Arabia Saudita construye el rascacielos más alto del mundo
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Arabia Saudita construye el rascacielos más alto del mundo
Esta semana en Yida, la segunda ciudad más grande de Arabia Saudita, se ha iniciado la construcción de uno de los proyectos arquitectónicos más ambiciosos del mundo, el rascacielos Kingdom Tower ('Torre del Reino').
Tras varios meses de preparación y ajustes técnicos, el 27 de abril arrancó el proceso de construcción de Kingdom Tower, cuyos 1.000 metros de altura albergarán 157 pisos.
Está previsto que este proyecto, que fue concebido a mediados de la década del 2000 y fue dado a conocer al público en 2011, será inaugurado en 2019. El coste aproximado de la torre es de 1.200 millones de dólares.
El rascacielos, diseñado por la compañía Adrian Smith + Gordon Gill Architecture para Jeddah Economic Company, será un edificio de usos múltiples con un hotel de lujo, oficinas, departamentos de lujo y el observatorio más alto del mundo. Tendrá 59 ascensores, entre ellos cinco de doble cabina.
Esta esbelta estructura triplicará en altura al mayor edificio de Europa, el londinense The Shard, y superará los 828 metros de la torre Burj Khalifa, en Dubái.
Actualidad
Tras varios meses de preparación y ajustes técnicos, el 27 de abril arrancó el proceso de construcción de Kingdom Tower, cuyos 1.000 metros de altura albergarán 157 pisos.
Está previsto que este proyecto, que fue concebido a mediados de la década del 2000 y fue dado a conocer al público en 2011, será inaugurado en 2019. El coste aproximado de la torre es de 1.200 millones de dólares.
El rascacielos, diseñado por la compañía Adrian Smith + Gordon Gill Architecture para Jeddah Economic Company, será un edificio de usos múltiples con un hotel de lujo, oficinas, departamentos de lujo y el observatorio más alto del mundo. Tendrá 59 ascensores, entre ellos cinco de doble cabina.
Esta esbelta estructura triplicará en altura al mayor edificio de Europa, el londinense The Shard, y superará los 828 metros de la torre Burj Khalifa, en Dubái.
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Última edición por Webmaster el Miér Mayo 08, 2024 11:35 pm, editado 1 vez
Re: Arabia Saudita construye el rascacielos más alto del mundo
¿Cuál fue el primer rascacielos de la historia?
Se llamó Home Insurance Building, fue inaugurado a fines del siglo XIX en Chicago, Estados Unidos, y sobrevivió hasta 1931.
El término rascacielos, como sinónimo de edificio de gran altura o torre urbana, ha ganado popularidad en las últimas décadas como consecuencia de su construcción masiva en algunas ciudades del mundo.
Pero, curiosamente, el primer edificio que fue incluido dentro de esta categoría, abrió sus puertas durante los últimos años del siglo XIX y sobrevivió en Chicago, Estados Unidos, hasta 1931.
De todas formas, aún existen muchas hipótesis que sostienen lo contrario. Es decir, hay expertos que no están conformes con la idea de que el Home Insurance Building aún reciba el título mencionado.
¿Por qué Home Insurance Building fue el primer rascacielos del mundo?
Home Insurance Building surgió como un proyecto del arquitecto William Le Baron Jenney, quien coordinó el comienzo de la obra en 1884 y observó como se completó en tiempo récord, un año más tarde.
Rápidamente, la torre adquirió la denominación de “rascacielos”, aunque no era el edificio más alto de la ciudad ni mucho menos de Estados Unidos.
Entonces, ¿por qué recibió esta famosa mención? ¡Simple! Gracias a su estructura de acero, combinada con hormigón armado, que no tenía precedentes en ningún otro edificio de las mismas dimensiones.
¿Cuáles eran las características más sorprendentes del Home Insurance Building?
Si el Home Insurance Building seguiría en pie, sería imposible que los vecinos de Chicago y/o los turistas lo identifiquen como un rascacielos, dado que su altura original fue de 42,1 metros.
En otras palabras, entre esta famosa torre de 10 pisos, que en 1891 sumó dos niveles más y alcanzó una altura máxima de 54,9 metros, y el edificio más alto del mundo en la actualidad (Burj Khalifa) hay 773,1 metros de diferencia.
Pero esta distancia abismal entre la historia y la modernidad, no quita que el primer rascacielos haya tenido características que lo conviertan en una torre muy especial como, por ejemplo, su base rectangular, los ornamentos sobre sus cornisas y sus enormes ventanales.
¿Qué llevó a la demolición del primer rascacielos del planeta?
Field Building, que se construyó en el lugar donde estuvo el primer rascacielos del mundo.
Al igual que sucedió en muchas ciudades, el paso del tiempo motivó a la modernización del casco urbano de Chicago y, como consecuencia, a la demolición del primer rascacielos del mundo.
46 años después de la inauguración del Home Insurance Building, las autoridades de la ciudad autorizaron su destrucción (junto a la de otras seis torres linderas) para construir en el lugar un edificio más grande y moderno: el Field Building.
Este nuevo rascacielos, que ha sobrevivido hasta la actualidad, también es conocido con el nombre de “Bank of America Building”, se estrenó en 1934, alberga 45 plantas y alcanza una altura máxima de 163,1 metros.
Porque bueno es saberlo.
Así será uno de los rascacielos más grandes del mundo y que estaría listo para el 2030
El distrito de Murabba, en Riyadh, la capital de Arabia Saudita, cuenta con este "megaproyecto", que se suma a varios otros con el objetivo de convertirlo en una nueva zona céntrica
Arabia Saudita construirá un edificio en forma de cubo de gran altura como parte de su proyecto de desarrollo del centro del distrito de Murabba en Riyadh, la capital del país. Su tamaño tiene la capacidad de albergar 20 edificios Empire State y simboliza las ambiciones del reino.
Este proyecto abarcará un área de 19 kilómetros cuadrados y busca convertirse en una nueva zona central de la ciudad. El edificio tendrá el nombre de Mukaab y se describe como “la nueva cara de Riyadh”. Esta estructura gigantesca, con 400 metros de altura y 400 metros de largo en cada lado, será uno de los edificios más altos del mundo y el más alto de la ciudad.
El cubo del edificio estará rodeado por una fachada compuesta de formas triangulares superpuestas, inspirada por el estilo arquitectónico Najdi, que combina tres factores principales: la necesidad de adaptarse al clima caluroso del desierto, proporcionar privacidad en las viviendas y utilizar materiales disponibles en la zona, como el barro, el ladrillo, la piedra y la madera.
En su interior, ofrecerá una mezcla futurista de lujos que incluirán restaurantes de alta cocina, tiendas minoristas y viviendas residenciales. El atrio que rodea la torre contará con una cúpula exterior equipada con pantallas holográficas y de realidad virtual de última generación, que proyectarán vistas panorámicas y surrealistas, convirtiéndose en una “puerta de entrada a otro mundo” para los visitantes y residentes de la zona.
El rascacielos fue anunciado por el príncipe heredero saudita, Mohammad bin Salman, quien preside la compañía recientemente formada New Murabba Development Company. Mukaab formará parte del distrito más amplio de Murabba, un proyecto de desarrollo masivo que incluirá más de 100,000 unidades residenciales, 9,000 habitaciones de hotel, más de 980,000 metros cuadrados de tiendas y 1.4 millones de metros cuadrados en espacio de oficinas.
Además, el distrito de Murabba también incluirá una amplia gama de instalaciones culturales y de entretenimiento, como una universidad enfocada en tecnología y diseño, un teatro con múltiples usos y un museo emblemático.
Se espera que el proyecto esté completamente finalizado en 2030, según las autoridades sauditas. Este emprendimiento forma parte de varios megaproyectos que actualmente se están llevando a cabo en el país árabe, financiados por el Fondo de Inversión Pública como parte del plan Saudi Vision 2030, que tiene como objetivo diversificar la economía del país.
