Los 3 mejores bosques para disfrutar a lo grande del otoño en España

Con la llegada del otoño meteorológico los árboles nos ofrecen una espectacular gama de colores, creando un grandioso espectáculo para todos los sentidos.



El otoño pinta los bosques de España con una impresionante paleta cromática. Tonos dorados, rojos, anaranjados, ocres y violetas crean un paisaje mágico y de lo más sugerente. Y si no llueve mucho, el tiempo otoñal es perfecto para caminar entre los árboles, respirar el intenso olor a musgo o recolectar setas. También podremos conseguir un magnífico material para presumir en Instagram.

El territorio español es rico en bosques, de todo tipo y tamaño. En este artículo hemos seleccionado tres imponentes bosques por los que podremos perdernos en otoño, aunque en alguno de ellos será necesario hacer una reserva previa: el Bosque de Muniellos, en Asturias; el Hayedo de Montejo, en Madrid; y el Hayedo de Los Cameros, en La Rioja.


Bosque de Muniellos, en Asturias. Foto: turismoasturias.es

El asturiano Bosque de Muniellos

Situado en el Parque Natural de las Fuentes del Narcea, Degaña e Ibias, este precioso bosque está considerado Reserva de la Biosfera y Reserva Natural Integral. En él descubriremos el mayor y mejor conservado robledal de España, además de acoger avellanos, hayas, acebos, tejos y abedules. Todos estos árboles ofrecen una maravillosa gama cromática en otoño, que destaca considerablemente sobre el característico verdor del Principado de Asturias.

Y si no llueve mucho, el tiempo otoñal es perfecto para caminar entre los árboles, respirar el intenso olor a musgo o recolectar setas.

Al tratarse de una reserva natural, y para poder proteger el entorno natural, durante los meses de otoño sólo se permite la entrada de 20 personas al día. Para acceder se precisa realizar una reserva previa y contar con una autorización para visitar el Bosque de Muniellos. Puede expedirse en la página web del Principado de Asturias, y hay que hacerlo con bastante antelación.

El acceso a la Reserva Natural de Muniellos permite la realización de dos itinerarios de senderismo: la Ruta de Fonculebrera, que es una senda circular de 20 kilómetros, y la Ruta del Río, un trayecto lineal, de ida y vuelta, que discurre paralelo al curso del río.


Hayedo de Montejo de la Sierra, en Madrid. Foto: stock.adobe.com

El Hayedo de Montejo, en Madrid

Ubicado en la ladera de la Sierra de Ayllón, en plena Sierra del Rincón y al norte de la Comunidad de Madrid, este bosque de hayas de 250 hectáreas también restringe el acceso en otoño. Al tratarse de un Espacio Natural Protegido, el Hayedo de Montejo tiene las visitas diarias limitadas, y sólo puede recorrerse a través de visitas guiadas gratuitas.

Para conseguir acceder al hayedo, se puede hacer una reserva vía Internet a través de la página web de la Sierra del Rincón, y las entradas se empiezan a ofrecer con tres meses de antelación.

Los meses de octubre y noviembre son en los que se demandan más entradas. Y es que el otoño es la época en que cambia el color de las hojas de las hayas y de los robles, ofreciendo un grandioso espectáculo de tonalidades marrones, ocres, amarillas y rojizas.


Bosque en otoño. Foto: freepik.es

El Hayedo de Los Cameros, en La Rioja

El haya es un árbol que suele crecer en solitario, pero que es habitual que forme maravillosos bosques mixtos en las zonas montañosas de España. Y lo hace junto con grandes ejemplares de robles, abedules, tejos, abetos, acebos o serbales.
El Hayedo de Los Cameros, en el Parque Natural de Sierra Cebollera, La Rioja, alberga paisajes increíbles, sobre todo en otoño.

En el caso del Hayedo de Los Cameros, sus hayas constituyen una cita ineludible durante el otoño español. Es entonces cuando ofrece su mejor cara, al teñirse de colores rojizos, anaranjados y amarillos. Se encuentra situado en el riojano Parque Natural de la Sierra Cebollera, y está considerado como uno de los hayedos más hermosos de España.

Una de las rutas de senderismo más bonitas para realizar en este hayedo riojano es el que arranca en la localidad de Nieva de Cameros. En total, son 10 kilómetros de recorrido, ida y vuelta, y se realiza en poco más de tres horas. La ruta no presenta ni dificultad, y cuenta con un desnivel de 300 metros.

