Tras vaciar un antiguo canal parisino de más de 200 años, nadie se podía creer lo que el agua ocultaba
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Tras vaciar un antiguo canal parisino de más de 200 años, nadie se podía creer lo que el agua ocultaba
Tras vaciar un antiguo canal parisino de más de 200 años, nadie se podía creer lo que el agua ocultaba. Después de más de 2 siglos sin limpiar el canal, el ayuntamiento de París decidió drenar el canal de Saint-Martin y limpiarlo a fondo. Lo que nadie se esperaba es lo que las aguas iban a dejar al descubierto al retirarse de allí. Una multitud de personas se agolpó a lo largo del canal, mirando estupefactos lo que había quedado al descubierto. Nadie en su sano juicio jamás pensaría que algo así podría haber estado por más de 200 años cubierto bajo las aguas del canal. Se podía ver en la cara de la gente la expresión de sorpresa, incertidumbre y desconcierto que les generó aquella imagen, pero ¿qué había bajo las aguas del canal?
Las aguas del canal de Saint-Martin estaban sucias, turbias y olían mal. No era algo bonito ni acorde con la majestuosa ciudad e París y el ayuntamiento no podía dar esa imagen a los turistas ni a los parisinos. Así que se acordó la limpieza del canal de inmediato. Vaciar el canal y limpiarlo supone un coste de unos 9 millones de euros pero era totalmente necesario hacerlo. Sin embargo, nadie podía imaginarse lo que se iban a encontrar al bajar las aguas y ver el fondo del canal.
2001 fue el año en el que el canal fue vaciado y limpiado por primera vez tras más de dos siglos sin que nadie se ocupara de él. Los operarios comenzaron a vaciar todo el agua y poco a poco los curiosos se fueron quedado al borde del canal para mirar. Todo el mundo quería ver el fondo aunque ni se esperasen lo que estaban a punto de ver allí. Cuando quedaban pocos centímetros de agua, los tesoros empezaban a dejarse ver y la gente cada vez más se amontonaba para mirar.
Limpiar el canal complete y vaciarlo era una ardua tarea, tenían que retirar nada menos que 3 millones de centímetros cúbicos de agua, pero, cuando al fin se vació toda, lo que todos vieron en el fondo superó con creces todas las expectativas. En el fondo del canal había objetos de la Primera Guerra Mundial como balas, restos de bombas, armas, coches e incluso monedas de oro de la época. Aquello era un tesoro de incalculable valor.
Todo aquello era como muy surrealista y de película, ver el canal de Saint-Martin vacío era algo que ninguno de los presentes había vivido jamás en sus vidas y se veía como una imagen apocalíptica tras quitarle todo el agua. Estaba el fondo negro, lleno de plantas acuáticas, algas, peces, bichos y sobre todo, la gran cantidad de objetos de guerra sepultados por el agua y llenos de musgo y moho que hacían parecer el canal como una escena dantesca.
Ver el canal de Saint-Martin sin agua no era algo que se pudiese ver todos los días. Ver el fondo del canal, el suelo, los tesoros que albergaba, la suciedad, los animlaes aún vivos, eso era algo que los parisinos no habían visto en cientos de años y todos querían acercarse a mirar. Muchos de ellos no sabían exactamente qué estaba pasando y se preguntaban unos a otros si sabían por qué habían vaciado el canal.
Todo el mundo sabía de sobra que en el agua del canal había diferentes especies de peces y que si vaciaban el canal al completo, no llegarían a tiempo para salvar a ninguno y morirían asfixiados, así que los operarios trazaron un plan y era dejar unos 50 centímetros de agua para que todos los peces pudieran sobrevivir, atraparlos, etiquetarlos y trasladarlos a un lugar donde pudieran vivir mejor que en el canal mientras realizaban los trabajos de limpieza.
Aparte de los tesoros encontrados de la Primera Guerra Mundial, los peces y las armas, en el fondo del canal de Saint-Martin había más cosas, cosas que los humanos habían tirado allí a propósito como por ejemplo bicicletas. En el año 2007, la ciudad de París surtió las calles con 14,500 bicicletas para uso público de alquiler y muchas de estas han acabado tristemente en el fondo del agua fruto del vandalismo.
