El primer motor español en medio siglo es una obra de ingeniería revolucionaria sin precedentes
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El primer motor español en medio siglo es una obra de ingeniería revolucionaria sin precedentes
La industria de la automoción en España ha impulsado a la investigación y el desarrollo de vehículos eléctricos, así como tecnologías relacionadas con la movilidad sostenible.
El país es uno de los principales fabricantes de automóviles de Europa y cuenta con una sólida cadena de producción que abarca grandes marcas internacionales hasta empresas locales especializadas en componentes.
La industria de la automoción española lleva produciendo vehículos de manera interrumpida desde hace décadas, pero hay una materia en la que está escasa desde hace tiempo: motores de cosecha propia. Por eso es destacado el primer motor en 50 años, un propulsor que, además, tiene una propuesta bastante peculiar: Innengine.
Desarrollado en Granada, cuenta con una tecnología patentada de un motor que cuenta con su propio ciclo de combustión y cinemática. Emplea una arquitectura de pistones opuestos y una pista de levas que hace que se le pueda considerar como un motor “de un tiempo”. La compañía también destaca su equilibrio de masas y rendimiento.
Uno de sus puntos fuertes es su sencillez y que, a pesar de ella, su rendimiento es equivalente al de motores mucho más grandes.
Emplea hasta un 70% menos de piezas que un motor convencional de cuatro tiempos y es capaz de cuadruplicar el rendimiento respecto a la cilindrada. Un bloque Innengine de 700cc rinde como un de 2800cc y 4 tiempos, con la ventaja adicional de que tanto el peso como el tamaño son la mitad.
Otro aspecto importante es el hecho de que este motor puede funcionar con cualquier tipo de combustible, incluido el hidrógeno, lo que abre un gran abanico de posibilidades como integrante de sistemas híbridos, como generador para coches eléctricos, etc.
En este momento la compañía española aplica el concepto de Innengine a dos motores diferentes, el REX-B y el E-REX.
El primero cuenta con una arquitectura específica que busca competir en el mercado de los motores de dos tiempos y entre 125 y 350cc de cilindrada. El segundo, por su parte, es una variante más avanzada del propulsor, tiene 700cc, distribución variable, compresión variable y precámara de combustión.
El REX-B estará preparado para comenzar su producción durante el cuarto trimestre de 2023, mientras que el E-REX tendrá que esperar a 2024, aunque no se ha concretado una fecha.
Porque bueno es saberlo.
El país es uno de los principales fabricantes de automóviles de Europa y cuenta con una sólida cadena de producción que abarca grandes marcas internacionales hasta empresas locales especializadas en componentes.
La industria de la automoción española lleva produciendo vehículos de manera interrumpida desde hace décadas, pero hay una materia en la que está escasa desde hace tiempo: motores de cosecha propia. Por eso es destacado el primer motor en 50 años, un propulsor que, además, tiene una propuesta bastante peculiar: Innengine.
Desarrollado en Granada, cuenta con una tecnología patentada de un motor que cuenta con su propio ciclo de combustión y cinemática. Emplea una arquitectura de pistones opuestos y una pista de levas que hace que se le pueda considerar como un motor “de un tiempo”. La compañía también destaca su equilibrio de masas y rendimiento.
Uno de sus puntos fuertes es su sencillez y que, a pesar de ella, su rendimiento es equivalente al de motores mucho más grandes.
Emplea hasta un 70% menos de piezas que un motor convencional de cuatro tiempos y es capaz de cuadruplicar el rendimiento respecto a la cilindrada. Un bloque Innengine de 700cc rinde como un de 2800cc y 4 tiempos, con la ventaja adicional de que tanto el peso como el tamaño son la mitad.
Otro aspecto importante es el hecho de que este motor puede funcionar con cualquier tipo de combustible, incluido el hidrógeno, lo que abre un gran abanico de posibilidades como integrante de sistemas híbridos, como generador para coches eléctricos, etc.
En este momento la compañía española aplica el concepto de Innengine a dos motores diferentes, el REX-B y el E-REX.
El primero cuenta con una arquitectura específica que busca competir en el mercado de los motores de dos tiempos y entre 125 y 350cc de cilindrada. El segundo, por su parte, es una variante más avanzada del propulsor, tiene 700cc, distribución variable, compresión variable y precámara de combustión.
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Porque bueno es saberlo.
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