Marruecos es un cáncer para España

Terribles sucesos los que han tenido lugar en Murcia, donde tres marroquíes han sido detenidos por abusar y agredir sexualmente a diferentes niñas.

Según ha informado La Tribuna de Cartagena, esta semana, se han detenido hasta a tres marroquíes por abusar de diferentes adolescentes en Murcia.

El caso más grave estuvo protagonizado por Mohammed M. Siempre según La Tribuna de Cartagena, los hechos ocurrieron cuando se disputaba la Media Maratón de Cartagena.

Este marroquí no dudó en meter mano a una joven de 15 años que actuaba como voluntaria en la carrera. El acoso tuvo lugar en el Paseo Alfonso XII. El que hubiera decenas de personas alrededor no fue ningún impedimento para que este hombre abusara sexualmente de la adolescente, lo que provocó que el público presente actuara y se encarara con el marroquí, reteniéndole hasta que la Policía Nacional lo detuvo.

Pero no se trata del único suceso que ha tenido lugar en Murcia. Otro de los casos que es recogido por el medio murciano, habla de un marroquí que acorraló a una menor a las 10.15 horas en la calle Carlos III.

Un inmigrante magrebí fue detenido por intentar acorralar una joven contra un garaje para abusar de ella.

Intentó secuestrar a dos menores
La última detención se ha producido en Rincón de Seca, donde otro hombre de origen magrebí, trató de abusar de dos menores. Primero lo intentó con una niña de 8 años, ofreciéndole diez euros para que se fuese con él, y más tarde cogió por el brazo a una joven de 14 años, que logró librarse y huir del atacante.

Estos terribles sucesos han provocado que los vecinos de la región hayan exigido que sean “expulsados del país”: “No podemos aguantar más esta situación”, dicen. “Deben ser expulsados inmediatamente. ¿De qué sirve tenerlos aquí si van a comportarse así?”.

¿Qué pasa en Murcia?

Los vecinos de las urbanizaciones de Molina de Segura están atemorizados ante la violencia con la que están actuando los cuatro marroquíes que se están dedicando a asaltar viviendas e incluso agredir a los propietarios de éstas.

Este lunes se conocía la terrible noticia de que una mujer fue abusada sexualmente por los cuatro marroquíes cuando estos entraron a su vivienda para llevarse joyas y diferentes objetos de valor.

Pero no solamente violaron a una mujer, sino que también dieron una brutal paliza a una propietaria de otra de las viviendas en la que entraron

Los hechos ocurrieron en la urbanización Montepríncipe. En ella, los marroquíes entraron en tres viviendas y en una de ellas se encontraba una vecina junto a su hija de 28 años.

En declaraciones a ‘Laverdad.es’, esta mujer explica cómo los cuatro delincuentes marroquíes entraron en su vivienda: “Íbamos a cenar y, cuando entré en la cocina, me los encontré de golpe. Se habían metido por allí”.

“Traté de gritar para avisar a mi hija, pero me taparon la boca con la mano”, explica. “Forcejeé y traté de morderle, pero me desencajó la mandíbula”.

Pero la pesadilla de la mujer y su hija no acabó ahí, ya que los delincuentes amenazaron a su hija: “Cogieron un cuchillo de la cocina y amenazaron a mi hija. Nos pedían dinero, joyas y droga”.

El marroquí Abdelhakim E.H., pasará los próximos 12 años de su vida encerrado en la cárcel. La Audiencia de Barcelona ha condenado a este marroquí después de propinar una brutal paliza y apedrear a un hombre por el simple hecho de ser homosexual. Además, el agresor, dejó tirada a su víctima en la vía del tren y robó sus pertenencias.

La sentencia, dictada por la sección séptima de la Audiencia de Barcelona, condenó al acusado a 7,5 años por un delito de intento de homicidio y a otros 4,5 por robo con violencia, aplicándose los agravantes por motivos de odio debido a su orientación sexual porque “se le quiso dañar y humillar por ser homosexual”.

Este suceso ocurrió el 1 de octubre de 2016, cuando la víctima se estaba besando con otro hombre en la puerta de un local gay en Sitges, Barcelona.

El marroquí condenado, junto a otros marroquíes, se burlaron de la pareja. Cuando el agredido abandonó el local, se fue a la playa, donde coincidió con el agresor, que cogió una piedra de grandes dimensiones y se la tiró a la cabeza.

