El genocidio invisible de Sudáfrica: Los granjeros blancos lanzan un SOS al mundo ante los ataques de la población negra
+6
Cybernauta
Infornauta
Leónidas
Extranauta
Última Hora
¿Sabías Que?
10 participantes
Página 1 de 2.
Página 1 de 2. • 1, 2
El genocidio invisible de Sudáfrica: Los granjeros blancos lanzan un SOS al mundo ante los ataques de la población negra
Henk van de Graaf, vicepresidente de la Unión de Agricultores de Transvaal (Sudáfrica), ha lanzado un SOS al mundo frente a los ataques planeados por motivos políticos y raciales contra los afrikáners y que cuentan con el silencio cómplice de los organismos internacionales.
Mas de tres mil granjeros eurodescendientes (conocidos como “Boer”) han sido asesinados y varios miles más han sufrido ataques raciales, según informó Graaf, quien ha pedido que se investiguen estos horrendos crímenes, como los cometidos contra un matrimonio y su hija de tres años, que fueron torturados hasta la muerte.
El partido gobernante en Sudáfrica es el ANC (Congreso Nacional Africano), cuyo líder popularizó en su juventud las consignas “matar a un Boer, matar a un granjero” o “Un Boer, una bala”.
“Cuando los campesinos llaman a la policía para denunciar algún intento de ataque, ésta se niega a acudir bajo cualquier excusa, como que no tienen combustible”, dijo.
También denunció que durante la Copa del Mundo en Sudáfrica (cuando el Gobierno sudafricano estaba preocupado por su imagen), los asesinatos se detuvieron milagrosamente, pero solo de forma temporal.
El número de población eurodescendiente se ha reducido a la mitad en lo que puede calificarse como una auténtica limpieza étnica. Las propiedades de los blancos se han reducido un 33% al serles confiscadas sus tierras para entregárselas a la población negra. En la actualidad esas tierras han dejado de ser productivas.
La ironía es que Sudáfrica tenía excedencia de producción hasta hace una década, pero la producción de alimentos empezó a decaer conforme las tierras les eran confiscadas a los blancos, y ahora es insuficiente.
Los medios de comunicación internacionales también son conniventes con este genocidio, pues se niegan a escribir sobre la verdadera historia de Sudáfrica después del Apartheid, silenciando las atrocidades cometidas contra la población blanca.
Un informe del parlamento europeo, sobre países emergentes, describe la situación en los siguientes términos: “Sudáfrica tiene un historial de transición exitosa y pacífica a la democracia y hacia un Gobierno idóneo, donde se fomenta la integración económica regional y se apoyo la reconciliación nacional…”.
El racista anti blanco de Nelson Mandela canta que hay que matar a los blancos
Su odio hacia la raza blanca a llevado al asesinato de miles de blancos en Sudáfrica en los últimos diez años. Este comunista dice cantando que hay que matar a los blanco. Link
Mas de tres mil granjeros eurodescendientes (conocidos como “Boer”) han sido asesinados y varios miles más han sufrido ataques raciales, según informó Graaf, quien ha pedido que se investiguen estos horrendos crímenes, como los cometidos contra un matrimonio y su hija de tres años, que fueron torturados hasta la muerte.
El partido gobernante en Sudáfrica es el ANC (Congreso Nacional Africano), cuyo líder popularizó en su juventud las consignas “matar a un Boer, matar a un granjero” o “Un Boer, una bala”.
“Cuando los campesinos llaman a la policía para denunciar algún intento de ataque, ésta se niega a acudir bajo cualquier excusa, como que no tienen combustible”, dijo.
También denunció que durante la Copa del Mundo en Sudáfrica (cuando el Gobierno sudafricano estaba preocupado por su imagen), los asesinatos se detuvieron milagrosamente, pero solo de forma temporal.
El número de población eurodescendiente se ha reducido a la mitad en lo que puede calificarse como una auténtica limpieza étnica. Las propiedades de los blancos se han reducido un 33% al serles confiscadas sus tierras para entregárselas a la población negra. En la actualidad esas tierras han dejado de ser productivas.
