La próxima vez que te digan fascista
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Josuhe
Leónidas
El fumador
Aitor Anticanallas
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La próxima vez que te digan fascista
RESPONDE QUE:
EL RETIRO DORADO DE ZAPATERO ALIAS zETAp, Y LA RUINA DE ESPAÑA.
El mayor Inútil, Gafe y Esperpento que ha tenido la España Democrática (ahora vive en un chalecito en Somosaguas, una de las zonas más exclusivas y pijas de Madrid) va a cobrar -"agárrense"- 150.000 EUROS ANUALES de forma vitalicia. O sea 12.500 EUROS AL MES. La cantidad es la suma de la pensión de Expresidente 70.000€ y como miembro del Consejo de Estado 80.000€ ya que EL INÚTIL ha solicitado el ingreso, que ya podría haber renunciado como hicieron González y Aznar. Esto es gracias a una ley que el mismo Zapatero aprueba en el 2004 ( mira el tonto...) que dice que todo Expresidente es Miembro automático del Consejo General del Estado (Un órgano, por cierto, que no sirve para nada y solo se reúne 1 VEZ AL MES) ya que antiguamente no era automático, tenía que pasar por otras instancias. González y Aznar renunciaron porque ganaban bastante más en la empresa privada, pero este ZOQUETE, ESTA CALAMIDAD, ESTE 7 PLAGAS DE EGIPTO no ha encontrado NINGUNA EMPRESA PRIVADA QUE LE QUIERA, es más, le tienen miedo por gafe. Este es el Señorito Rodríguez Zapatero, un socialista que no se avergüenza de cobrar esas cantidades mientras el pueblo las pasa canutas. Por cierto que además tiene -"agárrense de nuevo si se soltaron"- oficina, secretaria, dos funcionarios -uno de ellos con rango de director general-, y seguridad y coche oficial. ¿ NO ES COMO PARA METERLES A TODOS EN LA CÁRCEL?
Que se sepa, que se sepa. No dejes de renviarlo
Solución in extremis al desbarajuste que dejó Zapatero en la TDT
http://www.elsemanaldigital.com/blog/solucion-in-extremis-al-desbarajuste-que-dejo-zapatero-en-la-tdt-142683.html
EL RETIRO DORADO DE ZAPATERO ALIAS zETAp, Y LA RUINA DE ESPAÑA.
El mayor Inútil, Gafe y Esperpento que ha tenido la España Democrática (ahora vive en un chalecito en Somosaguas, una de las zonas más exclusivas y pijas de Madrid) va a cobrar -"agárrense"- 150.000 EUROS ANUALES de forma vitalicia. O sea 12.500 EUROS AL MES. La cantidad es la suma de la pensión de Expresidente 70.000€ y como miembro del Consejo de Estado 80.000€ ya que EL INÚTIL ha solicitado el ingreso, que ya podría haber renunciado como hicieron González y Aznar. Esto es gracias a una ley que el mismo Zapatero aprueba en el 2004 ( mira el tonto...) que dice que todo Expresidente es Miembro automático del Consejo General del Estado (Un órgano, por cierto, que no sirve para nada y solo se reúne 1 VEZ AL MES) ya que antiguamente no era automático, tenía que pasar por otras instancias. González y Aznar renunciaron porque ganaban bastante más en la empresa privada, pero este ZOQUETE, ESTA CALAMIDAD, ESTE 7 PLAGAS DE EGIPTO no ha encontrado NINGUNA EMPRESA PRIVADA QUE LE QUIERA, es más, le tienen miedo por gafe. Este es el Señorito Rodríguez Zapatero, un socialista que no se avergüenza de cobrar esas cantidades mientras el pueblo las pasa canutas. Por cierto que además tiene -"agárrense de nuevo si se soltaron"- oficina, secretaria, dos funcionarios -uno de ellos con rango de director general-, y seguridad y coche oficial. ¿ NO ES COMO PARA METERLES A TODOS EN LA CÁRCEL?
Que se sepa, que se sepa. No dejes de renviarlo
Solución in extremis al desbarajuste que dejó Zapatero en la TDT
http://www.elsemanaldigital.com/blog/solucion-in-extremis-al-desbarajuste-que-dejo-zapatero-en-la-tdt-142683.html
Aitor Anticanallas- Cybernauta-Master
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Re: La próxima vez que te digan fascista
Tranquilos. Pero si el término fascista ya no significa nada, los progres de tanto usarlo le han hecho perder significado. ¡Si hasta a los perros y los gatos que no los obedecen les llaman fascistas! Ustedes, ni caso. Son unos impresentables que no saben discurrir ni dan para más.
El fumador- Cybernauta-Master
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“EL FASCISMO”: UNA IDEOLOGÍA SOCIALISTA CREADA POR UN IZQUIERDISTA
Escrito por Javier Giral Palasí.
La ideología de la derecha actual y que juega en democracia está formada por miembros con ideas liberal-conservadoras, sin embargo continuamente es atacada con el mantra y el insulto personal de “fascista” a poco que esta se atreva a sugerir una mínima idea, un insulto contra cualquiera que ose contradecir el sectarismo ideológico de la izquierda, cuando no totalitarismo y pensamiento único. Obviamente el objetivo de esta táctica dialéctica es la estigmatización del adversario y el dominio para acallar cualquier discusión comprometida.
Por tanto, con el objetivo de que las gentes de la derecha liberal-conservadora se quiten el mantra y el complejo, de que sus ideas son acusadas continuamente de “fascistas” por la izquierda, a poco que estas sean mínimamente expresadas. Vamos a desenmascarar lo qué es realmente la ideología fascista, si es cierto que es la extrema derecha, y si la izquierda puede otorgarse una superioridad moral para acallar a sus adversarios con esta acusación. Y descubriremos no sólo que se trata de una mutación creada por socialistas marxistas de la izquierda sino que no guarda relación con la derecha, aunque puntualmente se haya aliado con esta cuando lo exigía el enfrentamiento contra el enemigo común del socialismo marxista. Una ideología que a partir de ahora es recomendable empezar a llamar por el nombre de nacional-socialistas a todos sus partidos políticos, pues si a los partidos marxistas se les llama como socialistas, a los denominados partidos “fascistas” lo apropiado sería llamarlos genéricamente por su filosofía nacional-socialista. En este grupo no incluyo al franquismo por ser una dictadura militar, autoritaria y conservadora pese a lo que diga la propaganda de la izquierda, el franquismo se constituyó como un régimen católico que aglutinó a todas las fuerzas que se oponían a la revolución marxista.
¿POR QUÉ DICE NAZISMO?
Nazismo es un acrónimo de nacional-socialista creado por la izquierda, y que resulta muy útil para ocultar la ideología socialista de lo que llamaron como fascismo. Así que a partir de ahora dígalo bien, porque así puede que muchos descubran que el “fascismo” no es otra cosa que otra ideología socialista, como el comunismo, y que además fue creado por un izquierdista marxista como Mussolini, que era el número tres del Partido Socialista Italiano.
El fascismo nació de unir el fervor socialista e izquierdista de entreguerras con el nacionalismo de cada país. Y de este modo el partido de Hitler se llamó como Partido Nacional Socialista de los Trabajadores Alemanes, un nombre similar al PSOE español. Los nacionalsocialistas, o “fascistas” en la terminología al uso, jamás escondieron su ideología socialista ni en sus actos ni en sus programas políticos, como el anhelo de controlar estatalmente la economía con numerosas colectivizaciones, o el tratar de controlar a la sociedad con su totalitarismo ideológico al igual que cualquier izquierdista.
Curiosa y graciosamente lo que más ha odiado un izquierdista es la ideología que más se le parece y que también surgió de la izquierda, pero en molesta competencia con la matriz del socialismo marxista por ganarse a la clase obrera y a la clase media en períodos de crisis capitalista, pues si los primeros querían hacer la revolución, los segundos anhelaban hacer la revolución nacional. Por tanto, nacional-socialismo y socialismo de los años 20 y 30, son primos-hermanos y ramas del tronco común socialista.
EL FUNDADOR DEL NACIONAL-SOCIALISMO: BENITO MUSSOLINI
Lenin, el carismático líder comunista dijo de Mussolini a principio de los años 20:
“En Italia, compañeros, en Italia sólo hay un socialista capaz de guiar al pueblo hacia la revolución: Benito Mussolini”.
A la pregunta de qué es el fascismo, basta referirse a la respuesta que Mussolini, su fundador, le dio en una entrevista a una periodista extranjera:
“Durante toda mi vida yo fui socialista internacionalista. Cuando estalló la gran guerra vi que todos nuestros partidos que eran internacionalistas se convirtieron en socialistas nacionalistas. Eso me pasó a mí y eso es el fascismo”.
Según el historiador César Vidal: “El fascismo es un socialismo nacional y se parece al socialismo, tanto en la visión económica intervencionista como en el miedo a la libertad y el intento de controlar a la sociedad. En el caso del fascismo está muy acentuado el elemento nacional, pero a lo que más se parece el fascismo es al socialismo. Aunque la historiografía marxista siempre ha insistido en que el fascismo es la agudización de la derecha en realidad el fascismo es un socialismo de carácter nacional. Y cuando empieza la II Guerra Mundial el estado más intervenido del mundo es la Unión Soviética, pero el segundo es la Italia de Mussolini…”
Tanto Lenin como Mussolini representaban los dos nuevos movimientos socialistas radicales que surgieron tras la I Guerra Mundial, y que trataban de sobreponerse a los erosionados partidos socialistas creados a fines del siglo XIX, como el PSOE.
Mussolini, había sido hasta 1915 el nº3 del Partido Socialista Italiano y el director de su periódico propagandístico Avanti, además pasó por la cárcel por ser un agitador socialista, había escrito libros como El Trentino visto por un socialista, había defendido públicamente su ateísmo y había publicado novelas anticlericales como Claudia Particella, l’amante del cardinale Madruzzo.
Pero algo cambiará en la filosofía de Mussolini a partir de 1915, en el que abandona el periódico Avanti y funda Il Popolo d’Italia, de tendencia ultra-nacionalista, lo que le valió la expulsión del Partido Socialista Italiano.
Mussolini llegó a la conclusión durante la I Guerra Mundial que en vez de refundar el socialismo para acentuar el carácter revolucionario-internacionalista del marxismo, como propugnaba Lenin, había que crear un partido socialista que también recogiera el sentimiento nacionalista, además del revolucionario.
Tras la I Guerra Mundial surgirán estos dos extremos movimientos socialistas salidos de la hidra marxista, el socialista radical internacionalista, por la vía del marxista Lenin, y el socialista radical nacionalista, por la vía del también marxista Mussolini. Y ambos radicalismos son consecuencia del incumplimiento de los tradicionales partidos socialistas europeos agrupados en la II Internacional Socialista, al no seguir la consigna del “internacionalismo proletario” que exigía la oposición militante de los partidos socialistas contra “la guerra imperialista” y la oposición a que los obreros participaran en la guerra y se mataran entre sí fuera cual fuera su nación, sin caer en pulsiones nacionalistas.
