que esté cubierta en el fondo con periódico o papel absorbente. La temperatura ideal que deben tener las papas va de los 7 a los 11 grados.
Duración de 1 a 2 semanas.
6. Si los aguacates no están maduros, cúbrelos con periódico y mételos en una bolsa de papel
Si los aguacates están verdes y los metes al refrigerador, frenarás su proceso de maduración. Para que siga madurando, debes envolverlo con periódico y colocarlo dentro de una bolsa de papel. Posteriormente, puedes ponerlo en el mueble donde tienes el resto de tu despensa. Si deseas que madure más rápido, coloca dentro de la bolsa un plátano también.
Con bolsa: maduración de 3 a 5 días
Sin bolsa: tarda en madurar hasta 7 días
Bolsa y plátano: 2 o 3 días
7. Los tomates deben estar en una temperatura mayor a los 10 grados para conservar mejor sus sabores
En el caso de los tomates, entre más maduros estén, más concentrados son sus sabores. Cuando entran en contacto con el congelador, y permanecen en esa temperatura, llegan a perder su sabor. Lo ideal es conservarlos a una temperatura superior a los 10 grados.
Su duración puede variar, de 3 semanas hasta 2 meses, dependiendo del grado de maduración en el que se encuentran cuando se compran.
1. Mete los champiñones y las setas (sin lavarlos) en una bolsa de papel con perejil
Es importante que no laves los hongos si no los vas a consumir en ese momento. Al ponerlos en contacto con agua, podemos generar humedad porque no se secan por completo. Se recomienda guardarlos en una bolsa de papel y añadir unas ramas de perejil para que funcione como antioxidante y no aparezcan manchas. Posteriormente, debes meterlos al refrigerador.
Duración de 3 a 5 días.
2. Desinfecta tus fresas con vinagre blanco sin quitarles el tallo
Lo ideal es lavar las fresas hasta que se van a consumir, de lo contrario podrían absorber agua y comenzarían a ablandarse, acelerando su proceso de maduración. Para desinfectarlas puedes usar 1,3 de vinagre blanco y 2,3 de agua. Es importante que verifiques que no haya ninguna fresa con moho porque podría arruinar al resto. Solo si vas a congelarlas, retírales el tallo y colócalas en una bolsa hermética. Si se quedarán en la parte de abajo, ponlas en un colador para que respiren.
En el refrigerador: pueden durar de 5 a 6 días.
En el congelador: de 2 a 4 meses.
3. Envuelve la lechuga, espinaca o acelga (después de desinfectar) para mantenerlas frescas
Lava y desinfecta. Asegúrate de que las hojas estén completamente secas antes de guardar en el refrigerador. Puedes hacerlo en un recipiente de plástico o en una bolsa hermética. Es importante que las envuelvas bien con papel absorbente porque esto hará que los restos de agua que pudieron quedar en el proceso de lavado, se eliminen en su totalidad.
Si las guardas de manera correcta, durarán de 1 a 2 semanas en buen estado.
4. Si ya cortaste un limón, no dejes que la otra mitad se desperdicie. Envuelve en aluminio o ponle sal
A veces usamos solo una mitad del limón y terminamos por tirarlo en la basura. Lo mejor es que lo envuelvas en aluminio. Otra alternativa es poner sal en la pulpa y guardar en el refrigerador. Antes de usarlo, solo tienes que enjuagarlo bien.
Enteros: hasta 2 semanas.
Partidos: hasta 3 días sin cambiar su color y sabor.
5. No dejes que el aguacate se oxide después de partirlo
Para que no pierda su color verde y se ponga negro, ponle unas gotas de limón hasta que toda la pulpa se cubra o coloca un poco de aceite comestible. Otra alternativa es cortar algunos trozos de cebolla y acomodarlos en un recipiente para poner el aguacate encima.
Conservará su color de 1 a 2 días.
6. Si pelaste papas de más, ponlas en un recipiente con agua y vinagre blanco
No calculaste muy bien o te sobró alguna papa en la comida. Como ya está pelada, si la metes sola en el refrigerador, al día siguiente la encontrarás más oscura. Para conservarla, ponla en un recipiente y cúbrela de agua. Agrega unas gotas de vinagre blanco y resérvalas en el refrigerador.
Duración: de 3 a 4 días.
7. Si tus plátanos ya están muy maduros, puedes meterlos al congelador para consumirlos en licuados
A veces, cuando nos damos cuenta, los plátanos ya están muy maduros y son tantos que no podemos consumirlos todos en ese momento. Para conservarlos en buen estado, quítales la cáscara, pártelos a la mitad y mételos en una bolsa hermética. Colócalos en el congelador.
Podrán durarte de 2 a 3 meses.
8. Arma cubitos llenos de sabor con cilantro, perejil, albahaca o cualquier otra hierba o planta comestible
Si te gustan las cosas prácticas, puedes tener en el congelador cubos llenos de sabores y aromas listos para cuando cocines. Pica finamente las hierbas o plantas que quieres usar y ponlas al fondo en cada uno de los espacios de la charola para hielos. Agrega mantequilla derretida o aceite. Si lo haces con la primera, deja enfriar y congela.