Uno de los proyectos más famosos y controvertidos es Neom, que incluye la construcción de una megaciudad vertical de 170 km llamada The Line. Sin embargo, este proyecto fue criticado por su impacto ambiental y posibles abusos a los derechos humanos asociados con el desarrollo.
Porque bueno es saberlo.
Arabia Saudita construirá un edificio en forma de cubo de gran altura como parte de su proyecto de desarrollo del centro del distrito de Murabba en Riyadh, la capital del país. Su tamaño tiene la capacidad de albergar 20 edificios Empire State y simboliza las ambiciones del reino.
Este proyecto abarcará un área de 19 kilómetros cuadrados y busca convertirse en una nueva zona central de la ciudad. El edificio tendrá el nombre de Mukaab y se describe como “la nueva cara de Riyadh”. Esta estructura gigantesca, con 400 metros de altura y 400 metros de largo en cada lado, será uno de los edificios más altos del mundo y el más alto de la ciudad.
El cubo del edificio estará rodeado por una fachada compuesta de formas triangulares superpuestas, inspirada por el estilo arquitectónico Najdi, que combina tres factores principales: la necesidad de adaptarse al clima caluroso del desierto, proporcionar privacidad en las viviendas y utilizar materiales disponibles en la zona, como el barro, el ladrillo, la piedra y la madera.
En su interior, ofrecerá una mezcla futurista de lujos que incluirán restaurantes de alta cocina, tiendas minoristas y viviendas residenciales. El atrio que rodea la torre contará con una cúpula exterior equipada con pantallas holográficas y de realidad virtual de última generación, que proyectarán vistas panorámicas y surrealistas, convirtiéndose en una “puerta de entrada a otro mundo” para los visitantes y residentes de la zona.
El rascacielos fue anunciado por el príncipe heredero saudita, Mohammad bin Salman, quien preside la compañía recientemente formada New Murabba Development Company. Mukaab formará parte del distrito más amplio de Murabba, un proyecto de desarrollo masivo que incluirá más de 100,000 unidades residenciales, 9,000 habitaciones de hotel, más de 980,000 metros cuadrados de tiendas y 1.4 millones de metros cuadrados en espacio de oficinas.
Además, el distrito de Murabba también incluirá una amplia gama de instalaciones culturales y de entretenimiento, como una universidad enfocada en tecnología y diseño, un teatro con múltiples usos y un museo emblemático.
Se espera que el proyecto esté completamente finalizado en 2030, según las autoridades sauditas. Este emprendimiento forma parte de varios megaproyectos que actualmente se están llevando a cabo en el país árabe, financiados por el Fondo de Inversión Pública como parte del plan Saudi Vision 2030, que tiene como objetivo diversificar la economía del país.
Uno de los proyectos más famosos y controvertidos es Neom, que incluye la construcción de una megaciudad vertical de 170 km llamada The Line. Sin embargo, este proyecto fue criticado por su impacto ambiental y posibles abusos a los derechos humanos asociados con el desarrollo.
Porque bueno es saberlo.
Este rascacielos de China tiene una de las cascadas artificiales más grandes del planeta
El Liebian International Building de Guiyang en China sorprende por una característica que lo hace único: posee una gran caída de agua en una de sus fachadas exteriores.
Las cascadas son caídas naturales del agua a distintas alturas debido a los desniveles derivados de la propia geografía, aunque hay quien se las ingenia para introducir una de estas cataratas como parte de la construcción de un edificio. Esto es precisamente lo que sucede con el Liebian International Building de Guiyang, en China; se trata de un espectacular rascacielos cuya seña de identidad es una enorme caída de agua en una de sus fachadas exteriores.
Así es el Liebian International Building de China: un edificio con una de las cataratas artificiales más grandes del mundo
El medio Dezeen ya hablaba en 2018 de este espectacular edificio con cascada artificial. Con sus 108 metros de altura, la catarata del Liebian International Building es una de las caídas de agua artificiales más grandes del mundo. Se trata de una visión impresionante desde la lejanía que en cierto modo armoniza la naturaleza con las construcciones del hombre. Está situado en la ciudad de Guiyang, capital de la provincia china de Guizhou.
Eso sí, hay “truco”. Se estima que el coste de tener en funcionamiento las bombas de agua y demás artilugios que hacen posible esta catarata artificial está en alrededor de unos 105€ por hora, por lo que solo se activa en situaciones especiales. Es decir. no está activa todo el tiempo porque al margen de ser un gasto superfluo en cuanto a energía, debido a su diseño es imposible hacer recircular el 100% del agua, además de que condiciones meteorológicas adversas como fuertes vientos podrían suponer no solo un desperdicio de agua, sino también molestia o incluso posibles accidentes para el tráfico de las vías cercanas.
Aunque a priori pareciera que la catarata es un desperdicio de agua o un sinsentido, también tiene una función útil más allá de la ornamental que puede no ser evidente: tanto el agua como el vapor de la misma pueden limpiar parcialmente el aire de la zona, y puede ser un punto de encuentro para animales salvajes habituados al medio urbano como pequeños roedores o aves de distinta clase.
El edificio tiene 121 metros de alto y ha sido construido por la promotora Ludi Industry Group. Según el director Cheng Xiamao, la intención del arquitecto con esta estructura tan poco convencional era “crear una imagen de sostenibilidad y traer más agua a una ciudad ya de por sí repleta de árboles”. Esta construcción en sí se puede ver junto a una torre casi gemela; ambos inmuebles forman parte de un complejo de hoteles de lujo y oficinas conocido como Liebian International Plaza.
La cascada artificial más grande del mundo fue construida por los romanos
Pese a las impresionantes vistas del Liebian International Building y su particular caída de agua, la más alta del mundo sigue siendo la Cascada de Marmore en Italia, llamada Cascata delle Marmore en italiano. Y es que esta cascada artificial no solo es la más alta del mundo con sus 165 metros de altura, sino que además es antiquísima: su construcción data del año 271 antes de Cristo.
El cónsul romano Manio Curio Dentato ordenó la construcción de una enorme canalización de agua para que las aguas del río Velino fluyeran hacia el salto natural de Marmore para que cayese al río Nera, uno de los afluentes del Tíber. Todo esto se decidió para que el líquido elemento fuese conducido hacia este lugar en lugar de quedarse estancado generando terrenos pantanosos alrededor del asentamiento de Rieti, con el consiguiente riesgo de enfermedades.
Pese a su aspecto natural se considera una cascada artificial porque, efectivamente, el hombre intervino en su creación al construir esta canalización del río Velino que modificó su cauce.
Porque bueno es saberlo
Las cascadas son caídas naturales del agua a distintas alturas debido a los desniveles derivados de la propia geografía, aunque hay quien se las ingenia para introducir una de estas cataratas como parte de la construcción de un edificio. Esto es precisamente lo que sucede con el Liebian International Building de Guiyang, en China; se trata de un espectacular rascacielos cuya seña de identidad es una enorme caída de agua en una de sus fachadas exteriores.
Así es el Liebian International Building de China: un edificio con una de las cataratas artificiales más grandes del mundo
El medio Dezeen ya hablaba en 2018 de este espectacular edificio con cascada artificial. Con sus 108 metros de altura, la catarata del Liebian International Building es una de las caídas de agua artificiales más grandes del mundo. Se trata de una visión impresionante desde la lejanía que en cierto modo armoniza la naturaleza con las construcciones del hombre. Está situado en la ciudad de Guiyang, capital de la provincia china de Guizhou.
Eso sí, hay “truco”. Se estima que el coste de tener en funcionamiento las bombas de agua y demás artilugios que hacen posible esta catarata artificial está en alrededor de unos 105€ por hora, por lo que solo se activa en situaciones especiales. Es decir. no está activa todo el tiempo porque al margen de ser un gasto superfluo en cuanto a energía, debido a su diseño es imposible hacer recircular el 100% del agua, además de que condiciones meteorológicas adversas como fuertes vientos podrían suponer no solo un desperdicio de agua, sino también molestia o incluso posibles accidentes para el tráfico de las vías cercanas.