Llegado el momento, los partidos socialistas cayeron en el fervor nacionalista de la guerra, lo que hizo a los socialistas Lenin y Mussolini sacar conclusiones diferentes, para Lenin que militaba en el Partido Obrero Socialdemócrata Ruso, era necesaria la refundación de los partidos socialistas para recuperar su espíritu marxista, revolucionario e internacionalista. Y de este modo, tras el triunfo de su Revolución Rusa de 1917, se irán creando los nuevos partidos socialistas que adoptarán el nombre de comunistas, a menudo como simples escisiones de los partidos socialistas (es el caso del PCE en España) y que se agruparán en torno a la nueva III Internacional o Internacional Comunista (Cominter) creada por Lenin.
Y la segunda consecuencia es la del líder socialista Mussolini que en sentido contrario a Lenin, crea un nuevo partido socialista pero que recoja también el sentimiento nacionalista y patriótico, tras la traición de los partidos a la consigna de la Internacional Socialista. Posteriormente el partido fascista italiano servirá de inspiración a Hitler, y al resto de partidos nacional-socialistas que se irán creando y que se conocen por el de partidos “fascistas”, a menudo creados con cuadros que provienen de los partidos socialistas al igual que en el caso de los comunistas. Como detalle puede observar que si escuchamos cualquier discurso de Hitler apreciaremos que él jamás utiliza el acrónimo despectivo de “nazi”, creado por la izquierda, sino siempre el de partido o movimiento nacional-socialista, palabras que se entienden perfectamente del alemán.
Ambos movimientos políticos son casi paralelos en el tiempo, pero la ventaja la llevará Lenin con su triunfo en la revolución rusa de 1917 y el impacto mundial que supuso el primer estado socialista del mundo. Y serán los métodos revolucionarios y el ejemplo de Lenin los que darán un fuerte empuje al socialismo revolucionario y totalitario en todas partes, lo que servirá también de acicate y de inspiración a los nacional-socialistas, que por otro lado también venían del marxismo. Por tanto el socialismo extremo y totalitario lo podemos agrupar en internacionalista y nacionalista (comunista y fascista).
Mussolini va a utilizar los métodos marxistas inspirados en el ejemplo de los bolcheviques rusos para organizar su Partido Nacional Fascista; y a semejanza de estos tendrá cuadros políticos entrenados y adoctrinados, una organización de milicias, la toma del poder a través de las elecciones y/o la revolución (nacional, en este caso), la creación de un estado totalitario, la prohibición de los demás partidos políticos, la creación de un sindicato paralelo, o la implementación de toda una serie de derechos laborales para los trabajadores (La carta del lavoro), etc. Y hasta el final de sus días Mussolini no tendrá ningún reparo en seguir denominándose como socialista, al igual que Hitler.
Como curiosidades podemos comentar también que el nombre que le pusieron en 1943, entre Mussolini y Hitler, a la media Italia aún no invadida por los aliados fue el de “República Social Italiana”, siguiendo el aire de familiaridad con el socialismo; o la costumbre que tienen los nacional-socialistas de llamarse como “camaradas” al igual que los comunistas; o que la marca de automóviles creada por Hitler se llamase Volkswagen que en alemán significa literalmente “coche del pueblo”, y que se creó para fabricar un coche económico por el estado social alemán y motorizar a su pueblo, etc.
La ideología de la derecha actual y que juega en democracia está formada por miembros con ideas liberal-conservadoras, sin embargo continuamente es atacada con el mantra y el insulto personal de “fascista” a poco que esta se atreva a sugerir una mínima idea, un insulto contra cualquiera que ose contradecir el sectarismo ideológico de la izquierda, cuando no totalitarismo y pensamiento único. Obviamente el objetivo de esta táctica dialéctica es la estigmatización del adversario y el dominio para acallar cualquier discusión comprometida.
Por tanto, con el objetivo de que las gentes de la derecha liberal-conservadora se quiten el mantra y el complejo, de que sus ideas son acusadas continuamente de “fascistas” por la izquierda, a poco que estas sean mínimamente expresadas. Vamos a desenmascarar lo qué es realmente la ideología fascista, si es cierto que es la extrema derecha, y si la izquierda puede otorgarse una superioridad moral para acallar a sus adversarios con esta acusación. Y descubriremos no sólo que se trata de una mutación creada por socialistas marxistas de la izquierda sino que no guarda relación con la derecha, aunque puntualmente se haya aliado con esta cuando lo exigía el enfrentamiento contra el enemigo común del socialismo marxista. Una ideología que a partir de ahora es recomendable empezar a llamar por el nombre de nacional-socialistas a todos sus partidos políticos, pues si a los partidos marxistas se les llama como socialistas, a los denominados partidos “fascistas” lo apropiado sería llamarlos genéricamente por su filosofía nacional-socialista. En este grupo no incluyo al franquismo por ser una dictadura militar, autoritaria y conservadora pese a lo que diga la propaganda de la izquierda, el franquismo se constituyó como un régimen católico que aglutinó a todas las fuerzas que se oponían a la revolución marxista.
¿POR QUÉ DICE NAZISMO?
Nazismo es un acrónimo de nacional-socialista creado por la izquierda, y que resulta muy útil para ocultar la ideología socialista de lo que llamaron como fascismo. Así que a partir de ahora dígalo bien, porque así puede que muchos descubran que el “fascismo” no es otra cosa que otra ideología socialista, como el comunismo, y que además fue creado por un izquierdista marxista como Mussolini, que era el número tres del Partido Socialista Italiano.
El fascismo nació de unir el fervor socialista e izquierdista de entreguerras con el nacionalismo de cada país. Y de este modo el partido de Hitler se llamó como Partido Nacional Socialista de los Trabajadores Alemanes, un nombre similar al PSOE español. Los nacionalsocialistas, o “fascistas” en la terminología al uso, jamás escondieron su ideología socialista ni en sus actos ni en sus programas políticos, como el anhelo de controlar estatalmente la economía con numerosas colectivizaciones, o el tratar de controlar a la sociedad con su totalitarismo ideológico al igual que cualquier izquierdista.
Curiosa y graciosamente lo que más ha odiado un izquierdista es la ideología que más se le parece y que también surgió de la izquierda, pero en molesta competencia con la matriz del socialismo marxista por ganarse a la clase obrera y a la clase media en períodos de crisis capitalista, pues si los primeros querían hacer la revolución, los segundos anhelaban hacer la revolución nacional. Por tanto, nacional-socialismo y socialismo de los años 20 y 30, son primos-hermanos y ramas del tronco común socialista.
EL FUNDADOR DEL NACIONAL-SOCIALISMO: BENITO MUSSOLINI
Lenin, el carismático líder comunista dijo de Mussolini a principio de los años 20:
“En Italia, compañeros, en Italia sólo hay un socialista capaz de guiar al pueblo hacia la revolución: Benito Mussolini”.
A la pregunta de qué es el fascismo, basta referirse a la respuesta que Mussolini, su fundador, le dio en una entrevista a una periodista extranjera:
“Durante toda mi vida yo fui socialista internacionalista. Cuando estalló la gran guerra vi que todos nuestros partidos que eran internacionalistas se convirtieron en socialistas nacionalistas. Eso me pasó a mí y eso es el fascismo”.
Según el historiador César Vidal: “El fascismo es un socialismo nacional y se parece al socialismo, tanto en la visión económica intervencionista como en el miedo a la libertad y el intento de controlar a la sociedad. En el caso del fascismo está muy acentuado el elemento nacional, pero a lo que más se parece el fascismo es al socialismo. Aunque la historiografía marxista siempre ha insistido en que el fascismo es la agudización de la derecha en realidad el fascismo es un socialismo de carácter nacional. Y cuando empieza la II Guerra Mundial el estado más intervenido del mundo es la Unión Soviética, pero el segundo es la Italia de Mussolini…”
Tanto Lenin como Mussolini representaban los dos nuevos movimientos socialistas radicales que surgieron tras la I Guerra Mundial, y que trataban de sobreponerse a los erosionados partidos socialistas creados a fines del siglo XIX, como el PSOE.
Mussolini, había sido hasta 1915 el nº3 del Partido Socialista Italiano y el director de su periódico propagandístico Avanti, además pasó por la cárcel por ser un agitador socialista, había escrito libros como El Trentino visto por un socialista, había defendido públicamente su ateísmo y había publicado novelas anticlericales como Claudia Particella, l’amante del cardinale Madruzzo.
Pero algo cambiará en la filosofía de Mussolini a partir de 1915, en el que abandona el periódico Avanti y funda Il Popolo d’Italia, de tendencia ultra-nacionalista, lo que le valió la expulsión del Partido Socialista Italiano.
Mussolini llegó a la conclusión durante la I Guerra Mundial que en vez de refundar el socialismo para acentuar el carácter revolucionario-internacionalista del marxismo, como propugnaba Lenin, había que crear un partido socialista que también recogiera el sentimiento nacionalista, además del revolucionario.
Tras la I Guerra Mundial surgirán estos dos extremos movimientos socialistas salidos de la hidra marxista, el socialista radical internacionalista, por la vía del marxista Lenin, y el socialista radical nacionalista, por la vía del también marxista Mussolini. Y ambos radicalismos son consecuencia del incumplimiento de los tradicionales partidos socialistas europeos agrupados en la II Internacional Socialista, al no seguir la consigna del “internacionalismo proletario” que exigía la oposición militante de los partidos socialistas contra “la guerra imperialista” y la oposición a que los obreros participaran en la guerra y se mataran entre sí fuera cual fuera su nación, sin caer en pulsiones nacionalistas.
Llegado el momento, los partidos socialistas cayeron en el fervor nacionalista de la guerra, lo que hizo a los socialistas Lenin y Mussolini sacar conclusiones diferentes, para Lenin que militaba en el Partido Obrero Socialdemócrata Ruso, era necesaria la refundación de los partidos socialistas para recuperar su espíritu marxista, revolucionario e internacionalista. Y de este modo, tras el triunfo de su Revolución Rusa de 1917, se irán creando los nuevos partidos socialistas que adoptarán el nombre de comunistas, a menudo como simples escisiones de los partidos socialistas (es el caso del PCE en España) y que se agruparán en torno a la nueva III Internacional o Internacional Comunista (Cominter) creada por Lenin.
