Adiós al cemento: el innovador invento que ayudará a los albañiles a levantar muros de ladrillo más rápido
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Adiós al cemento: el innovador invento que ayudará a los albañiles a levantar muros de ladrillo más rápido
La albañilería es el arte de construir edificios u obras, para hacerlo, se usan multitud de materiales, según los casos, los materiales son bloques, piedra, arena, cal, yeso, cemento, entre otros. El arte de la albañilería es uno de los trabajos más antiguos que tiene el humano, la historia de la albañilería data de hace más de 6000 años atrás, desde la antigüedad los humanos empleaban ramas y piedras para construir sus propias casas, hasta que con el paso del tiempo empezaron a surgir los primeros ladrillos o bloques a base de barro cocido y secados al Sol. La tarea de levantar muros de ladrillo para construir es algo arduo que lleva bastante esfuerzo y tiempo y tiene una gran importancia en las construcciones, pues se necesita una buena estructura, que sea sólida, fuerte y bastante resistente, para que logre soportar los efectos de un temblor.
Por lo tanto, los albañiles a la hora de levantar un muro de ladrillo se toman su tiempo para obtener las medidas de cada pared, verificar sus tiempos entre mezcla y mezcla, hacer una correcta alineación de los ladrillos, así como su nivelación, hasta que después de ciertos días el muro finalmente logra sostenerse firme y resistente, de una manera consistente, es una ardua tarea en todos los aspecto. Es por ello que la tecnología ha alcanzado también a esta tarea para hacerla más rápida y concisa, y se trata de lo siguiente.
Maxit mörtelpad eco
Ese es el nombre del gran invento tecnológico que llegó para ayudar a los albañiles a levantar los muros de ladrillo más rápido. “El Maxit mörtelpad eco es un invento muy intuitivo, rápido y seguro” según la empresa alemana Franken Maxit, responsable de la creación de dicho invento, de igual manera, el Maxit mörtelpad eco hace que la labor del albañil sea mucho más fácil, pues reduce el tiempo de construcción en un 24%, en comparación con la construcción convencional.
El Maxit mörtelpad eco puede lograr que se dé un paso decisivo a la albañilería 3.0, un invento que se suma ya a otros que son fantásticos a la hora de construir, como el robot que coloca 500 ladrillos por hora, el ladrillo resistente, ligero, que ahorra tiempo y trabajo porque se coloca como si fueran piezas de lego.
Ahora bien, lo que hace en esencia el Maxit mörtelpad eco es que evita el uso del cemento fresco, logrando de esta manera no solamente ahorrar tiempo y esfuerzo, sino que también es una gran ventaja contra la contaminación que genera el cemento, el cual es uno de los materiales que más influyen en el cambio climático. Pues el Maxit mörtelpad eco emplea placas de mortero seco, que son prefabricadas de materias primas naturales, logrando una reducción de hasta el 33% de CO2.
Por último, la manera en como agiliza el procedimiento de levantar muros de ladrillo, es saltándose la parte de mezclar los materiales y la limpieza posterior al levantar dichos muros. Esto lo hace porque elimina las partículas en suspensión y ofrece una estabilidad mayor, otra ventaja es que las placas de mortero del Maxit mörtelpad eco pesan solamente 300 gramos, por ende, se pueden manejar de una manera más rápida y concisa, haciendo con esto que el albañil se pueda concentrar por completo en el proceso de la construcción.
Con todas estas grandes ventajas, la compañía alemana asegura que se minimizan todos los posibles errores que se cometen en una obra al acomodar las filas de un ladrillo ya que se hará de una manera más exacta y fácil, y que el Maxit mörtelpad eco ofrece un 30% mayor de eficacia en el proceso de construcción, pues reduce en gran medida los pasos para hacerlo. Al igual que los avances tecnológicos antes mencionados, el Maxit mörtelpad eco es un invento sumamente interesante que ayuda en gran media a resolver varios problemas habituales en la construcción.
Porque bueno es saberlo.
Por lo tanto, los albañiles a la hora de levantar un muro de ladrillo se toman su tiempo para obtener las medidas de cada pared, verificar sus tiempos entre mezcla y mezcla, hacer una correcta alineación de los ladrillos, así como su nivelación, hasta que después de ciertos días el muro finalmente logra sostenerse firme y resistente, de una manera consistente, es una ardua tarea en todos los aspecto. Es por ello que la tecnología ha alcanzado también a esta tarea para hacerla más rápida y concisa, y se trata de lo siguiente.