La ironía es que Sudáfrica tenía excedencia de producción hasta hace una década, pero la producción de alimentos empezó a decaer conforme las tierras les eran confiscadas a los blancos, y ahora es insuficiente.
Los medios de comunicación internacionales también son conniventes con este genocidio, pues se niegan a escribir sobre la verdadera historia de Sudáfrica después del Apartheid, silenciando las atrocidades cometidas contra la población blanca.
Un informe del parlamento europeo, sobre países emergentes, describe la situación en los siguientes términos: “Sudáfrica tiene un historial de transición exitosa y pacífica a la democracia y hacia un Gobierno idóneo, donde se fomenta la integración económica regional y se apoyo la reconciliación nacional…”.
El racista anti blanco de Nelson Mandela canta que hay que matar a los blancos
Su odio hacia la raza blanca a llevado al asesinato de miles de blancos en Sudáfrica en los últimos diez años. Este comunista dice cantando que hay que matar a los blanco. Link
¿Sabías Que?- Cybernauta VIP
- Mensajes : 1611
Popularidad : 6324
Reputación : 3557
Fecha de inscripción : 23/11/2012
Los agricultores blancos, víctimas de un genocidio deliberado en Suráfrica, según un informe de Genocide Watch
El siguiente informe es el resultado de una investigación intensiva en Sudáfrica realizada desde el 23 al 27 de julio de 2012:
La innacción deliberada del Gobierno de Sudáfrica ha debilitado las estructuras rurales de seguridad, facilitando los asesinatos de los Afrikaner agrícolas, y todo ello con el fin de aterrorizar a los agricultores blancos a desocupar sus fincas.
El Gobierno de Sudáfrica durante los últimos 18 años se ha adoptado una política de supresión deliberada del gobierno y el desarme de comandos rurales dirigidos por los propios agricultores para su defensa. La política se ha traducido en un aumento por cuatro de la tasa de homicidios de los afrikaners agricultores. Esta política tiene como objetivo el desplazamiento forzado a través del terror. Promueve los objetivos de la Nueva Revolución Comunista Sudafricana por el Partido Democrático Sudafricano (NPR), que tiene como objetivo la nacionalización de todas las tierras agrícolas privadas, las minas y la industria en el sur de África. Esto ha facilitado el desplazamiento forzoso y el genocidio gradual.
Los Afrikaner propietarios agrícolas están siendo asesinados a un ritmo cuatro veces superior a la tasa de homicidios de otros sudafricanos, inclusive por encima de los propietarios de las granjas con propietarios negros. Sus familias también están sujetos a las tasas de criminalidad muy altos, incluyendo el asesinato, la violación, la mutilación y la tortura de las víctimas. La policía sudafricana no investiga o resuelve muchos de estos asesinatos, los cuales son llevados a cabo por bandas organizadas, a menudo con armas que la policía había confiscado anteriormente. El carácter racial de las muertes está siendo ignorada por el gobierno que prohíbe denunciar a la policía asesinatos por motivos raciales. En cambio, este genocidio se niega y los asesinatos son descartados por lo que son y entran en la categoría de la delincuencia común, ignorando las frecuentes mutilaciones en los cuerpos de las víctimas, una señal segura de que se trata de crímenes de odio.
Sin embargo, los investigadores independientes han recopilados estadísticas precisas que desmuestran de manera convincente que los asesinatos entre los propietarios blancos con granjas es mucho mayor que las granjas con propietarios negros, esto se traduce que al año se producen 97 asesinatos de granjeros blancos por cada 100.000 habitantes, mientras que entre los propietarios negros es de 31 por cada 100.000 habitantes. Así que la tasa de homicidios de los granjeros blancos es una de las más altas del mundo.
La incitación al genocidio es un delito en virtud del Convenio Internacional para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio, de la que Sudáfrica es un estado miembro.
Sin embargo, el ANC, que preside el gobierno de Sudáfrica promueve el discurso del odio que incita al genocidio blanco. El presidente de la Liga Juvenil del ANC, Julius Malema, suele cantar el “Kill the Boer” (mata al granjero blanco) en sus mítines en ANC, hasta que fue declarado como un discurso de odio por un juez sudafricano, lo que hizo que Malema tuviera prohíbido cantar más esa incitación de odio hacia los blancos. Fue retirado más tarde como presidente del ANCYL, pero por otras razones. Sus seguidores siguen cantnado la canción de odio y el vicepresidente de la Liga Juvenil ha pedido la guerra contra los colonos blancos.
