Liberia ordena disparar en las piernas a los que crucen ilegalmente la frontera

Los soldados serán abastecidos con «al menos cinco o seis rifles (AK-47) para que los usen los oficiales de las patrullas fronterizas»

Las Fuerzas Armadas de Liberia (AFL) ordenaron ayer que las unidades desplegadas en las fronteras de los condados de Bomi y de Grand Cape Mount, en el noroeste del país, disparen en las piernas a cualquier individuo que intente acceder desde Sierra Leona de forma ilegal, a fin de frenar la propagación del ébola en el país.

Según informó el diario local «Daily Observer», el subjefe del Estado Mayor (DCOS) de las AFL, el coronel Eric W. Dennis, emitió el pasado viernes la orden de que los soldados disparen a aquellos que violen el mandato de la presidenta, Ellen Johnson-Sirleaf, de que se cierren las fronteras del país.

Los informes presentados por la Oficina de Inmigración y Naturalización (BIN) confirman que las entradas ilegales de Bo Waterside están siendo empleadas por algunos individuos para pasar a Liberia y al revés durante la noche.

«Extranjeros indeseables»
El comandante de Inmigración de Bo Waterside, el coronel Samuel Mulbah, informó al coronel Dennis de que, pese al cierre de las fronteras, algunos individuos «sin escrúpulos», en su mayoría procedentes de Sierra Leona, estaban usando canoas caseras para entrar a Liberia por la noche. «No sabemos el estado de salud de aquellos que han estado cruzando por la noche en las embarcaciones caseras de esos sierraleoneses», aseguró Mulbah.

«Nuestra frontera necesita estar cerrada y permanecer así para que nadie pueda entrar y atravesarla de forma ilegal», sentenció, para evitar que «extranjeros indeseables» dejen de emplear estas formas de entrada ilegal en el país. El coronel se asegurará de que los soldados sean abastecidos «de al menos cinco o seis rifles (AK-47) para que los usen los oficiales de las patrullas fronterizas».

«A la caza» de los fugados
Por otro lado, el país se ha lanzado a la búsqueda de los 17 pacientes que se escaparon de una clínica de aislamiento de ébola en la capital (Monrovia) después de que fuera saqueada por una turba armada. «Estamos muy, muy preocupados por esta situación», aseguró el ministro de Información, Lewis Brown. La policía tiene previsto volver al barrio de Westpoint y reabrir el centro. «Los agentes tuvieron que irse para no ponerse en riesgo. Recibieron equipos de protección el domingo por lo que espero que puedan volver hoy», aseguró ayer Brown.