Maxit mörtelpad eco
Ese es el nombre del gran invento tecnológico que llegó para ayudar a los albañiles a levantar los muros de ladrillo más rápido. “El Maxit mörtelpad eco es un invento muy intuitivo, rápido y seguro” según la empresa alemana Franken Maxit, responsable de la creación de dicho invento, de igual manera, el Maxit mörtelpad eco hace que la labor del albañil sea mucho más fácil, pues reduce el tiempo de construcción en un 24%, en comparación con la construcción convencional.
El Maxit mörtelpad eco puede lograr que se dé un paso decisivo a la albañilería 3.0, un invento que se suma ya a otros que son fantásticos a la hora de construir, como el robot que coloca 500 ladrillos por hora, el ladrillo resistente, ligero, que ahorra tiempo y trabajo porque se coloca como si fueran piezas de lego.
Ahora bien, lo que hace en esencia el Maxit mörtelpad eco es que evita el uso del cemento fresco, logrando de esta manera no solamente ahorrar tiempo y esfuerzo, sino que también es una gran ventaja contra la contaminación que genera el cemento, el cual es uno de los materiales que más influyen en el cambio climático. Pues el Maxit mörtelpad eco emplea placas de mortero seco, que son prefabricadas de materias primas naturales, logrando una reducción de hasta el 33% de CO2.
Por último, la manera en como agiliza el procedimiento de levantar muros de ladrillo, es saltándose la parte de mezclar los materiales y la limpieza posterior al levantar dichos muros. Esto lo hace porque elimina las partículas en suspensión y ofrece una estabilidad mayor, otra ventaja es que las placas de mortero del Maxit mörtelpad eco pesan solamente 300 gramos, por ende, se pueden manejar de una manera más rápida y concisa, haciendo con esto que el albañil se pueda concentrar por completo en el proceso de la construcción.
Con todas estas grandes ventajas, la compañía alemana asegura que se minimizan todos los posibles errores que se cometen en una obra al acomodar las filas de un ladrillo ya que se hará de una manera más exacta y fácil, y que el Maxit mörtelpad eco ofrece un 30% mayor de eficacia en el proceso de construcción, pues reduce en gran medida los pasos para hacerlo. Al igual que los avances tecnológicos antes mencionados, el Maxit mörtelpad eco es un invento sumamente interesante que ayuda en gran media a resolver varios problemas habituales en la construcción.
Porque bueno es saberlo.
Adiós a las casas tal y como las conocíamos en España. Este nuevo hormigón ya se está utilizando y es una revolución
La necesidad de encontrar alternativas sostenibles al tradicional hormigón, que se utiliza en cantidades asombrosas, ha llevado a expertos y científicos a explorar nuevos materiales resistentes y ecológicos ya que nos encontramos en un mundo en el que cada vez somos mucho más consciente de la crisis climática. Por ello, el sector de la construcción se encuentra continuamente bajo escrutinio, señalado como uno de los principales contribuyentes a la contaminación ambiental. En este contexto, surge una auténtica revolución en el ámbito de la construcción: el vidrio molido.
Hacia un hormigón más sostenible: desafíos y soluciones
El hormigón, empleado en aproximadamente 30.000 millones de toneladas a nivel global, ha sido un pilar fundamental en la construcción, pero su producción ha estado vinculada a un alto costo medioambiental. Para abordar este problema, se buscan alternativas que no solo sean resistentes, sino que también almacenen energía, marcando así un hito en la sostenibilidad de la construcción.
Uno de los componentes tradicionales del hormigón que ha sido objeto de atención son las puzolanas, con base en la sílice. Utilizadas por la civilización romana, las puzolanas aumentan el rendimiento del cemento convencional, siendo las más comunes los restos de la fabricación de acero y las cenizas del carbón. Sin embargo, la escasez de estos materiales ha impulsado la búsqueda de alternativas más novedosas y ecológicas.
El vidrio molido: una revolución en la construcción
En este contexto, Canadá se destaca como pionero en la adopción de un nuevo material para la construcción: el vidrio molido. El estudio de arquitectura Provencher_Roy, reconocido por su trabajo en el puente de Champlain, ha patentado el Glass Ground Pozzolan (GGP), un hormigón ecológico y altamente resistente.
