Michael Phelps cuenta cómo El Señor le salvó del suicidio…

Todos conocemos al plusmarquista mundial Michael Phelps, es un exitoso nadador que ha conseguido una proeza inigualable. Es el deportista de los juegos olímpicos más exitoso de la historia. A sus 31 años, este atleta ha conseguido 26 medallas olímpicas, de las cuales 22 son de oro, habiendo participado tan sólo en 4 competiciones de las olimpiadas. Pero no todo ha sido perfecto en su vida, el nadador ha pasado por períodos bastante oscuros.

Tanto, que a finales del año 2014 estuvo al borde del suicidio. “Me sentía sólo, era un carro fuera de control. En algunos momentos no quería seguir viviendo. Mi autoestima estaba bajo cero.” Contó el deportista de élite. Sufrió una fuerte depresión en la que llegó a abusar de sustancias estupefacientes. Su vida estaba totalmente descarriada. En el artículo de hoy te contamos cómo recuperó las ganas de vivir, una historia conmovedora.

El 30 de septiembre de 2014, ya había tocado fondo. Llevaba mucho tiempo tomando muchas sustancias estupefacientes, y lo llegaron a detener más de una vez por conducción bajo los efectos del alcohol. A principios de octubre estuvo en su casa de Baltimore, encerrado en su cuarto. No le veía sentido a seguir viviendo, pensaba que allí tenía que llegar su final. Pensaba que era un estúpido, y que el mundo no lo necesitaba.

Desde entonces estuvo aislado, sin casi comer ni dormir durante casi dos semanas, y con una idea bastante firme de suicidarse. Cuando ya no tenía ninguna esperanza, llegó una luz a su vida. Su amigo, el famoso deportista de fútbol americano Ray lewis, intentó ayudarle a salir de su depresión. Este hombre era un cristiano convencido, e intentó transmitirle su creencia religiosa. Le animó con sus palabras, algo que sería clave en la recuperación de Phelps.

“Es ahora cuando tenemos que luchar, aquí es cuando nuestro carácter se pone en evidencia. No puedes abandonar ahora.” Le contó Lewis. Además, su amigo le contó acerca de un centro de rehabilitación que estaba en Phoenix, llamado “Meadows”, donde el nadador acudió enseguida. Mientras estaba internado en la clínica, su amigo Lewis le hacía constantes visitas, y hasta le regaló un libro religioso, “Una vida con propósito” de Rick Warren.


Tras haber leído este libro de un pastor cristiano, y tras haber estado rehabilitándose en la clínica, Phelps llamó a su amigo para darle las gracias y contarle su nuevo estado de ánimo. Contó que el libro le había fascinado, que su cerebro no paraba de dar vueltas desde que lo terminó de leer. Le agradeció todo lo que había hecho por él. Le había cambiado la vida por completo, ya no quería quitarse la vida, ni mucho menos.

Phelps creyó desde entonces en una fuerza más grande a él, que marca un surco en el destino de toda persona, un destino que todos tenemos fijado desde el día de nuestro nacimiento. El libro también le ayudó en otros ámbitos de su vida. Hizo las paces con su padre, con el cual había estado enfadado durante casi toda su vida, desde que el padre se divorciara de su madre cuando él tenía solo 9 años. El momento del reencuentro fue emotivo.

La primera vez que volvió a ver a su padre, tras muchos años sin verse, se dieron un fuerte abrazo. Phelps se mantuvo en la clínica de desintoxicación Meadows durante dos meses, hasta noviembre de 2014, mes en el que empezó de nuevo a entrenar con el propósito de triunfar nuevamente en los pasados Juegos Olímpicos de Río de Janeiro. Un regreso fascinante, el cual le ha convertido en un hombre único.

Pero su vida siguió cambiando a lo largo de los meses posteriores a la lectura de ese libro clave. En enero de 2015, le propuso matrimonio a su querida novia, Nicole Johnson. Michael estaba ahora más confiado, ya que sabía que había alguien que velaba por él. Por si fuera poco, el 5 de mayo de ese mismo año, Su novia dio a luz a un precioso bebé, al que llamaron Boomer Robert. Su historia debe inspirar a todos los que estén pasando una mala racha.

Gracias a la ayuda del Señor, Michael consiguió conquistar 3 medallas de oro más para su palmarés, algo que lo convierte en la persona con más medallas de los juegos olímpicos de la historia. ¿Qué opinas de su historia? ¿Crees que Dios encauzó su vida? ¿O simplemente necesitaba más confianza en sus decisiones?