Y la segunda consecuencia es la del líder socialista Mussolini que en sentido contrario a Lenin, crea un nuevo partido socialista pero que recoja también el sentimiento nacionalista y patriótico, tras la traición de los partidos a la consigna de la Internacional Socialista. Posteriormente el partido fascista italiano servirá de inspiración a Hitler, y al resto de partidos nacional-socialistas que se irán creando y que se conocen por el de partidos “fascistas”, a menudo creados con cuadros que provienen de los partidos socialistas al igual que en el caso de los comunistas. Como detalle puede observar que si escuchamos cualquier discurso de Hitler apreciaremos que él jamás utiliza el acrónimo despectivo de “nazi”, creado por la izquierda, sino siempre el de partido o movimiento nacional-socialista, palabras que se entienden perfectamente del alemán.
Ambos movimientos políticos son casi paralelos en el tiempo, pero la ventaja la llevará Lenin con su triunfo en la revolución rusa de 1917 y el impacto mundial que supuso el primer estado socialista del mundo. Y serán los métodos revolucionarios y el ejemplo de Lenin los que darán un fuerte empuje al socialismo revolucionario y totalitario en todas partes, lo que servirá también de acicate y de inspiración a los nacional-socialistas, que por otro lado también venían del marxismo. Por tanto el socialismo extremo y totalitario lo podemos agrupar en internacionalista y nacionalista (comunista y fascista).
Mussolini va a utilizar los métodos marxistas inspirados en el ejemplo de los bolcheviques rusos para organizar su Partido Nacional Fascista; y a semejanza de estos tendrá cuadros políticos entrenados y adoctrinados, una organización de milicias, la toma del poder a través de las elecciones y/o la revolución (nacional, en este caso), la creación de un estado totalitario, la prohibición de los demás partidos políticos, la creación de un sindicato paralelo, o la implementación de toda una serie de derechos laborales para los trabajadores (La carta del lavoro), etc. Y hasta el final de sus días Mussolini no tendrá ningún reparo en seguir denominándose como socialista, al igual que Hitler.
Como curiosidades podemos comentar también que el nombre que le pusieron en 1943, entre Mussolini y Hitler, a la media Italia aún no invadida por los aliados fue el de “República Social Italiana”, siguiendo el aire de familiaridad con el socialismo; o la costumbre que tienen los nacional-socialistas de llamarse como “camaradas” al igual que los comunistas; o que la marca de automóviles creada por Hitler se llamase Volkswagen que en alemán significa literalmente “coche del pueblo”, y que se creó para fabricar un coche económico por el estado social alemán y motorizar a su pueblo, etc.
Leónidas- Cybernauta-Gran-Master
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El verdadero fascismo es el socialismo
La izquierda que llama fascistas y ultraderechistas a sus adversarios reúne ella misma muchas de las características y rasgos del fascismo. La "ofensa" descalificadora de "fascista" se lanza hoy con especial intensidad contra VOX, el partido que crece como la espuma y que el domingo 7 de octubre reunió a mas de 10.000 personas en Vista Alegre (Madrid) para celebrar su expansión en España, donde, como ocurre en muchos países del mundo, esa nueva derecha a la que las izquierdas llaman "ultraderecha" para demonizarla, está resurgiendo y atrayendo las simpatías de una ciudadanía cansada de ser engañada, manipulada y vapuleada por esa izquierda que se hace millonaria en el poder, corrompida, injusta y acostumbrada a gobernar en contra del pueblo y de sus intereses.
¿Que los que defienden el fin de las autonomías abusivas, el amor a España, la lucha contra la corrupción y el control de la inmigración son fascistas de extrema derecha? Eso es difícil de creer porque entonces muchos millones de españoles serían fascistas. Mucho más fascistas son los que temen a las urnas y se niegan a convocar elecciones, como prometieron, y han tomado el poder sin los votos del pueblo, aliados con los que odian a España y se saltan las leyes.
Esa izquierda que llama fascista a todo el que le incomoda, piensa diferente o es un obstáculo para su control del poder está aterrorizada porque vislumbra ya el fin de sus días de poder. Saben que ellos son los verdaderos fascistas y temen que el pueblo, cuando se de cuenta, los repudie y los arroje al basurero, como ya está ocurriendo en muchos países del mundo.
¿Por qué creéis que la izquierda está siendo barrida en todo el mundo y sustituida por esos partidos a los que, para demonizarlos, los llaman "extrema derecha"? Porque la gente se está dando cuenta de que la verdadera extrema derecha fascista es la que gobierna corrompida, engaña, despilfarra y ha dejado de amar a la nación y a sus ciudadanos.
El verdadero fascismo es la arbitrariedad, el abuso de poder, la corrupción, el despilfarro, el endeudamiento enloquecido, el hundimiento de los valoresy un estilo de gobierno que acumula privilegios y ventajas para el partido, mientras olvida al ciudadano y el bien común, vicios todos ellos muy arraigados en la política española. Quizás la prueba del fascismo más atroz sea la naturaleza del actual gobierno de Pedro Sánchez, que ha pactado ventajas, facilidades e injusticias con los partidos golpistas y antiespañoles con tal de mantenerse en el poder. Nada hay más fascista que el poder a toda costa, sin respeto a los valores ni a la Constitución.
Fascismo es eludir el Senado porque no conviene a la izquierda que gobierna, cambiar las leyes porque a ellos les perjudican, cobrar impuestos abusivos como el de Sucesiones y Donaciones, repudiado por el 80 por ciento de la población, según las encuestas, financiar a los partidos políticos con el dinero procedente de los impuestos, recortar servicios vitales como la sanidad y la educación, dejar libres a los políticos que roban, sin obligarles a devolver el botín, hacerse multimillonarios gracias a la política, como ha ocurrido con Felipe González y otros muchos de su cuerda, o dejar a Andalucia sumida en la cola europea del atraso y la pobreza, a pesar de haber recibido de Europa más de cien mil millones de euros en ayudas.
Fascismo es trasladar los presos golpistas catalanes a Cataluña, donde la Generalitat los trata a cuerpo de rey, convirtiendo sus cárceles en hoteles de lujo. Fascismo es dedicar gran parte de los recursos policiales a escoltar y cuidar a los políticos y a sus familias, mientras el pueblo queda desprotegido. Fascismo es llenar las calles y plazas de España de inmigrantes ilegales, sin filtrar, a sabiendas de que entre ellos hay miles de delincuentes y vagos incapaces de trabajar, dispuestos a delinquir y a vivir de los subsidios y ayudas públicas. Fascista es alzar el puño izquierdo en público, como hacen Sánchez, Zapatero y otros muchos socialistas, exaltando con ese gesto el totalitarismo comunista, que es el peor de los fascismos, el más cruel y asesino de la historia,
Histórica y filosóficamente, el fascismo y el nazismo fueron dos formaciones surgidas del socialismo. Tanto Hítler como Musolini comenzaron sus carreras políticas en el socialismo y siempre se declararon socialistas.
Fascismo es resucitar el odio, acabar con el perdón y la reconciliación que se fraguaron en la Transición, convertir la revancha en Ley de Memoria Histórica y pretender no sólo remover los restos del dictador Franco, sino dinamitar la gran cruz del Valle de los Caídos, todo eso en contra de la voluntad popular mayoritaria, que desea que el pasado y los muertos descansen en paz.
Fascismo también es corromper la democracia, dominar desde el Ejecutivo a los poderes Judicial y Legislativo, haber eliminado la democracia interna en la vida de los partidos, comprar medios de comunicación, comprar voluntades con dinero público y pactar con los enemigos de España para mantenerse en el poder.
Aquel grito espontáneo de ¡¡¡Vosotros socialistas sois los fascistas!!!, acuñado en el pasado por los ciudadanos españoles frustrados, es la auténtica verdad, cuidadosamente ocultada por la izquierda en el poder y por sus medios sometidos.
Francisco Rubiales
¿Que los que defienden el fin de las autonomías abusivas, el amor a España, la lucha contra la corrupción y el control de la inmigración son fascistas de extrema derecha? Eso es difícil de creer porque entonces muchos millones de españoles serían fascistas. Mucho más fascistas son los que temen a las urnas y se niegan a convocar elecciones, como prometieron, y han tomado el poder sin los votos del pueblo, aliados con los que odian a España y se saltan las leyes.
Esa izquierda que llama fascista a todo el que le incomoda, piensa diferente o es un obstáculo para su control del poder está aterrorizada porque vislumbra ya el fin de sus días de poder. Saben que ellos son los verdaderos fascistas y temen que el pueblo, cuando se de cuenta, los repudie y los arroje al basurero, como ya está ocurriendo en muchos países del mundo.
¿Por qué creéis que la izquierda está siendo barrida en todo el mundo y sustituida por esos partidos a los que, para demonizarlos, los llaman "extrema derecha"? Porque la gente se está dando cuenta de que la verdadera extrema derecha fascista es la que gobierna corrompida, engaña, despilfarra y ha dejado de amar a la nación y a sus ciudadanos.
El verdadero fascismo es la arbitrariedad, el abuso de poder, la corrupción, el despilfarro, el endeudamiento enloquecido, el hundimiento de los valoresy un estilo de gobierno que acumula privilegios y ventajas para el partido, mientras olvida al ciudadano y el bien común, vicios todos ellos muy arraigados en la política española. Quizás la prueba del fascismo más atroz sea la naturaleza del actual gobierno de Pedro Sánchez, que ha pactado ventajas, facilidades e injusticias con los partidos golpistas y antiespañoles con tal de mantenerse en el poder. Nada hay más fascista que el poder a toda costa, sin respeto a los valores ni a la Constitución.
Fascismo es eludir el Senado porque no conviene a la izquierda que gobierna, cambiar las leyes porque a ellos les perjudican, cobrar impuestos abusivos como el de Sucesiones y Donaciones, repudiado por el 80 por ciento de la población, según las encuestas, financiar a los partidos políticos con el dinero procedente de los impuestos, recortar servicios vitales como la sanidad y la educación, dejar libres a los políticos que roban, sin obligarles a devolver el botín, hacerse multimillonarios gracias a la política, como ha ocurrido con Felipe González y otros muchos de su cuerda, o dejar a Andalucia sumida en la cola europea del atraso y la pobreza, a pesar de haber recibido de Europa más de cien mil millones de euros en ayudas.
Fascismo es trasladar los presos golpistas catalanes a Cataluña, donde la Generalitat los trata a cuerpo de rey, convirtiendo sus cárceles en hoteles de lujo. Fascismo es dedicar gran parte de los recursos policiales a escoltar y cuidar a los políticos y a sus familias, mientras el pueblo queda desprotegido. Fascismo es llenar las calles y plazas de España de inmigrantes ilegales, sin filtrar, a sabiendas de que entre ellos hay miles de delincuentes y vagos incapaces de trabajar, dispuestos a delinquir y a vivir de los subsidios y ayudas públicas. Fascista es alzar el puño izquierdo en público, como hacen Sánchez, Zapatero y otros muchos socialistas, exaltando con ese gesto el totalitarismo comunista, que es el peor de los fascismos, el más cruel y asesino de la historia,
Histórica y filosóficamente, el fascismo y el nazismo fueron dos formaciones surgidas del socialismo. Tanto Hítler como Musolini comenzaron sus carreras políticas en el socialismo y siempre se declararon socialistas.
