¿Qué es la arquitectura brutalista y qué edificios tenemos en España con este estilo?

Hormigón, austeridad y tamaños descomunales son las principales características de estas singulares construcciones.

El brutalismo, surgido en la posguerra como un reflejo arquitectónico de una era de reconstrucción, es inconfundible por su uso del hormigón crudo y sus formas geométricas imponentes. Este estilo, que encuentra belleza en la austeridad y la funcionalidad, provoca división de opiniones: mientras algunos lo celebran como un icono de modernidad y expresión cultural, otros lo critican por su aparente frialdad y monotonía. En España, el brutalismo ha dejado obras singulares. A través de ocho edificios emblemáticos, exploraremos las facetas de este estilo que despierta pasión y debate a partes iguales.

Orígenes del brutalismo

El brutalismo, un término derivado del francés "béton brut" que significa "hormigón crudo", fue acuñado por el renombrado arquitecto Le Corbusier, quien favorecía este material por su robustez y sinceridad estética. Este estilo se gestó en un mundo de posguerra, donde la necesidad de reconstrucción era urgente y el hormigón ofrecía una solución económica, rápida y duradera. El brutalismo no solo respondía a necesidades funcionales, sino que también encarnaba ideales utópicos. Arquitectos de la época veían en este estilo una oportunidad para reimaginar las sociedades futuras, creando espacios que promovían nuevas formas de vivir comunalmente, alejadas de los convencionalismos previos a la guerra y alineadas con visiones de progreso y funcionalidad radical.

Características del brutalismo

El brutalismo se caracteriza por su enfoque crudo y sin concesiones en la arquitectura, definido claramente por Reyner Banham, quien destacó tres rasgos distintivos: la ausencia total de ornamento, el uso prominente de hormigón desnudo y una escala arquitectónica descomunal. Estas características enfatizan la funcionalidad y proyectan una estética de fortaleza y permanencia.

En España, estas cualidades se manifiestan de manera impresionante. Las Torres Blancas en Madrid, diseñadas por Francisco Javier Sáenz de Oiza, exhiben el hormigón desnudo que moldea su estructura cilíndrica, aportando una textura visual que rompe con cualquier ornamento tradicional. Por otro lado, Walden 7 en Barcelona, de Ricardo Bofill, refleja la monumentalidad del brutalismo en su complejo de viviendas laberíntico, donde el hormigón configura tanto la forma como la función del edificio, creando un impacto visual y social significativo.

Ejemplos en España

En la geografía española, el brutalismo ha esculpido ocho iconos que narran una historia de arte y experimentación:

1. Torres Blancas, Madrid - Aunque su nombre evoca imágenes de resplandecientes estructuras blanquecinas, Torres Blancas es una oda al hormigón. Diseñada por Francisco Javier Sáenz de Oiza, esta torre es un árbol de hormigón que se eleva en espiral hacia el cielo, desafiando la horizontalidad tradicional de la arquitectura residencial. Curiosamente, nunca se construyó la segunda torre planeada, dejando el nombre en plural como un eco de lo que podría haber sido.

2. Walden 7, Barcelona - En Sant Just Desvern, Ricardo Bofill transformó una utopía en realidad. Inspirado en el libro de Henry David Thoreau, este complejo residencial simula ser una ciudad vertical con patios interiores de colores vibrantes y un laberinto de pasillos que fomentan una comunidad interconectada. Walden 7 se levanta como un castillo moderno, lleno de secretos y sorpresas.

3. Torre de Valencia, Madrid - Elevándose con autoridad sobre el Parque del Retiro, la Torre de Valencia es obra de Javier Carvajal Ferrer. A pesar de su éxito inicial en ventas, generó controversia por alterar la vista icónica desde la Plaza de Cibeles hasta la Puerta de Alcalá. Su imponente altura y diseño la hacen una fortaleza en el horizonte madrileño.

4. La Fábrica, Barcelona - Otra creación de Bofill, esta vez una fábrica de cemento convertida en su estudio y residencia. Las enormes estructuras industriales se mezclan con la vegetación, creando un ambiente surrealista que desafía las nociones de espacio y uso.

5. Facultad de Ciencias de la Información, Madrid - Conocida por su aparición en la película "Tesis" de Amenábar, este edificio es un laberinto de hormigón que refleja el enigma y la introspección académica. Su diseño, aunque imponente, es un telón de fondo perfecto para el drama y la creatividad.

6. Iglesia Nuestra Señora del Rosario de Filipinas, Madrid - En contraste con la opulencia típica de los espacios religiosos, esta iglesia destaca por su sobriedad brutalista. El hormigón domina, creando un espacio de reflexión austero, pero profundamente espiritual.

7. Sede del Colegio de Médicos, Sevilla - Diseñada por Rafael de la Hoz, es un juego de volúmenes y transparencias, mostrando cómo el brutalismo puede ser tanto imponente como acogedor. Es un lugar de encuentro para la mente y el espíritu médicos.

8. Torre del Complejo Cuzco, Madrid - Parte de un complejo que ha albergado ministerios y servicios públicos, su diseño brutalista representa la estética de poder y permanencia. Con sus 100 metros de altura, es un testimonio del skyline cambiante de Madrid y del papel del brutalismo en la configuración de espacios públicos.

Cada uno de estos edificios cuenta una historia única, anclada en la materialidad del hormigón y en la visión de una España que mira hacia adelante, siempre hacia adelante.

El brutalismo, a menudo polarizador, ha sido tanto elogiado por su singularidad estructural como criticado por su frialdad percibida. Este estilo arquitectónico es reconocido por su capacidad para moldear espacios públicos y privados con una honestidad sin adornos, reflejando el pragmatismo y la innovación. Sin embargo, en sociedades totalitarias, el brutalismo ha sido visto como un instrumento de opresión, sus masivas estructuras de hormigón pueden evocar una sensación de control y dominio. En democracias, por otro lado, estos edificios pueden simbolizar la transparencia y la fortaleza, ofreciendo un lienzo robusto para la vida comunitaria y la interacción social.



Estamos ante uno de los estilos artísticos más singulares de la arquitectura moderna, que desafía nuestras percepciones de belleza y funcionalidad con su uso del hormigón y sus formas imponentes. A través de su presencia en España, este estilo invita a una reflexión sobre la interacción entre el espacio, la sociedad y la estética. Invitamos a explorar estos monumentos arquitectónicos todavía habitados, es decir, en pleno funcionamiento, a experimentar su magnífica escala y sus texturas crudas, y a formar una visión propia de este estilo tan debatido. ¿Es el brutalismo una expresión de brutalidad o de sinceridad? La respuesta puede estar en la experiencia personal de cada observador.

La belleza del arte de la arquitectura..