El vidrio molido, también conocido como polvo de vidrio, surge como una alternativa a las cenizas volantes y la escoria utilizadas en el pasado siglo. La reducción en la producción de estos materiales, debido al cierre de centrales eléctricas de carbón y altos hornos, generó la necesidad de buscar opciones más sostenibles. Las puzolanas de vidrio molido, resultado de eliminación de impurezas como papel y plástico, emergen como una solución innovadora.
Ventajas del vidrio molido en la construcción
Empresas como KLAW Industries y Pozzotive han trabajado en desarrollar este nuevo material a base de vidrio. Los resultados son alentadores: el hormigón que incorpora un 40% de vidrio molido puede durar hasta cinco veces más que los convencionales. Este nuevo sistema resiste eficientemente a agentes corrosivos como sulfatos y sal, aumentando la resistencia a la humedad y, por ende, la durabilidad de las estructuras.
Ejemplos de éxito y sostenibilidad en Canadá
Montreal, en Canadá, se erige como un ejemplo de la eficacia del GGP de Provencher_Roy. Las infraestructuras construidas con este material no solo mejoran la resistencia de las estructuras, sino que también contribuyen a la preservación del medio ambiente al evitar la emisión de gases de efecto invernadero.
Los constructores estiman que estas estructuras podrían tener una vida útil de hasta 125 años, 50 más que las construidas con hormigón convencional. Un proyecto concreto en Montreal, como un camino para ciclistas con luces LED, demuestra cómo el vidrio molido no solo es sostenible sino también versátil, abriendo la puerta a su uso en edificios más altos y adoquines.
El futuro sostenible de la construcción
La utilización creciente del vidrio molido en la construcción marca un cambio significativo hacia una industria más sostenible y respetuosa con el medio ambiente. Los avances en la investigación y la aplicación exitosa en proyectos concretos, como los realizados en Canadá, abren la puerta a un futuro donde las casas y estructuras ya no serán como las conocíamos. Este nuevo hormigón no solo es una revolución técnica, sino también un compromiso con la construcción de un futuro más verde y sostenible.
Porque bueno es saberlo.
Hacia un hormigón más sostenible: desafíos y soluciones
El hormigón, empleado en aproximadamente 30.000 millones de toneladas a nivel global, ha sido un pilar fundamental en la construcción, pero su producción ha estado vinculada a un alto costo medioambiental. Para abordar este problema, se buscan alternativas que no solo sean resistentes, sino que también almacenen energía, marcando así un hito en la sostenibilidad de la construcción.
Uno de los componentes tradicionales del hormigón que ha sido objeto de atención son las puzolanas, con base en la sílice. Utilizadas por la civilización romana, las puzolanas aumentan el rendimiento del cemento convencional, siendo las más comunes los restos de la fabricación de acero y las cenizas del carbón. Sin embargo, la escasez de estos materiales ha impulsado la búsqueda de alternativas más novedosas y ecológicas.
El vidrio molido: una revolución en la construcción
En este contexto, Canadá se destaca como pionero en la adopción de un nuevo material para la construcción: el vidrio molido. El estudio de arquitectura Provencher_Roy, reconocido por su trabajo en el puente de Champlain, ha patentado el Glass Ground Pozzolan (GGP), un hormigón ecológico y altamente resistente.
El vidrio molido, también conocido como polvo de vidrio, surge como una alternativa a las cenizas volantes y la escoria utilizadas en el pasado siglo. La reducción en la producción de estos materiales, debido al cierre de centrales eléctricas de carbón y altos hornos, generó la necesidad de buscar opciones más sostenibles. Las puzolanas de vidrio molido, resultado de eliminación de impurezas como papel y plástico, emergen como una solución innovadora.
Ventajas del vidrio molido en la construcción
Empresas como KLAW Industries y Pozzotive han trabajado en desarrollar este nuevo material a base de vidrio. Los resultados son alentadores: el hormigón que incorpora un 40% de vidrio molido puede durar hasta cinco veces más que los convencionales. Este nuevo sistema resiste eficientemente a agentes corrosivos como sulfatos y sal, aumentando la resistencia a la humedad y, por ende, la durabilidad de las estructuras.