Aunque a priori pareciera que la catarata es un desperdicio de agua o un sinsentido, también tiene una función útil más allá de la ornamental que puede no ser evidente: tanto el agua como el vapor de la misma pueden limpiar parcialmente el aire de la zona, y puede ser un punto de encuentro para animales salvajes habituados al medio urbano como pequeños roedores o aves de distinta clase.
El edificio tiene 121 metros de alto y ha sido construido por la promotora Ludi Industry Group. Según el director Cheng Xiamao, la intención del arquitecto con esta estructura tan poco convencional era “crear una imagen de sostenibilidad y traer más agua a una ciudad ya de por sí repleta de árboles”. Esta construcción en sí se puede ver junto a una torre casi gemela; ambos inmuebles forman parte de un complejo de hoteles de lujo y oficinas conocido como Liebian International Plaza.
La cascada artificial más grande del mundo fue construida por los romanos
Pese a las impresionantes vistas del Liebian International Building y su particular caída de agua, la más alta del mundo sigue siendo la Cascada de Marmore en Italia, llamada Cascata delle Marmore en italiano. Y es que esta cascada artificial no solo es la más alta del mundo con sus 165 metros de altura, sino que además es antiquísima: su construcción data del año 271 antes de Cristo.
El cónsul romano Manio Curio Dentato ordenó la construcción de una enorme canalización de agua para que las aguas del río Velino fluyeran hacia el salto natural de Marmore para que cayese al río Nera, uno de los afluentes del Tíber. Todo esto se decidió para que el líquido elemento fuese conducido hacia este lugar en lugar de quedarse estancado generando terrenos pantanosos alrededor del asentamiento de Rieti, con el consiguiente riesgo de enfermedades.
Pese a su aspecto natural se considera una cascada artificial porque, efectivamente, el hombre intervino en su creación al construir esta canalización del río Velino que modificó su cauce.
Porque bueno es saberlo
La región asiática que destrona a Nueva York como 'la ciudad de los rascacielos'
Nueva York siempre ha sido y será conocida como 'la ciudad de los rascacielos' a pesar de que su posición ha caído al 3º lugar durante el último año, suele mantenerse en en el podio de las tres ciudades con más rascacielos, según el Consejo internacional de rascacielos y hábitat urbano.
La gran metrópoli estadounidense ha dejado paso a Hong Kong como la región con mayores rascacielos de más de 150 metros del mundo, seguida de la ciudad china de Shenzhen con el mayor número de construcciones por encima de los 200 metros y Dubái (EAU) como líder de los 'megaedificios' de más de 300 metros.
En datos totales, Hong Hong es la ciudad con más número de rascacielos del mundo con 657, seguida de Shenzhen con 591 y Nueva York con 431. Dubái se mantiene en 4º posición con 421.
¿Por qué Asia lidera la lista?
Las cifras del dominio asiático son evidentes: 17 de los 20 rascacielos superiores a 150 metros están en el continente y el 90 % de los edificios del mundo de 200 metros también están en ciudades asiáticas, mismo porcentaje para los de más de 300 metros. Pero resulta que dentro del propio continente destaca un país en concreto, China, quien alberga 12 de las 20 ciudades: Shanghái, Shenzhen, Guangzhou y Tianjin entre otras. Tan solo Nueva York y Chicago resultan como las únicas poblaciones no asiáticas.
¿Y por qué Asia es la reina de los rascacielos? ¿Por qué China dentro del propio continente? En los últimos años, países como Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudita e incluso Catar han desarrollado diversos proyectos con el objetivo de albergar los mayores rascacielos del mundo, como por ejemplo el Burj Khalifa (EAU), con una altura de 828 metros y 162 plantas, o el Makkah Royal Clock Tower, en la Meca, y que supera los 600 metros de altura.
Un impulso que ha convertido a Oriente Medio en la región con más proyección de edificación de rascacielos; no olvidemos NEOM, la nueva estructura que prepara EAU en mitad del desierto con dos rascacielos de casi 300 metros cada uno.
No obstante, que Asia domine todos los rankigs respecto a grandes edificios es gracias en gran medida a otro país, a China, aunque el objetivo para construir rascacielos dista mucho del del EAU o Arabia Saudita.
El continente asiático es tan solo 1/3 de toda la superficie terrestre el mundo, pero, sin embargo, alberga casi el 60% de la población del planeta. Una densidad poblacional que ha provocado la expansión urbanística que casi todas las grandes ciudades asiáticas, aunque especialmente en China.
Solo en el gigante oriental viven casi 1,5 mil millones de habitantes lo que resulta una densidad de 152 personas/km2. Así, los rascacielos han resultado siempre una alternativa habitacional además de una solución para lograr el desarrollo económico de las ciudades. Y si bien los rascacielos surgieron en Estados Unidos (más en concreto en Chicago), ha sido en Asia donde han renacido en forma horizontal: los dos primeros nacieron en 2010, en Singapur y Chongqing y se trata de edificios que parecen estar tumbados sobre otros. Al igual que el próximo proyecto que preparan en Arabia Saudita con la construcción de un 'megaedificio' de más de 2km de largo.
'La Manhattan del desierto'
Aunque el término de rascacielos ya se había usado antes, en la década de 1880 se empleó para referirse a un edificio particularmente alto. Y es que, en 1884 se construyó en Chicago el que es considerado como el primer rascacielos del mundo, el Home Insurance Building de tan solo 42m, y tan solo 3 años más tarde aparecieron las primeras grandes edificaciones en Nueva York, en Park Row, con el fin de agrupar a las grandes compañías periodísticas.
Durante décadas Nueva York ha sido conocida como 'la ciudad de los rascacielos' y que Estados Unidos experimentó un gran crecimiento económico a finales del s.XIX y principios del XX que impulsó a las grandes ciudades a construir para arriba, con el fin de poder acoger a mayor población. Esos primero 'megaedificios' eran grandes estructuras de hierro con cimentaciones profundas y toda clase de 'lujos' para la época como ascensor y red eléctrica, aunque ahora se utilice más el acero o el hormigón armado.
Y de materiales resistentes al adobe. En 1930 la británica Freya Stark rebautizó una región de Yemen como la 'Manhattan del desierto' por sus grandes edificaciones con materiales tradicionales como el ya mencionado adobe o madera de palma (yeso a partir de piedra calcárea) entre otros.
Se trata de la ciudad de Shibam en la región de Hadramaut, en pleno desierto de Rub al-Jali y es, con toda probabilidad, la primera ciudad en construir para arriba. Antes de su redescubrimiento, Shibam fue un importante enclave en la ruta de las especias y como parada habitual en el desierto de arábigo, y de ahí la necesidad de emplear la construcción vertical y dar cabida a una mayor población.
Aunque los edificios de la ciudad yemení lejos tienen que ver con la altura de los actuales rascacielos, en ningún caso superan la altura de 7 u 8 plantas, llaman la atención por tratarse de una ciudad de apenas 7.000 habitantes. Aun así, Shibam es Patrimonio de la Unesco desde 1982.
Porque bueno es saberlo.
La gran metrópoli estadounidense ha dejado paso a Hong Kong como la región con mayores rascacielos de más de 150 metros del mundo, seguida de la ciudad china de Shenzhen con el mayor número de construcciones por encima de los 200 metros y Dubái (EAU) como líder de los 'megaedificios' de más de 300 metros.
En datos totales, Hong Hong es la ciudad con más número de rascacielos del mundo con 657, seguida de Shenzhen con 591 y Nueva York con 431. Dubái se mantiene en 4º posición con 421.
¿Por qué Asia lidera la lista?
Las cifras del dominio asiático son evidentes: 17 de los 20 rascacielos superiores a 150 metros están en el continente y el 90 % de los edificios del mundo de 200 metros también están en ciudades asiáticas, mismo porcentaje para los de más de 300 metros. Pero resulta que dentro del propio continente destaca un país en concreto, China, quien alberga 12 de las 20 ciudades: Shanghái, Shenzhen, Guangzhou y Tianjin entre otras. Tan solo Nueva York y Chicago resultan como las únicas poblaciones no asiáticas.
