El pueblo español con más de 2.000 casas subterráneas: “Es la capital europea de las cuevas”

Un viaje a través del tiempo revela cómo las tradicionales casas-cueva fusionan comodidad moderna y técnicas ancestrales en un entorno de singular belleza natural

En el corazón de Andalucía oriental, en la provincia de Granada, se encuentra Guadix, conocida popularmente como “la Ciudad Mitrada”. Esta urbe es un crisol de historias y culturas que a lo largo de los siglos han dejado su huella en el vasto patrimonio arquitectónico y urbanístico del lugar. Sin embargo, entre todas sus riquezas, destaca por su singularidad el famoso Barrio de las Cuevas, un asentamiento de más de 2.000 viviendas subterráneas que ha llevado a Guadix a ser considerada la “Capital Europea de las Cuevas”.

Estas casas-cueva, excavadas a lo largo de los cerros arcillosos de la región, representan un estilo de vida único. No solo ofrecen todas las comodidades de una vivienda moderna, sino que también aprovechan los beneficios naturales de su entorno, como una temperatura constante entre 18º C y 20ºC y un aislamiento acústico proporcionado por la arcilla.

La historia de estas viviendas se remonta a la época de romanos y árabes, pero fue tras la reconquista de la región por los Reyes Católicos cuando estas cuevas comenzaron a ser utilizadas como refugio por las minorías que no estaban integradas en la vida urbana de Guadix. Este barrio, extendido de este a oeste alrededor de la ciudad, muestra una planificación que se podría considerar anárquica, donde cada vivienda cueva y su acceso se han adaptado a las veredas y vertientes naturales de los cerros.
Guadix (Ayuntamiento de Guadix)

La construcción de estas cuevas, llevada a cabo por los “picaores”, sigue una técnica ancestral que comienza con la creación del portal, desde el cual se excavan el resto de habitaciones. Este método constructivo, junto con la ausencia de puertas tradicionales, sustituidas por cortinas para facilitar la ventilación, y chimeneas construidas sobre los cerros para la salida de humos, contribuye a crear un paisaje urbano único en la región.

Las cuevas a lo largo de la historia

Además de ser utilizadas como viviendas, las cuevas han servido para diversos fines a lo largo de los años, incluyendo usos religiosos, productivos y turísticos. Elementos como iglesias y ermitas excavadas, así como bodegas, hornos de pan y alfarerías, se suman a la oferta de alojamientos rurales, hoteles cueva, museos y centros de interpretación, enriqueciendo la experiencia de lo que se ha dado en llamar “Trogloturismo”.

El barrio de las Cuevas es testigo de importantes eventos históricos y culturales, como la labor del Padre Pedro Poveda en el siglo XX, quien se dedicó a la evangelización y la educación en esta comunidad. Hoy en día, monumentos como el bajorrelieve mural de José Campoamor, en honor a San Pedro Poveda, y la conservación de la Casa Cueva de San Pedro Poveda, muestran el profundo arraigo de estas prácticas y tradiciones en la comunidad de Guadix.

El patrimonio espiritual del barrio también es notable, destacándose la Cueva-Santuario de la Virgen de Gracia, patrona del Barrio de las Cuevas desde el siglo XVIII, y la Iglesia de la Virgen de Fátima, una construcción que ejemplifica la singular adaptación de la arquitectura moderna al paisaje troglodita.


Guadix y su Barrio de las Cuevas se presentan así no solo como un lugar de residencia para sus habitantes sino como un destino de interés para quienes buscan conocer una forma de vida única y un patrimonio cultural y arquitectónico excepcional en Europa. Este enclave, gestionado por la Concejalía de Turismo del Ayuntamiento de Guadix, invita a explorar sus secretos mejor guardados, ofreciendo una ventana a la historia, la cultura y las tradiciones de este rincón andaluz, donde el pasado y el presente se funden en un espectacular paisaje de cerros arcillosos, chimeneas blancas y cuevas habitadas.

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Esta villa es un destino perfecto para los amantes de la naturaleza, pues se ubica muy cerca del impresionante Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido



En la confluencia entre los ríos Bellos y Cinca, en pleno Pirineo oscense, se localiza un rincón mágico que enamora a cualquier viajero. En él, la tranquilidad es la principal protagonista, pues permite desconectar del estrés de la gran ciudad y disfrutar de la naturaleza como nunca antes. Sus construcciones, ahora abandonadas por el paso del tiempo, hacen de Muro de Bellos uno de los pueblos despoblados más especiales de la región.

Se encuentra dentro del término municipal de Puértolas, y sus casas, distribuidas en torno a una plaza central y elevadas sobre un cerro, confieren a la villa una imagen de fortaleza defensiva. Además, dada su situación privilegiada, permite disfrutar de unas impresionantes vistas de todo el entorno. Tanto es así, que algunos directores de cine han elegido esta localidad como escenario para algunas de sus películas.



En el año 2017 se estrenó Bajo la piel del lobo, una película protagonizada por Mario Casas e Irene Escolar y que uso como escenario muchas localizaciones del Pirineo oscense. Una de estas fue la localidad de Muro de Bellos, la cual representaba en la ficción el pueblo de Azual, el hogar del solitario protagonista. A este filme se le suma otro también ambientando en el Pirineo: Armugán, película estrenada en 2019.

Más allá de esto, Muros de Bellos es un oasis para los amantes de la naturaleza, con apenas 10 casas, esta pequeña villa refleja a la perfección la tradición y cultural del Pirineo. Se enclava en lo alto de un cerro vigilando todo el valle del Cinca a un lado y el de Puértolas al otro. Su disposición se compone de una fortificación tipo muro que es propia de esta zona del Pirineo. Históricamente, la región se caracterizó por vivir principalmente de la ganadería y la agricultura, sin embargo, en el siglo XX, sufrió una despoblación progresiva como consecuencia del éxodo rural hacia las grandes ciudades.

Los últimos habitantes de Muro de Bellos dejaron su casa, conocida como Casa Miguel, en el año 2002. A día de hoy, más allá del esqueleto dejado por su entramado urbano, se puede contemplar también los restos de la iglesia parroquial de Santa María y de la escuela.

Un entorno natural maravilloso

Muro de Bellos pertenece al municipio de Puértolas, el cual se localiza a las puertas del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido. Este parque es famoso por sus espectaculares paisajes que comprenden cascadas, bosques, cañones y el destacado Monte Perdido, presentándose como un destino obligado para los aficionados al turismo de naturaleza. Ofreciendo acceso a una diversidad de rutas de senderismo, el parque brinda la oportunidad de sumergirse en una rica biodiversidad, permitiendo a los visitantes observar de cerca una fauna y flora única en su especie.

Dentro de las maravillas naturales que alberga, el cañón de Añisclo se destaca por sus profundas gargantas labradas por la acción del río Bellos, convirtiéndose en un punto de atracción tanto para escaladores como para entusiastas del barranquismo, además de aquellos que buscan la serenidad que solo este tipo de paisajes puede ofrecer. Asimismo, las gorgas de Puértolas invitan a los visitantes a experimentar las frescas aguas del río Cinca, convirtiéndose en el complemento perfecto para una jornada de exploración en contacto con la naturaleza pura.

Cómo llegar

Desde Huesca, el viaje es de alrededor de 1 hora y 40 minutos por las vías A-23 y N-260. Por su parte, desde Lleida el trayecto tiene una duración estimada de 1 hora y 50 minutos por las carreteras A-22, la Aragonesa/A-138.

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