Duración: de 2 semanas a 1 mes.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda la ingesta de frutas y verduras, en una cantidad diaria cercana a los 400 g. Es importante que el consumo de estos alimentos sea variado porque brindan al organismo nutrientes que ayudan a prevenir enfermedades.
Los colores de las frutas y verduras nos indican propiedades específicas:
Verde: proporciona vitaminas A, C y K, ácido fólico, magnesio, calcio, fibra y clorofila. Gracias a sus nutrientes mejora el funcionamiento del hígado, acelera el metabolismo y favorece a la digestión previniendo el estreñimiento.
Rojo y morado: previenen enfermedades cardiovasculares y poseen licopeno, que reduce el riesgo de padecer cáncer y diabetes, además de fortalecer al sistema inmune. Tienen un alto contenido de antioxidantes y combaten la pérdida de memoria.
Naranja y amarillo: contienen mucha vitamina C. Mejoran la piel, previenen problemas en la vista y previenen algunas enfermedades como la gripa y el cáncer.
Blanco: poseen minerales como el selenio, mejorando el sistema inmune. Previene la retención de líquidos y protege los músculos.
La conservación que le das a la comida puede favorecer tu economía y evitar que se deseche porque se echó a perder. Es importante que tomes en cuenta el clima del lugar donde vives, porque esto también puede afectar la maduración de los alimentos. Entre más húmedo y caluroso sea un lugar, más riesgo corren algunos vegetales.
Genial.guru comparte contigo algunos tips para aplicarlos en la conservación de tu despensa y para que los alimentos se mantengan frescos por más tiempo.
Fuera del refrigerador
1. Envuelve los tallos de los plátanos con plástico o aluminio
Los plátanos producen gas etileno dentro del periodo de maduración. Al cubrir los tallos con plástico o aluminio, se puede impedir que se expanda a otras partes de la fruta, evitando que la pulpa se ablande demasiado rápido.
Su duración habitual se alargará de 4 a 5 días.
2. Coloca las cebollas en medias de nylon, retorciendo entre cada una para que quede una separación
El exceso de humedad podría hacer que las cebollas estén podridas en poco tiempo. Lo ideal es mantenerlas en un lugar fresco y con poca luz. Puedes meterlas en medias de nailon o en mallas que tengan agujeros y colgarlas para conservarlas mejor.
Su duración puede alargarse de 6 a 8 meses.
3. Al ajo le gusta la oscuridad y los lugares con poca humedad
Si acostumbras meter el ajo en el refrigerador, sería mejor que lo consideres, pues aunque puede durar, es más probable que se pudra por la humedad. Lo ideal es conservarlo en un recipiente o una bolsa de papel que se encuentre en un lugar oscuro y seco.
Si mantienes las cabezas de ajo intactas pueden durar hasta 2 meses; si separas los dientes, su duración se acorta de 3 a 10 días.
4. Perejil, cilantro, albahaca y espárragos: coloca los tallos en un recipiente con agua y déjalos a temperatura ambiente (sin lavarlos)
Si no los quieres meter al refrigerador, es importante que los mantengas en agua, tal como si fueran flores. Así podrás ir cortando las hojas que requieras para consumirlas.
En buen estado, pueden durar de 4 a 5 días.
5. Las papas van en mallas o sueltas y en un lugar fresco
Evita colocarlas en bolsas de plástico. Es mejor ponerlas dentro de mallas o bolsas oscuras que tengan algunas perforaciones que favorezcan su transpiración. Si lo deseas, otra opción para conservarlas puede ser una caja con rejillas que esté cubierta en el fondo con periódico o papel absorbente. La temperatura ideal que deben tener las papas va de los 7 a los 11 grados.
Duración de 1 a 2 semanas.
6. Si los aguacates no están maduros, cúbrelos con periódico y mételos en una bolsa de papel
Si los aguacates están verdes y los metes al refrigerador, frenarás su proceso de maduración. Para que siga madurando, debes envolverlo con periódico y colocarlo dentro de una bolsa de papel. Posteriormente, puedes ponerlo en el mueble donde tienes el resto de tu despensa. Si deseas que madure más rápido, coloca dentro de la bolsa un plátano también.
Con bolsa: maduración de 3 a 5 días
Sin bolsa: tarda en madurar hasta 7 días
Bolsa y plátano: 2 o 3 días
7. Los tomates deben estar en una temperatura mayor a los 10 grados para conservar mejor sus sabores
En el caso de los tomates, entre más maduros estén, más concentrados son sus sabores. Cuando entran en contacto con el congelador, y permanecen en esa temperatura, llegan a perder su sabor. Lo ideal es conservarlos a una temperatura superior a los 10 grados.
Su duración puede variar, de 3 semanas hasta 2 meses, dependiendo del grado de maduración en el que se encuentran cuando se compran.