¿Y por qué Asia es la reina de los rascacielos? ¿Por qué China dentro del propio continente? En los últimos años, países como Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudita e incluso Catar han desarrollado diversos proyectos con el objetivo de albergar los mayores rascacielos del mundo, como por ejemplo el Burj Khalifa (EAU), con una altura de 828 metros y 162 plantas, o el Makkah Royal Clock Tower, en la Meca, y que supera los 600 metros de altura.
Un impulso que ha convertido a Oriente Medio en la región con más proyección de edificación de rascacielos; no olvidemos NEOM, la nueva estructura que prepara EAU en mitad del desierto con dos rascacielos de casi 300 metros cada uno.
No obstante, que Asia domine todos los rankigs respecto a grandes edificios es gracias en gran medida a otro país, a China, aunque el objetivo para construir rascacielos dista mucho del del EAU o Arabia Saudita.
El continente asiático es tan solo 1/3 de toda la superficie terrestre el mundo, pero, sin embargo, alberga casi el 60% de la población del planeta. Una densidad poblacional que ha provocado la expansión urbanística que casi todas las grandes ciudades asiáticas, aunque especialmente en China.
Solo en el gigante oriental viven casi 1,5 mil millones de habitantes lo que resulta una densidad de 152 personas/km2. Así, los rascacielos han resultado siempre una alternativa habitacional además de una solución para lograr el desarrollo económico de las ciudades. Y si bien los rascacielos surgieron en Estados Unidos (más en concreto en Chicago), ha sido en Asia donde han renacido en forma horizontal: los dos primeros nacieron en 2010, en Singapur y Chongqing y se trata de edificios que parecen estar tumbados sobre otros. Al igual que el próximo proyecto que preparan en Arabia Saudita con la construcción de un 'megaedificio' de más de 2km de largo.
'La Manhattan del desierto'
Aunque el término de rascacielos ya se había usado antes, en la década de 1880 se empleó para referirse a un edificio particularmente alto. Y es que, en 1884 se construyó en Chicago el que es considerado como el primer rascacielos del mundo, el Home Insurance Building de tan solo 42m, y tan solo 3 años más tarde aparecieron las primeras grandes edificaciones en Nueva York, en Park Row, con el fin de agrupar a las grandes compañías periodísticas.
Durante décadas Nueva York ha sido conocida como 'la ciudad de los rascacielos' y que Estados Unidos experimentó un gran crecimiento económico a finales del s.XIX y principios del XX que impulsó a las grandes ciudades a construir para arriba, con el fin de poder acoger a mayor población. Esos primero 'megaedificios' eran grandes estructuras de hierro con cimentaciones profundas y toda clase de 'lujos' para la época como ascensor y red eléctrica, aunque ahora se utilice más el acero o el hormigón armado.
Y de materiales resistentes al adobe. En 1930 la británica Freya Stark rebautizó una región de Yemen como la 'Manhattan del desierto' por sus grandes edificaciones con materiales tradicionales como el ya mencionado adobe o madera de palma (yeso a partir de piedra calcárea) entre otros.
Se trata de la ciudad de Shibam en la región de Hadramaut, en pleno desierto de Rub al-Jali y es, con toda probabilidad, la primera ciudad en construir para arriba. Antes de su redescubrimiento, Shibam fue un importante enclave en la ruta de las especias y como parada habitual en el desierto de arábigo, y de ahí la necesidad de emplear la construcción vertical y dar cabida a una mayor población.
Aunque los edificios de la ciudad yemení lejos tienen que ver con la altura de los actuales rascacielos, en ningún caso superan la altura de 7 u 8 plantas, llaman la atención por tratarse de una ciudad de apenas 7.000 habitantes. Aun así, Shibam es Patrimonio de la Unesco desde 1982.
Porque bueno es saberlo.
Ya sabemos dónde se construirá el rascacielos de madera más alto del mundo
Estados Unidos es sinónimo de competitividad y vanguardia. Esto se refleja en cada uno de los aspectos de su sociedad y, evidentemente, la arquitectura no iba a quedar atrás. Es en el país americano donde se construirá el rascacielos de madera más alto del mundo y será la ciudad de Milwaukee la que acoja el singular edificio, donde destacará uno de los materiales de construcción del futuro.
Este será el rascacielos de madera más alto del mundo
El estudio canadiense Michael Green Architects y la promotora Neutral son las cabezas visibles para conseguir que el rascacielos de madera más alto del mundo luzca espectacular en el centro de Milwaukee. El proyecto ha sido denominado The Marcus Center e incluye varios edificios, donde se integrarían oficinas, un hotel, tiendas, viviendas y una plaza pública.
En este caso, el edificio que más destaca en el proyecto tendría 55 plantas, alrededor de 180 metros cuando esté completado, y estaría fabricado principalmente en madera, siendo así el rascacielos más alto creado con este noble material. No será el rascacielos más alto de Estados Unidos, que parece que será construido en la ciudad de Oklahoma, pero sí será uno de los futuros símbolos de la ciudad de Milwaukee.
Se sabe, según la información publicada en el medio Dezeen y a través de las ilustraciones que hemos podido ver del proyecto, que puedes observar sobre estas líneas, que el edificio de madera incluirá abundante vegetación y que, además, el uso de la madera será prioritario, aunque no se desvela el porcentaje de este material que será utilizado y el porcentaje de acero u hormigón que, finalmente, completará el armazón del rascacielos.
Eso sí, el proyecto aún no está finalizado, por lo que podrían producirse cambios en The Marcus Center. Y es que hablamos de un plan que busca integrar el desarrollo sostenible de las ciudades de tamaño medio en Estados Unidos, poniendo en valor el centro de estas ciudades, no sólo como lugar donde acudir a trabajar, sino donde poder disfrutar de tiendas, ocio o restaurantes.
Cavalier Johnson, el actual alcalde de Milwaukee, tiene claro cuál es su objetivo a medio plazo. Nada más y nada menos que 'hacer crecer a la ciudad hasta el millón de habitantes'. Y este proyecto parece ser una herramienta más para conseguirlo, a tenor de sus declaraciones:
Para hacerlo necesitamos ser agresivos y alcanzar nuevas alturas. Este proyecto nos ayudará a hacerlo, literalmente apuntando a marcar récords locales y globales, pero añadiendo densidad y actividad a la infrautilizada parcela del ayuntamiento en el centro de Milwaukee.
mundodeportivo.com
Este será el rascacielos de madera más alto del mundo
El estudio canadiense Michael Green Architects y la promotora Neutral son las cabezas visibles para conseguir que el rascacielos de madera más alto del mundo luzca espectacular en el centro de Milwaukee. El proyecto ha sido denominado The Marcus Center e incluye varios edificios, donde se integrarían oficinas, un hotel, tiendas, viviendas y una plaza pública.
En este caso, el edificio que más destaca en el proyecto tendría 55 plantas, alrededor de 180 metros cuando esté completado, y estaría fabricado principalmente en madera, siendo así el rascacielos más alto creado con este noble material. No será el rascacielos más alto de Estados Unidos, que parece que será construido en la ciudad de Oklahoma, pero sí será uno de los futuros símbolos de la ciudad de Milwaukee.
Se sabe, según la información publicada en el medio Dezeen y a través de las ilustraciones que hemos podido ver del proyecto, que puedes observar sobre estas líneas, que el edificio de madera incluirá abundante vegetación y que, además, el uso de la madera será prioritario, aunque no se desvela el porcentaje de este material que será utilizado y el porcentaje de acero u hormigón que, finalmente, completará el armazón del rascacielos.
Eso sí, el proyecto aún no está finalizado, por lo que podrían producirse cambios en The Marcus Center. Y es que hablamos de un plan que busca integrar el desarrollo sostenible de las ciudades de tamaño medio en Estados Unidos, poniendo en valor el centro de estas ciudades, no sólo como lugar donde acudir a trabajar, sino donde poder disfrutar de tiendas, ocio o restaurantes.