Fascismo es resucitar el odio, acabar con el perdón y la reconciliación que se fraguaron en la Transición, convertir la revancha en Ley de Memoria Histórica y pretender no sólo remover los restos del dictador Franco, sino dinamitar la gran cruz del Valle de los Caídos, todo eso en contra de la voluntad popular mayoritaria, que desea que el pasado y los muertos descansen en paz.
Fascismo también es corromper la democracia, dominar desde el Ejecutivo a los poderes Judicial y Legislativo, haber eliminado la democracia interna en la vida de los partidos, comprar medios de comunicación, comprar voluntades con dinero público y pactar con los enemigos de España para mantenerse en el poder.
Aquel grito espontáneo de ¡¡¡Vosotros socialistas sois los fascistas!!!, acuñado en el pasado por los ciudadanos españoles frustrados, es la auténtica verdad, cuidadosamente ocultada por la izquierda en el poder y por sus medios sometidos.
Francisco Rubiales
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Los verdaderos fascistas son los que llaman fascistas a todos los que piensan diferente
La palabra “fascista” se ha convertido en el látigo con el que una izquierda histérica porque su poder se derrumba golpea sin piedad a todo el que piensa distinto.
España está llena de fascistas, pero los peores fascistas no son los que votan al PP, a Ciudadanos o a VOX, sino los que utilizan la palabra "fascista" para fustigar a todo el que piensa diferente. Son fascistas protegidos por el poder político de la izquierda, que cada día se hace más radical, arbitrario y guerracivilista. Ellos se sienten con autoridad moral para acusar a los demás de fascistas, pero en realidad son ellos los verdaderos fascistas, conocidos porque sus almas rezuman envidia, rencor, odio y deseos de violencia contra los que son distintos.
El importante auge de VOX en Andalucia ha puesto de los nervios a la izquierda, que está sacando a la luz su alma más violenta e intolerante, durante décadas cuidadosamente ocultada. Perciben que los de VOX tienen el viento de la Historia a su favor y eso les saca de quicio porque pueden acabarse su poder y sus privilegios, lo que convierte a los más radicales en canallas llenos de violencia y odio.
Ante el espectáculo, es hora de que hablemos claro. Los peores fascistas son los que llaman fascistas a los que piensan distinto. Suelen ser rojos fracasados, envidiosos, revanchistas y con ganas de violencia, aunque son tan cobardes que necesitan actuar en manada. Su sueño es integrarse en una “Cheka” para fusilar, sobre todo a los que han triunfado y ganado dinero en la vida. Esos instintos bajos y a veces asesinos nunca los reconocerán, por miedo a que su alma diabólica sea descubierta.
Muchos pensadores afirman que, por su naturaleza, el socialismo solo engendra monstruos y que el Comunismo, el Fascismo y el Nazismo son sus hijos. El fascismo, en concreto, nació de la mano de un socialista, Benito Mussolini, con los modos y actitudes de ese partido.
Fascismo es adorar el Estado y hacerlo crecer hasta que asfixie a los ciudadanos y apague la libertad. Fascismo es ignorar la Constitución y las leyes para proteger y amparar a los que odian a España; fascismo es aliarse con nazis, totalitarios y amigos del terrorismo para conquistar el poder y mantenerse en él; fascismo es vender a España a cambio de más permanencia en la Moncloa; fascismo es mentir, abusar del poder y sentirse legitimado cuando ni siquiera se tiene la aprobación del pueblo en las urnas; fascismo es subir impuestos hasta saquear a los que trabajan y ahorran, ahogando la economía; el verdadero fascismo es aferrarse al poder no por servicio, sino para vivir el lujo y los privilegios que emanan del poder abusivo.
Los fascistas con poder tienden a rodearse de fascistas y a propiciar la existencia de trolles y descerebrados fanáticos y hooligans, de esos que bañan de pintura la vivienda de un juez decente y cumplidor de las leyes, como ocurre en Cataluña con las juventudes de la CUP y con las masas fanatizadas de los CDR y las asociaciones que apoyan el golpismo y la sedición.
El fascismo no consiste, como creen los descerebrados españoles, en votar y apoyar a la derecha, sino en poner al Estado por encima del individuo, que no tendría nada que buscar fuera del Estado, dado que todo le sería dado por este. Es lo que promueven el PSOE y Podemos, desde ópticas totalitarias. A cambio de protección, como las mafias, sólo exige de los ciudadanos (más bien súbditos) obediencia ciega y la renuncia a pensar por cuenta propia. Es también lo que ha construido en España el PP cuando ha gobernado, demostrando que desprecia los viejos principios liberales que sustentan a la derecha y que se ha dejado contaminar y dominar por la socialdemocracia.
La mal llamada "democracia española" es un auténtico "fascismo camuflado" porque el Estado lo controla todo y porque el sistema está pervertido, de manera que los partidos políticos controlan los tres poderes básicos del Estado, la economía, la sociedad civil y hasta el pensamiento, sin dejar apenas espacios para la libertad individual y la iniciativa privada.
El fascismo regresa como lo hace siempre, de la mano del miedo, reprimiendo, cargado de intolerancia, utilizando el poder para reprimir la libertad, acosando a los librepensadores, con un Estado cada vez más fuerte, alimentado con falsas promesas y engaños por la tribu de los totalitarios, lobos con piel de oveja. Cada vez que un país retrocede y se hunde, surge el fascismo.
El fascismo retorna y avanza por todas las esquinas y caminos. Lo hace ocultando su ADN porque carece de prestigio, pero está vivo y con ganas de aplastar. Los nacionalismos catalán, vasco y español, así como el estatismo de Podemos y el PSOE bajo la mano de Pedro Sánchez, son fascismos. El "Duce" subscribiría muchos de los comentarios de todos ellos, pero ellos, dentro de su pobreza ideológica, no ven o no quieren ver sus rasgos fascistas.
El fascismo puede definirse como la acumulación de todo el poder por parte del líder, del partido y de sus secuaces, transformándose todos en una banda indeseable que se apodera del Estado y que no tolera la existencia de un sólo gramo de libertad, independencia y pensamiento. Es lo que refleja el "sanchismo", con miedo al voto popular y apoyado por la escoria más radical: totalitarios de Podemos, golpistas catalanes, nacionalistas extremos y amigos del terrorismo.
¿Que más da que sea rojo, azul o negro, cuando lo único importante es que el fascismo acapara todo el poder y sus seguidores son capaces de cualquier cosa con tal de impedir que exista libertad y vida fuera del mundo férreo que ellos controlan?
El antidoto frente al fascismo es un cóctel de libertades y derechos que han sido conquistados por la Humanidad con esfuerzo y sangre, algo que cada día se muere más en España: el libre pensamiento, la libertad individual, el respeto a las leyes, la tolerancia, la participación en las decisiones, la democracia, el predominio del ciudadano, el respeto a la voluntad popular, la decencia y el castigo más duro para los corruptos y criminales que se atrincheran en el Estado.... https://www.votoenblanco.com/Los-verdaderos-fascistas-son-los-que-llaman-fascistas-a-todos-los-que-piensan-diferente_a7350.html
España está llena de fascistas, pero los peores fascistas no son los que votan al PP, a Ciudadanos o a VOX, sino los que utilizan la palabra "fascista" para fustigar a todo el que piensa diferente. Son fascistas protegidos por el poder político de la izquierda, que cada día se hace más radical, arbitrario y guerracivilista. Ellos se sienten con autoridad moral para acusar a los demás de fascistas, pero en realidad son ellos los verdaderos fascistas, conocidos porque sus almas rezuman envidia, rencor, odio y deseos de violencia contra los que son distintos.
El importante auge de VOX en Andalucia ha puesto de los nervios a la izquierda, que está sacando a la luz su alma más violenta e intolerante, durante décadas cuidadosamente ocultada. Perciben que los de VOX tienen el viento de la Historia a su favor y eso les saca de quicio porque pueden acabarse su poder y sus privilegios, lo que convierte a los más radicales en canallas llenos de violencia y odio.
Ante el espectáculo, es hora de que hablemos claro. Los peores fascistas son los que llaman fascistas a los que piensan distinto. Suelen ser rojos fracasados, envidiosos, revanchistas y con ganas de violencia, aunque son tan cobardes que necesitan actuar en manada. Su sueño es integrarse en una “Cheka” para fusilar, sobre todo a los que han triunfado y ganado dinero en la vida. Esos instintos bajos y a veces asesinos nunca los reconocerán, por miedo a que su alma diabólica sea descubierta.
Muchos pensadores afirman que, por su naturaleza, el socialismo solo engendra monstruos y que el Comunismo, el Fascismo y el Nazismo son sus hijos. El fascismo, en concreto, nació de la mano de un socialista, Benito Mussolini, con los modos y actitudes de ese partido.
Fascismo es adorar el Estado y hacerlo crecer hasta que asfixie a los ciudadanos y apague la libertad. Fascismo es ignorar la Constitución y las leyes para proteger y amparar a los que odian a España; fascismo es aliarse con nazis, totalitarios y amigos del terrorismo para conquistar el poder y mantenerse en él; fascismo es vender a España a cambio de más permanencia en la Moncloa; fascismo es mentir, abusar del poder y sentirse legitimado cuando ni siquiera se tiene la aprobación del pueblo en las urnas; fascismo es subir impuestos hasta saquear a los que trabajan y ahorran, ahogando la economía; el verdadero fascismo es aferrarse al poder no por servicio, sino para vivir el lujo y los privilegios que emanan del poder abusivo.
Los fascistas con poder tienden a rodearse de fascistas y a propiciar la existencia de trolles y descerebrados fanáticos y hooligans, de esos que bañan de pintura la vivienda de un juez decente y cumplidor de las leyes, como ocurre en Cataluña con las juventudes de la CUP y con las masas fanatizadas de los CDR y las asociaciones que apoyan el golpismo y la sedición.
El fascismo no consiste, como creen los descerebrados españoles, en votar y apoyar a la derecha, sino en poner al Estado por encima del individuo, que no tendría nada que buscar fuera del Estado, dado que todo le sería dado por este. Es lo que promueven el PSOE y Podemos, desde ópticas totalitarias. A cambio de protección, como las mafias, sólo exige de los ciudadanos (más bien súbditos) obediencia ciega y la renuncia a pensar por cuenta propia. Es también lo que ha construido en España el PP cuando ha gobernado, demostrando que desprecia los viejos principios liberales que sustentan a la derecha y que se ha dejado contaminar y dominar por la socialdemocracia.
