Oskar Schindler, un hombre justo

Oskar Schindler pasó de ser un exitoso hombre de negocios a morir en la indigencia tras gastarse su fortuna en salvar la vida de más de un millar de judíos.
38 AÑOS DE SU MUERTE

La historia a veces presenta a Oskar Schindler como un empresario sin escrúpulos que aprovechó la segunda guerra mundial para enriquecerse, utilizando en su fábrica de suministros militares mano de obra judía. Hasta cierto punto, esta versión de la historia tiene algo de cierto, pero sería del todo injusta y olvidaría los méritos que le llevó a ser considerado “Justo entre las naciones” por el gobierno de Israel. Salvar la vida a más de un millar de judíos del holocausto nazi es lo que le hizo merecedor de tal reconocimiento.

Schindler fue en realidad un importante hombre de negocios alemán, descendiente de una familia católica de la región de Bohemia. Obligado por las circunstancias, en 1930 se afilió al partido nazi, al igual que millones de alemanes. Schindler, además de ser un hábil hombre de negocios, destacó entre los alemanes por su afición a las fiestas y a las mujeres, lo que le granjeó la amistad de numerosos dirigentes nazis que veían en Oskar Schindler al perfecto anfitrión para organizar una juerga en la Alemania de la posguerra. Fruto de estos contactos Schindler adquirió a buen precio una empresa en Cracovia durante la invasión de Polonia.

La empresa que se denominó Deutsche Emaillewaren-Fabrik, se dedicaba a la producción de utensilios de cocina en tiempos de paz y Schindler la reconvirtió para producir material de campaña en periodo de guerra. Como la mano de obra resultaba cara, Schindler pactó con el comandante del campo de Plaszow, Amon Göth, para que enviara judíos del campo de trabajo a su empresa. De entre los trabajadores, Schindler contó con la colaboración de Itzhak Stern, un habilidoso contable que fue el artífice de que el empresario alemán cambiara su punto de vista respecto a los judíos, más tras observar con sus propios ojos la represión en el gueto de Cracovia. Schindler lo contaba con sus propias palabras: "La persecución de los Judíos en la Polonia ocupada significó que podemos ver el horror que se exterioriza gradualmente de muchas maneras. En 1939, los judíos se vieron obligados a llevar las estrellas en sus ropas, y fueron conducidos y encerrados en guetos. Luego, en los años 41 y 42 hubo muchas pruebas públicas de auténtico sadismo. Con esa gente comportándose como cerdos, sentí que los judíos estaban siendo eliminados. Tuve que ayudarlos. No había elección".

Schindler consideraba a los judíos “sus hijos” y con el pretexto de que su fábrica “era un empresa vital para el esfuerzo de la guerra”, arriesgo su vida, su empresa y su fortuna en rescatar al máximo número posible de judíos. De ahí nació la famosa ‘Lista de Schindler’.


Más de mil judíos fueron testigos de cómo Herr Direktor Schindler, como gustaban en llamarle sus empleados, utilizó todos sus recursos económicos para rescatar de las cámaras de gas de Auschwitz a todos sus trabajadores, enviados al campo de exterminio para terminar con sus vidas.

A finales del año 44, cuando Schindler trasladaba su fábrica de Cracovia a Brünnlitz, en lo que hoy es la República Checa, sus empleados fueron trasladados por error a los campos de Auschwitz y Gross-Rosen. Junto a su secretaria, Oskar Schindler acudió con la famosa lista a los campos de exterminio y pagó y sobornó cuanto hizo falta para rescatar a esos mil judíos de las cámaras de gas. Es el único caso en la historia del holocausto en que un grupo tan numeroso de personas salvó la vida pocos instantes antes de ser masacrados.

Abraham Zuckerman, uno de los supervivientes, relataba de la siguiente manera la ayuda que les brindó el empresario alemán: Sólo se salía de Auschwitz de una única forma... ¡por la chimenea! Nadie nunca salió de Auschwitz. Pero Schindler sacó a 300 personas...”

Esta es la excepción humana a la fría regla, vivir en un mundo inicuo, convivir con asesinos, crueles hedonistas, pertenecer al partido que se aprovechó de los despojos de sus víctimas y sin embargo, al mismo tiempo, guardar en su corazón amor por la humanidad a grado de deshacerse de sus bienes materiales y hasta arriesgar la vida por miles de desconocidos, es el cénit de la contradicción humana. El verdadero Oskar Schindler continuó con su vida disipada hasta su muerte pero aquel gesto de compasión y hasta de amor en medio de la barbarie, le bastó para ser recordado por ahora muchos miles. No necesitamos superhéroes solo ser verdaderos hombres.