Con la víctima ya en el suelo, le volvieron a lanzar piedras y le propinaron una patada en la cabeza, mientras los marroquíes decían “te mataremos a pedradas como se hace en nuestro país con los maricones”.

Además, los agresores robaron a la víctima un móvil, el cargador, 60 euros y todo tipo de documentación, dejando al hombre herido en la vías del tren, sabedores de que iba a pasar un tren, por lo que la intención de estos era la de matarlo.

Afortunadamente, dos personas rescataron a la víctima, que sufrió “una hemorragia subaracnoidea de origen traumático que podría haber ocasionado la muerte de la víctima de forma instantánea”.

El marroquí agredió a un hombre por ser homosexual.

La Policía Nacional detuvo este lunes a tres mujeres, según varias fuentes, de origen marroquí, después de entrar a robar en casa de una anciana de 80 años. Dos de ellas fueron detenidas en Palma y la tercera en Manacor.

La mujer, que se encontró con las tres mujeres en el momento que estaban robando en su vivienda, no dudaron en propinarle una brutal paliza, dejándola malherida después de arrastrarla y empujarla violentamente hasta el exterior de su vivienda.

Las tres mujeres, que forman parte de un grupo delictivo estructurado, suma más de 175 detenciones e imputaciones, pero pese a ello, siguen en nuestro país sin ser encarceladas.

La agresión a la anciana ocurrió el domingo 22 de abril por la tarde, cuando las mujeres entraron a robar en la vivienda de la anciana. Ante la presencia de la propietaria, estas reaccionaron de manera violenta.

Los propios vecinos de Manacor reconocen que en los últimos meses los robos se habían acentuado por culpa de esta banda: “Estamos hartos. Las detienen y las vuelven a dejar en libertad. Parece que no quieran meterlas en la cárcel”, decía Xavier, un vecino de la localidad mallorquina.

El colocón apenas les cuesta tres euros. Son peligrosos, se sienten impunes y no parecen tener control. Pese a que pocos escapan de su actividad delictiva, las personas mayores y los grupos de adolescentes suelen ser sus víctimas predilectas. Entre su sarta de tropelías diarias destacan los robos con intimidación, la quema de contenedores y la violencia gratuita. Cargados con botes de disolvente y bolsas de plástico para inhalarlo, una veintena de menores forman la temida banda de los «niños del disolvente». El grueso del grupo, de origen magrebí, vive en las residencias de Primera Acogida de Hortaleza (Valdetorres de Jarama, 1) e Isabel Clara Eugenia (Mar Caspio, , desde donde salen cada día para desgracia de un vecindario que, harto de la delicada situación, pide con desespero una rápida solución.

Los mayores, entre los 14 y los 17 años, entran y salen del centro de Hortaleza con total libertad; mientras que los pequeños, de menos de 14, hacen lo propio del Clara Eugenia. Si las puertas están cerradas, saltan el muro de los patios sin que ningún trabajador pueda hacer nada por impedírselo. Se mueven a sus anchas por la zona, pero también en el entorno de Arturo Soria, Pinar del Rey, San Lorenzo y Villa Rosa. «No respetan nada», protestan dos mujeres frente a la puerta del parque colindante a los dos «fortines» de los adolescentes. Allí, varios de ellos esperan desafiantes el paso de los viandantes. «¿Tienes un cigarro?», reclaman a todo el que pasa, en lo que muchos afectados señalan como la antesala de gran parte de los ataques. Para colmo, hay veces que se les puede ver con cuchillos u otros objetos punzantes.

El nombre de la «banda del disolvente» está más que justificado. Pese a la advertencia del envase -«puede ser mortal en caso de ingestión y penetración en las vías respiratorias»-, los menores consumen sin reparo esta sustancia tóxica. «Ves a los que tienen como mucho 13 o 14 años con unos colocones que casi no pueden ni andar», apunta Dolores, una inquilina de los bloques más próximos al parque Alfredo Kraus, a un lado del centro comercial de Mar de Cristal. Por ese lugar, aparentemente tranquilo, raro es el día en el que no aparecen. «Hace dos tardes estábamos sentados en una de las mesitas cuando llegaron seis o siete y nos intentaron quitar lo que teníamos encima», remarcan tres jóvenes con poca pinta de dejarse amedrentar. «Nos enfrentamos a ellos y empezaron a lanzar piedras», prosiguen cansados de lidiar con la escena una y otra vez.