Cavalier Johnson, el actual alcalde de Milwaukee, tiene claro cuál es su objetivo a medio plazo. Nada más y nada menos que 'hacer crecer a la ciudad hasta el millón de habitantes'. Y este proyecto parece ser una herramienta más para conseguirlo, a tenor de sus declaraciones:
Para hacerlo necesitamos ser agresivos y alcanzar nuevas alturas. Este proyecto nos ayudará a hacerlo, literalmente apuntando a marcar récords locales y globales, pero añadiendo densidad y actividad a la infrautilizada parcela del ayuntamiento en el centro de Milwaukee.
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679 metros, 118 pisos... ¿será este el último gran rascacielos?
Casi 679 metros separan el suelo de Kuala Lumpur de la punta de la antena del Merdeka 118, el segundo rascacielos más alto del mundo. Inaugurado a principios de año, la estructura alberga una superficie construida de 290.000 metros cuadrados dividida en 118 pisos sobre rasante y cinco subterráneos. Su fachada está recubierta por 18.144 paneles de cristal que cubren 114.000 metros cuadrados, y todo el conjunto se ilumina por la noche gracias a 8,4 kilómetros de luces LED que harían las delicias del alcalde de Vigo.
Llamado 'independencia' en malasio, y diseñado por el arquitecto australiano Fender Katsalidis para emular la figura de Tunku Abdul Rahman, uno de los arquitectos de la liberación del yugo británico, cuando levantó un brazo y proclamó la emancipación del país, la torre se caracteriza por las formas que emulan un diamante pulido y sus peculiares ascensores ubicados en la fachada. Así, todos pueden disfrutar de una vista impresionante.
El Merdeka 118 es una maravilla de la ingeniería que asombra a cualquiera que visite la principal ciudad de Malasia. Aun así, no logra recuperar el trono que le dieron en 1997 las Torres Petronas, que fueron las construcciones más altas del planeta hasta que en 2004 el Taipei 101 de Taiwán les arrebató un título que ahora ostenta el Burj Khalifa de Dubái. Y muchos consideran que en sus 828 metros se va a quedar el récord, porque la era de los superrascacielos parece estar llegando a su fin.
«Construir en altura siempre ha sido una manifestación de poder. Los rascacielos más grandes se han levantado en los países que en cada momento han querido liderar el mundo. Es algo cíclico. La carrera comenzó en Estados Unidos y luego se ha trasladado a Asia: primero en China y el sudeste asiático, y ahora en Oriente Medio», explica Vicente Guallart, fundador del Instituto para Arquitectura Avanzada de Cataluña (IAAC).
«El problema es que, desde un punto de vista puramente económico, estas superestructuras no tienen mucho sentido»
Utilidad y vanidad
Una de las claves está en el aprovechamiento del espacio. En los grandes rascacielos, el núcleo de la estructura -la parte central- suele albergar los ascensores y ocupa un porcentaje creciente según aumenta la altura, reduciendo así la superficie que se puede destinar a oficinas, habitaciones de hotel o apartamentos residenciales. Llega un momento, que algunos establecen en torno a los 200 o 300 metros, a partir del cual no resulta rentable continuar creciendo en altura.
Por eso, muchos de los grandes rascacielos alcanzan su cota más alta con una antena de vanidad, una parte de la estructura diseñada únicamente para alcanzar récords. Por ejemplo, el Burj Khalifa de Dubái tiene su último piso ocupado a una altura de 584 metros, 244 metros por debajo de su cota más alta. Entre la última planta funcional, donde se encuentra la maquinaria de los ascensores, y la punta de su antena aún quedan 190 metros. En el caso del Merdeka 118 sucede algo similar: el último piso ocupado está a 178 metros del punto más alto.
Funcionalidad
Por otro lado, cada vez menos gente desea trabajar en este tipo de edificios. Aunque son una fórmula eficiente para exprimir al máximo el suelo en lugares con poco espacio edificable, resultan un engorro: se producen grandes aglomeraciones en hora punta, y quienes desempeñan su labor en los pisos más altos a menudo tienen que hacer trasbordo de ascensores. «Trabajar en lugares con una comunicación más sencilla resulta más agradable», señala Guallart.
Estas superestructuras tampoco tienen buen encaje en el tipo de ciudad que se promueve, con todos los servicios a 15 minutos del lugar de residencia. «La gente quiere ir en bicicleta al trabajo. Eso es un nuevo símbolo de estatus. Y luego está el teletrabajo, que ha dejado huella tras la pandemia y reduce la necesidad de espacio para oficinas», comenta el arquitecto catalán. A todo esto hay que añadir, lógicamente, el temor que algunos sienten a estar por encima de las nubes. En la retina quedan imágenes de incendios terroríficos o atentados como el que acabó con el World Trade Center de Nueva York.
Escalar a lo más alto
Sin embargo, para Angela Nikolau e Ivan Beerkus el posible fin de la carrera por arañar el cielo un poco más arriba, o al menos su temporal suspensión, es una mala noticia. Porque esta pareja de rusos afincados en Nueva York se dedica a escalar rascacielos sin herramientas ni medidas de seguridad. Son lo que se conoce como 'rooftoppers' y el documental de Netflix 'Skywalkers' recoge, precisamente, la compleja operación que diseñaron para llegar a lo alto de la antena del Merdeka 118, un hito que otros habían intentado antes y que se saldó con penas de cárcel para ellos
Nicolau y Beerkus lo lograron y dejaron imágenes espectaculares que no se volverán a repetir. Porque desde el principio supieron que debían aprovechar los últimos compases del proceso de construcción, cuando ya se había alcanzado su punto más elevado pero aún no estaban operativas todas las medidas de seguridad, para evitar que les sucediese lo que hace unos días les pasó en Dubái: que los vieron en varias cámaras de seguridad y el equipo de seguridad los evacuó.
En el caso del Merdeka, dar esquinazo a los trabajadores supuso pasar más de un día escondidos en una esquina, sin apenas agua, a la espera del momento adecuado para acometer el último tramo de la escalada, que tenía que coincidir también con un momento de buena luz.
Sin duda, tener Kuala Lumpur a sus pies y poder realizar acrobacias que a más de un espectador le pueden dar vértigo bien mereció la pena el esfuerzo. Ahora, Nikolau y Beerkus tendrán que conformarse con conquistar cotas inferiores.
elcorreo.com
Llamado 'independencia' en malasio, y diseñado por el arquitecto australiano Fender Katsalidis para emular la figura de Tunku Abdul Rahman, uno de los arquitectos de la liberación del yugo británico, cuando levantó un brazo y proclamó la emancipación del país, la torre se caracteriza por las formas que emulan un diamante pulido y sus peculiares ascensores ubicados en la fachada. Así, todos pueden disfrutar de una vista impresionante.
El Merdeka 118 es una maravilla de la ingeniería que asombra a cualquiera que visite la principal ciudad de Malasia. Aun así, no logra recuperar el trono que le dieron en 1997 las Torres Petronas, que fueron las construcciones más altas del planeta hasta que en 2004 el Taipei 101 de Taiwán les arrebató un título que ahora ostenta el Burj Khalifa de Dubái. Y muchos consideran que en sus 828 metros se va a quedar el récord, porque la era de los superrascacielos parece estar llegando a su fin.
«Construir en altura siempre ha sido una manifestación de poder. Los rascacielos más grandes se han levantado en los países que en cada momento han querido liderar el mundo. Es algo cíclico. La carrera comenzó en Estados Unidos y luego se ha trasladado a Asia: primero en China y el sudeste asiático, y ahora en Oriente Medio», explica Vicente Guallart, fundador del Instituto para Arquitectura Avanzada de Cataluña (IAAC).
«El problema es que, desde un punto de vista puramente económico, estas superestructuras no tienen mucho sentido»
Utilidad y vanidad
Una de las claves está en el aprovechamiento del espacio. En los grandes rascacielos, el núcleo de la estructura -la parte central- suele albergar los ascensores y ocupa un porcentaje creciente según aumenta la altura, reduciendo así la superficie que se puede destinar a oficinas, habitaciones de hotel o apartamentos residenciales. Llega un momento, que algunos establecen en torno a los 200 o 300 metros, a partir del cual no resulta rentable continuar creciendo en altura.