Pero los descubrimientos en el fondo del canal de Saint-Martin no habían terminado aún. Cada vez que mirabas a un punto diferente, veías nuevos objetos de todo tipo. Por ejemplo había motos, contenedores de basura e incluso tazas de wáter. La gente es muy sucia y ahí es donde se estaba viendo que el civismo de algunos brillaba por su ausencia. Desde luego que el canal necesitaba esa limpieza más que nunca.
Era absolutamente increíble la cantidad de bicicletas de alquiler público que había en el fondo del canal. La gente en vez de devolverlas a algún punto de aparcamiento, las había tirado al agua sin miramientos y sin ningún tipo de respeto por el medio ambiente, por su ciudad ni por el resto de ciudadanos que ya no podrán disfrutar de esas bicicletas. El ser humano a veces, hace cosas inexplicables solo por el hecho de divertirse o demostrar que es absurdo.
A partir de ver toda la basura que se había arrojado y acumulado en el fondo del canal de Saint-Martin, el ayuntamiento de París lanzó una campaña publicitaria para concienciar a la gente sobre la importancia de no tirar basuras en donde no se debe. Hicieron una foto del fondo del canal en una de las zonas más sucias y llenas de basura y la pusieron por toda la ciudad con la frase. “Esto es París para ti”.
Lo de que el fondo del canal de Saint-Martin estuviera llenito de bicis era algo sorprendente y raro, era como si la gente tuviera una especie de ritual nocturno de tirar la bici al fondo del agua tras utilizarla pero no eran solo bicis lo que había allí, también había cientos de motos y uno se pregunta, ¿cómo han acabado tantas motos de la misma manera? Pues la respuesta seguramente sea más fácil de lo que creemos, son motos robadas y acabaron en el fondo para que nadie las encontrase.
Además del trabajo tan duro que suponía vaciar el canal entero, sacar todo el agua y limpiar todos los kilómetros de superficie que tiene, los operarios se encontraron un problema añadido, la inmensa cantidad de basura que tenían que sacar de allí. Ellos por supuesto esperaban encontrar basura en el fondo, pero aquello era más bien un gran vertedero subacuático y les iba a complicar mucho la tarea de limpieza pues necesitarían grúas y camiones.
Otra de las cosas curiosas que había en el fondo del canal de Saint-Martin era nada menos que una silla de oficina. Era curioso cómo la gente que observaba desde las vallas hablaba sobre lo que veía en el fondo del canal y comenzaban a preguntarse entre ellos cómo habría acabado aquel objeto allí. Unos respondían con historias imaginadas de la supuesta historia del objeto y su final en el fondo del agua.
Otro de los objetos surrealistas que encontraron al vaciar las aguas del canal fue una gran maleta de viaje. No sabían si estaba llena o vacía pero por el peso que tenía parecía estar llena. Los operarios también sentían curiosidad por saber qué había dentro y la abrieron, imaginando encontrar grandes tesoros lanzados a la profundidad de las aguas pero lo que encontraron solo fue un montón de camisetas de recuerdo de París mojadas y llenas de moho.
Parecía que jamás iban a dejar de salir objetos curiosos del fondo del canal de Saint-Martin. Además de los tesoros de la Primera Guerra Mundial, las bicis, las motos, los peces, la silla de oficina y los contenedores de basura o piezas de baño, había conos de tráfico, vallas, botellas de cristal y latas, bolsas de todo tipo, restos de barcos, electrodomésticos, etc. ¿hasta dónde podía llegar la suciedad creada por el ser humano?
La basura nos come, cada vez hay menos sitios donde depositar nuestros desperdicios de manera sostenible y generamos más basura de la que podemos reciclar o destruir. Si no cambiamos nuestros hábitos y tratamos de consumir de una manera más sostenible, el planeta entero se convertirá en un gran estercolero como lo era el canal de Saint-Martin. Muchos de los presentes se llevaban las manos a la cabeza al asomarse y ver toda aquella escena devastadora.