Dentro del refrigerador
1. Mete los champiñones y las setas (sin lavarlos) en una bolsa de papel con perejil
Es importante que no laves los hongos si no los vas a consumir en ese momento. Al ponerlos en contacto con agua, podemos generar humedad porque no se secan por completo. Se recomienda guardarlos en una bolsa de papel y añadir unas ramas de perejil para que funcione como antioxidante y no aparezcan manchas. Posteriormente, debes meterlos al refrigerador.
Duración de 3 a 5 días.
2. Desinfecta tus fresas con vinagre blanco sin quitarles el tallo
Lo ideal es lavar las fresas hasta que se van a consumir, de lo contrario podrían absorber agua y comenzarían a ablandarse, acelerando su proceso de maduración. Para desinfectarlas puedes usar 1,3 de vinagre blanco y 2,3 de agua. Es importante que verifiques que no haya ninguna fresa con moho porque podría arruinar al resto. Solo si vas a congelarlas, retírales el tallo y colócalas en una bolsa hermética. Si se quedarán en la parte de abajo, ponlas en un colador para que respiren.
En el refrigerador: pueden durar de 5 a 6 días.
En el congelador: de 2 a 4 meses.
3. Envuelve la lechuga, espinaca o acelga (después de desinfectar) para mantenerlas frescas
Lava y desinfecta. Asegúrate de que las hojas estén completamente secas antes de guardar en el refrigerador. Puedes hacerlo en un recipiente de plástico o en una bolsa hermética. Es importante que las envuelvas bien con papel absorbente porque esto hará que los restos de agua que pudieron quedar en el proceso de lavado, se eliminen en su totalidad.
Si las guardas de manera correcta, durarán de 1 a 2 semanas en buen estado.
4. Si ya cortaste un limón, no dejes que la otra mitad se desperdicie. Envuelve en aluminio o ponle sal
A veces usamos solo una mitad del limón y terminamos por tirarlo en la basura. Lo mejor es que lo envuelvas en aluminio. Otra alternativa es poner sal en la pulpa y guardar en el refrigerador. Antes de usarlo, solo tienes que enjuagarlo bien.
Enteros: hasta 2 semanas.
Partidos: hasta 3 días sin cambiar su color y sabor.
5. No dejes que el aguacate se oxide después de partirlo
Para que no pierda su color verde y se ponga negro, ponle unas gotas de limón hasta que toda la pulpa se cubra o coloca un poco de aceite comestible. Otra alternativa es cortar algunos trozos de cebolla y acomodarlos en un recipiente para poner el aguacate encima.
Conservará su color de 1 a 2 días.
6. Si pelaste papas de más, ponlas en un recipiente con agua y vinagre blanco
No calculaste muy bien o te sobró alguna papa en la comida. Como ya está pelada, si la metes sola en el refrigerador, al día siguiente la encontrarás más oscura. Para conservarla, ponla en un recipiente y cúbrela de agua. Agrega unas gotas de vinagre blanco y resérvalas en el refrigerador.
Duración: de 3 a 4 días.
7. Si tus plátanos ya están muy maduros, puedes meterlos al congelador para consumirlos en licuados
A veces, cuando nos damos cuenta, los plátanos ya están muy maduros y son tantos que no podemos consumirlos todos en ese momento. Para conservarlos en buen estado, quítales la cáscara, pártelos a la mitad y mételos en una bolsa hermética. Colócalos en el congelador.
Podrán durarte de 2 a 3 meses.
8. Arma cubitos llenos de sabor con cilantro, perejil, albahaca o cualquier otra hierba o planta comestible
Si te gustan las cosas prácticas, puedes tener en el congelador cubos llenos de sabores y aromas listos para cuando cocines. Pica finamente las hierbas o plantas que quieres usar y ponlas al fondo en cada uno de los espacios de la charola para hielos. Agrega mantequilla derretida o aceite. Si lo haces con la primera, deja enfriar y congela.
Duración: de 2 semanas a 1 mes.
Bono: la importancia de los colores
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda la ingesta de frutas y verduras, en una cantidad diaria cercana a los 400 g. Es importante que el consumo de estos alimentos sea variado porque brindan al organismo nutrientes que ayudan a prevenir enfermedades.
Los colores de las frutas y verduras nos indican propiedades específicas:
Verde: proporciona vitaminas A, C y K, ácido fólico, magnesio, calcio, fibra y clorofila. Gracias a sus nutrientes mejora el funcionamiento del hígado, acelera el metabolismo y favorece a la digestión previniendo el estreñimiento.
Rojo y morado: previenen enfermedades cardiovasculares y poseen licopeno, que reduce el riesgo de padecer cáncer y diabetes, además de fortalecer al sistema inmune. Tienen un alto contenido de antioxidantes y combaten la pérdida de memoria.
Naranja y amarillo: contienen mucha vitamina C. Mejoran la piel, previenen problemas en la vista y previenen algunas enfermedades como la gripa y el cáncer.
Blanco: poseen minerales como el selenio, mejorando el sistema inmune. Previene la retención de líquidos y protege los músculos.
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