Los diez mejores whiskies que puede usted beber sin arruinarse

Intensos, aromáticos y envejecidos durante varios años antes de ser embotellados

El whisky es una bebida alcohólica obtenida por la destilación de un mosto fermentado de cereales como cebada, trigo, malteada, centeno y maíz, y posterior envejecimiento en barriles de madera, tradicionalmente de roble blanco.

El término whisky o whiskey deriva del gaélico escocés "uisge beatha" y del gaélico irlandés "uisce beathadh", que significa, en ambos casos, "agua de vida" del latín aqua vitae, aquavit. En cualquier caso la Real Academia Española solo admite las grafías «whisky» o «güisqui».

La primera vez que apareció en un escrito fue en 1405 en Irlanda y vinculado a los monjes, pero se da por supuesto que los lugareños irlandeses y escoceses lo 'pimplaban' ya cientos de años antes.

Carlos Maribona ha hecho una interesante lista, donde enumera los 10 whiskies de malta que, en su opinión, merecen ser tenidos en cuenta cuando se ponen juntas las variables precio y calidad.:

El término whisky o whiskey deriva del gaélico escocés "uisge beatha" y del gaélico irlandés "uisce beathadh", que significa, en ambos casos, "agua de vida"

http://www.periodistadigital.com/salud/nutricion-y-ejercicio/2011/06/25/malta-diez-mejores-whiskies-trago-puede-usted-beber-arruinarse.shtml

Considerada por los antiguos escoceses como “agua de vida”, es una de las bebidas más consumidas en el planeta.

Galería: coleccionando botellas de whisky.

En Escocia existen varias tradiciones, aunque quizás la más antigua de todas, junto a ‘Nessie’, sea la elaboración del whisky. Al pie de los Highlands, al norte de la línea imaginaria que une Dundee y Greenock, nació esta bebida, regalo de dioses para los antiguos moradores de Alba, como llaman a Escocia en gaélico.

Los primeros escritos que atestiguan la existencia del “Usquebaugh” o agua de vida están fechados en Irlanda a principios del siglo XV y en Escocia a finales del mismo. Pero los testimonios orales hacen pensar que ya se destilaba el whisky en los comienzos de la Edad Media. Los primeros destilados de la historia se elaboraron con un fin medicinal, de ahí que los romanos le dieran el nombre de “aqua vitae”.

Tradición familiar

De padres a hijos fue transmitiéndose el secreto de la elaboración del whisky. Pequeñas destilerías se alojaban en las riveras de los ríos, con cuya agua y la cebada de los campos se elabora el líquido dorado. Esta tradición ha perdurado en el tiempo, aunque muchas de estas destilerías se han agrupado en una única marca y otras han sucumbido con el paso del tiempo.

Esta tradición se aplicó también a los nombres de las marcas. Muchas de ellas tomaron el nombre del valle – Glen, en escocés- y del río que lo surcaba: Glenlivet, Glenfiddich, Glen Grant, Glenmorangie, Glenrothes...

De similar manera han llegado muchas botellas a la colección de nuestro protagonista. Paul Bordonaba regenta el Museo del Whisky, un bar en el que atesora cerca de 3.400 botellas diferentes, siguiendo la colección que comenzó su padre Pedro. Paul recuerda como su padre, que fue cocinero en el Reino Unido, se inició en las islas británicas en esta afición. Al volver a España, su progenitor abrió un bar en Irún, ciudad por la que pasaban miles de camiones cada día. Fueron éstos, los que paraban a almorzar y descansar un rato, los que le hablaban de lugares con tradiciones y bebidas maravillosas. De estas conversaciones, y merced a un buen trato y una gran comida, los camioneros agradecidos le regalaban alguna botella cuando regresaban por el local.

Así, siguiendo la colección que inició su padre, Paul abrió el Museo del Whisky, donde tiene expuestas más de 3.000 botellas y donde el espacio se le va quedando pequeño para albergar este tesoro.

Las joyas de la colección

Coleccionar botellas de whisky puede resultar atípico para el común de los mortales, pero quién no ha soñado en algún momento con tener una pequeña bodega en casa. Paul se muestra reacio a hablar de precios, ya que algunas de las botellas que guarda son únicas en el mundo, por lo que el precio, en caso de una hipotética venta, lo establecería él en la cantidad que le viniera en gana. En una subasta celebrada en 2010, una persona anónima pagó cerca de 400.000 euros por un Macallan de 64 años, envasada en una botella única, diseñada especialmente para la puja, que tenía fines benéficos.

Nuestro protagonista asegura que apenas ha gastado dinero en las botellas, que la mayoría han llegado como empezó su padre, a través de amigos y conocidos, que en sus viajes por el mundo han encontrado whiskys distintos y se los han ido regalando o cediendo para la exposición.

De esta forma, aunque la mayor parte de las botellas tienen su origen en Escocia, encontramos envases procedentes de Japón, Estados Unidos, Venezuela, España o Malawi, por mencionar sólo unos pocos países.

Junto a botellas recientes y antiguas de marcas muy comerciales (Cardhu, Chivas Regal, Dewar’s o Jack Daniel's), se amontonan otras como una Balvenie de 50 años, de la que sólo se embotellaron 500 ejemplares en el año 1987, una colección de 8 ejemplares de botella-libro de Springbank, o distintos modelos de la casa Bells, con sus botellas en forma de campana, que conmemoran los principales actos de la monarquía británica.

Otra de las vitrinas de esta colección está dedicada al golf, por su especial relación que tiene con el whisky. Según cuenta la leyenda, los pastores se entretenían golpeando cantos rodados con un bastón, intentando meterla en un hoyo. Cada vez que lo conseguían le daban un trago a una garrafa de whisky. Como las garrafas antiguas tenían una capacidad más o menos de 18 medidas o tragos, así se establecieron los 18 hoyos de los que consta un campo de golf. Fiel a esta tradición Paul conserva unas cuantas botellas que homenajean a este deporte. Desde algunas con forma de bola con hoyos, hasta carritos botella o ediciones especiales para distintos campeonatos.

Todo lo que tenga que ver con el whisky está en el Museo del Whisky, en el que además de observar está maravillosa colección, puede uno disfrutar degustando alguno de los más de 200 whiskys que ofrecen para el consumo mientras uno se divierte con las ocurrencias de Paul, ya que como él dice, le gusta crear. Y con la misma emoción con la que un niño espera a los Reyes Magos, nos cuenta como de esta pasión surgieron dos ideas: la coctelera más pequeña del mundo, certificada por el Libro Guinness de los Récords, y los caramelos de Gin Tonic, que superaron sus expectativas y fueron todo un éxito. O solamente disfrutar con la música en vivo que sale del piano que toca Vicente y si uno tiene suerte y está en San Sebastián durante el Festival de Cine, muy probablemente pueda coincidir con alguna estrella de Hollywood, que trata de pasar un rato agradable lejos de las cámaras.

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Entre las bebidas alcohólicas más consumidas en todo el mundo se encuentra el whisky. En el mercado es posible encontrar todo tipo de whisky con matices y características totalmente diferentes.

Los mejores whiskies del mundo en calidad-precio

Whisky nacional DYC, el mejor de origen español: ver precio.
Whisky escocés Cardhu con una exquisita mezcla de sabores: ver precio.
Whisky suave J&B para los amantes de la elegancia: ver precio.
Whisky japonés Suntory: ver precio.
Whisky de vainilla escocés Johnnie Walker, el mejor sabor: ver precio.

¿Dónde comprar el mejor whisky del mundo?

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Whisky escocés de malta Glenfiddich

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