La limpieza complete de todo el canal de Saint-Martin se alargó durante meses pues era demasiada basura la que había que sacar de ahí, sin embargo, poco a poco los operarios consiguieron ir dándole un aspecto impoluto y cuando terminaron, el orgullo y la satisfacción eran infinitos. Al fin, el canal estaba limpio y podían devolverle el caudal de agua para que la ciudad de París pudiera volver a disfrutar de él como siempre pero con las aguas y el fondo claros y limpios.
Cybernautas.
La hora de la limpieza
En París, aparte de discurrir el rio Sena por su zona centro, también hay diversos canales afluentes de este. Cada cierto tiempo, estos canales hay que limpiarlos pues en ellos se va acumulando mucha suciedad y basura, sin embargo, el canal de Saint-Martin llevaba casi 2 siglos sin ponerse a punto. Era el momento de hacerlo ya que las aguas se veían muy turbias desprendía un olor insoportable. Además, las orillas de este canal son lugar de picnic de los parisinos y tenían que dejarlo adecuado para la primavera.Una gran Fuente de agua
El canal de Saint-Martin fue creado por Napoleón Bonaparte y su construcción finalizó, poniéndose en funcionamiento en el año 1825. En aquella época, el abastecimiento de agua potable a la ciudad era muy escaso y Napoleón decidió ponerle remedio a la situación construyendo este canal desde el río Ourcq. La obra duró nada menos que 23 años y tiene una extensión de 4,55 kilómetros. Además de abastecer de agua potable, le dio un impulso a los trabajos de las lavanderas de París.Un nuevo impulse para la ciudad
Además de abastecer de agua limpia y potable a los ciudadanos de París, con el consecuente descenso de las enfermedades por estar todo más limpio y saneado, el canal supuso un crecimiento favorable en las labores de las lavanderas ya que no se tenían que desplazar kilómetros para encontrar agua limpia cargadas con la ropa para lavar. También, al ser un canal ancho y profundo, es navegable e hizo favorable el transporte de mercancías por barco.Se construyeron más canales
Ante el éxito y las posibilidades infinitas que estaba ofreciendo el canal, las autoridades trazaron un plan por toda la ciudad de París y diseñaron y construyeron otros dos canales más. El canal de Saint-Denis y el canal de l`Ourcq. Este último, tiene nada menos que 3, 4 metros de profundidad y 108 kilómetros de largo. Es un canal navegable y tiene a sus lados anchos paseos para el ocio de los parisinos.Un canal con mucha historia
El canal de Saint-Martin es muy conocido entre todos los parisinos y parisinas. Tiene zonas verdes y de picnic con mesas para disfrutar de un día al aire libre en primavera o verano y a todo el mundo le encanta pasear por allí. Tiene más de 200 años y va desde la Puerta de L´Arsenal hasta la Plaza de la Bastilla. Este canal ha vivido muchos acontecimientos importantes en Francia como por ejemplo la Toma de la Bastilla durante la Revolución Francesa entre 1789 y 1799.El canal a día de hoy
En la actualidad, el canal es un punto de encuentro muy popular entre la sociedad parisina y entre los turistas también. Es un lugar para pasear al aire libre, hacer picnic o simplemente disfrutar de una buena terracita con amigos mientras te tomas algo. Además de paseos y bares, el canal cuenta con varios puentes y sitios muy bonitos donde hacerse fotos, lo cual atrae mucho a los extranjeros que están de visita.París, la ciudad de la luz
Después de más de dos siglos sin limpiarse, os podéis imaginar qué ti9po de cosas podría haber en el fondo del canal, sin embargo, lo que se descubrió al drenarlo, dejó a todos con la boca abierta ya que nadie se esperaba encontrar algo así bajo sus aguas. En un pasado, el canal se limpiaba cada 15 años pero eso dejó de hacerse sin motivo aparente. Ahora, el ayuntamiento decidió que no podían tener su canal así.Era momento de limpiar el canal
Las aguas del canal de Saint-Martin estaban sucias, turbias y olían mal. No era algo bonito ni acorde con la majestuosa ciudad e París y el ayuntamiento no podía dar esa imagen a los turistas ni a los parisinos. Así que se acordó la limpieza del canal de inmediato. Vaciar el canal y limpiarlo supone un coste de unos 9 millones de euros pero era totalmente necesario hacerlo. Sin embargo, nadie podía imaginarse lo que se iban a encontrar al bajar las aguas y ver el fondo del canal.