La mal llamada "democracia española" es un auténtico "fascismo camuflado" porque el Estado lo controla todo y porque el sistema está pervertido, de manera que los partidos políticos controlan los tres poderes básicos del Estado, la economía, la sociedad civil y hasta el pensamiento, sin dejar apenas espacios para la libertad individual y la iniciativa privada.
El fascismo regresa como lo hace siempre, de la mano del miedo, reprimiendo, cargado de intolerancia, utilizando el poder para reprimir la libertad, acosando a los librepensadores, con un Estado cada vez más fuerte, alimentado con falsas promesas y engaños por la tribu de los totalitarios, lobos con piel de oveja. Cada vez que un país retrocede y se hunde, surge el fascismo.
El fascismo retorna y avanza por todas las esquinas y caminos. Lo hace ocultando su ADN porque carece de prestigio, pero está vivo y con ganas de aplastar. Los nacionalismos catalán, vasco y español, así como el estatismo de Podemos y el PSOE bajo la mano de Pedro Sánchez, son fascismos. El "Duce" subscribiría muchos de los comentarios de todos ellos, pero ellos, dentro de su pobreza ideológica, no ven o no quieren ver sus rasgos fascistas.
El fascismo puede definirse como la acumulación de todo el poder por parte del líder, del partido y de sus secuaces, transformándose todos en una banda indeseable que se apodera del Estado y que no tolera la existencia de un sólo gramo de libertad, independencia y pensamiento. Es lo que refleja el "sanchismo", con miedo al voto popular y apoyado por la escoria más radical: totalitarios de Podemos, golpistas catalanes, nacionalistas extremos y amigos del terrorismo.
¿Que más da que sea rojo, azul o negro, cuando lo único importante es que el fascismo acapara todo el poder y sus seguidores son capaces de cualquier cosa con tal de impedir que exista libertad y vida fuera del mundo férreo que ellos controlan?
El antidoto frente al fascismo es un cóctel de libertades y derechos que han sido conquistados por la Humanidad con esfuerzo y sangre, algo que cada día se muere más en España: el libre pensamiento, la libertad individual, el respeto a las leyes, la tolerancia, la participación en las decisiones, la democracia, el predominio del ciudadano, el respeto a la voluntad popular, la decencia y el castigo más duro para los corruptos y criminales que se atrincheran en el Estado.... https://www.votoenblanco.com/Los-verdaderos-fascistas-son-los-que-llaman-fascistas-a-todos-los-que-piensan-diferente_a7350.html
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Re: La próxima vez que te digan fascista
.- El fascismo es un movimiento revolucionario, republicano y SOCIALISTA en toda la extensión de la palabra.
2.- El fascismo es anticapitalista y busca la dictadura del proletariado exactamente igual que el marxismo.
3.- El gérmen del fascismo, el manifiesto de Verona, fué escrito por Nicola Bombacci, fundador del PARTIDO COMUNISTA ITALIANO
4.- La economía de los gobiernos fascistas, incluida la Alemania Nazi, era una economía enormemente estatista y dirigida. El Estado fiscalizaba y se inmiscuía en absolutamente todos los aspectos económicos e industriales del país. La economía estaba planificada al máximo, exactamente igual que en los regímenes comunistas basándose en los mismos esquemas. Solo había un pequeño matiz, "permitían" la propiedad privada, entre comillas. Ellos decidían quién y cómo podía ser el dueño de una industria.
5.- La diferencia entre un socialismo y un fascismo es que el fascismo es mucho más nacionalista, pero comparte el 99,999999999% del resto de cosas.
2.- El fascismo es anticapitalista y busca la dictadura del proletariado exactamente igual que el marxismo.
3.- El gérmen del fascismo, el manifiesto de Verona, fué escrito por Nicola Bombacci, fundador del PARTIDO COMUNISTA ITALIANO
4.- La economía de los gobiernos fascistas, incluida la Alemania Nazi, era una economía enormemente estatista y dirigida. El Estado fiscalizaba y se inmiscuía en absolutamente todos los aspectos económicos e industriales del país. La economía estaba planificada al máximo, exactamente igual que en los regímenes comunistas basándose en los mismos esquemas. Solo había un pequeño matiz, "permitían" la propiedad privada, entre comillas. Ellos decidían quién y cómo podía ser el dueño de una industria.
5.- La diferencia entre un socialismo y un fascismo es que el fascismo es mucho más nacionalista, pero comparte el 99,999999999% del resto de cosas.
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SIMILITUDES INQUIETANTES ENTRE NAZIS, FASCISTAS Y COMUNISTAS
Cuando la izquierda marxista acusa a sus adversarios de "fascistas", se está acusando a si misma porque el fascismo, el nazismo y el comunismo tienen la misma raíz y son movimientos de izquierda.
El mismísimo Benito Mussolini definía al fascismo como un movimiento izquierdista :
El gran Antonio Escohotado, autor de "Los enemigos del comercio", en cierta ocasión le preguntó a Pablito Mezquitas que le dijera alguna diferencia sustancial entre los nazis y los bolcheviques. El patético paleto no supo ninguna porque no las hay. Si algo es casi idéntico solo puede formar parte del mismo grupo.
Copio y pego un interesantísimo artículo de Fernando Navarro García para que le aclare el tema:
Diez similitudes entre los totalitarismos nazi y comunista
Fernando Navarro García
Nazismo y comunismo no son iguales, pero como ya apunté en otro artículo (La "Reductio ad Hitlerum" y la caja de herramientas totalitaria), ambos comparten algunos rasgos comunes gracias a los cuales llegaron a ser los sistemas totalitarios más sangrientos del siglo XX. En mi opinión, el fondo ideológico debería ocupar un segundo plano cuando para alcanzar las metas políticas - por promisorias que sean - es preciso asesinar y esclavizar a millones de personas. Y sobre esa base moral empiezo por tomar partido: creo que en el siglo XX no hubo peores sistemas que el comunismo y el nazismo. Hay quien los considera esencialmente idénticos y hay también quien los explica precisamente en su antítesis y oposición radical (el nazismo fue una reacción contra el comunismo). Aunque dejo ese apasionante debate en manos de la historiografía más cualificada; trataré en las siguientes líneas de destacar algunas similitudes entre la maldad intrínseca de ambos regímenes que nos deberían alertar para el futuro:
1. La primera similitud entre comunismo y nazismo son los rasgos físicos y psíquicos de sus líderes. Ambos sistemas totalitarios estuvieron sustentados en la personalidad de dos líderes indiscutibles: Stalin y Hitler. Existe numerosa bibliografía que compara a estos dos asesinos de masas. Ambos fueron considerados irrelevantes y "mediocres" en sus principios. Trosky afirmó de Stalin: "No tememos a Stalin. En cuanto intente medrar lo eliminaremos", mientras que Hindenburg calificaba despectivamente a Hitler de "pequeño cabo".
Tanto Hitler como Stalin eran de baja estatura y escasa presencia. Ambos tuvieron un padre autoritario y su infancia y juventud fue difícil, lo que mermó su educación. Los dos vivieron de cerca el suicidio de un familiar con el que habían tenido una relación sentimental: Nadia Alilúyeva, la esposa de Stalin, se suicidó en 1932 y Geli Raubal, la sobrina y amante de Hitler, lo hizo en 1931. El suicidio de ambas mujeres - cuya relación con los tiranos fue de amor-odio- fue en extrañas circunstancias y nunca han sido aclarados del todo. Ambos líderes tuvieron un carácter depresivo y los dos realizaron tentativas de suicidio (Hitler finalmente lo consiguió en 1945).
Stalin y Hitler sufrieron de una paranoia conspiranoide que hizo que durante sus largos mandatos ejecutaran a la mayoría de sus viejos camaradas en purgas puntuales (La noche de los cuchillos largos, en 1934, cuando Hitler acaba con Röhm y el ala más revolucionaria de las SA) o las sucesivas purgas soviéticas (los Procesos de Moscú de 1936 a 1938). En ningún caso mostraron empatía alguna por sus víctimas, ni fueron clementes
Stalin toma el poder en 1924. Hitler asume la dirección del nuevo Partido Nacional Socialista (NSDAP) en 1924. En su estrategia para la toma del poder, ambos líderes supieron ocultar con astucia sus verdaderas intenciones. En el caso de Hitler, se trató de una estrategia de legalidad que suavizó sustancialmente su discurso inicial para atraer al mayor número de votantes tanto de la izquierda como de la derecha.
2. Comunismo y nazismo son ideologías totalistas, orientadas a la consecución de la dictadura del proletariado (comunismo) o la supremacía racial (nazismo). En ambos casos se niega la existencia de la individualidad, de ahí el odio que ambas comparten contra el liberalismo: "Nosotros los bolcheviques somos de una raza especial: el individuo nos importa un comino". Se atribuye a Stalin una frase terrible: "La muerte resuelve todos los problemas: sin hombre no hay problema".
3. Ambos regímenes se fundamentan en un partido único, tutelado por un "caudillo". En el nazismo ese partido es encarnado por el NSDAP (refundado en 1924) y en el comunismo por el PCUS (fundado en 1923, al año de crearse la URSS). Detrás del partido único está siempre la figura todopoderosa de Hitler o de Stalin encarnando el principio de autoridad o caudillismo (Führerprincip). El partido es lo que piensa el líder.
4. Comunismo y nazismo necesitaron para alimentar su discurso del odio la creación de enemigos externos e internos. El comunismo encontró sus principales caladeros de enemigos no solo en las democracias occidentales y liberales, el capitalismo, el imperialismo, el fascismo o los kulaks (pequeños agricultores), sino también en los socialdemócratas, cosacos, en los tildados de "contrarrevolucionarios", en los prisioneros soviéticos liberados de campos de concentración nazis (a los que se suponía "infectados" tras años de contacto con el enemigo) y en su última etapa, también en los judíos: "Toda la generación anterior estaba contagiada por el sionismo" (en las ultimas purgas de Stalin unos dos millones de personas, en su mayoría judíos, fueron enviadas al gulag).
El nazismo por su parte comparte muchos de esos enemigos, pudiéndose destacar entre sus principales objetivos a los judíos, el capitalismo, las democracias occidentales y liberales, la Sociedad de Naciones, los comunistas, los socialdemócratas y otros elementos "antisociales" (el equivalente nazi a los "contrarrevolucionarios").
5. Ambas ideologías totalitarias son claramente anticlericales. La tradicional simplificación que asocia el comunismo a la izquierda y el nazismo a la derecha hace perder de vista que ambos regímenes persiguieron implacablemente cualquier culto religioso; y muy especialmente al cristianismo por su relevancia social. El comunismo lo hizo de una forma violenta (quema y destrucción de iglesias, etc) y programática ("La religión es contraria a los intereses del Pueblo"); mientras que el nazismo lo hizo de una manera más velada mediante el lento proceso de "sincronización" (Gleichschaltung) de las instituciones sociales bajo el manto de la ideología nacionalsocialista (¡Llegó a crearse ad hoc una Iglesia de los Cristianos Alemanes con un Jesús ario y no judío!).