Lo cierto es que son numerosos los episodios violentos que esta banda juvenil ha protagonizado. Aunque los problemas vienen de lejos, en los últimos tiempos parecen haber rebrotado con fuerza. «Cada año entran chavales nuevos y desde hace meses pasan cosas casi todos los días», relata Javier Gallardo, quien desde su terraza ve a diario como se las gastan los malhechores: «La otra noche mi cuñado y yo salimos a gritarles porque iban saltando de techo en techo por los coches y nos contestaron “hijos de puta, bajad aquí si tenéis cojones”». Con una hija de once años, reconoce sentir miedo e impotencia, sobre todo, «porque a esta edad ya empieza a ir sola a clase».

Precisamente, a los once años fue asaltado el hijo de Fernando Pérez. En 2016 le rodearon junto a un amigo para arrebatarles los teléfonos móviles. «Mi hijo pudo escapar pero a su compañero si se lo quitaron. Los detuvieron y a las dos horas estaban otra vez en la calle», recuerda su padre, consciente de que el pánico entre la pandilla de su pequeño es tal que evitan salir por la zona del atraco: «Se van hacia el Palacio de Hielo porque no quieren pasar por lo mismo». A raíz de aquello, Fernando pidió permiso en la Junta del Distrito para convocar una manifestación. La marcha fue secundada por decenas de residentes, pero desde entonces la protesta se estancó.

Violencia extrema

Ahora, casi dos años después, los vecinos han estallado. La semana pasada se reunieron en la calle para hacer una recopilación de las denuncias presentadas y valorar en común los siguientes pasos a dar. «La impotencia es tal que ya no sabemos qué hacer», protesta Sandra García, agredida el pasado 8 de abril -día de su cumpleaños- por un grupo de nueve niños. «Salí con mi hermano a pasear al perro y vino uno a pedir un cigarro. Le dijimos que no teníamos y ya se acercaron los otros ocho», rememora sin saber en aquel momento lo que sufriría a continuación: «Llamamos a la Policía y salieron corriendo. Cogieron a cuatro y nos dijeron que estuviéramos tranquilos». Sin embargo, nada más retirarse los agentes, uno de ellos echó a correr hacia sus víctimas. «Agarró un palo y me tiró al suelo del golpe. Una patrulla vio la agresión y detuvo al atacante, que fue trasladado a las dependencias del Grupo de Menores de la Policía Nacional (Grume)», resume la afectada, aún a la espera de juicio.

El hecho de que sean menores de edad, algunos incluso por debajo de los 14 y por tanto inimputables, complica sobremanera la labor policial. Las personas mayores, como Pilar Contreras, de 68 años, son su blanco preferido. «Me han asaltado dos veces, la primera me arrancaron la cadena que llevo en el cuello y se fueron. Pero la segunda, además del robo, me tiraron delante de mi marido», incide presa del pánico: «¿Qué si tengo miedo? En cuanto los veo empiezo a temblar».

Tampoco los jóvenes se libran de una violencia desmedida con duras secuelas físicas y psicológicas. A Vanesa le rompieron un diente, como bien refleja en su denuncia. Salía de trabajar y apenas le quedaban 50 metros para llegar a casa. «Noté como me cogían por el cuello», describe. Le quitaron el bolso y trataron de abrir su abrigo para ver si tenía algo más de valor. «Empecé a gritar y me metieron la mano en la boca. Yo les mordí y recibí un puñetazo que me arrancó el diente de cuajo», prosigue a duras penas. Dos individuos fueron apresados: «Uno, mayor de edad, que está en la cárcel; y otro, de 17 años, que fue condenado a 24 meses en un centro de internamiento». El tercer implicado, dada su corta edad, ni siquiera pudo ser arrestado.

La quema de contenedores es otro de sus «pasatiempos», en ocasiones, con fatales consecuencias para los coches aparcados junto a los mismos. Por si fuera poco, según advierten en la barriada, los robos al descuido en determinados semáforos y la rotura de lunas también están a la orden del día.

Según el diario La Verdad, uno de ellos habría sido detenido como autor material y otro, por encubrimiento. Se les investiga por una agresión sexual continuada.