Después de que el juez prohibiera cantar esta canción, el Presidente de Sudáfrica, Jacob Zuma, cantó él mismo el “Shoot the Boer”. Esto ocurrió el 12 de enero de 2012, en la celebración del centenario del partido ANC. Gracias a esta nueva incitación los asesinatos a granjeros blancos aumentó cada mes hasta abril del 2012, el último mes que se confirmaron las cifras de los asesinatos.
Existe una fuerte evidencia circunstancial de apoyo del gobierno para la campaña de desplazamiento forzado y las atrocidades contra los granjeros blancos y sus familias.
Altos funcionarios del gobierno del ANC que continuamente se refieren a los blancos como “colonos” o “colonialistas de un tipo especial” están utilizando epítetos raciales en una campaña patrocinada por el estado de deshumanización de la población blanca en general. Animan a pandillas organizadas para cometer crímenes de odio contra los blancos, con el objetivo de aterrorizar a los blancos por el temor a la aniquilación.
La innacción deliberada del Gobierno de Sudáfrica ha debilitado las estructuras rurales de seguridad, facilitando los asesinatos de los Afrikaner agrícolas, y todo ello con el fin de aterrorizar a los agricultores blancos a desocupar sus fincas.
El Gobierno de Sudáfrica durante los últimos 18 años se ha adoptado una política de supresión deliberada del gobierno y el desarme de comandos rurales dirigidos por los propios agricultores para su defensa. La política se ha traducido en un aumento por cuatro de la tasa de homicidios de los afrikaners agricultores. Esta política tiene como objetivo el desplazamiento forzado a través del terror. Promueve los objetivos de la Nueva Revolución Comunista Sudafricana por el Partido Democrático Sudafricano (NPR), que tiene como objetivo la nacionalización de todas las tierras agrícolas privadas, las minas y la industria en el sur de África. Esto ha facilitado el desplazamiento forzoso y el genocidio gradual.
Los Afrikaner propietarios agrícolas están siendo asesinados a un ritmo cuatro veces superior a la tasa de homicidios de otros sudafricanos, inclusive por encima de los propietarios de las granjas con propietarios negros. Sus familias también están sujetos a las tasas de criminalidad muy altos, incluyendo el asesinato, la violación, la mutilación y la tortura de las víctimas. La policía sudafricana no investiga o resuelve muchos de estos asesinatos, los cuales son llevados a cabo por bandas organizadas, a menudo con armas que la policía había confiscado anteriormente. El carácter racial de las muertes está siendo ignorada por el gobierno que prohíbe denunciar a la policía asesinatos por motivos raciales. En cambio, este genocidio se niega y los asesinatos son descartados por lo que son y entran en la categoría de la delincuencia común, ignorando las frecuentes mutilaciones en los cuerpos de las víctimas, una señal segura de que se trata de crímenes de odio.
Sin embargo, los investigadores independientes han recopilados estadísticas precisas que desmuestran de manera convincente que los asesinatos entre los propietarios blancos con granjas es mucho mayor que las granjas con propietarios negros, esto se traduce que al año se producen 97 asesinatos de granjeros blancos por cada 100.000 habitantes, mientras que entre los propietarios negros es de 31 por cada 100.000 habitantes. Así que la tasa de homicidios de los granjeros blancos es una de las más altas del mundo.
La incitación al genocidio es un delito en virtud del Convenio Internacional para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio, de la que Sudáfrica es un estado miembro.
Sin embargo, el ANC, que preside el gobierno de Sudáfrica promueve el discurso del odio que incita al genocidio blanco. El presidente de la Liga Juvenil del ANC, Julius Malema, suele cantar el “Kill the Boer” (mata al granjero blanco) en sus mítines en ANC, hasta que fue declarado como un discurso de odio por un juez sudafricano, lo que hizo que Malema tuviera prohíbido cantar más esa incitación de odio hacia los blancos. Fue retirado más tarde como presidente del ANCYL, pero por otras razones. Sus seguidores siguen cantnado la canción de odio y el vicepresidente de la Liga Juvenil ha pedido la guerra contra los colonos blancos.