En el proceso nazi de "sincronización" se fomentó el neopaganismo (sustitución de fiestas religiosas por otras paganas; Navidad/Solsticio), la crítica sistemática al cristianismo desde la "intelectualidad" oficial (Rosenberg), las injurias soeces desde las bases más violentas y embrutecidas, la obstaculización legal de la libertad de culto (prohibición del uso de signos religiosos en escuelas y hospitales) y como se ha indicado anteriormente el intento de fagocitación e instrumentalización de las iglesias cristianas bajo la nueva religión nazi.
6. Uso del terror y de las purgas como arma de control, dominación y mantenimiento del poder. Se trata del aspecto más visible y conocido del horror totalitario; una vez tomado el poder mediante una revolución violenta (comunismo en 1917) o a través de la instrumentalización perversa de instituciones democráticas (nazismo en 1933). Es difícil enumerar los numerosos medios de terrorismo de Estado empleados por comunismo y nazismo, si bien los más conocidos son los campos de concentración, con sus distintos grados de represión. Para los comunistas su epítome fueron los gulag (1930 - 1960) y para los nazis fueron los campos de exterminio (especialmente a partir de 1941) con Auschwitz como símbolo indeleble de una infamia universal. La superviviente comunista alemana Margarette Buber-Neumann, relata en sus memorias sus experiencias como prisionera en los campos de concentración de ambas tiranías. No distingue entre horrores.
Los comunistas inventan el "Juicio Político" (el infame juez Vishinski, posteriormente emulado por el juez nazi Fresiler). La purga de 1933 supuso la expulsión de 400.000 militantes del PKUS. Durante la Gran Purga y los tres procesos de Moscú entre 1936 y 1938 (Kamenev, Radek, Bujarin y Yagoda) se llegaron a realizar más de mil ejecuciones diarias, lo que supuso el desmantelamiento del Ejército Rojo (algo que aprovecharía poco después Hitler para invadir la URSS) y la creación en 1938 de una nueva generación de adeptos a Stalin: la Nomenclatura. La purga alemana fue en 1934 durante La noche de los cuchillos largos.
Tales horrores no fueron óbice para que una gran parte de la intelectualidad de la época negara, minimizara o incluso justificara los campos de concentración y los crímenes de sus regímenes favoritos. El muy progresista Louis Aragón aprobaba en 1933 el Gulag con estas insidiosas palabras: "Representan la reeducación del hombre por el hombre".
También personalidades como George B. Shaw o Sartre quedaron fascinadas por la utopía comunista. Otros como George Orwell o Albert Camus tuvieron la coherencia ética de oponerse al totalitarismo soviético con la misma vehemencia con la que se habían opuesto al nazismo. La agria polémica epistolar entre Sartre y Camus en la revista Les Temps Modernes retratara para siempre a cada uno de ellos desde un punto de vista ético y humano. Personalmente, mi corazón estuvo siempre con Camus a quien la ideología no impidió ver los hechos más criminales del comunismo.
7. Otra modalidad de terror muy empleada por el comunismo fueron las hambrunas provocadas (hambruna de 1921, Holodomor ucraniano de 1932-1933 con entre 7 y 10 millones de víctimas). El Primer Plan Quinquenal de 1928 y la Gran Colectivización de 1929 con la creación de las granjas colectivas que cambiaba los modos de vida de una población que en 82% era campesina supuso la inevitable revuelta de los pequeños agricultores (kulaks) y una represión salvaje por parte del Ejército Rojo (más de 500.000 deportados). El 7 de agosto de 1932 se promulgó la Ley sobre "robo y dilapidación de la propiedad social" que suponía una condena de diez años en el gulag. Los efectos no se hicieron esperar: malas cosechas, hambre y un éxodo masivo a las ciudades que fue drásticamente frenado con la "pasaportización" de 1933 que impedía literalmente abandonar la población de origen, quedando millones de personas expuestas a la muerte por inanición. Se estima que el proceso de deskulakización entre 1930 y 1932 supuso la deportación de casi tres millones de rusos y la muerte por hambre o enfermedad de 25.000 personas al día (750.000 al mes).
También los nazis emplearon el hambre como arma de guerra fuera de los campos de exterminio. En 1941 se empezó a aplicar el "Plan del Hambre" que implicaba que a los judíos que viviesen en los territorios ocupados se les suministraría un máximo de 420 kilocalorías al día, una ración muy inferior a la necesaria para sobrevivir. Según datos aportados recientemente por el historiador Snyder tal plan supuso 4,2 millones de hambrientos.
Mientras se ejecutaban las hambrunas comunistas, las democracias occidentales se aprestaron - una vez más - a brindar al tirano de turno su particular tonto útil. Un ministro francés tras visitar la URSS en 1933 declaró sin sonrojarse:
Puedo afirmar que el país es un jardín en pleno rendimiento y con admirables cosechas ¿Hambre? ¡Permítanme que lo dude!
En 1935 el Partido Comunista francés (1935) remataba la faena con esta nueva apostilla alentadora:
Estamos seguros del futuro porque el navío está dirigido por el mejor piloto: Stalin.
La condescendencia de las democracias liberales no sólo fue con el comunismo.En esa misma época Inglaterra empezaba ya a forjar su política suicida de apaciguamiento con el régimen nazi.
8. Ambos sistemas totalitarios contaron una policía secreta tan eficaz como criminal. En la URSS se crea en 1934 el NKVD o Comisariado del Pueblo para Asuntos Internos. En la Alemania nazi impera desde 1933 la GESTAPO y el KRIPO. Para facilitar la labor policial se alecciona a la población en la denuncia y en la delación, incluso entre miembros de la misma familia. Se enaltecen aquellos casos en los que un hijo delata a sus padres, anteponiendo revolución a familia:
Mi obligación como Pionero (juventudes comunistas), es comunicaros que mi padre se ha comportado de forma contra revolucionaria. Y os pido, no como hijo, sino como pionero, que juzguéis con severidad la responsabilidad de mi padre.
9. La comunicación de masas es empleada para transformar radicalmente la sociedad según el modelo ideal de cada tirano. Y para ello nada más idóneo que crear héroes y mártires. Los comunistas tuvieron a Stajanov y los nazis a Horst Wessel. El gran cineasta soviético S. M. Eisenstein sostiene que "filma el mundo como debería ser", de ahí quizás la mandorla mística con la que envuelve la cabeza de Lenin en su película Octubre (1928). El Eisenstein de los nazis fue una mujer y se llamó Leni Riefenstahl, cuyo Triunfo de la Voluntad (1935) resulta ser un panegírico tan tramposo que logra hacer creer que la perversión nazi es una obra de arte. La prensa oficial del partido comunista entre 1918 y 1991 se denominó significativamente Pravda (La Verdad) pues nada fuera del discurso oficialista del PKUS podía ser cierto. Los nazis también supieron "sincronizar" toda la prensa y aunque aparentemente resultara más variada en su edición (Der Angriff, Der Sturmmer, ...) toda ella estuvo sometida al férreo control de Goebbels y su Ministerio de Propaganda.
Todo el arte nazi y soviético (Proletkult, el Realismo Socialista de 1930 a 1950) coadyuva sumisamente a idealizar el horror con un retrato heroico de Stalin o de Hitler. El comunista odia el "arte burgués" y el nazi odia el "arte degenerado". Ambos gustan de lo desmesurado y del gigantismo en las formas.
10. Ambos totalitarismos fueron tan compatibles e intercambiables que durante casi dos años (1939 a 22 junio 1941) fueron aliados. El Pacto Ribbentrop–Molotov (de 23 agosto 1939) significó no solo un acuerdo de no agresión entre ambas potencias, sino el reconocimiento de intereses mutuos en Polonia y de los intereses exclusivos soviéticos en Finlandia, Estonia, Letonia y Lituania (estados que los comunistas se anexionaran en 1940, junto con algunos territorios de Rumania, con la aquiescencia del III Reich). La cooperación nazi y comunista tuvo su más claro exponente con las Conferencias GESTAPO-NKVD (1939-1940) en las que Himmler y Beria coordinaron sus eficaces aparatos represivos para acabar con la resistencia polaca tras la invasión de Polonia por la Alemania nazi ... y por la URSS. Fruto de esta colaboración entre totalitarismos es la llamada "Purga de refugiados" cuando en 1939 las autoridades soviéticas entregaron a la Gestapo nazi a los exiliados comunistas (alemanes, polacos y húngaros) que habían buscado refugio en la Unión Soviética tras la toma del poder por los nazis y sus posteriores conquistas. En esa misma línea, debe recordarse que cuando el ejército nazi invadió Yugoslavia y Grecia en 1941, la URSS se negó a condenar dichos ataques. Y es lógico pues, como hemos visto, desde mediados de 1939 hasta mediados de 1941 Hitler y Stalin fueron aliados.
Fin
Que dos ideologías socialistas se peleen a muerte entre ellas es de lo más normal en la historia y la mejor muestra es nuestra guerra civil: hubo una guerra civil en el seno del Frente Popular, lo cual facilitó la labor de los nacionales. De ahí los enfrentamientos entre las distintas facciones socialistas: maoistas, marxistas-leninistas, trotskistas, juches, fascistas, nacional-socialistas, socialismo yugoslavo, socialismo albanés, socialismo bolivariano, socialismo indigenista, socialismo caribeño, verdes, feministas, socialdemócratas, etc.
Siempre han estado peleándose entre ellos, por ejemplo, los mayores asesinos de comunistas...... han sido los propios comunistas. Y lo han hecho a lo grande.
El cuento de que fascismo y nacional-socialismo son de derechas es fruto de la propaganda impulsada por Stalin en la Komintern (Internacional Comunista). Ellos siempre se definieron como socialistas revolucionarios y enemigos del capitalismo y la burguesía.
Espero que el siguiente enlace le aclare el asunto del nacional-socialismo:
https://maslibertad.com.co/citas-de-hitler-prueban-que-era-socialista/
A lo anterior quiero añadir la colaboración del forero McLovin en el foro de la burbuja.info, sobre este tema, para que todo quede muy clarito:
1.- El fascismo es un movimiento revolucionario, republicano y SOCIALISTA en toda la extensión de la palabra.
2.- El fascismo es anticapitalista y busca la dictadura del proletariado exactamente igual que el marxismo.