Agentes de la Guardia Civil han detenido en el municipio murciano de Torre Pacheco a dos hombres como supuestos autores de un delito de agresión sexual a una joven ocurrido el pasado viernes, ha informado hoy a EFE una portavoz de este cuerpo.

La víctima, al parecer, acudió el mismo viernes a un centro sanitario debido a las lesiones que sufrió durante la agresión ocurrida en un domicilio de Torre Pacheco.

Los presuntos autores del delito son de origen magrebí. Según el diario La Verdad, uno de ellos habría sido detenido como autor material y otro, por encubrimiento. Se les investiga por una agresión sexual continuada.

Por otra parte, el instituto armado continúa la investigación de otra agresión sexual acontecida a finales de abril en Beniaján en la que estarían implicados más de dos hombres, que ya han sido identificados, ha añadido la fuente.

La alcaldesa asegura que el individuo tiene «antecedentes» y que la Guardia Civil ya ha abierto una investigación sobre los hechos

Un súbdito británico afincado en Aguadulce ha denunciado haber sido víctima de un ataque perpetrado «con un hacha» por un sujeto que habita una vivienda del municipio sobre la que carece de título alguno, según una denuncia formulada el pasado viernes ante la Guardia Civil de Estepa y recogida por Europa Press.

Según dicha denuncia, todo habría ocurrido sobre las 18.15 horas del jueves de la semana pasada en la avenida Diamantino García de Aguadulce, donde habita este británico residente en este pequeño municipio de la Sierra Sur sevillana.

De acuerdo con el relato del denunciante, éste se encontraba con un amigo suyo, también británico e igualmente vecino del municipio, cuando una mujer que residiría en una de las viviendas de la localidad ocupadas ilegalmente se habría dirigido a este último reclamando «a gritos» que «quitara el vehículo del lugar donde lo tenía estacionado», porque ella pretendía aparcar allí su furgoneta.

Y aunque el amigo del denunciante habría optado por mover su vehículo «para evitar problemas», el segundo de ellos habría «recriminado a la mujer», bajo la premisa de que se trataba de un «espacio público» donde su compañero podía «aparcar» perfectamente su coche.

A continuación, siempre según la denuncia, habría irrumpido en la escena un varón «de raza árabe» con «una hacha cogida con las dos manos» y con la que habría atacado al denunciante.

Aunque el hachazo asestado por este hombre se dirigía en principio «a la cabeza» del británico, éste se defendió «alzando el brazo derecho», donde finalmente recibió el golpe con las consecuentes lesiones.

Tras ello, el supuesto autor de la agresión, quien también habitaría una vivienda de Aguadulce sobre la que carecería de título alguno, abandonó el lugar de los hechos, toda vez que el herido fue atendido en el hospital comarcal de Osuna, donde le fue diagnosticado un «traumatismo en antebrazo derecho con importante hematoma», según el parte médico recogido por Europa Press.

Por su parte, la alcaldesa de Aguadulce, Estrella Montaño (PSOE), ha lamentado este lunes la agresión sufrida por este súbdito británico. Al respecto, la primer edil alega que la Guardia Civil ha abierto «una investigación» sobre los hechos y que la localidad sólo contabiliza tres viviendas ocupadas ilegalmente.

Estrella Montaño ha lamentado especialmente el ataque sufrido y denunciado por un súbdito británico vecino de este municipio de la Sierra Sur, exponiendo que el presunto autor de la agresión es un individuo con «antecedentes» y que la Guardia Civil ya ha incoado una investigación sobre los hechos.

En ese sentido, mientras un vecino del entorno donde sucedieron los hechos ha manifestado a EP que los habitantes de la zona llevan «tres años» sufriendo «problemas» con las personas que ocupan ilegalmente viviendas en la localidad, cambiando de una casa vacía a otra, la alcaldesa alega que en Aguadulce sólo hay «tres casas ocupadas», todas ellas de propiedad privada.

En cualquier caso, ha defendido que en estos momentos el municipio está «tranquilo» y ha manifestado su esperanza respecto a que la Guardia Civil tome medidas contra el presunto autor de la agresión.

Y este es nuestro día a día.