Ejemplos de éxito y sostenibilidad en Canadá
Montreal, en Canadá, se erige como un ejemplo de la eficacia del GGP de Provencher_Roy. Las infraestructuras construidas con este material no solo mejoran la resistencia de las estructuras, sino que también contribuyen a la preservación del medio ambiente al evitar la emisión de gases de efecto invernadero.
Los constructores estiman que estas estructuras podrían tener una vida útil de hasta
El futuro sostenible de la construcción
La utilización creciente del vidrio molido en la construcción marca un cambio significativo hacia una industria más sostenible y respetuosa con el medio ambiente. Los avances en la investigación y la aplicación exitosa en proyectos concretos, como los realizados en Canadá, abren la puerta a un futuro donde las casas y estructuras ya no serán como las conocíamos. Este nuevo hormigón no solo es una revolución técnica, sino también un compromiso con la construcción de un futuro más verde y sostenible.
Porque bueno es saberlo.
20% más ligero, tres veces más resistente: el nuevo material que quiere jubilar al hormigón
Sus creadores aseguran que se han inspirado en la naturaleza y la formación de los corales
Las losas de BioBasedTiles se han usado ya en obras y sus impulsores aseguran que han permitido evitar la emisión de miles de kilos de dióxido de carbono
Lo persigue la industria, lo persiguen los científicos desde las universidades y hasta DARPA, la popular agencia de investigación avanzada del Pentágono. Pocas carreras hay tan disputadas y ambiciosas como la de la "reinvención" del hormigón. Y tiene todo el sentido del mundo que así sea. Usamos mucho, muchísimo hormigón, tanto que se dice que es el segundo material más consumido del planeta, solo por detrás del agua, y sin él difícilmente podríamos concebir las ciudades modernas; pero el problema es que ese uso viene acompañado de una cantidad enorme de emisiones de gases contaminantes. La AIE calcula que por cada tonelada de hormigón se emiten 0,6 de carbono y a menudo se achaca a la producción de cemento el 8% de las emisiones de CO2.
StoneCycling y Biomason creen haber dado al fin con una forma de reducir esa huella. Su estrategia: aprender de los corales.
Sumando esfuerzos. Ni StoneCycling ni Biomason son recién llegadas al estudio de los materiales. La segunda lleva más de una década dedicada a estudiar cómo puede ayudar la biología en la producción de cemento y se ha marcado el ambicioso objetivo de eliminar el 25% de las emisiones globales de carbono vinculadas a la industria del hormigón a corto plazo, ya para 2030.
Ese empeño le ha llevado a llegar acuerdos con IBF, uno de los grandes fabricantes de hormigón de Dinamarca, o StoneCycling, firma holandesa fundada en 2013 y que persigue el desarrollo de nuevos materiales de construcción. En 2022 ambas empresas anunciaron una suma de fuerzas para impulsar BioBasedTiles, que se publicita como "la primera baldosa de base biológica que crece con bacterias".
Aprendiendo de la naturaleza. BioBasedTiles son planchas "de base biológica" que se apoyan en la investigación desarrollada desde hace más de una década por la compañía Biomason, con sede en Carolina del Norte, EEUU. Su estratégica ha pasado básicamente por aprender de la naturaleza y estudiar cómo se crea el coral, con sus estructuras robustas y duraderas. "Nos fijamos en los planos que nos da la naturaleza para repensar el hormigón —abunda— Tanto si miramos un coral o una concha marina como un exoesqueleto o roca caliza, es básicamente el mismo material".
Las BioBasedTiles son baldosas elaboradas con ayuda de bacterias durante un proceso en el que se reduce la huella de CO2. De hecho están compuestas de un 15% de biocemento, "piedra caliza cultivada biológicamente", y un 85% de agregado natural.
"Durante más de 200 años la producción tradicional de cemento ha liberado dióxido de carbono como subproducto. Nuestro proceso patentado aprovecha el carbono de la misma manera que lo hace la naturaleza —señala la firma—. Combinamos carbono y calcio para producir materiales de biocemento". A diferencia del proceso para generar cemento Portland, durante el que se calienta caliza y libera CO2, Biomason emplea bacterias capaces de emular las propiedades del Portland con un ciclo de carbono invertido: absorben carbono y lo convierten en carbonato de calcio.
Porque bueno es saberlo.