"Por lo tanto, si ustedes, aunque son inicuos, saben dar buenos regalos a sus hijos, ¡con cuánta más razón dará su Padre que está en los cielos cosas buenas a los que le piden!" (Mateo 7:11)

Harrison Ford y Dustin Hoffman iban a protagonizarla.
Por qué la ganadora del Oscar se filmó en blanco y negro.

Se cumplen 30 años del estreno de La lista de Schindler, ganadora del Oscar a la mejor película, y que también fue la primera estatuilla para su director, Steven Spielberg.

Basada en hechos reales, se centra en Oskar Schindler (Liam Neeson), un empresario industrial nazi que ayudó a escapar a cientos de judíos del campo de exterminio en Auschwitz, Polonia.

Schindler vivió con su mujer, Emilie, en el sur del conurbano bonaerense, donde hace más de 30 años pude entrevistarla (Oskar había fallecido el 9 de octubre de 1974).

Ralph Fiennes era el comandante Amon Goeth, y Ben Kingsley interpretó a Itzhak Stern, el contador de Schindler, que era judío.

Vamos a repasar anécdotas del rodaje, cómo fue que Dustin Hoffman se quedó fuera del elenco, los directores a los que Spielberg, como productor, les ofreció dirigir la película y lo rechazaron.

Con música de John Williams

Cuando Steven Spielberg le mostró por primera vez a John Williams un corte de la película, Williams estaba tan conmovido que tuvo que salir a caminar durante varios minutos para recuperarse. A su regreso, le dijo a Spielberg que merecía un mejor compositor. Spielberg respondió: "Lo sé, pero están todos muertos".

Inicialmente, Steven Spielberg tenía la intención de hacer la película en polaco y alemán con subtítulos en inglés, pero reconsideró la idea porque sintió que no sería capaz de evaluar con precisión las actuaciones en idiomas desconocidos.

Ante su insistencia (citando que sería "dinero de sangre"), todas las ganancias que normalmente habrían sido para Spielberg, se entregaron a la Fundación Shoah, que registra y preserva testimonios escritos y grabados en video de sobrevivientes del Holocausto.

Steven Spielberg pudo obtener permiso para filmar dentro de Auschwitz, pero decidió no hacerlo, por respeto a las víctimas, por lo que las escenas del campo de exterminio se filmaron fuera de las puertas en un set construido casi igual.

Ralph Fiennes engordó trece kilogramos bebiendo Guinness para su papel de Amon Goeth. Spielberg dijo sobre la audición de Fiennes que "vi maldad sexual. Se trata de sutileza: hubo momentos de bondad que pasaban por sus ojos y luego se enfriaban instantáneamente".

Las tomas en las que aparece una chica de abrigo rojo provienen aparentemente de una historia que Audrey Hepburn le contó a Spielberg mientras filmaban Siempre (1989). Le habló de un incidente durante la Segunda Guerra Mundial, en el que vio a una niña con el mismo atuendo mientras subían a las demás personas a los trenes. Ese momento quedó grabado para siempre en su memoria y se le ocurrió a Spielberg cuando hizo esta película. Debido a la cantidad de violencia y horror representados, Spielberg hizo que Oliwia Dabrowska, la chica del abrigo rojo, y sus padres le prometieran que no vería la película hasta que ella cumpliera dieciocho años (en 2007). Fiel a lo que él dijo, ella quedó horrorizada por el resultado cuando violó la promesa a la edad de once años.

Spielberg se niega a autografiar ningún material relacionado con esta película.

Spielberg ofreció dirigir el filme a Roman Polanski, quien lo rechazó porque el tema era demasiado personal. Había vivido en el gueto de Cracovia hasta los ocho años, hasta que escapó. Su madre murió más tarde en el campo de concentración de Auschwitz. Después de enterarse de esto, Spielberg se disculpó por haber sacado a relucir un recuerdo tan traumático. Sin embargo, Polanski dirigiría más tarde su propia película sobre el Holocausto que contenía muchos elementos autobiográficos, El pianista (2002), por la que ganó el Oscar al mejor realizador.

También intentó sumar a numerosos colegas, porque temía no poder hacer justicia a la historia. Fue rechazado por Martin Scorsese (quien estaba interesado, pero finalmente consideró que era un tema que debería ser realizado por un director judío) y por Billy Wilder (que quería hacer ésta como su última película). Pero fue Wilder quien convenció a Spielberg para que la dirigiera él mismo.

Harrison Ford fue la primera opción para el papel principal, pero declinó, porque creía que muchos no podrían mirar más allá de su personaje de Indiana Jones para ver la importancia de la película. También consideró que Schindler necesitaba ser interpretado por un actor no judío.