Entró en una de las aulas infantiles al grito de «Ala es grande» con un bote de un supuesto veneno

Un hombre de 44 años y nacionalidad marroquí fue detenido después de entrar a un colegio de Madrid con un bote con un supuesto veneno amenazando a los niños al grito de «Alá es grande», han informado a Europa Press fuentes policiales y educativas. Los hechos ocurrieron el pasado viernes minutos después de las 9 horas en el colegio público Gonzalo Fernández de Córdoba, situado en la calle Adanero de Madrid.

Un hombre entró de repente en el centro y llegó hasta una clase de alumnos de 3 años. Llevaba un bote hablando en árabe señalando en un mal español que contenía supuesto veneno con el que quería matar a los niños «como si fueran corderos», según ha detallado hoy El Mundo.

Advertido por la profesora, el conserje interceptó al hombre, y entre personal y varios padres que acababan de dejar a los niños en el colegio, le retuvieron hasta la llegada de la Policía, que comprobó que el bote con supuesto veneno estaba vacío y no portaba ningún arma blanca ni de fuego.

El hombre fue detenido acusado de amenazas, llamamiento de morada y daños, ya que rompió una puertas. No se registraron daños personales. El centro presentó por su parte la correspondiente denuncia en comisaría. Tras los primeros interrogatorios, la Policía no descarta que el hombre sufra algún episodio o trastorno mental, han indicado fuentes policiales. Link

Zakaria Hamidi MassaOudi pasará cinco años en prisión por poner fin a una fiesta arrojando al vacío a la anfitriona, una mujer de 47 años a la que había conocido esa misma noche en un bar de La Magdalena (Zaragoza). La víctima invitó al acusado, de 21 años, y a un amigo de este a tomar la última copa en su casa. Lo que no podía imaginar es que el primero, sin encomendarse a nadie, iba a tirar de teléfono para convocar a sus colegas y montar allí un tremendo botellón. Aquello molestó a la mujer, que terminó pidiendo a Zakaria que se llevara del piso a toda aquella gente. Lejos de hacerlo, el ahora condenado se encaró con la denunciante y tras un violento forcejeo acabó empujándola por la ventana.

El acusado –que ya fue detenido en 2015 cuando aún era menor por violar a una joven en la Estación de trenes Las Delicias y prender fuego después al piso con ella dentro, provocándole quemaduras en el 30% del cuerpo– lo negó todo cuando declaró en el juicio.

Alex V.

Un joven de 23 años ha sido detenido por la Ertzaintza en la localidad vizcaína de Urduliz acusado de agredir brutalmente a una anciana, a la que propinó puñetazos en la cara y la cabeza y que tuvo que ser hospitalizada, ha informado hoy el departamento vasco de Seguridad.

El supuesto agresor, que atacó a la anciana en el portal de la vivienda de la mujer, en Urduliz, fue capturado por un agente de la Ertzaintza libre de servicio, vecino de la víctima.

La agresión se produjo sobre las seis y media de la tarde de ayer, cuando la mujer se disponía a entrar al portal de su vivienda acompañada de su perro, momento que aprovechó un individuo para acceder al inmueble tras la anciana.

La actitud del desconocido levantó las sospechas de la anciana, que, al comprobar que el individuo se disponía a acompañarla hasta el ascensor, le preguntó a qué piso iba. La contestación del individuo corroboró el temor de la mujer, ya que la vivienda a la que supuestamente se dirigía no existía.

En ese momento, el joven le propinó un fuerte empujón a la anciana y, tras arrojarla al suelo, comenzó a darle puñetazos en la cara y en la cabeza.

Los gritos de la mujer alertaron a varios vecinos, que acudieron en socorro de la víctima. Entre ellos se encontraba un agente de la Ertzaintza libre de servicio, que persiguió al agresor y tuvo que reducirlo con ayuda de otros vecinos, ya que golpeó en la cara al policía.

Una patrulla de la Policía vasca se hizo cargo del supuesto agresor, un varón magrebí de 23 años que fue detenido por un delito de lesiones. Posteriormente fue puesto a disposición judicial.

Luz Marrero

La activista alemana en favor de los inmigrantes Sophia Lösche fue hallada muerta cerca de la gasolinera de Egino, en el término municipal de Asparrena, en Álava. Su familia había denunciado su desaparición hace una semana desde que se subió a un camión con matrícula marroquí en Schkeuditz, en la zona Este de Alemania.

El objetivo de la joven era llegar a su ciudad natal, Amberg, situada a unos 260 kilómetros al Sur. Lösche utilizaba habitualmente este medio de transporte, una opción frecuente entre los jóvenes universitarios alemanes.