Las losas de BioBasedTiles se han usado ya en obras y sus impulsores aseguran que han permitido evitar la emisión de miles de kilos de dióxido de carbono
Lo persigue la industria, lo persiguen los científicos desde las universidades y hasta DARPA, la popular agencia de investigación avanzada del Pentágono. Pocas carreras hay tan disputadas y ambiciosas como la de la "reinvención" del hormigón. Y tiene todo el sentido del mundo que así sea. Usamos mucho, muchísimo hormigón, tanto que se dice que es el segundo material más consumido del planeta, solo por detrás del agua, y sin él difícilmente podríamos concebir las ciudades modernas; pero el problema es que ese uso viene acompañado de una cantidad enorme de emisiones de gases contaminantes. La AIE calcula que por cada tonelada de hormigón se emiten 0,6 de carbono y a menudo se achaca a la producción de cemento el 8% de las emisiones de CO2.
StoneCycling y Biomason creen haber dado al fin con una forma de reducir esa huella. Su estrategia: aprender de los corales.
Sumando esfuerzos. Ni StoneCycling ni Biomason son recién llegadas al estudio de los materiales. La segunda lleva más de una década dedicada a estudiar cómo puede ayudar la biología en la producción de cemento y se ha marcado el ambicioso objetivo de eliminar el 25% de las emisiones globales de carbono vinculadas a la industria del hormigón a corto plazo, ya para 2030.
Ese empeño le ha llevado a llegar acuerdos con IBF, uno de los grandes fabricantes de hormigón de Dinamarca, o StoneCycling, firma holandesa fundada en 2013 y que persigue el desarrollo de nuevos materiales de construcción. En 2022 ambas empresas anunciaron una suma de fuerzas para impulsar BioBasedTiles, que se publicita como "la primera baldosa de base biológica que crece con bacterias".
Aprendiendo de la naturaleza. BioBasedTiles son planchas "de base biológica" que se apoyan en la investigación desarrollada desde hace más de una década por la compañía Biomason, con sede en Carolina del Norte, EEUU. Su estratégica ha pasado básicamente por aprender de la naturaleza y estudiar cómo se crea el coral, con sus estructuras robustas y duraderas. "Nos fijamos en los planos que nos da la naturaleza para repensar el hormigón —abunda— Tanto si miramos un coral o una concha marina como un exoesqueleto o roca caliza, es básicamente el mismo material".
Las BioBasedTiles son baldosas elaboradas con ayuda de bacterias durante un proceso en el que se reduce la huella de CO2. De hecho están compuestas de un 15% de biocemento, "piedra caliza cultivada biológicamente", y un 85% de agregado natural.
"Durante más de 200 años la producción tradicional de cemento ha liberado dióxido de carbono como subproducto. Nuestro proceso patentado aprovecha el carbono de la misma manera que lo hace la naturaleza —señala la firma—. Combinamos carbono y calcio para producir materiales de biocemento". A diferencia del proceso para generar cemento Portland, durante el que se calienta caliza y libera CO2, Biomason emplea bacterias capaces de emular las propiedades del Portland con un ciclo de carbono invertido: absorben carbono y lo convierten en carbonato de calcio.
Porque bueno es saberlo.
nvestigadores españoles desarrollan innovador cemento que permite reducir la temperatura en edificios de manera natural, sin consumo de energía adicional
Investigadores de la Universidad Pública de Navarra (UPNA) han creado un cemento que reduce la temperatura de los edificios de manera natural, sin consumo energético, utilizando refrigeración radiativa pasiva.
Premio internacional para un cemento innovador que mejora la refrigeración natural de edificios
Investigadores del Instituto de Smart Cities (ISC) de la Universidad Pública de Navarra (UPNA) han desarrollado un innovador cemento que permite reducir la temperatura en edificios de manera natural, sin consumo de energía adicional. Este avance ha sido premiado internacionalmente con el Nanophotonics Research Award for Innovative Sustainability, entregado durante la conferencia Metamaterials 2024 en Creta (Grecia). El equipo liderado por Miguel Beruete Díaz ha ideado una tecnología que optimiza las propiedades del cemento para favorecer la refrigeración radiativa, lo que representa un importante paso hacia la sostenibilidad en la construcción.