Un tesoro escondido
2001 fue el año en el que el canal fue vaciado y limpiado por primera vez tras más de dos siglos sin que nadie se ocupara de él. Los operarios comenzaron a vaciar todo el agua y poco a poco los curiosos se fueron quedado al borde del canal para mirar. Todo el mundo quería ver el fondo aunque ni se esperasen lo que estaban a punto de ver allí. Cuando quedaban pocos centímetros de agua, los tesoros empezaban a dejarse ver y la gente cada vez más se amontonaba para mirar.
Objetos de la Primera Guerra Mundial
Limpiar el canal complete y vaciarlo era una ardua tarea, tenían que retirar nada menos que 3 millones de centímetros cúbicos de agua, pero, cuando al fin se vació toda, lo que todos vieron en el fondo superó con creces todas las expectativas. En el fondo del canal había objetos de la Primera Guerra Mundial como balas, restos de bombas, armas, coches e incluso monedas de oro de la época. Aquello era un tesoro de incalculable valor.
Todo el mundo se acercó a mirar
Todo aquello era como muy surrealista y de película, ver el canal de Saint-Martin vacío era algo que ninguno de los presentes había vivido jamás en sus vidas y se veía como una imagen apocalíptica tras quitarle todo el agua. Estaba el fondo negro, lleno de plantas acuáticas, algas, peces, bichos y sobre todo, la gran cantidad de objetos de guerra sepultados por el agua y llenos de musgo y moho que hacían parecer el canal como una escena dantesca.
Un momento único
Ver el canal de Saint-Martin sin agua no era algo que se pudiese ver todos los días. Ver el fondo del canal, el suelo, los tesoros que albergaba, la suciedad, los animlaes aún vivos, eso era algo que los parisinos no habían visto en cientos de años y todos querían acercarse a mirar. Muchos de ellos no sabían exactamente qué estaba pasando y se preguntaban unos a otros si sabían por qué habían vaciado el canal.
Los seres vivos
Todo el mundo sabía de sobra que en el agua del canal había diferentes especies de peces y que si vaciaban el canal al completo, no llegarían a tiempo para salvar a ninguno y morirían asfixiados, así que los operarios trazaron un plan y era dejar unos 50 centímetros de agua para que todos los peces pudieran sobrevivir, atraparlos, etiquetarlos y trasladarlos a un lugar donde pudieran vivir mejor que en el canal mientras realizaban los trabajos de limpieza.
La basura de los humanos
Aparte de los tesoros encontrados de la Primera Guerra Mundial, los peces y las armas, en el fondo del canal de Saint-Martin había más cosas, cosas que los humanos habían tirado allí a propósito como por ejemplo bicicletas. En el año 2007, la ciudad de París surtió las calles con 14,500 bicicletas para uso público de alquiler y muchas de estas han acabado tristemente en el fondo del agua fruto del vandalismo.
Objetos de todo tipo
Pero los descubrimientos en el fondo del canal de Saint-Martin no habían terminado aún. Cada vez que mirabas a un punto diferente, veías nuevos objetos de todo tipo. Por ejemplo había motos, contenedores de basura e incluso tazas de wáter. La gente es muy sucia y ahí es donde se estaba viendo que el civismo de algunos brillaba por su ausencia. Desde luego que el canal necesitaba esa limpieza más que nunca.