Link.

El otoño, con su paleta de colores cálidos y su aire fresco, transforma los paisajes de España en verdaderas obras de arte naturales. National Geographic, en su búsqueda constante de los lugares más impresionantes del planeta, ha seleccionado 16 bosques españoles que brillan con especial esplendor durante esta estación.

El otoño es una época mágica, especialmente para aquellos que aman la naturaleza. Los árboles caducifolios dejan de producir clorofila, y los bosques se iluminan con un espectáculo de colores que varían desde el rojo hasta el amarillo. Es una temporada donde los paisajes se transforman, ofreciendo una vista que solo puede ser apreciada durante esta época del año. National Geographic ha destacado 16 bosques en España que son especialmente hermosos durante el otoño.

Estos bosques ofrecen una experiencia única durante esta época. Pasear por ellos, con el suelo cubierto de hojas y el aire fresco del otoño, es una experiencia que todos deberían vivir al menos una vez en la vida. Ya sea para contemplar la belleza natural o para practicar el "shinrin-yoku" (baño de bosque), una practica originaria de Japón que consiste en dar un paseo consciente y relajado por el bosque y que produce una serie de efectos beneficiosos sobre el organismo que han sido bien definidos por especialistas. El doctor Qin Li, inmunólogo de la Escuela de Medicina de Tokyo, destaca los siguientes:

Reduce la producción de hormonas del estrés, como el cortisol.
Disminuye la tensión arterial.
Se alivia el dolor.
Estimula la inmunidad.
Mejora el sueño, tanto la duración como la calidad.

Estos son los 16 bosques de España elegidos por National Geographic para visitar en otoño.

Selva de Irati (Navarra)
Castañar de El Tiemblo (Ávila)
Hayedo de la Tejera Negra (Guadalajara)
Parque de Somiedo (Asturias)
Sierra Cebollera (La Rioja)
Fageda d'en Jordà (Girona)
Parque Natural de Gorbeia (Vizcaya y Álava)
Ordesa (Huesca)
Parque Natural Fragas do Eume (A Coruña)
Robledal de Muniellos (Asturias)
Sierra de las Nieves (Málaga)
Selva de Oza (Huesca)
Bosque de Quinto Real (Navarra)
Hayedo de la Pedrosa (Riofrío de Riaza, Segovia)
Fageda de les Roques Encantades (Girona)
Monte Santiago (Burgos)

Nuestra selección de bosques para practicar el shinrin-yoku

Para conseguir los beneficios del baño o cura de bosque podemos realizarlo en cualquier espacio arbolado tranquilo, pero los beneficios se multiplican si eliges un bosque milenario. Por eso, hemos seleccionado los 13 bosques antiguos de España, habitados por árboles milenarios donde la variedad de especies vegetales, animales y hongos es enorme. Son comunidades de seres vivos que se han desarrollado en colaboración durante miles de años.

Las redes de comunicación entre ellos son infinitamente más densas y complejas que la internet de los seres humanos. Esa comunicación no se compone solo de unos y ceros, sino de moléculas aromáticas como los terpenos, emitidos por las plantas, entre muchas otras. Estas moléculas son capaces de estimular nuestras defensas como se puede comprobar con el recuento de las células "natural killer" en nuestra sangre después de un paseo.

En esos bosques, además, la majestuosidad de los árboles te transporta a otro estado de conciencia. Olvidas todo lo que te pueda preocupar, atisbas otras realidades. Tu mente y tu cuerpo entran en sincronía con los latidos de la vida.

Los bosques más antiguos de la Tierra son los denominados "bosques originales", "primigenios", "primarios" o "vírgenes". Son las masas de árboles que nunca han sido heridas por la actividad humana y constituyen el recuerdo de cuando los bosque cubrían la mitad de la superficie terrestre en el Mioceno, periodo que terminó hace 5 millones de años.

En la península ibérica no quedan bosques que se puedan considerar científicamente primarios, pero nos quedan pequeñas superficies intactas en los Pirineos y la cordillera Cantábrica, y es mejor dejarlos tranquilos.

Para darnos un buen baño de bosque y obtener todos los beneficios podemos visitar otros bosques antiguos, bien conservados y hermosos. A continuación te mostramos una selección entre los mejores bosques de España con rutas sencillas para experimentar el baño de bosque.

