Cómo hacer un aire acondicionado casero barato y que funciona

¿No aguantas las altas temperaturas del verano y te pasas el día pegado, literalmente, a la cama o al sofá bebiendo agua como un pez? ¿no tienes la suerte de contar con un aire acondicionado que refresque la habitación infernal en la que te encuentras? ¿el ventilador solo remueve el aire caliente y viciado de tu habitación? No te preocupes, por muy poco dinero vas a poder disfrutar de una máquina de aire acondicionado.

Esto es todo lo que vas a necesitar para construir tu aire acondicionado casero: una codo de tubería de PVC, un miniventilador y una nevera.



El resto de las ilustraciones para haceros vuestro aire acondicionado los podéis ver entrado en este sitio.

DEBE INSTALARSE EN ZONAS DE LA CASA O DE LA OFICINA EN LA QUE NO LE DÉ EL SOL

El aparato refrigerador debe tener 12 grados menos de lo que marque la temperatura exterior o bien colocarlo a 24 grados de manera constante

No ha llegado oficialmente el verano y más de media España está sudando ya la gota gorda.

Sin duda, con los nuevos tramos tarifarios de la electricidad, a más de un español le asalta la gran duda, la de si poner o no en funcionamiento el aire acondicionado.

Quien lo tenga ya instalado o quien en estos días este meditando su adquisición, desde Periodista Digital les vamos a dar una serie de trucos, una guía para que, al menos, no se queden helados cuando les venga el recibo de su compañía eléctrica:

1. Elegir un aparato eficiente: Hay que fijarse en el etiquetado. La letra A, acompañada de «+» y el color verde, son indicativos de un aparato eficiente energéticamente, así que un aire acondicionado con la etiqueta A+++ supone un ahorro aproximado de un 40% en el consumo de energía.

2. Huir del sol: El astro rey no es, precisamente, el mejor aliado de los aparatos de aire acondicionado. Lo recomendable es que estos se instalen lo más alejado del sol directo. Un contacto constante con él dañará el sistema y le costará rendir más, lo que implica a la largo un mayor consumo.

3.Fijar una temperatura media: No hay un criterio fijo, aunque los que más saben aseguran que debe de haber una diferencia máxima entre la temperatura que haya en el exterior y en el interior de unos 12 grados. Cierto es que si fuera hace 40 grados se hace complicado, por no decir imposible, poner el aire a 28 grados. Por eso, otra norma es la de fijar la temperatura del aparato a 24 grados.

4. Apostar por el modo Eco: En estos tiempos de ‘atraco’ tarifario de las eléctricas, colocar el aire acondicionado en modo Eco supone una reducción del consumo en un 30%.

5. Apagar al aire por la noche: Antes de irse a la cama, es mejor apagar el aire y abrir las ventanas para que se genere corriente. La estancia ya estará lo suficientemente fresquita y además, aparte de ahorrar en el recibo, se evitan problemas de salud como la sequedad de las mucosas o que las articulaciones se entumezcan.

6. Puertas y ventanas cerradas: Es vital que mientras el aire acondicionado esté en funcionamiento que las puertas y las ventanas no estén abiertas. Igualmente, en cuanto entre el sol por la ventana, se recomienda bajar las persianas. Por la noche, ya cuando se apague el aparato, hay que abrir puertas y ventanas para facilitar la renovación de la atmósfera.

7. Limpiar el aire acondicionado: Igual que uno hace con el coche, los aires acondicionados también requieren de mucho cuidado. Por eso es una sabia decisión acometer una limpieza regular de los filtros de aire. Cuando estos presentan suciedad obligan a la maquinaria a consumir más energía de la habitual para poder refrigerar y, por tanto, acabará repercutiendo en la tarifa mensual.

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