Rajoy incluirá una contundente subida de impuestos en los Presupuestos

Afectará a IRPF, IVA y Sociedades. Cuenta con el apoyo de Ciudadanos y Coalición Canaria. El PNV está dispuesto a negociar

Bruselas da por hecho que Rajoy podrá formar Gobierno esta misma semana y le ha exigido que su primera medida sea actualizar los Presupuestos. El presidente ha descartado la reducción del gasto público y apuesta por una subida de impuestos. Es más efectiva a corto plazo a efectos de recaudación y la urgencia obliga

Según ha podido saber El Confidencial Digital por fuentes con acceso a La Moncloa, el presidente, a través de Luis de Guindos, ha adelantado parte de su plan a Bruselas: “En la última parte del año, una vez que haya Gobierno, estamos dispuestos a adoptar nuevas medidas”. Es el compromiso que ha adquirido con sus socios europeos.

España era consciente de que el aviso de la Comisión Europea llegaría en vísperas de la investidura. Por ello, se limitó, el pasado 15 de octubre, a prorrogar los Presupuestos de este año ante la falta de Gobierno. El borrador enviado no contenía cambios de calado y era una simple extensión de las cuentas de 2016 con pequeñas variaciones.

Pero De Guindos ha advertido a Moncloa que el próximo Ejecutivo con plenos poderes tendrá que aprobar con urgencia el recorte de 5.500 millones que exige Bruselas. Tras la previsible investidura, el Gobierno tendrá como principal misión aprobar el techo de gasto, el primer paso para que haya nuevos Presupuestos.

Revertir la rebaja fiscal anterior al 20-D
Según las fuentes consultadas, Rajoy trabaja con un escenario de subida de impuestos que revierta parte de la rebaja fiscal que el PP acometió en 2015. Fue un paquete de medidas que comenzó a aplicarse en los meses previos a las elecciones del 20 de diciembre y fue precisamente muy cuestionado por la Comisión Europea. Lo llegó a tildar de “electoralista”.

Pocos meses después, se confirmó que esa rebaja llevaba a España a incumplir el déficit por noveno año y arrecieron los avisos de Bruselas. Como primera medida, el Gobierno en funciones ha aprobado un endurecimiento de última hora del Impuesto de Sociedades. Pretende recuperar la recaudación perdida en esa bajada de impuestos.

Esta subida encubierta de la tributación de las empresas es ya una obligación para evitar males mayores. Pero es sólo el principio de una serie de correcciones que Hacienda va a introducir en la mayoría de los impuestos para la actualización de los Presupuestos.

Unos cambios de mayor calado que comenzará a presentar a la oposición tras la investidura de Rajoy. Hacienda ha descartado, por lo pronto, una drástica reducción del gasto público, que sería muy complicada de negociar con el resto de grupos.

Pedirá al PSOE que no obstaculice la tramitación
Las fuentes a las que ha tenido acceso ECD confirman que Rajoy ha transmitido a su equipo que quiere poder aprobar unas nuevas cuentas en los primeros meses de 2017.

Para ello ha dado orden de iniciar la semana que viene los contactos con Ciudadanos, el PNV y Coalición Canaria. Pero se reserva una gestión personal: insistir a Javier Fernández en que los socialistas también deben sentarse a hablar, en la misma mesa, de las cuentas del Estado.

El presidente de la gestora del PSOE ha cerrado esta semana la puerta a una aprobación de los Presupuestos. Pero el presidente le solicitará en persona que permita su tramitación en el Congreso. Es decir, que no presenten enmiendas de totalidad que exigirían la devolución del proyecto al Gobierno y faciliten que las cuentas puedan ser debatidas y negociadas en el seno del Congreso.

Así las cosas, el PP busca garantizarse luz verde en la primera votación, para la que solo requiere de mayoría simple. Después incluirá concesiones basadas en las enmiendas parciales que presenten los socialistas.

C’s, PNV y CC están dispuestos a dialogar
Según las fuentes consultadas, la negociación sobre las cuentas públicas se encuentra bastante avanzada con Ciudadanos. El partido de Albert Rivera no va a poner pegas a la subida de impuestos que Hacienda está diseñando. Ya criticaron hace un año la rebaja fiscal previa a las elecciones del 20-D.

Por eso, Rajoy ha transmitido a la dirección del Grupo Popular en el Congreso que las gestiones se centren ahora en conseguir el apoyo de los cinco diputados del PNV y la representante de Coalición Canaria, Ana Oramas.

En los primeros contactos se ha constado una “buena disposición a dialogar” por parte de ambas formaciones. De hecho, Oramas apoyará la investidura de Rajoy en las dos votaciones de esta semana. Eso sí. Reclamará compromisos presupuestarios del Estado con Canarias.

El representante del PNV, Aitor Esteban, también se ha mostrado abierto, en conversaciones informales, a dialogar con el PP una vez que arranque la legislatura, a pesar de su “no” a Rajoy en la sesión de investidura.