1.Tejeda de la Sierra del Sueve (Asturias)

En este bosque más de 8.000 tejos, muchos milenarios, viven en compañía de imponentes hayas, fresnos, castaños y tejos que crecen sobre un suelo de rocas calizas blancas afiladas sobre las que crecen musgos y helechos.

Con una extensión de unas 80 hectáreas (otros tantos campos de fútbol), es la mayor concentración de tejos de Europa y una de las masas forestales más antiguas del continente.​

Para realizar el recorrido propuesto es necesario saber orientarse con GPS y es preferible hacerlo en verano para evitar el barro y la humedad sobre las piedras.

2. Robledal de la Reserva Natural Integral de Muniellos (Asturias)

El mayor robledal de España, ubicado dentro del Parque Natural de las Fuentes del Narcea, Degaña e Ibias, es uno de los mejores conservados de Europa y alberga una de las comunidades vegetales y animales más ricas de Europa.

Solo pueden visitarlo 20 personas al día, por lo que debes solicitar autorización (puedes hacerlo online aquí) y confirmarla entre 23 y 15 días (aquí). Si quieres probar suerte, puedes acercarte y si no se ha cubierto el cupo te dejarán entrar.

3. Secuoyas del Monte Cabezón (Cantabria)

Este pequeño bosque es una excepción en esta lista, pues se trata de un bosque moderno. Lo plantó el gobierno de 1940 con la intención de producir madera a partir de uno de los árboles más majestuosos del mundo, la secuoya roja (Sequoia sempervirens). Por suerte, en 2003, Las Secuoyas del Monte Cabezón se declararon Espacio Natural Protegido y Monumento Natural.

Lo hemos incluido por la impresión que producen estos árboles y porque es un lugar muy agradable para visitarlo en familia y con niños. Hoy en día persisten 848 ejemplares, con una altura media de 36 metros y un perímetro superior al metro y medio. No dejes de acariciar la corteza suave y aterciopelada de estas maravillas de la naturaleza.

4. Bosques de hayas y abetos de la Selva de Irati (Navarra)

La Selva de Irati no puede faltar en ninguna lista. Es el segundo bosque de hayas y abetos más extenso (17.000 hectáreas) y mejor conservado de Europa, después de la Selva Negra de Alemania. El hayedo virgen se concentra en 20 hectáreas con ejemplares de más de 30 metros de altura en el monte La Cuestión o Zabaleta y está protegido como Reserva Integral. También es Patrimonio de la Humanidad para la Unesco.

Puedes entrar en el bosque de Orbaiceta o desde Ochagavia, donde se ubica el Centro de Interpretación con información sobre las rutas y el paraje. Un camino para llegar al hayedo de Lizardoia es la senda de Contrasario.

5. Bosques de hayedos, arces, tilos, acebos y fresnos de Sierra Urbasa (Navarra)

En el Parque Natural de Urbasa-Andía se encuentran hayas, sauces, avellanos, tilos, robles y serbales. Además existen multitud de monumentos megalíticos dispersos.

Destaca el Hayedo Encantado: un laberinto de formaciones rocosas, musgos y líquenes donde se levantan troncos retorcidos de hayas. También puedes visitar el nacedero del río Urederra y contemplar por el camino cascadas y pozas de aguas de color azul turquesa y verde esmeralda.

6. La Fageda d'en Jordà (Girona)

La Fageda d'en Jordà es excepcional porque se extiende sobre la colada del volcán del Croscat, sobre una superficie relativamente llana, en el marco del Parque Natural de la Zona Volcánica de la Garrotxa.

Las pequeñas colinas que verás son prominencias propias de la lava. Los ejemplares de hayan son medianos y grandes y se benefician de un clima generoso en lluvias, fresco, entre la zona mediterránea y la montaña húmeda atlántica.

7. Bosque de Oma (Bizcaia)

La Reserva de la Biosfera de Urdaibai destaca por la diversidad de aves migratorias que acuden al estuario del río Oka, pero también posee zonas arboladas, como los bosques húmedos de galería sobre los cursos de los ríos y arroyos con avisos, fresnos, robles y otros arbustos. En la cabecera del predominan los roble, olmos y castaños. También te encontrarás con masas de encinares, madroños y aladiernos en Atxarte y Ereñozar.