Refrigeración pasiva mediante el control de la radiación solar
El cemento desarrollado se distingue por su capacidad para reducir la temperatura de los edificios a través de un fenómeno conocido como refrigeración radiativa pasiva. Esto se logra sin la necesidad de energía activa, como la que requieren sistemas convencionales de aire acondicionado. Para lograrlo, el equipo de la UPNA ha mejorado las propiedades reflectantes del cemento frente a la radiación solar, mediante el control de su porosidad y la adición de partículas de materiales sostenibles de tamaños microscópicos y nanométricos. Estas mejoras permiten que el cemento refleje una mayor cantidad de radiación solar y emita calor hacia el espacio exterior, lo que ayuda a mantener las superficies más frescas de forma natural.
Este tipo de avances es crucial en un contexto global de cambio climático, donde la eficiencia energética y la reducción de las emisiones de carbono son temas clave. La refrigeración pasiva puede jugar un papel fundamental en la mitigación de los efectos del calentamiento global, al reducir la demanda de energía para enfriar edificios en zonas calurosas.
Evaluación global del impacto de la tecnología
Además de los ensayos en laboratorio, los investigadores han realizado un análisis exhaustivo de datos climáticos de la última década en distintas regiones del mundo, con una precisión temporal de una hora. Este estudio ha permitido evaluar el potencial de la tecnología en contextos climáticos diversos, demostrando que el cemento tiene el potencial de ser eficaz en regiones con climas extremos, tanto en áreas áridas y calurosas como en zonas templadas. Esta capacidad de adaptación lo convierte en una solución versátil para la refrigeración sostenible a nivel global.
Las primeras pruebas de campo también han mostrado resultados alentadores, lo que indica que esta tecnología podría ser implementada a gran escala en la construcción de edificios, especialmente en áreas urbanas donde las «islas de calor» agravan los efectos del aumento de temperaturas.
Una nueva generación de materiales sostenibles
El avance en la creación de este cemento refleja el surgimiento de una nueva generación de materiales de construcción sostenibles, que no solo mejoran la eficiencia energética de los edificios, sino que también tienen un impacto positivo en la lucha contra el cambio climático. La capacidad del cemento para reducir el uso de sistemas de climatización artificial no solo disminuye el consumo energético, sino que también reduce las emisiones de gases de efecto invernadero asociadas al uso de combustibles fósiles.
El proyecto en el que se enmarca esta investigación es MIRACLE, liderado por Jorge Sánchez Dolado del Centro de Física de Materiales (CSIC-UPV/EHU), y cuenta con la participación de investigadores de diversas instituciones. El equipo de la UPNA, dirigido por Miguel Beruete, está compuesto por expertos como Íñigo Liberal Olleta y Alicia Elena Torres García, con la colaboración reciente de Laura Carlosena Remírez y Unai Jiménez Martínez.
Próximos pasos y perspectivas futuras
El desarrollo de este cemento innovador no se detiene aquí. La iniciativa cuenta con un proyecto de continuación llamado COOLCRETE, cuyo objetivo es avanzar en la madurez tecnológica de la investigación y preparar su aplicación comercial. Varias patentes están en proceso, lo que subraya el potencial de esta tecnología para ser una solución viable en el mercado global de la construcción sostenible.
En un contexto donde la demanda de energías renovables y soluciones ecológicas es cada vez mayor, este tipo de investigaciones refuerzan la idea de que los materiales de construcción pueden desempeñar un papel central en la reducción del impacto ambiental de la humanidad. La tecnología desarrollada no solo mejora la eficiencia energética de los edificios, sino que también tiene el potencial de transformar las prácticas en el sector de la construcción, promoviendo un enfoque más respetuoso con el medio ambiente.
Este cemento innovador abre nuevas oportunidades para la creación de infraestructuras sostenibles, alineadas con los objetivos globales de desarrollo sostenible y la lucha contra el cambio climático. Con su capacidad de refrigeración pasiva, este material representa un hito en la ingeniería de materiales y ofrece una solución tangible a uno de los grandes retos de la arquitectura moderna: la eficiencia energética y la sostenibilidad.
ecoinventos.com
Premio internacional para un cemento innovador que mejora la refrigeración natural de edificios
Investigadores del Instituto de Smart Cities (ISC) de la Universidad Pública de Navarra (UPNA) han desarrollado un innovador cemento que permite reducir la temperatura en edificios de manera natural, sin consumo de energía adicional. Este avance ha sido premiado internacionalmente con el Nanophotonics Research Award for Innovative Sustainability, entregado durante la conferencia Metamaterials 2024 en Creta (Grecia). El equipo liderado por Miguel Beruete Díaz ha ideado una tecnología que optimiza las propiedades del cemento para favorecer la refrigeración radiativa, lo que representa un importante paso hacia la sostenibilidad en la construcción.