Por eso, muchos de los grandes rascacielos alcanzan su cota más alta con una antena de vanidad, una parte de la estructura diseñada únicamente para alcanzar récords. Por ejemplo, el Burj Khalifa de Dubái tiene su último piso ocupado a una altura de 584 metros, 244 metros por debajo de su cota más alta. Entre la última planta funcional, donde se encuentra la maquinaria de los ascensores, y la punta de su antena aún quedan 190 metros. En el caso del Merdeka 118 sucede algo similar: el último piso ocupado está a 178 metros del punto más alto.
Funcionalidad
Por otro lado, cada vez menos gente desea trabajar en este tipo de edificios. Aunque son una fórmula eficiente para exprimir al máximo el suelo en lugares con poco espacio edificable, resultan un engorro: se producen grandes aglomeraciones en hora punta, y quienes desempeñan su labor en los pisos más altos a menudo tienen que hacer trasbordo de ascensores. «Trabajar en lugares con una comunicación más sencilla resulta más agradable», señala Guallart.
Estas superestructuras tampoco tienen buen encaje en el tipo de ciudad que se promueve, con todos los servicios a 15 minutos del lugar de residencia. «La gente quiere ir en bicicleta al trabajo. Eso es un nuevo símbolo de estatus. Y luego está el teletrabajo, que ha dejado huella tras la pandemia y reduce la necesidad de espacio para oficinas», comenta el arquitecto catalán. A todo esto hay que añadir, lógicamente, el temor que algunos sienten a estar por encima de las nubes. En la retina quedan imágenes de incendios terroríficos o atentados como el que acabó con el World Trade Center de Nueva York.
Escalar a lo más alto
Sin embargo, para Angela Nikolau e Ivan Beerkus el posible fin de la carrera por arañar el cielo un poco más arriba, o al menos su temporal suspensión, es una mala noticia. Porque esta pareja de rusos afincados en Nueva York se dedica a escalar rascacielos sin herramientas ni medidas de seguridad. Son lo que se conoce como 'rooftoppers' y el documental de Netflix 'Skywalkers' recoge, precisamente, la compleja operación que diseñaron para llegar a lo alto de la antena del Merdeka 118, un hito que otros habían intentado antes y que se saldó con penas de cárcel para ellos
Nicolau y Beerkus lo lograron y dejaron imágenes espectaculares que no se volverán a repetir. Porque desde el principio supieron que debían aprovechar los últimos compases del proceso de construcción, cuando ya se había alcanzado su punto más elevado pero aún no estaban operativas todas las medidas de seguridad, para evitar que les sucediese lo que hace unos días les pasó en Dubái: que los vieron en varias cámaras de seguridad y el equipo de seguridad los evacuó.
En el caso del Merdeka, dar esquinazo a los trabajadores supuso pasar más de un día escondidos en una esquina, sin apenas agua, a la espera del momento adecuado para acometer el último tramo de la escalada, que tenía que coincidir también con un momento de buena luz.
Sin duda, tener Kuala Lumpur a sus pies y poder realizar acrobacias que a más de un espectador le pueden dar vértigo bien mereció la pena el esfuerzo. Ahora, Nikolau y Beerkus tendrán que conformarse con conquistar cotas inferiores.
elcorreo.com
Los Rascacielos Más Altos del Mundo (Comparación de Tamaños en 3D)
Desde una torre que tiene el reloj más grande de la Tierra hasta un edificio tan alucinantemente alto que ostenta 7 récords mundiales, he aquí una comparación en 3D de los rascacielos más altos del planeta.
Arabia Saudí reactiva su proyecto más ambicioso: el rascacielos de 1.000 metros que quiere hacer sombra al Burj Khalifa
La Torre Jeddah tendrá más de 1.000 metros de altura y será el núcleo de un nuevo y potente centro económico en Yeda
Las obras llevan paradas desde 2018 debido a la lucha de la casa real contra la corrupción, algo que se conoció como... la purga
Aunque varios países del mundo están tratando de desbancar a Arabia Salud como el hogar de los rascacielos extravagantes (Brasil acaba de presentar la torre residencial más alta del mundo), hay varios proyectos en marcha en Medio Oriente que, cuando se completen, tardarán en ser desbancados. Uno es un proyecto que hay que definir: una torre de dos kilómetros de altura. El otro es el imponente, más terrenal y conflictivo rascacielos de Jeddah. Y también tenemos The Line, pero hay que ver cómo acaba.
La Torre Jeddah de más de 1.000 metros de altura lleva estancada desde 2018 debido a la purga de Arabia Saudí, pero oficialmente las obras se acaban de reanudar y parece que, ahora sí, van en serio.
Ciudad vertical. El objetivo De la Torre Jedda es simple: mirar por encima del hombro al Burj Khalifa de Dubai con sus 828 metros de altura. Conseguirlo… ya no es tan sencillo. En 2011 se anunció que el arquitecto del Burj Khalifa -Adrian Smith- sería el encargado de superar su anterior obra, pero ahora en Arabia Saudí. La intención era construir una torre de 1.500 metros de altura en Yeda, pero tras unos análisis del suelo, se llegó a la conclusión de que había que reducir la ambición a unos nada desdeñables 1.008 metros.
La idea es que sea el corazón de un nuevo distrito en la ciudad y será un edificio que albergará un hotel Four Seasons, apartamentos de alquiler, oficinas de alta gama y viviendas de lujo. También tendrá tiendas, una plataforma de observación (que será la más alta del mundo) y el objetivo es convertir la torre en una especie de ciudad vertical autosuficiente a la vez que funciona como motor comercial del suelo a su alrededor.
Un reto. Smith repetirá la planta triangular que ya diseñó para el Burj Khalifa, pero más que un simple capricho, es una decisión de para aportar estabilidad al edificio. Y, a diferencia del orgullo de Emiratos Árabes, la forma de la Torre Jeddah será cónica. Esto permitirá que sea más aerodinámica, algo muy importante de cara a gestionar de mejor forma los vórtices de viento que se producen a cierta altura.
Se estima que el edificio tendrá 59 ascensores, cinco de ellos de dos pisos y la intención es utilizar las diferencias de presión de aire en el desierto para enfriar el edificio de forma eficiente, así como una orientación en la que ninguna de las fachadas estén orientadas directamente al Sol. El objetivo era tenerla lista para 2018. Cuánto se equivocaron en las predicciones.
La purga. Con todo el proyecto en firme, la construcción comenzó el 1 de abril de 2013. La construcción no fue a mal ritmo y, para finales de 2017, ya tenían construidos 252 metros. Sin embargo, en 2018, los planes se vinieron abajo cuando, con un tercio de la torre ya completado, el príncipe heredero Mohammed bin Salman creó un comité anticorrupción con la intención de centralizar el poder político en lugar de que estuviera compartido por las élites saudíes. Una de las detenidas fue Fahda bint Falah, madre del propio Salman.
Esto se conoció como la purga de Arabia Saudita de 2017-2019 y terminó con 381 arrestos de empresarios, ministros gubernamentales y príncipes acusados de soborno, extorsión a funcionarios y lavado de dinero. En paralelo, parece que un grupo de la muerte operaba para asesinar a los disidentes de manera silenciosa.
Ahora sí, vuelta al tajo. Tras varios años con las obras en pausa, en septiembre de 2023 parecía que se iban a reanudar debido a el promotor había invitado a importantes contratistas tanto locales como internacionales a presentar su candidatura para poder terminar el edificio. No supimos más del tema… hasta ahora. De forma oficial, la Torre Jeddah sigue adelante, algo que han comunicado con un vídeo renderizado en el que se muestra el diseño de la misma.
En un principio, se estimaba que el edificio tendría un costo de 1.230 millones de dólares, pero anuncios recientes indican que la cifra habría aumentado hasta los 1.900 millones de dólares, de los que ya se habían pagado unos 290 millones. Queda mucho, muchísimo por hacer.
