Una start-up de Silicon Valley promete gasolina a mitad de precio sin usar petróleo

Siluria es una start-up con sede en Silicon Valley que dice haber encontrado el modo de obtener combustible para transporte y productos químicos reduciendo su coste a la mitad mediante su producción a partir de gas natural en lugar de petróleo, según recoge la publicación científica Technology Review del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT).

El precio medio del crudo quintuplica al del gas natural y se espera que esa diferencia aumente dado que se estima que podría haber hasta seis veces más reservas de gas que de petróleo y que se trata de un recurso mejor repartido por el mundo, por lo que el hallazgo de Siluria podría contribuir a reducir sensiblemente los costes de movilidad.

Cabe señalar que el reto no es nuevo, pues científicos e ingenieros llevan décadas intentando buscar sin éxito una fórmula industrial eficiente para producir gasolina a través del metano del gas mediante el uso de catalizadores.

Una fórmula eficiente que sirva a escala comercial

Pero Siluria, que ha logrado según Bloomberg reunir casi 50 millones de euros en inversiones de capital riesgo, asegura haber encontrado un método para producir catalizadores potenciales de una forma rápida y poco costosa.

La empresa californiana habría construido un sistema automatizado capaz de sintetizar rápidamente cientos de estos catalizadores de forma simultánea para convertir después el metano en etileno. "Funciona variando la composición de los catalizadores y también su estructura microscópica", explica Technology Review, a pesar de que Siluria se niega a explicar exactamente cómo ha resuelto el problema.

Pero sí confirma que funciona. De hecho, asegura que los catalizadores producidos en su planta piloto de Menlo Park, California, han funcionado lo suficientemente bien como para justificar la construcción de dos plantas de demostración mayores -una que fabricará gasolina y otra que fabricará etileno (ambas en EEUU)- con la esperanza de poder demostrar que la tecnología desarrollada es capaz de funcionar a escala comercial. El economista