Refrigeración pasiva mediante el control de la radiación solar
El cemento desarrollado se distingue por su capacidad para reducir la temperatura de los edificios a través de un fenómeno conocido como refrigeración radiativa pasiva. Esto se logra sin la necesidad de energía activa, como la que requieren sistemas convencionales de aire acondicionado. Para lograrlo, el equipo de la UPNA ha mejorado las propiedades reflectantes del cemento frente a la radiación solar, mediante el control de su porosidad y la adición de partículas de materiales sostenibles de tamaños microscópicos y nanométricos. Estas mejoras permiten que el cemento refleje una mayor cantidad de radiación solar y emita calor hacia el espacio exterior, lo que ayuda a mantener las superficies más frescas de forma natural.
Este tipo de avances es crucial en un contexto global de cambio climático, donde la eficiencia energética y la reducción de las emisiones de carbono son temas clave. La refrigeración pasiva puede jugar un papel fundamental en la mitigación de los efectos del calentamiento global, al reducir la demanda de energía para enfriar edificios en zonas calurosas.
Evaluación global del impacto de la tecnología
Además de los ensayos en laboratorio, los investigadores han realizado un análisis exhaustivo de datos climáticos de la última década en distintas regiones del mundo, con una precisión temporal de una hora. Este estudio ha permitido evaluar el potencial de la tecnología en contextos climáticos diversos, demostrando que el cemento tiene el potencial de ser eficaz en regiones con climas extremos, tanto en áreas áridas y calurosas como en zonas templadas. Esta capacidad de adaptación lo convierte en una solución versátil para la refrigeración sostenible a nivel global.
Las primeras pruebas de campo también han mostrado resultados alentadores, lo que indica que esta tecnología podría ser implementada a gran escala en la construcción de edificios, especialmente en áreas urbanas donde las «islas de calor» agravan los efectos del aumento de temperaturas.
Una nueva generación de materiales sostenibles
El avance en la creación de este cemento refleja el surgimiento de una nueva generación de materiales de construcción sostenibles, que no solo mejoran la eficiencia energética de los edificios, sino que también tienen un impacto positivo en la lucha contra el cambio climático. La capacidad del cemento para reducir el uso de sistemas de climatización artificial no solo disminuye el consumo energético, sino que también reduce las emisiones de gases de efecto invernadero asociadas al uso de combustibles fósiles.
El proyecto en el que se enmarca esta investigación es MIRACLE, liderado por Jorge Sánchez Dolado del Centro de Física de Materiales (CSIC-UPV/EHU), y cuenta con la participación de investigadores de diversas instituciones. El equipo de la UPNA, dirigido por Miguel Beruete, está compuesto por expertos como Íñigo Liberal Olleta y Alicia Elena Torres García, con la colaboración reciente de Laura Carlosena Remírez y Unai Jiménez Martínez.
Próximos pasos y perspectivas futuras
El desarrollo de este cemento innovador no se detiene aquí. La iniciativa cuenta con un proyecto de continuación llamado COOLCRETE, cuyo objetivo es avanzar en la madurez tecnológica de la investigación y preparar su aplicación comercial. Varias patentes están en proceso, lo que subraya el potencial de esta tecnología para ser una solución viable en el mercado global de la construcción sostenible.
En un contexto donde la demanda de energías renovables y soluciones ecológicas es cada vez mayor, este tipo de investigaciones refuerzan la idea de que los materiales de construcción pueden desempeñar un papel central en la reducción del impacto ambiental de la humanidad. La tecnología desarrollada no solo mejora la eficiencia energética de los edificios, sino que también tiene el potencial de transformar las prácticas en el sector de la construcción, promoviendo un enfoque más respetuoso con el medio ambiente.
Este cemento innovador abre nuevas oportunidades para la creación de infraestructuras sostenibles, alineadas con los objetivos globales de desarrollo sostenible y la lucha contra el cambio climático. Con su capacidad de refrigeración pasiva, este material representa un hito en la ingeniería de materiales y ofrece una solución tangible a uno de los grandes retos de la arquitectura moderna: la eficiencia energética y la sostenibilidad.
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