3.- El gérmen del fascismo, el manifiesto de Verona, fué escrito por Nicola Bombacci, fundador del PARTIDO COMUNISTA ITALIANO
4.- La economía de los gobiernos fascistas, incluida la Alemania Nazi, era una economía enormemente estatista y dirigida. El Estado fiscalizaba y se inmiscuía en absolutamente todos los aspectos económicos e industriales del país. La economía estaba planificada al máximo, exactamente igual que en los regímenes comunistas basándose en los mismos esquemas. Solo había un pequeño matiz, "permitían" la propiedad privada, entre comillas. Ellos decidían quién y cómo podía ser el dueño de una industria.
5.- La diferencia entre un socialismo y un fascismo es que el fascismo es mucho más nacionalista, pero comparte el 99,999999999% del resto de cosas.
Punto sacado del manifiesto de Verona:
"c) Valorización, en beneficio de los pueblos europeos y de los autóctonos, de los recursos naturales de África, respetando absolutamente aquellos pueblos, especialmente los musulmanes, que, como Egipto, se encuentran ya civil y nacionalmente organizados."
...vaya, los malvados y ultra racistas fascistas teniendo en cuenta al pueblo africano, incluso a los musulmanes...mmm
Salvo en el hecho del ultra catolicismo, leyendo su programa político y hasta social, no ves NI UNA SOLA diferencia con el marxismo...
Cuando estos retra-progres llaman fascista a todo el mundo de manera despectiva, son tan sumamente subnormales, paletos e incultos que no saben que el fascismo no es que provenga de la extrema izquierda, es que ES la extrema izquierda.
Además de lo anterior, añado otro vídeo para culturizar a los indocumentados:
Ya sé que toda esta información no va a cambiar las cosas, si algo hacen bien en la caverna izquierdista es la propaganda, son unos artistas porque su discurso siempre es emocional, nunca se dirigen a la razón. Y siguen al pie de la letra un lema del comunista Willi Münzenberg que se atribuye al ministro de propaganda de Hítler: una mentira repetida cien veces se convierte en verdad. También podemos echar mano del gran Jean F. Revel: "la principal fuerza que mueve el mundo es la mentira".
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El mismísimo Benito Mussolini definía al fascismo como un movimiento izquierdista :
El gran Antonio Escohotado, autor de "Los enemigos del comercio", en cierta ocasión le preguntó a Pablito Mezquitas que le dijera alguna diferencia sustancial entre los nazis y los bolcheviques. El patético paleto no supo ninguna porque no las hay. Si algo es casi idéntico solo puede formar parte del mismo grupo.
Copio y pego un interesantísimo artículo de Fernando Navarro García para que le aclare el tema:
Diez similitudes entre los totalitarismos nazi y comunista
Fernando Navarro García
Nazismo y comunismo no son iguales, pero como ya apunté en otro artículo (La "Reductio ad Hitlerum" y la caja de herramientas totalitaria), ambos comparten algunos rasgos comunes gracias a los cuales llegaron a ser los sistemas totalitarios más sangrientos del siglo XX. En mi opinión, el fondo ideológico debería ocupar un segundo plano cuando para alcanzar las metas políticas - por promisorias que sean - es preciso asesinar y esclavizar a millones de personas. Y sobre esa base moral empiezo por tomar partido: creo que en el siglo XX no hubo peores sistemas que el comunismo y el nazismo. Hay quien los considera esencialmente idénticos y hay también quien los explica precisamente en su antítesis y oposición radical (el nazismo fue una reacción contra el comunismo). Aunque dejo ese apasionante debate en manos de la historiografía más cualificada; trataré en las siguientes líneas de destacar algunas similitudes entre la maldad intrínseca de ambos regímenes que nos deberían alertar para el futuro:
1. La primera similitud entre comunismo y nazismo son los rasgos físicos y psíquicos de sus líderes. Ambos sistemas totalitarios estuvieron sustentados en la personalidad de dos líderes indiscutibles: Stalin y Hitler. Existe numerosa bibliografía que compara a estos dos asesinos de masas. Ambos fueron considerados irrelevantes y "mediocres" en sus principios. Trosky afirmó de Stalin: "No tememos a Stalin. En cuanto intente medrar lo eliminaremos", mientras que Hindenburg calificaba despectivamente a Hitler de "pequeño cabo".
Tanto Hitler como Stalin eran de baja estatura y escasa presencia. Ambos tuvieron un padre autoritario y su infancia y juventud fue difícil, lo que mermó su educación. Los dos vivieron de cerca el suicidio de un familiar con el que habían tenido una relación sentimental: Nadia Alilúyeva, la esposa de Stalin, se suicidó en 1932 y Geli Raubal, la sobrina y amante de Hitler, lo hizo en 1931. El suicidio de ambas mujeres - cuya relación con los tiranos fue de amor-odio- fue en extrañas circunstancias y nunca han sido aclarados del todo. Ambos líderes tuvieron un carácter depresivo y los dos realizaron tentativas de suicidio (Hitler finalmente lo consiguió en 1945).
Stalin y Hitler sufrieron de una paranoia conspiranoide que hizo que durante sus largos mandatos ejecutaran a la mayoría de sus viejos camaradas en purgas puntuales (La noche de los cuchillos largos, en 1934, cuando Hitler acaba con Röhm y el ala más revolucionaria de las SA) o las sucesivas purgas soviéticas (los Procesos de Moscú de 1936 a 1938). En ningún caso mostraron empatía alguna por sus víctimas, ni fueron clementes
Stalin toma el poder en 1924. Hitler asume la dirección del nuevo Partido Nacional Socialista (NSDAP) en 1924. En su estrategia para la toma del poder, ambos líderes supieron ocultar con astucia sus verdaderas intenciones. En el caso de Hitler, se trató de una estrategia de legalidad que suavizó sustancialmente su discurso inicial para atraer al mayor número de votantes tanto de la izquierda como de la derecha.
2. Comunismo y nazismo son ideologías totalistas, orientadas a la consecución de la dictadura del proletariado (comunismo) o la supremacía racial (nazismo). En ambos casos se niega la existencia de la individualidad, de ahí el odio que ambas comparten contra el liberalismo: "Nosotros los bolcheviques somos de una raza especial: el individuo nos importa un comino". Se atribuye a Stalin una frase terrible: "La muerte resuelve todos los problemas: sin hombre no hay problema".
3. Ambos regímenes se fundamentan en un partido único, tutelado por un "caudillo". En el nazismo ese partido es encarnado por el NSDAP (refundado en 1924) y en el comunismo por el PCUS (fundado en 1923, al año de crearse la URSS). Detrás del partido único está siempre la figura todopoderosa de Hitler o de Stalin encarnando el principio de autoridad o caudillismo (Führerprincip). El partido es lo que piensa el líder.
4. Comunismo y nazismo necesitaron para alimentar su discurso del odio la creación de enemigos externos e internos. El comunismo encontró sus principales caladeros de enemigos no solo en las democracias occidentales y liberales, el capitalismo, el imperialismo, el fascismo o los kulaks (pequeños agricultores), sino también en los socialdemócratas, cosacos, en los tildados de "contrarrevolucionarios", en los prisioneros soviéticos liberados de campos de concentración nazis (a los que se suponía "infectados" tras años de contacto con el enemigo) y en su última etapa, también en los judíos: "Toda la generación anterior estaba contagiada por el sionismo" (en las ultimas purgas de Stalin unos dos millones de personas, en su mayoría judíos, fueron enviadas al gulag).
El nazismo por su parte comparte muchos de esos enemigos, pudiéndose destacar entre sus principales objetivos a los judíos, el capitalismo, las democracias occidentales y liberales, la Sociedad de Naciones, los comunistas, los socialdemócratas y otros elementos "antisociales" (el equivalente nazi a los "contrarrevolucionarios").
5. Ambas ideologías totalitarias son claramente anticlericales. La tradicional simplificación que asocia el comunismo a la izquierda y el nazismo a la derecha hace perder de vista que ambos regímenes persiguieron implacablemente cualquier culto religioso; y muy especialmente al cristianismo por su relevancia social. El comunismo lo hizo de una forma violenta (quema y destrucción de iglesias, etc) y programática ("La religión es contraria a los intereses del Pueblo"); mientras que el nazismo lo hizo de una manera más velada mediante el lento proceso de "sincronización" (Gleichschaltung) de las instituciones sociales bajo el manto de la ideología nacionalsocialista (¡Llegó a crearse ad hoc una Iglesia de los Cristianos Alemanes con un Jesús ario y no judío!).
En el proceso nazi de "sincronización" se fomentó el neopaganismo (sustitución de fiestas religiosas por otras paganas; Navidad/Solsticio), la crítica sistemática al cristianismo desde la "intelectualidad" oficial (Rosenberg), las injurias soeces desde las bases más violentas y embrutecidas, la obstaculización legal de la libertad de culto (prohibición del uso de signos religiosos en escuelas y hospitales) y como se ha indicado anteriormente el intento de fagocitación e instrumentalización de las iglesias cristianas bajo la nueva religión nazi.
6. Uso del terror y de las purgas como arma de control, dominación y mantenimiento del poder. Se trata del aspecto más visible y conocido del horror totalitario; una vez tomado el poder mediante una revolución violenta (comunismo en 1917) o a través de la instrumentalización perversa de instituciones democráticas (nazismo en 1933). Es difícil enumerar los numerosos medios de terrorismo de Estado empleados por comunismo y nazismo, si bien los más conocidos son los campos de concentración, con sus distintos grados de represión. Para los comunistas su epítome fueron los gulag (1930 - 1960) y para los nazis fueron los campos de exterminio (especialmente a partir de 1941) con Auschwitz como símbolo indeleble de una infamia universal. La superviviente comunista alemana Margarette Buber-Neumann, relata en sus memorias sus experiencias como prisionera en los campos de concentración de ambas tiranías. No distingue entre horrores.
Los comunistas inventan el "Juicio Político" (el infame juez Vishinski, posteriormente emulado por el juez nazi Fresiler). La purga de 1933 supuso la expulsión de 400.000 militantes del PKUS. Durante la Gran Purga y los tres procesos de Moscú entre 1936 y 1938 (Kamenev, Radek, Bujarin y Yagoda) se llegaron a realizar más de mil ejecuciones diarias, lo que supuso el desmantelamiento del Ejército Rojo (algo que aprovecharía poco después Hitler para invadir la URSS) y la creación en 1938 de una nueva generación de adeptos a Stalin: la Nomenclatura. La purga alemana fue en 1934 durante La noche de los cuchillos largos.
Tales horrores no fueron óbice para que una gran parte de la intelectualidad de la época negara, minimizara o incluso justificara los campos de concentración y los crímenes de sus regímenes favoritos. El muy progresista Louis Aragón aprobaba en 1933 el Gulag con estas insidiosas palabras: "Representan la reeducación del hombre por el hombre".