El poco civismo humano
Era absolutamente increíble la cantidad de bicicletas de alquiler público que había en el fondo del canal. La gente en vez de devolverlas a algún punto de aparcamiento, las había tirado al agua sin miramientos y sin ningún tipo de respeto por el medio ambiente, por su ciudad ni por el resto de ciudadanos que ya no podrán disfrutar de esas bicicletas. El ser humano a veces, hace cosas inexplicables solo por el hecho de divertirse o demostrar que es absurdo.
Generando consciencia
A partir de ver toda la basura que se había arrojado y acumulado en el fondo del canal de Saint-Martin, el ayuntamiento de París lanzó una campaña publicitaria para concienciar a la gente sobre la importancia de no tirar basuras en donde no se debe. Hicieron una foto del fondo del canal en una de las zonas más sucias y llenas de basura y la pusieron por toda la ciudad con la frase. “Esto es París para ti”.
Pero aún que las bicis
Lo de que el fondo del canal de Saint-Martin estuviera llenito de bicis era algo sorprendente y raro, era como si la gente tuviera una especie de ritual nocturno de tirar la bici al fondo del agua tras utilizarla pero no eran solo bicis lo que había allí, también había cientos de motos y uno se pregunta, ¿cómo han acabado tantas motos de la misma manera? Pues la respuesta seguramente sea más fácil de lo que creemos, son motos robadas y acabaron en el fondo para que nadie las encontrase.
Demasiada basura
Además del trabajo tan duro que suponía vaciar el canal entero, sacar todo el agua y limpiar todos los kilómetros de superficie que tiene, los operarios se encontraron un problema añadido, la inmensa cantidad de basura que tenían que sacar de allí. Ellos por supuesto esperaban encontrar basura en el fondo, pero aquello era más bien un gran vertedero subacuático y les iba a complicar mucho la tarea de limpieza pues necesitarían grúas y camiones.
La gente imaginaba historias
Otra de las cosas curiosas que había en el fondo del canal de Saint-Martin era nada menos que una silla de oficina. Era curioso cómo la gente que observaba desde las vallas hablaba sobre lo que veía en el fondo del canal y comenzaban a preguntarse entre ellos cómo habría acabado aquel objeto allí. Unos respondían con historias imaginadas de la supuesta historia del objeto y su final en el fondo del agua.
También había una maleta
Otro de los objetos surrealistas que encontraron al vaciar las aguas del canal fue una gran maleta de viaje. No sabían si estaba llena o vacía pero por el peso que tenía parecía estar llena. Los operarios también sentían curiosidad por saber qué había dentro y la abrieron, imaginando encontrar grandes tesoros lanzados a la profundidad de las aguas pero lo que encontraron solo fue un montón de camisetas de recuerdo de París mojadas y llenas de moho.
Muchas más sorpresas en el fondo
Parecía que jamás iban a dejar de salir objetos curiosos del fondo del canal de Saint-Martin. Además de los tesoros de la Primera Guerra Mundial, las bicis, las motos, los peces, la silla de oficina y los contenedores de basura o piezas de baño, había conos de tráfico, vallas, botellas de cristal y latas, bolsas de todo tipo, restos de barcos, electrodomésticos, etc. ¿hasta dónde podía llegar la suciedad creada por el ser humano?
Una verdadera pena
La basura nos come, cada vez hay menos sitios donde depositar nuestros desperdicios de manera sostenible y generamos más basura de la que podemos reciclar o destruir. Si no cambiamos nuestros hábitos y tratamos de consumir de una manera más sostenible, el planeta entero se convertirá en un gran estercolero como lo era el canal de Saint-Martin. Muchos de los presentes se llevaban las manos a la cabeza al asomarse y ver toda aquella escena devastadora.
Una ardua tarea
La limpieza complete de todo el canal de Saint-Martin se alargó durante meses pues era demasiada basura la que había que sacar de ahí, sin embargo, poco a poco los operarios consiguieron ir dándole un aspecto impoluto y cuando terminaron, el orgullo y la satisfacción eran infinitos. Al fin, el canal estaba limpio y podían devolverle el caudal de agua para que la ciudad de París pudiera volver a disfrutar de él como siempre pero con las aguas y el fondo claros y limpios.
Cybernautas.
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