Pájaro verdugo o pájaro empalador

Detrás de sus cantos y apariencia delicada, los alcaudones esconden a un depredador con un pico ganchudo capaz de atrapar a sus presas en seco


Los alcaudones o verdugos son aves de la familia Laniidae. De las más de 30 especies que componen este grupo, la mayor parte viven en Eurasia, África y Norte América, aunque en nuestro país también podemos encontrar el alcaudón común, presente en buena parte de los sistemas montañosos ibéricos, o el alcaudón chico, específicamente en Cataluña y Aragón.

Lo mas curioso de esta especie es que, detrás de sus cantos y apariencia delicada, se esconde un depredador con un pico ganchudo capaz de atrapar a sus presas en seco. Un equipo de investigadores ha estudiado su brutal modus operandi, el cual le permite llegar a cazar animales que pesan incluso más que él.


La estrategia y la velocidad a la hora de lanzarse a la presa es clave para que su ataque sea letal desde el primer momento. Su pico con bultos en el costado se inserta entre las vertebras del cuello de la presa, provocándole la muerte con fuertes balanceos de cabeza. A la hora de cazar vertebrados relativamente grandes, los alcaudones utilizan la inercia de su propio cuerpo para desnucar a sus presas.

Tal y como apunta el estudio, sus hábitos de cazar insectos, pequeñas aves o mamíferos son de lo más singulares; pues antes de comérselas, es su costumbre empalar a sus victimas en plantas de tallos espinosos o incluso vallas con alambre de espino. Esto los ayuda a despedazar la carne en fragmentos más convenientes y le sirve de ‘despensa’ para retenerla e ir comiéndola durante días.

Antes de comer a sus presas, es su costumbre empalarlas en plantas de tallos espinosos para despedazarlas

Pero mas allá de sus estrategias de caza, su modus operandi le permite poder comer una clase en concreto de saltamontes venenosos cuyas toxinas tardan un par de días en degradarse. Por ello, los alcaudones los dejan clavados un periodo de tiempo para no correr riesgos y comérselos sin intoxicarse.
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