La Guardia Civil arrestó este martes en Jaén al conductor del vehículo, que se dirigía al estrecho de Gibraltar con la intención de tomar un ferry y desembarcar en Marruecos. El miércoles pasó a disposición del Juzgado Central de Instrucción número 6 de la Audiencia Nacional. Durante los interrogatorios, el marroquí confesó la localización del cadáver que presentaba “claros síntomas de violencia”, tal y como relatan fuentes cercanas al caso a ‘El Correo’. El camionero habría intentado quemar en cadáver para eliminar cualquier rastro.

Lösche vivía la política con pasión. Era presidenta de las juventudes del SPD (partido socialdemócrata) en Bamberg y desde el estallido de la crisis migratorio había colaborado con una ONG en la isla griega de Lesbos.

Sus familiares tardaron 24 horas en denunciar su desaparición. Tras interrogar a numerosos testigos y comprobar las cámara de seguridad, la Policía alemana apuntó al camionero. Se emitió una orden de captura internacional, pero no tuvo reparos en atravesar Francia y España sin ninguna dificultad.

La investigación, bajo secreto de sumario por orden del Juzgado de Instrucción número 3 de Vitoria, deberá determinar si cuando se detuvo cerca de la estación de Egino, Lösche todavía estaba viva. El rastro desaparece el jueves 14 pocos minutos después de subirse al camión. Link

La joven de 17 años fue manoseada y penetrada por estos dos inmigrantes ilegales

Un caso más y ya perdemos la cuenta. Los ineptos de los políticos que nos representan no paran de darles facilidades. Disfrutan de más ventajas que nosotros mismos...y así lo agradecen. ¿Quién es más animal; ellos, o nosotros por servírselo en bandeja de plata?

Una niña de 17 años de edad ha quedado marcada de por vida. El pasado viernes salió de fiesta con su prima mayor de edad por San Pedro del Pinatar, zona de La Curva, donde se encuentran varios locales. A las cuatro de la mañana, cuando regresaba a casa acompañada de su prima, supuestamente dos marroquíes la asaltaron. La manosearon y penetraron contra su voluntad. La violaron y se esfumaron.

Rápidamente se puso en marcha el proceso de investigación y la Guardia Civil ya ha detenido a uno de los 'animales' implicados. Se trata de un marroquí de 25 años que se escondía en La Unión y ya ha pasado a disposición de los juzgados de Alicante como presunto autor de un delito de abuso sexual.

¿Saldrán las bocazas de las feministas a denunciar el hecho, o se callarán porque la violación ha sido cometida por dos inmigrantes ilegales? Aquí ya sabemos cómo se juzga al hombre blanco, véase el caso de La Manada, pero los inmigrantes son palomita blanca para esta pandilla compuesta en parte por descerebradas, véase el caso de La Manada Argelina de Alicante, que violaron salvajemente a más de una menor y durante varios días y nadie se hizo eco de ello.

Naji N, de 27 años de edad es un solicitante de asilo de origen marroquí, acusado de haber abusado y violado a una mujer de 22 años de edad durante más de dos horas. “…En ese momento, ella tenía 7 meses de embarazo con gemelos. Cuando la encontraron, tenía lesiones faciales masivas, no podía hablar una frase completa, y sus palabras seguían siendo entrecortadas por su llanto histérico…

De acuerdo con los cargos, la mujer embarazada estaba en su camino de regreso a casa en el Ihme Zentrum , un centro residencial y comercial en Hanover. La policía informó que Naji la golpeó en la parte de atrás de la cabeza. Después de caer al suelo, él la arrastró a un ascensor, donde Naji golpeó a la mujer embarazada llamada Kathrin. Después de esta continua paliza, la violó en un rincón cerca del ascensor, según han informado desde medios de comunicación.

Durante las audiencias anteriores se estableció que Naji jugó una especie de juego de dominación durante la violación, acariciando su vientre embarazado. Luego le dio la vuelta y continuó violándola. Kathrin sólo logró liberarse después de dos horas.