En su discurso de investidura anunció que defendería la “estabilidad económica conseguida” y sus ministros se han puesto manos a la obra para reducir el inmenso objetivo de déficit público y cumplir con sus socios europeos.

Ya lo adelantó el 29 de octubre: lo primero en lo que se pondría a trabajar su Ejecutivo sería mantener a flote la economía española y buscar una solución al desafío soberanista de Cataluña. Fiel a su anuncio, Rajoy está buscando una fórmula económica para cumplir su compromiso con Europa sin crear demasiado revuelo social.

Hace unos meses, como Presidente en funciones, Mariano Rajoy aseguró a la Comisión Europea que España cumplirá con el objetivo de déficit de este año y que en 2017 se vería reducido hasta el 3’6%. El problema ha llegado cuando Bruselas ha exigido minimizarlo hasta al 3’1%, o lo que es lo mismo, un recorte adicional de 5.000 millones de euros.

El tabaco y la gasolina, al alza

¿Y como va a afectar esta noticia al día a día de los ciudadanos? Con el aumento del precio de la gasolina y del tabaco. Desde la industria tabacalera era una noticia esperada ya que aún queda cierto margen de incremento tributario sobre el tabaco.

Por su parte, transportistas y las petroleras han visto como se confirmaban sus peores temores. El incremento de la preocupación por el cambio climático global, el abaratamiento del precio del petróleo y el desfase respecto a Europa son factores que hacían prever un aumento del precio de la gasolina.

Si lo vemos desde el punto de vista político, un aumento de impuestos a los combustibles con un sentimiento medioambiental se ganaría al resto de partidos. Y es que formaciones como el PSOE apostaba por reformular el tributo de hidrocarburos a través de la creación de impuestos ecológicos o Podemos que defendía igualar el gravamen de la gasolina y el diésel con el objetivo de desincentivar la compra de automóviles diésel, que contaminan más.

Las multinacionales no se libran

Pero las grandes compañías no se van a escapar. La idea de Mariano Rajoy es reducir los beneficios tributarios a las grandes empresas y endurecer su estatus fiscal. Esta legislatura va a estar marcada por el dialogo y el consenso, por lo que aumentar las arcas públicas gracias a las multinacionales sería un gesto a gusto de PSOE y Ciudadanos según recoge Cinco Días.

El ministro de Hacienda vuelve a escudarse en el déficit público para incumplir su programa electoral a las primeras de cambio.

7.500 millones. Esa es la factura tributaria extra que los españoles tendrán que enfrentar en 2017. Lo ha anunciado el ministro de Hacienda este viernes, tras el Consejo de Ministros. El palo más duro se lo llevan las empresas, que sufrirán un castigo fiscal de 4.300 millones de forma directa, a través del Impuesto de Sociedades, además de las repercusiones que tengan el resto de subidas tributarias en su actividad económica.

El resumen de las subidas de impuestos aprobadas este viernes implicará una recaudación extra de 4.650 millones en impuestos. El resto, hasta los 7.500 millones anunciados por Montoro, llegarán con las medidas contra el fraude y lo que ha denominado como "procedimientos de control".

Las empresas pagarán 4.300 millones vía Impuesto de Sociedades. Los otros 350 millones llegarán de impuestos especiales.

"Adecuar la tributación sobre las labores del tabaco a lo que recomienda la UE": es decir, subida de los impuestos al tabaco mediante el denominado sistema de doble mínimo, que evita la venta por debajo de un determinado precio. Así, en ese impuesto se incrementa el componente específico con respecto al "ad valorem", en una cuantía del 2,5% para los cigarrillos y el 6,8% para la picadura de liar.

En cuanto al alcohol, el Gobierno ha incrementado un 5% la fiscalidad de los productos intermedios y el alcohol tanto en la Península como en Canarias.

Nuevo impuesto sobre medidas carbonatadas y azucaradas. Montoro lo ha explicado como un "instrumento de lucha contra la obesidad". De este nuevo tributo se esperan 200 millones de recaudación.

Se ha anunciado una "Reforma en el ámbito de la tributación medioambiental para 2017. En este caso, la explicación es que era una "demanda de la UE".

Prorroga de la vigencia del Impuesto sobre el Patrimonio. No hablamos de una subida de impuestos, sino de mantener Patrimonio, un impuesto que en su momento se suprimió en la práctica y luego fue recuperado.

Por otro lado, Montoro también ha anunciado el "destope de las bases máximas de cotización". Al final, el montante en este sentido ha sido algo más bajo del esperado. Montoro ha hablado de unos 300 millones de euros, pero también ha dicho que habrá que afrontar nuevas medidas en este sentido, aunque el ministro ha explicado que debe ser "el Pacto de Toledo" el que las tendrá que aprobar. Es decir, se ha abierto la puerta para el destope de las cotizaciones máximas, sin que suban las pensiones en la misma cuantía, aunque sea en varias etapas y con la excusa del acuerdo entre todos los partidos en el Pacto de Toledo.