En uno de estos espacios, en la localidad de Kortezubi, cerca de la cueva de Santimamiñe, se encuentra El Bosque de Oma, una obra artística creada por Agustín Ibarrola entre los años 1982 y 1985. Consiste en un grupo de árboles que se han pintado de manera que desde diferentes perspectivas componen figuras geométricas, humanas y animales.

8. Hayedo de Montejo (Madrid)

Es uno de los últimos reductos del auténtico bosque original en España. Son 250 hectáreas, Patrimonio de la Humanidad, que se recorren mediante tres sendas: del río, la ladera y el mirador. Entre los árboles destacan los robles melojos y albar, los tejos, los abedules, los álamos y especialmente las hayas. Hay especies vegetales de otras épocas que han desaparecido de muchos otros bosques. Y con un poco de suerte se pueden avistar ejemplares de gato montés, nutrias, tejones y garduñas.

La visita está controlada. Un 50% de las entradas se ponen a la venta presencial según el orden de llegada, pero una vez agotadas las autorizaciones del día, el cupo queda cerrado. El resto de entradas corresponden a las reservas online que deben realizarse con tres meses de anticipación en la web del Centro de Recursos e Información Reserva de la Biosfera Sierra del Rincón.

9. Parque Natural de los Alcornocales (Málaga y Cádiz)

En este parque natural se encuentra la masa forestal de alcornoques más grande del mundo, pues cubre 170.000 hectáreas. Estos árboles han sido aprovechados por el ser humano durante siglos, pero el bosque conserva su valor ambiental. Los árboles acogen infinidad de especies de pájaros y no son extraños los gamos y los ciervos.

El bosque tiene muchos accesos. El que da acceso al sendero del Canuto Risco Blanco es recomendable para una caminata tranquila por en medio del bosque de laurisilva, similar a los de la Era Terciaria, sembrado de helechos.

10. Sierra de Aracena y Picos de Aroche (Huelva)

Los castaños son las estrellas de la Sierra de Aracena. Ocupan una extensión de entre 4.700 y 5.000 hectáreas, lo que supone una población total de alrededor de 270.000 castaños con una edad media de 350 a 400 años. Algunos ejemplares se acercan al milenio.

El sendero señalizado Rodeo al Cerro del Castaño se adentra en uno de los puntos más altos de la sierra (962 metros) donde se da un bosque mediterráneo propio de zonas húmedas y umbrías, con robles melojos y otras especies.

11. Castaños del Temblar en el Valle de Ambroz (Cáceres)

En este rincón del Valle del Ambroz a 5 castaños ancestrales les han puesto nombre. Solo les falta pronunciar palabras de sabiduría con voz grave y resonante. El Hondonero tiene unos 700 años y el del Arroyo, unos 800, mientras que el Retorcío hace honor a su nombre, como el Menuero y el Bronco. Se pueden visitar todo el año excepto los meses de octubre a enero.

Puedes llegar hasta ellos gracias a un camino que comienza en el pueblo del Segura de Toro y discurre en zigzag entre alisos, sauces, robles y arces. Si miras entre las copas puedes descubrir aves forestales como el trepador azul, el agarrador, el chochín, el pico menor o el arrendajo. Y si miras más alto al cielo puedes descubrir gavilanes y halcones.

12. Bosque de laurisilva del Parque Nacional de Garajonay (La Gomera)

El Parque Nacional Garajonay en La Gomera es una joya única porque conserva un bosque de laurisilva del Terciario (de hace 65 millones de años) que reúne un gran número de especies endémicas y espectaculares monumentos geológicos como Los Roques.

Sus casi 4.000 hectáreas son Patrimonio de la Humanidad y se encuentran permanentemente surcadas por bancos de niebla. Si se va con niños es recomendable hacer el sendero de la Cañada de Jorge, circular, de 3,5 km.


13. O Teixedal de Casaio (Ourense)

En la parroquia de Casaio se halla este pequeño bosque (20 hectáreas) de 422 tejos centenarios (uno de ellos, milenario) que conviven con acebos, avellanos, serbales y fresnos. Es uno de los pocos bosques naturales de tejos existentes en Europa. Forma parte del Zona de Especial Protección de Peña Trevinca, en la confluencia de Orense, León y Zamora, donde se sitúan las montañas más altas de Galicia.