Cubierta de sangre, sólo llevaba una camiseta, corrió a la intersección de Gartenalle y Blumenauer Straße. Allí fue encontrada por un repartidor de periódicos, que contactó con la policía. Comentando en la tribuna de testigos, un investigador de la policía comentaba que en ese momento:—Pablo Iglesias y Podemos a favor de regalar pisos a los refugiados y que trabajen sin cotizar para conseguir la nacionalidad—

“…El marroquí, es bien conocido por la policía alemana, entre otras cosas, por causar daños corporales a varias mujeres y tener múltiples identidades falsas. Hay algunas buenas noticias, sin embargo; Los gemelos sobrevivieron al ataque sobre su madre y llegaron a este mundo dos meses después, sanos…” Link

El inmigrante detenido también provocó varias peleas y arrojó piedras a numerosos coches acompañado de otros compatriotas de La Manada de Alá

Cartagena, la CARM, España les da cobijo y ellos intentan arruinarnos la vida. El pan de cada día. Destrozos, peleas e intento de violaciones de inmigrantes ilegales que ven en España el paraíso del pecado.

Un marroquí ha sido detenido presuntamente por intentar violar a dos niñas de 16 años en un autobús a la salida de un concierto en el polideportivo municipal de La Manga. Los hechos ocurrieron el sábado de madrugada. Hechos dramáticos que son un fiel reflejo de lo que pasa en nuestras calles día a día.

Alrededor de las cinco de la madrugada del pasado sábado el 112 recibió una llamada que decía que "tres marroquíes habían intentado violar a unas chicas, al tiempo que tiraban piedras contra todo aquel que se cruzaba en su camino y contra las coches aparcados en los alrededores de la urbanización Puerto Príncipe".

Rápidamente, cuatro agentes de la policía Local de San Javier acudieron a la llamada y fueron tras los inmigrantes ilegales que salieron corriendo, al tiempo que otros dos agentes se quedaban con las menores, que no paraban de llorar mientras relataban lo sucedido.

"Nos tocaron los pechos y las nalgas. Abusaron de nosotras". Las manosearon e intentaron violar, hechos que afirmó otro testigo, que también recibió numerosos golpes cuando intentó ayudar a las menores indefensas.

Uno de los supuestos agresores fue localizado en una discoteca, aunque éste no participó en el intento de violación. Por suerte, sí se detuvo al presunto culpable, que también se encontraba por los alrededores de la discoteca y que fue visto por sus víctimas, que alertaron a la policía de su presencia con numerosos gritos.

La Guardia Civil de Cabo de Palos detuvo al marroquí como supuesto autor de dos delitos de abusos contra menores, informe apoyado por varios testigos que presenciaron todo lo sucedido.

Agresiones, destrozo de coches, intento de violación a menores...Cartagena les da refugio y ellos nos recompensan a su manera. Nada más que decir. Ahora que salgan los 'listos de turno' a llamarnos fascistas. Hasta que destrocen su coche, les agredan o roben o, lo que es peor, arremetan contra sus hijas. Entonces se acabará el 'buenismo'.

Abusó de dos niñas a la salida de un concierto el sábado de madrugada

Tres jóvenes han sido detenidos la madrugada de este domingo por agentes de la Policía Local de Tudela por un presunto delito de abusos sexuales a una menor de edad en un bar de la localidad, que vive sus fiestas patronales, según ha informado la Policía Municipal.

Los hechos se produjeron hacia las 5.00 horas cuando personal de seguridad del establecimiento alertó a la Policía Local de que se estaba formando un tumulto en torno a unos jóvenes que se encontraban en el bar.

A su llegada, los agentes pudieron confirmar, gracias a las grabaciones de las cámaras de seguridad del establecimiento, que tres jóvenes habían realizado tocamientos a una chica en la cola de acceso al interior del local.

Los tres fueron detenidos en las inmediaciones del bar, aunque uno de ellos tuvo que ser interceptado a la altura de la calle Muro tras haber huido de los agentes.

El primero de los detenidos ha sido reconocido por la menor sin ningún genero de dudas. También ha reconocido a otro de los detenidos y el tercero ha sido identificado con la colaboración de testigos, según ha informado la Policía Local.

Se trata de tres personas de origen marroquí. Uno de ellos es de 19 años, el otro de 23 años y el tercero no ha facilitado sus datos a los agentes.

Al ser la joven menor de edad, la policía ha informado de los hechos a los padres, que han mostrado su intención de denunciar.

Los tres detenidos han sido trasladados a la comisaría de la Policía Foral de Tudela, donde ya han ingreado en los calabozos.