Durante la producción, la atmósfera era tan sombría y deprimente que Steven Spielberg le preguntó a su amigo Robin Williams si podía contar algunos chistes y hacer sketches cómicos mientras él mismo veía episodios de Seinfeld (1989). Algunos de los bocetos de Williams, mientras se reproducían a través del altavoz del teléfono para el elenco y el equipo, terminaron siendo parte del material de diálogo de su personaje en Aladdin, el Genio.

En realidad, no fue Itzhak Stern quien ayudó a Oskar Schindler a elaborar la lista, sino Marcel Goldberg. Muchos supervivientes que hablan de Goldberg lo hacen con desdén, ya que no tuvo escrúpulos a la hora de decidir quién acababa en la lista y aceptó sobornos de algunos supervivientes y quitó nombres de la lista para añadir los suyos. La secretaria Mimi Reinhardt escribió la lista, pero no aparece en la película.

Steven Spielberg persiguió activamente el proyecto cuando los ejecutivos del estudio le preguntaron por qué no hacía simplemente una donación de algún tipo, en lugar de perder el tiempo y el dinero de todos en una película deprimente.

El propio Spielberg tiene un cameo en el filme: es un judío liberado entre los cientos que cruzan un campo cerca del final de la película.

Spielberg esperó diez años para hacer la película porque sentía que no estaba preparado para abordar el Holocausto en 1983, a la edad de 37 años.

Meses antes de conseguir el papel principal, Liam Neeson había hecho una audición para Schindler. Suponiendo que no conseguiría el papel, aceptó una oferta para actuar junto a su futura esposa Natasha Richardson en una obra de Eugene O'Neill en Broadway, en el Criterion Center de Nueva York, en 1993. Una noche, Neeson estaba en su camarín cuando un golpe en la puerta anunció la llegada de Spielberg, su esposa Kate Capshaw y su madre. Después del espectáculo, Neeson vio que la mujer mayor estaba conmovida por la actuación, por lo que la abrazó para consolarla. Capshaw notó su amabilidad y luego le comentó a su esposo Steven: "Eso es exactamente lo que habría hecho Oskar Schindler". Neeson recibió una llamada una semana después de Spielberg con la oferta del papel principal, quien citó esta interacción, más que su audición, como una de las razones clave por las que Neeson ganó el papel.

El personal de la Biblioteca Nacional de Nueva Gales del Sur, Australia, encontró una copia directa de la lista real, que, entre otras cosas, estaba en la colección de Thomas Keneally. La lista de trece páginas, tras la restauración, se exhibe en el museo de la biblioteca.

Aproximadamente el 40% de la película se rodó con una cámara en mano.

En octubre de 1980, el autor Thomas Keneally regresaba a Australia después de firmar un libro cuando se detuvo de camino al aeropuerto para comprar un maletín en una tienda de equipaje de Beverly Hills, propiedad de Leopold Pfefferberg, quien había sido uno de los 1.200 salvados de de Oskar Schindler. En los cincuenta minutos que Keneally pasó esperando que se liquidara el pago de su tarjeta de crédito, Pfefferberg lo convenció de ir a la trastienda, donde guardaba documentos que había recolectado. Pfefferberg, que había contado su historia a todos los escritores y productores que alguna vez visitaron su tienda, finalmente venció la desgana de Keneally y el escritor decidió convertir la historia en su próximo libro.

Steven Spielberg optó por hacer Jurassic Park antes de esta película en términos de sus proyectos para 1993. El presidente de Universal Pictures, Sid Sheinberg, dio luz verde a la película, con la condición de que Spielberg hiciera primero Jurassic Park, como figura en su contrato.

Varias actrices se desmayaron durante el rodaje de la escena de la ducha, incluida una que había nacido en un campo de concentración.

La película fue prohibida en varios países de mayoría musulmana, incluidos Malasia, Indonesia y Egipto. La excusa general fue que era "injusto" hacia los alemanes (es decir, los nazis) y demasiado comprensivo con los judíos. Los neonazis de los países occidentales, incluidos Estados Unidos y Canadá, hicieron campaña para que la película fuera prohibida allí, pero fueron ignorados.

Dustin Hoffman declaró en una entrevista de 1994 con Larry King que había hablado con Steven Spielberg sobre interpretar a Itzhak Stern, pero sus comunicaciones se volvieron confusas y Spielberg creyó erróneamente que Hoffman había rechazado el papel.

Esta película y E.T. El extraterrestre (1982) son las dos películas por las que Spielberg más quisiera ser recordado.

Fiennes fue elegido como Amon Goeth después de que Spielberg viera sus actuaciones en Lawrence después de Arabia y Cumbres borrascosas. Spielberg dijo sobre la audición de Fiennes: "Vi maldad sexual. Se trata de sutileza: hubo momentos de bondad que pasaban por sus ojos y luego se enfriaban instantáneamente".