2028. Con el corazón del Jeddah Economic City, un macroproyecto de 20.000 millones de dólares, en marcha de nuevo, se espera que las obras avancen rápidamente. En esta ocasión, la previsión es tenerla lista de cara a 2018, 10 años después de la fecha planteada originalmente.
Cuando esté lista, veremos a qué nivel está desarrollada la ciudad a su alrededor y si este coloso rascacielos con fachada totalmente de cristal se queda como una planta del desierto (su diseño está inspirado por ellas) o si, realmente, es el núcleo de algo mayor. También, para ese punto, habrá que ver cómo está The Line, cuya fecha prevista de finalización es 2030 y que no va demasiado bien.
xataka.com
Las obras llevan paradas desde 2018 debido a la lucha de la casa real contra la corrupción, algo que se conoció como... la purga
Aunque varios países del mundo están tratando de desbancar a Arabia Salud como el hogar de los rascacielos extravagantes (Brasil acaba de presentar la torre residencial más alta del mundo), hay varios proyectos en marcha en Medio Oriente que, cuando se completen, tardarán en ser desbancados. Uno es un proyecto que hay que definir: una torre de dos kilómetros de altura. El otro es el imponente, más terrenal y conflictivo rascacielos de Jeddah. Y también tenemos The Line, pero hay que ver cómo acaba.
La Torre Jeddah de más de 1.000 metros de altura lleva estancada desde 2018 debido a la purga de Arabia Saudí, pero oficialmente las obras se acaban de reanudar y parece que, ahora sí, van en serio.
Ciudad vertical. El objetivo De la Torre Jedda es simple: mirar por encima del hombro al Burj Khalifa de Dubai con sus 828 metros de altura. Conseguirlo… ya no es tan sencillo. En 2011 se anunció que el arquitecto del Burj Khalifa -Adrian Smith- sería el encargado de superar su anterior obra, pero ahora en Arabia Saudí. La intención era construir una torre de 1.500 metros de altura en Yeda, pero tras unos análisis del suelo, se llegó a la conclusión de que había que reducir la ambición a unos nada desdeñables 1.008 metros.
La idea es que sea el corazón de un nuevo distrito en la ciudad y será un edificio que albergará un hotel Four Seasons, apartamentos de alquiler, oficinas de alta gama y viviendas de lujo. También tendrá tiendas, una plataforma de observación (que será la más alta del mundo) y el objetivo es convertir la torre en una especie de ciudad vertical autosuficiente a la vez que funciona como motor comercial del suelo a su alrededor.
Un reto. Smith repetirá la planta triangular que ya diseñó para el Burj Khalifa, pero más que un simple capricho, es una decisión de para aportar estabilidad al edificio. Y, a diferencia del orgullo de Emiratos Árabes, la forma de la Torre Jeddah será cónica. Esto permitirá que sea más aerodinámica, algo muy importante de cara a gestionar de mejor forma los vórtices de viento que se producen a cierta altura.
Se estima que el edificio tendrá 59 ascensores, cinco de ellos de dos pisos y la intención es utilizar las diferencias de presión de aire en el desierto para enfriar el edificio de forma eficiente, así como una orientación en la que ninguna de las fachadas estén orientadas directamente al Sol. El objetivo era tenerla lista para 2018. Cuánto se equivocaron en las predicciones.
La purga. Con todo el proyecto en firme, la construcción comenzó el 1 de abril de 2013. La construcción no fue a mal ritmo y, para finales de 2017, ya tenían construidos 252 metros. Sin embargo, en 2018, los planes se vinieron abajo cuando, con un tercio de la torre ya completado, el príncipe heredero Mohammed bin Salman creó un comité anticorrupción con la intención de centralizar el poder político en lugar de que estuviera compartido por las élites saudíes. Una de las detenidas fue Fahda bint Falah, madre del propio Salman.
Esto se conoció como la purga de Arabia Saudita de 2017-2019 y terminó con 381 arrestos de empresarios, ministros gubernamentales y príncipes acusados de soborno, extorsión a funcionarios y lavado de dinero. En paralelo, parece que un grupo de la muerte operaba para asesinar a los disidentes de manera silenciosa.
Ahora sí, vuelta al tajo. Tras varios años con las obras en pausa, en septiembre de 2023 parecía que se iban a reanudar debido a el promotor había invitado a importantes contratistas tanto locales como internacionales a presentar su candidatura para poder terminar el edificio. No supimos más del tema… hasta ahora. De forma oficial, la Torre Jeddah sigue adelante, algo que han comunicado con un vídeo renderizado en el que se muestra el diseño de la misma.
En un principio, se estimaba que el edificio tendría un costo de 1.230 millones de dólares, pero anuncios recientes indican que la cifra habría aumentado hasta los 1.900 millones de dólares, de los que ya se habían pagado unos 290 millones. Queda mucho, muchísimo por hacer.
2028. Con el corazón del Jeddah Economic City, un macroproyecto de 20.000 millones de dólares, en marcha de nuevo, se espera que las obras avancen rápidamente. En esta ocasión, la previsión es tenerla lista de cara a 2018, 10 años después de la fecha planteada originalmente.
Cuando esté lista, veremos a qué nivel está desarrollada la ciudad a su alrededor y si este coloso rascacielos con fachada totalmente de cristal se queda como una planta del desierto (su diseño está inspirado por ellas) o si, realmente, es el núcleo de algo mayor. También, para ese punto, habrá que ver cómo está The Line, cuya fecha prevista de finalización es 2030 y que no va demasiado bien.
xataka.com
Arabia Saudí presenta un nuevo megaproyecto: 1000 metros y el final del Burj Khalifa
Un nuevo megaproyecto se está desarrollando actualmente en Arabia Saudí y apunta a convertirse en la aniquilación de uno de los iconos de la construcción moderna, la torre Burj Khalifa de Dubái. Sigue leyendo y conoce todo los detalles.
El nuevo megaproyecto saudí de 1000 metros está dando mucho de que hablar
Aunque se inició en el 2018 no ha podido terminarse debido a problemas internos entre las clases dirigentes en Arabia Saudita, pero se cree que muy pronto culminarán los trabajos y la estructura de mil metros quedará apuntando al cielo.
Se trata de la Torre Jeddah dispuesta para alcanzar el millar de metros desde el suelo y convertirse en el más rutilante centro comercial y económico de Yeda, la segunda ciudad más grande del rico país petrolero.
Hasta ahora la purga interna en este país árabe es lo único que ha detenido el avance vertical de esta megatorre que ambiciona dejar atrás uno de los rascacielos más emblemáticos del mundo ubicado en Dubái.
Como dato curioso se tiene que el mismo arquitecto de la alta torre de Emiratos Árabes Unidos será el mismo de la que actualmente se levanta en Arabia Saudita, es decir, el ambicioso profesional busca superarse.
La torre más alta de Dubái será mirada por encima del hombro
La megatorre que actualmente se construye en Jeddah destronará al Burj Khalifa, y aunque estaba previsto que sería con 1500 metros que dejaría atrás los 828 metros de la de Dubái, los análisis del suelo realizados muestran que la nueva edificación no puede tener sino un poco más de mil metros.
El arquitecto de ambas megaedificaciones, Adrian Smith, podrá estar orgulloso de tener entre sus trabajos las torres más altas del medio oriente y sobre todo en esta más reciente, donde estarán dispuestos:
Hoteles exclusivos de gran lujo
Cientos de apartamentos, oficinas y tiendas
59 elevadores de alta eficiencia energética
El mirador más alto del planeta
Sin duda, se tratará de la más fantástica ciudad vertical, aunque se estima que no será por mucho tiempo, pues no es el único megaproyecto de rascacielos que actualmente se lleva a cabo en el mundo; de hecho, hay una auténtica carrera entre países para ver quien se lleva el reconocimiento de tener la edificación más alta del orbe.
El año pasado se reiniciaron los trabajos luego de haberse detenido en el 2018 con apenas un tercio de la torre levantada y al ritmo que llevan se prevé que esté lista en pocos años, eso si no se producen nuevos tropiezos.