También personalidades como George B. Shaw o Sartre quedaron fascinadas por la utopía comunista. Otros como George Orwell o Albert Camus tuvieron la coherencia ética de oponerse al totalitarismo soviético con la misma vehemencia con la que se habían opuesto al nazismo. La agria polémica epistolar entre Sartre y Camus en la revista Les Temps Modernes retratara para siempre a cada uno de ellos desde un punto de vista ético y humano. Personalmente, mi corazón estuvo siempre con Camus a quien la ideología no impidió ver los hechos más criminales del comunismo.
7. Otra modalidad de terror muy empleada por el comunismo fueron las hambrunas provocadas (hambruna de 1921, Holodomor ucraniano de 1932-1933 con entre 7 y 10 millones de víctimas). El Primer Plan Quinquenal de 1928 y la Gran Colectivización de 1929 con la creación de las granjas colectivas que cambiaba los modos de vida de una población que en 82% era campesina supuso la inevitable revuelta de los pequeños agricultores (kulaks) y una represión salvaje por parte del Ejército Rojo (más de 500.000 deportados). El 7 de agosto de 1932 se promulgó la Ley sobre "robo y dilapidación de la propiedad social" que suponía una condena de diez años en el gulag. Los efectos no se hicieron esperar: malas cosechas, hambre y un éxodo masivo a las ciudades que fue drásticamente frenado con la "pasaportización" de 1933 que impedía literalmente abandonar la población de origen, quedando millones de personas expuestas a la muerte por inanición. Se estima que el proceso de deskulakización entre 1930 y 1932 supuso la deportación de casi tres millones de rusos y la muerte por hambre o enfermedad de 25.000 personas al día (750.000 al mes).
También los nazis emplearon el hambre como arma de guerra fuera de los campos de exterminio. En 1941 se empezó a aplicar el "Plan del Hambre" que implicaba que a los judíos que viviesen en los territorios ocupados se les suministraría un máximo de 420 kilocalorías al día, una ración muy inferior a la necesaria para sobrevivir. Según datos aportados recientemente por el historiador Snyder tal plan supuso 4,2 millones de hambrientos.
Mientras se ejecutaban las hambrunas comunistas, las democracias occidentales se aprestaron - una vez más - a brindar al tirano de turno su particular tonto útil. Un ministro francés tras visitar la URSS en 1933 declaró sin sonrojarse:
Puedo afirmar que el país es un jardín en pleno rendimiento y con admirables cosechas ¿Hambre? ¡Permítanme que lo dude!
En 1935 el Partido Comunista francés (1935) remataba la faena con esta nueva apostilla alentadora:
Estamos seguros del futuro porque el navío está dirigido por el mejor piloto: Stalin.
La condescendencia de las democracias liberales no sólo fue con el comunismo.En esa misma época Inglaterra empezaba ya a forjar su política suicida de apaciguamiento con el régimen nazi.
8. Ambos sistemas totalitarios contaron una policía secreta tan eficaz como criminal. En la URSS se crea en 1934 el NKVD o Comisariado del Pueblo para Asuntos Internos. En la Alemania nazi impera desde 1933 la GESTAPO y el KRIPO. Para facilitar la labor policial se alecciona a la población en la denuncia y en la delación, incluso entre miembros de la misma familia. Se enaltecen aquellos casos en los que un hijo delata a sus padres, anteponiendo revolución a familia:
Mi obligación como Pionero (juventudes comunistas), es comunicaros que mi padre se ha comportado de forma contra revolucionaria. Y os pido, no como hijo, sino como pionero, que juzguéis con severidad la responsabilidad de mi padre.
9. La comunicación de masas es empleada para transformar radicalmente la sociedad según el modelo ideal de cada tirano. Y para ello nada más idóneo que crear héroes y mártires. Los comunistas tuvieron a Stajanov y los nazis a Horst Wessel. El gran cineasta soviético S. M. Eisenstein sostiene que "filma el mundo como debería ser", de ahí quizás la mandorla mística con la que envuelve la cabeza de Lenin en su película Octubre (1928). El Eisenstein de los nazis fue una mujer y se llamó Leni Riefenstahl, cuyo Triunfo de la Voluntad (1935) resulta ser un panegírico tan tramposo que logra hacer creer que la perversión nazi es una obra de arte. La prensa oficial del partido comunista entre 1918 y 1991 se denominó significativamente Pravda (La Verdad) pues nada fuera del discurso oficialista del PKUS podía ser cierto. Los nazis también supieron "sincronizar" toda la prensa y aunque aparentemente resultara más variada en su edición (Der Angriff, Der Sturmmer, ...) toda ella estuvo sometida al férreo control de Goebbels y su Ministerio de Propaganda.
Todo el arte nazi y soviético (Proletkult, el Realismo Socialista de 1930 a 1950) coadyuva sumisamente a idealizar el horror con un retrato heroico de Stalin o de Hitler. El comunista odia el "arte burgués" y el nazi odia el "arte degenerado". Ambos gustan de lo desmesurado y del gigantismo en las formas.
10. Ambos totalitarismos fueron tan compatibles e intercambiables que durante casi dos años (1939 a 22 junio 1941) fueron aliados. El Pacto Ribbentrop–Molotov (de 23 agosto 1939) significó no solo un acuerdo de no agresión entre ambas potencias, sino el reconocimiento de intereses mutuos en Polonia y de los intereses exclusivos soviéticos en Finlandia, Estonia, Letonia y Lituania (estados que los comunistas se anexionaran en 1940, junto con algunos territorios de Rumania, con la aquiescencia del III Reich). La cooperación nazi y comunista tuvo su más claro exponente con las Conferencias GESTAPO-NKVD (1939-1940) en las que Himmler y Beria coordinaron sus eficaces aparatos represivos para acabar con la resistencia polaca tras la invasión de Polonia por la Alemania nazi ... y por la URSS. Fruto de esta colaboración entre totalitarismos es la llamada "Purga de refugiados" cuando en 1939 las autoridades soviéticas entregaron a la Gestapo nazi a los exiliados comunistas (alemanes, polacos y húngaros) que habían buscado refugio en la Unión Soviética tras la toma del poder por los nazis y sus posteriores conquistas. En esa misma línea, debe recordarse que cuando el ejército nazi invadió Yugoslavia y Grecia en 1941, la URSS se negó a condenar dichos ataques. Y es lógico pues, como hemos visto, desde mediados de 1939 hasta mediados de 1941 Hitler y Stalin fueron aliados.
Fin
Que dos ideologías socialistas se peleen a muerte entre ellas es de lo más normal en la historia y la mejor muestra es nuestra guerra civil: hubo una guerra civil en el seno del Frente Popular, lo cual facilitó la labor de los nacionales. De ahí los enfrentamientos entre las distintas facciones socialistas: maoistas, marxistas-leninistas, trotskistas, juches, fascistas, nacional-socialistas, socialismo yugoslavo, socialismo albanés, socialismo bolivariano, socialismo indigenista, socialismo caribeño, verdes, feministas, socialdemócratas, etc.
Siempre han estado peleándose entre ellos, por ejemplo, los mayores asesinos de comunistas...... han sido los propios comunistas. Y lo han hecho a lo grande.
El cuento de que fascismo y nacional-socialismo son de derechas es fruto de la propaganda impulsada por Stalin en la Komintern (Internacional Comunista). Ellos siempre se definieron como socialistas revolucionarios y enemigos del capitalismo y la burguesía.
Espero que el siguiente enlace le aclare el asunto del nacional-socialismo:
https://maslibertad.com.co/citas-de-hitler-prueban-que-era-socialista/
A lo anterior quiero añadir la colaboración del forero McLovin en el foro de la burbuja.info, sobre este tema, para que todo quede muy clarito:
1.- El fascismo es un movimiento revolucionario, republicano y SOCIALISTA en toda la extensión de la palabra.
2.- El fascismo es anticapitalista y busca la dictadura del proletariado exactamente igual que el marxismo.
3.- El gérmen del fascismo, el manifiesto de Verona, fué escrito por Nicola Bombacci, fundador del PARTIDO COMUNISTA ITALIANO
4.- La economía de los gobiernos fascistas, incluida la Alemania Nazi, era una economía enormemente estatista y dirigida. El Estado fiscalizaba y se inmiscuía en absolutamente todos los aspectos económicos e industriales del país. La economía estaba planificada al máximo, exactamente igual que en los regímenes comunistas basándose en los mismos esquemas. Solo había un pequeño matiz, "permitían" la propiedad privada, entre comillas. Ellos decidían quién y cómo podía ser el dueño de una industria.
5.- La diferencia entre un socialismo y un fascismo es que el fascismo es mucho más nacionalista, pero comparte el 99,999999999% del resto de cosas.
Punto sacado del manifiesto de Verona:
"c) Valorización, en beneficio de los pueblos europeos y de los autóctonos, de los recursos naturales de África, respetando absolutamente aquellos pueblos, especialmente los musulmanes, que, como Egipto, se encuentran ya civil y nacionalmente organizados."
...vaya, los malvados y ultra racistas fascistas teniendo en cuenta al pueblo africano, incluso a los musulmanes...mmm
Salvo en el hecho del ultra catolicismo, leyendo su programa político y hasta social, no ves NI UNA SOLA diferencia con el marxismo...
Cuando estos retra-progres llaman fascista a todo el mundo de manera despectiva, son tan sumamente subnormales, paletos e incultos que no saben que el fascismo no es que provenga de la extrema izquierda, es que ES la extrema izquierda.
Además de lo anterior, añado otro vídeo para culturizar a los indocumentados:
Ya sé que toda esta información no va a cambiar las cosas, si algo hacen bien en la caverna izquierdista es la propaganda, son unos artistas porque su discurso siempre es emocional, nunca se dirigen a la razón. Y siguen al pie de la letra un lema del comunista Willi Münzenberg que se atribuye al ministro de propaganda de Hítler: una mentira repetida cien veces se convierte en verdad. También podemos echar mano del gran Jean F. Revel: "la principal fuerza que mueve el mundo es la mentira".
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TresTristesTigres- Cybernauta-Master
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Re: La próxima vez que te digan fascista
El Fascismo lo creó un socialista llamado Benito Mussolini. El Fascismo es una variante del Socialismo, que pretendía los cambios más rápidos...se declara anticapitalista, propiedad privada al servicio del estado, partido único, sindicato único, todo dentro del estado, nada fuera, economía dirigida y planificada por el estado, la libertad personal supeditada al bien general.... O sea, un partido ANTI LIBERAL!!! .Los polos antagónicos no son Fascismo y Comunismo ( como decía la propaganda Soviética). Los polos son LIBERALISMO ( la libertad del individuo es sagrada) y el otro polo, los que dicen que el individuo no importa, que lo importante es el estado o el partido ( Socialismo/ Fascismo)... pero, donde al final manda EL AMADO LÍDER!!! ... Los demás lacayos...y sin poder cambiar de amo!!!
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