Para empezar, la base máxima de cotización subirá un 3% el próximo año, hasta los 3.751,2 euros, mientras que las bases mínimas se incrementarán en el mismo porcentaje que el salario mínimo, un 8%. En 2013 y 2014, la base máxima se incrementó un 5% en cada ejercicio, hasta situarse al final de ese periodo en 3.597 euros mensuales. En 2015, el Gobierno del PP la subió un 0,25% y en 2016 otro 1%, dejándola en 3.642 euros. Ahora, en 2017, escalará hasta los 3.751,2 euros.

Por otro lado, junto a las medidas de subidas de impuestos, Montoro ha anunciado mejoras "en los procedimientos de control":

Limitación de los pagos en efectivo a 1.000 euros frente a los 2.500 euros actuales.

Implantación del sistema de información inmediata del IVA, que estará "normalizado" en el segundo semestre de 2017 y afectará a 60.000 contribuyentes que aglutinan el 80 % de la facturación del IVA anual.

El Ejecutivo ha decidido también endurecer la posibilidad de aplazamiento de pago del IVA y de las deudas frente a la Agencia Tributaria (AEAT) suspendidas mientras se tramita su recurso. Ha dicho Montoro que con unos mercados más abiertos y con ofertas bancarias de crédito accesibles a las compañías de cierto tamaño "no tiene justificación que las empresas se financien con cargo a la Hacienda pública".

Preguntado en la rueda de prensa, por nuestro compañero Pablo Montesinos, sobre cómo creía que se tomarían sus electores estas medidas, Montoro ha respondido: "No hubo ninguna promesa electoral que dijera que íbamos a bajar los impuestos, porque no podía haberla. Nos referíamos al IRPF. Y la legislatura está comenzando. ¿Sobre quién pedimos que caiga ese esfuerzo [de la subida de impuestos]? ¿Sobre las familias, autónomos, las pymes? En absoluto. Le pedimos el esfuerzo a los agentes económicos que tienen mayor capacidad, las grandes empresas. Pero no le quepa ninguna duda de que empezaremos a cumplir nuestras promesas electorales. Cuando está uno en minoría, todo hay que acordarlo".

En realidad, el primer punto del programa electoral del PP hablaba de "dar prioridad a la reducción de la carga tributaria que enfrentan los ciudadanos y atender desde el ámbito fiscal sus necesidades e inquietudes". Pero al ministro no le parece una promesa lo suficientemente precisa. Este viernes se ha escudado en que el programa no dice de forma expresa que no se subiría el Impuesto de Sociedades (tampoco dice lo contrario).

El Consejo de Ministros también ha aprobado la subida del salario mínimo interprofesional (SMI) en un 8% para 2017, desde los 655,2 euros actuales hasta 707,6 euros al mes por catorce pagas, así como el aumento de las bases máximas y mínimas de cotización para el próximo año. Ambas medidas reportarán a la Seguridad Social ingresos por valor de 400 millones de euros en 2017 (entre 300 y 330 millones procedentes de la base máxima y 70 millones de la mínima).

Cada día me da más asco este gobierno

Rajoy queda muy mal parado si, tal y como afirma Aznar, "impuestos altos, déficit y deuda son lo contrario del círculo virtuoso".

El expresidente del Gobierno y expresidente de honor del PP, José María Aznar, lanzó el pasado lunes varios dardos contra la política económica de Mariano Rajoy, al advertir de que la combinación de "impuestos altos, déficit y deuda son lo contrario del círculo virtuoso".

En materia fiscal, advirtió de que "no se trata de subir o bajar este o aquel impuesto, sino de orientar el sistema tributario al crecimiento económico y a su potencial recaudatorio"; en cuanto al déficit, recordó que subir impuestos no es la "única forma" de lograr su reducción, mientras que "el gasto público ya fue en 2015 muy superior al registrado en 2007; y sobre la deuda, Aznar insistió en que no puede ser vista como un "recurso indoloro para pagar el Estado de bienestar".

Por ello, concluyó que "la estabilidad presupuestaria y las reformas estructurales no son una opción sino un imperativo, si se quiere dejar atrás la crisis y participar con éxito en la economía global", añadiendo, además, que su mensaje iba dirigido a "todas las fuerzas políticas", incluido el PP.

Ahora bien, ¿tienen fundamento tales críticas? Y, sobre todo, ¿debe Rajoy darse por aludido? España bordeó de la quiebra soberana entre 2010 y 2012, en plena crisis de deuda europea, tras acumular un abultado déficit y deuda pública, cuyo incremento trató de ser compensado mediante constantes subidas de impuestos, tanto por parte del PSOE como del PP, sin que surtiera el efecto esperado. De hecho, la fuerte tensión financiera a la que estuvo sometida España y el resto de países débiles de la zona euro durante ese período tan solo fue apaciguada tras la promesa de rescate que lanzó el Banco Central Europeo (BCE) en el verano de 2012. Sigue según gráficas.