Una de las razones por las que se detuvieron los trabajos de construcción fue la ola de arrestos que se produjo entre 2017 y 2019, específicamente hubo 381 detenciones, entre ellos de importantes empresarios e incluso altos funcionarios.
Esta purga en Arabia Saudita derivó en una gigantesca reestructuración a nivel político que tuvo entre sus efectos la paralización de la mayoría de proyectos, entre ellos el de la megatorre en Jeddah.
En la mira nuevos problemas a abordar
Superados estos problemas políticos el arquitecto se abocará a atender algunos detalles técnicos como el darle estabilidad a la estructura, previendo para ello darle una forma cónica a fin de gestionar mejor los vórtices de viento que se producen frecuentemente en el desierto.
Sin embargo, su arquitecto tendrá que enfrentar un problema más urgente, los costes han aumentado, puesto que de los 1.230 millones de dólares previstos al inicio ahora se estima que la obra tendrá un coste de 1.900 millones, aunque parece que esto no representará ningún problema para los jeques sauditas.
En conclusión, el nuevo megaproyecto de 1000 metros que se desarrolla en Arabia Saudita puede significar el final del Burj Khalifa, pero primero habrá que esperar que no surjan en el camino nuevos problemas, sobre todo de tipo político.
ecoticias.com
Neom parece una locura, pero Arabia Saudí no echa el freno y comienzan a construir un cubo en el que caben 20 Empire State
Mukaab será la piedra angular del proyecto New Murabba, una faraónica obra saudí que quiere redefinir las megaconstrucciones
Si Emiratos Árabes quieres ser la nueva capital de los rascacielos, Arabia Saudí busca ir un paso más allá: la capital de los megaproyectos, en general. Puede que The Line, con el que ya han tenido que recoger cable, sea su proyecto más ambicioso, pero también tienen en la hoja de ruta el imponente aeropuerto de Riad, un rascacielos de más de 1.000 metros y otro de 2.000 metros, entre otras muchas construcciones.
Una de ellas está en marcha y se trata de algo difícil de imaginar: un cubo de 400 x 400 metros en el que entrarán 20 edificios como el Empire State.
Mukaab. Ese es el nombre del edificio en cuestión y, aunque las imágenes renderizadas muestran una construcción imponente, lo cierto es que es complicado hacerse una idea de las dimensiones que tendrá este rascacielos cúbico cuando lo terminen. El Mukaab tendrá 400 metros de alto, otros 400 metros de ancho y 400 de longitud. La intención tras esa peculiar forma es la de aprovechar cada centímetro en su interior.
La idea es que sea una especie de ciudad en sí mismo, con 400.000 metros cuadrados enfocados a comercios, residencias y entretenimiento, jardines interiores y, en el centro de todo el completo, una torre con forma de espiral. Una ciudad dentro de un cubo, en definitiva, con su propio sistema de transporte interno y todo lo necesario para ser autosostenible.
Ya están en ello. Fue hace más de un año cuando nos enteramos de los planes para construir Mukaab (2023 fue un año muy movido para los anuncios de megaconstrucciones), pero la novedad es que Public Investment Fund, la empresa tras la construcción del cubo, ha salido a la palestra para comentar las novedades del complejo. En un comunicado, PIF afirma que ya llevan más de tres millones de horas de trabajo y se ha alcanzado el 86% de la finalización del proceso de excavación.
Afirman que el ritmo es muy bueno y que, en este tiempo, se han movido diez millones de metros cúbicos de tierra. Diariamente, estos últimos meses, 250 excavadoras y más de 400 equipos han estado trabajando sobre el terreno, que ya se puede ver tanto en Google Maps como en la imagen compartida por sus responsables.
Ambición desmedida. Pero Mukaab es sólo una parte de algo mucho más grande. Será la piedra angular de New Murabba, un proyecto que quiere transformar la región con 19 kilómetros cuadrados que albergarán más de 100.000 viviendas, 980.000 metros cuadrados de tiendas, 1,4 millones de metros cuadrados de oficinas, hoteles, una universidad y 1,8 millones de metros cuadrados espacios culturales y de esparcimiento.
Y todo esto quieren completarlo de cara a 2030 para coincidir con la puesta a punto de la estrategia Visión 2030 de Arabia Saudí, en la que también está encuadrada The Line y otros proyectos de Neom. De momento, han anunciado la construcción de un puente para el movimiento de mercancías que permitirá empezar a construir los cimientos de Mukaab en los próximos meses.
Diversificando. Mukaab y New Murabba en general son algo más que un capricho. Al menos eso dicen, ya que uno de los objetivos es la creación de 334.000 empleos directos para diversificar las fuentes de la economía saudí, que bebe muchísimo del petróleo. Ahora solo queda esperar para ir comprobando los progresos tanto de esta nueva urbe como, sobre todo, de The Line.
xataka.com
Si Emiratos Árabes quieres ser la nueva capital de los rascacielos, Arabia Saudí busca ir un paso más allá: la capital de los megaproyectos, en general. Puede que The Line, con el que ya han tenido que recoger cable, sea su proyecto más ambicioso, pero también tienen en la hoja de ruta el imponente aeropuerto de Riad, un rascacielos de más de 1.000 metros y otro de 2.000 metros, entre otras muchas construcciones.
Una de ellas está en marcha y se trata de algo difícil de imaginar: un cubo de 400 x 400 metros en el que entrarán 20 edificios como el Empire State.
Mukaab. Ese es el nombre del edificio en cuestión y, aunque las imágenes renderizadas muestran una construcción imponente, lo cierto es que es complicado hacerse una idea de las dimensiones que tendrá este rascacielos cúbico cuando lo terminen. El Mukaab tendrá 400 metros de alto, otros 400 metros de ancho y 400 de longitud. La intención tras esa peculiar forma es la de aprovechar cada centímetro en su interior.
La idea es que sea una especie de ciudad en sí mismo, con 400.000 metros cuadrados enfocados a comercios, residencias y entretenimiento, jardines interiores y, en el centro de todo el completo, una torre con forma de espiral. Una ciudad dentro de un cubo, en definitiva, con su propio sistema de transporte interno y todo lo necesario para ser autosostenible.
Ya están en ello. Fue hace más de un año cuando nos enteramos de los planes para construir Mukaab (2023 fue un año muy movido para los anuncios de megaconstrucciones), pero la novedad es que Public Investment Fund, la empresa tras la construcción del cubo, ha salido a la palestra para comentar las novedades del complejo. En un comunicado, PIF afirma que ya llevan más de tres millones de horas de trabajo y se ha alcanzado el 86% de la finalización del proceso de excavación.
Afirman que el ritmo es muy bueno y que, en este tiempo, se han movido diez millones de metros cúbicos de tierra. Diariamente, estos últimos meses, 250 excavadoras y más de 400 equipos han estado trabajando sobre el terreno, que ya se puede ver tanto en Google Maps como en la imagen compartida por sus responsables.
Ambición desmedida. Pero Mukaab es sólo una parte de algo mucho más grande. Será la piedra angular de New Murabba, un proyecto que quiere transformar la región con 19 kilómetros cuadrados que albergarán más de 100.000 viviendas, 980.000 metros cuadrados de tiendas, 1,4 millones de metros cuadrados de oficinas, hoteles, una universidad y 1,8 millones de metros cuadrados espacios culturales y de esparcimiento.
Y todo esto quieren completarlo de cara a 2030 para coincidir con la puesta a punto de la estrategia Visión 2030 de Arabia Saudí, en la que también está encuadrada The Line y otros proyectos de Neom. De momento, han anunciado la construcción de un puente para el movimiento de mercancías que permitirá empezar a construir los cimientos de Mukaab en los próximos meses.
Diversificando. Mukaab y New Murabba en general son algo más que un capricho. Al menos eso dicen, ya que uno de los objetivos es la creación de 334.000 empleos directos para diversificar las fuentes de la economía saudí, que bebe muchísimo del petróleo. Ahora solo queda esperar para ir comprobando los progresos tanto de esta nueva urbe como, sobre todo, de The Line.
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