Se tentó a Bruno Ganz para interpretar a Oskar Schindler, pero lo rechazó. Ganz apareció en otra película de la Segunda Guerra Mundial, La caída (2004), en la que interpretó a Adolf Hitler.

Kevin Costner expresó interés en interpretar a Oskar Schindler, e incluso se puso en contacto personalmente con Steven Spielberg y le dijo que interpretaría el papel gratis, pero Spielberg prefirió elegir al relativamente desconocido Liam Neeson, para que la calidad de estrella del actor no dominara al personaje.

Cuando Steven Spielberg repartía su tiempo entre esta película y Jurassic Park, estaba en contacto con la empresa de efectos especiales Industrial Light & Magic cuatro veces por semana vía satélite. Describió la carga de trabajo adicional como "una experiencia bipolar, con cada gramo de intuición en La lista de Schindler y cada gramo de astucia en Jurassic Park". Alquiló dos canales por satélite a través de una estación de televisión polaca (por 1,5 millones de dólares a la semana), manteniéndolos abiertos en todo momento. Descargó de Hollywood, cada día, las imágenes en uno y el sonido en el otro. Luego pasaba las tardes y los fines de semana trabajando en ellos con equipos de video.

Sin ajustar por inflación, ésta es la película en blanco y negro más taquillera de todos los tiempos (recaudando 96 millones de dólares a nivel nacional y 321 millones de dólares en todo el mundo).

En 2018, Steven Spielberg desmintió el rumor de que Mel Gibson hubiera expresado interés en interpretar a Schindler.

Se pidió a Saul Bass que diseñara el cartel de esta película. Finalmente, su versión, que consistía en una imagen de alambre de púas clavada en papel que contenía los nombres de las personas que Schindler salvó, fue rechazada.

El éxito de La lista de Schindler llevó al cineasta Stanley Kubrick a abandonar su propio proyecto sobre el Holocausto, Aryan Papers, que habría tratado sobre un niño judío y su tía que sobreviven a la guerra escabulléndose por Polonia haciéndose pasar por católicos.

Según el guionista Frederic Raphael, cuando le sugirió a Kubrick que La lista de Schindler era una buena representación del Holocausto, Kubrick comentó: "¿Creés que se trata del Holocausto? Se trataba de éxito, ¿no? El Holocausto son alrededor de 6 millones de personas que mueren. La Lista de Schindler es de unos 600 que no lo hacen".

A Juliette Binoche le ofrecieron un papel, que describió como una mujer que iba a ser violada y luego asesinada, pero lo rechazó. Ese mismo año ya había rechazado ser Ellie Sattler en Jurassic Park, para hacer Tres colores: Azul.

El tango que suena cuando Schindler entra al club nocturno y se encuentra con todos los funcionarios nazis es Por una cabeza. Como ya dijimos, Schindler y su esposa vivieron en la Argentina. El mismo tango se escucha en Mentiras verdaderas y Esencia de mujer.

Steven Spielberg vio God afton, herr Wallenberg (1990) seis veces antes del rodaje. Es la historia de cómo un diplomático sueco salvó a miles de judíos húngaros durante los últimos meses de la Segunda Guerra Mundial.

Durante una entrevista de 2018 con Lester Holt en NBC Nightly News, Holt le pidió a Steven Spielberg que explicara el simbolismo de la chica del abrigo rojo. La respuesta de Spielberg fue: "Era casi como si el propio Holocausto estuviera vestido de rojo y, sin embargo, no hicimos nada para bombardear las líneas ferroviarias alemanas, no hicimos nada para bombardear los crematorios, donde habría muchas víctimas. Habría salvado cientos de miles de vidas y no hicimos nada al respecto".

La primera película de Steven Spielberg con Janusz Kaminski como director de fotografía. Kaminski ha fotografiado todas las películas posteriores de Spielberg.

Fue filmada con cámaras portátiles en blanco y negro para que los espectadores sintieran que estaban conviviendo con los personajes de la película.

Stellan Skarsgård fue considerado para el papel de Oskar Schindler, que obtuvo Liam Neeson, quien originalmente iba a interpretar al padre Frank Merrin en El exorcista: El comienzo (2004), pero abandonó y fue reemplazado por... Skarsgård.

La decoradora de la película, que compartió el Oscar a la mejor dirección artística con Allan Starski, se llama Ewa Braun. Eva Braun era el nombre de la amante de Adolf Hitler. Billy Crystal dijo más tarde que lamentaba no haber sido el presentador de los Oscar ese año, porque escuchó el nombre en la televisión y quería llamar a la presentadora Whoopi Goldberg de inmediato y señalarle la extraña coincidencia.
clarin.com