No es Jordania, pero se le parece: así es la 'Petra española'

La localidad sevillana de Osuna es conocida por sus canteras datadas del s.V

Ambas ciudades destacan por el yacimiento de talla en piedra




Hace poco más de 200 que la ciudad de Petra, en Jordania, fue descubierta al mundo occidental, aunque su historia se remonta siglos atrás. Tanto que, de hecho, se dice que el profeta Mahoma recibió en esa zona las primeras revelaciones que posteriormente le llevaron a fundar la una de las últimas religiones monoteístas, el islam. Pero, lo interesante de esta historia es la ciudad gemela que Petra tiene en España.

Y no resulta una burda comparación, pues hasta el reconocido escritor Mario Vargas Llosa ha reconocido el símil entre el Coto de las Canteras, en localidad sevillana de Osuna, con la antigua capital del reino nabateo. En primer lugar, debido a la antigüedad, puesto que ambos yacimientos han sido catalogados alrededor de los s. y VII a.c, y, en segundo lugar, por razones arquitectónicas. Y es que, aunque salvando las distancias en belleza, tanto Petra como la cantera andaluza están talladas sobre la piedra misma.

En funcionamiento hasta 1960

A escaso 90 km de Sevilla se encuentra el Coto de las Canteras, una antigua cantera en funcionamiento desde tiempos íberos y hasta hace a penas 60 años, cuna de la extracción de sillares de piedra en toda la región andaluza y origen de los principales materiales de casi todo el patrimonio monumental de la provincia (sobre todo de las casa y palacios de Osuna y alrededores)



Siguiendo el paralelismo con la ciudad jordana, el Coto de las Canteras no fue redescubierto ya hasta la entrada del s.XXI, pues desde que ceso su actividad y hasta finales de los 90, la zona estaba siendo usada como escombrera. Ya en 2004, la cantera pasa de ser propiedad pública a privada, y es entonces cuando comienza su transformación y remodelación para abrirla al público en general, tras la realización además de una serie de réplicas de esculturas y tallados de la cultura íbera.

A día de hoy la entrada al complejo es de pago e incluye el acceso al interior de las canteras de piedra arenisca, así como una visita por los más de 4.000 metros de jardines que las rodean. El principal atractivo: un extenso espacio de unos 25 metros de altura, excavado en su totalidad en roca y techado en su parte más alta.



A pesar de su reciente metamorfosis, los trabajos de conservación comenzaron a prinicpios de los 2000's, la recreación de las canteras es tal que hasta se usa como escenario de conciertos, siendo el auditorio natural techado más grande y antiguo del país. Por supuesto, el complejo también está disponible para celebrar cualquier tipo de evento, incluidas bodas.