Después de que el juez prohibiera cantar esta canción, el Presidente de Sudáfrica, Jacob Zuma, cantó él mismo el “Shoot the Boer”. Esto ocurrió el 12 de enero de 2012, en la celebración del centenario del partido ANC. Gracias a esta nueva incitación los asesinatos a granjeros blancos aumentó cada mes hasta abril del 2012, el último mes que se confirmaron las cifras de los asesinatos.
Existe una fuerte evidencia circunstancial de apoyo del gobierno para la campaña de desplazamiento forzado y las atrocidades contra los granjeros blancos y sus familias.
Altos funcionarios del gobierno del ANC que continuamente se refieren a los blancos como “colonos” o “colonialistas de un tipo especial” están utilizando epítetos raciales en una campaña patrocinada por el estado de deshumanización de la población blanca en general. Animan a pandillas organizadas para cometer crímenes de odio contra los blancos, con el objetivo de aterrorizar a los blancos por el temor a la aniquilación.
¿Sabías Que?- Cybernauta VIP
- Mensajes : 1611
Popularidad : 6324
Reputación : 3557
Fecha de inscripción : 23/11/2012
¿Qué es la deshumanización?
El proceso de deshumanización tiene el efecto de adormecer y clausurar los sentimientos morales del grupo agresor. La polarización crea la mentalidad de “nosotros contra ellos” y de ese modo utilizan al pueblo indígena negro para que hagan frente al grupo colonialista blanco.
La deshumanización es la estrategia sistemática y organizada de los líderes para eliminar las restricciones inherentes naturales del ser humano, así como el asesinato, la violación, la tortura, etc.
El CNA niega sus intenciones genocidas. Pero el Partido Comunista Sudafricano está más abierto acerca de su plan para expulsar a los blancos de Sudáfrica. Gugile Nkwinti, Ministro sudafricano de Desarrollo Rural y Reforma Agraria ha declarado que todas las “luchas coloniales están alrededor de dos cosas: Restitución de las tierras y la centralidad de la población indígena”.
Nkwinti confirma que los objetivos del partido comunista es la lucha colonial contra los blancos, que no ha terminador en 1994. Él ministro afirma que los blancos no son bienvenidos al país, son solo unos colonialistas que no pueden desempeñar ningún papel en el futuro de Sudáfrica.
La Unión Agrícola Transvaal, Frente de la Libertad, Alianza Democrática, IFP, Afriforum y otras numerosas organizaciones tienen como base el que el Gobierno de Sudáfrica declare los asesinatos de los granjeros sea una prioridad para el gobierno. El Presidente del país, por el contrario, ha ignorado deliberadamente esos llamamientos a tomar estas acciones.
El ex presidente de Sudáfrica, Frederik de Klerk dijo el 25 de julio del 2012 durante la conferencia de la Fundación De Klerk Crossroads, que los líderes del ANC manipulan las sensibiliades raciales con fines políticos.
En nuestro análisis, el actual liderazgo del ANC también utiliza esta incitación al genocidio con un objetivo a largo plazo, para mantener en el poder durante mucho tiempo, gracias a sus discursos de expulsar o aniquilar a la población blanca del país.
Este informe ha explicado los motivos de la inacción deliberada de los funcionarios del gobierno de Sudáfrica para prevenir, perseguir o detener los asesinatos de los campesiones afrikaners. Los agricultores Afrikaner se interponen en el camino de la meta del Partido Comunista de Sudáfrica para poner en práctica su marxismo, leninismo y stalinismo para la nueva revolución democratica, con declaraciones y promesas de que la confiscación de todas las tierras rurales pertenecientes a granjeros blancos debe producise”. Link
La deshumanización es la estrategia sistemática y organizada de los líderes para eliminar las restricciones inherentes naturales del ser humano, así como el asesinato, la violación, la tortura, etc.
El CNA niega sus intenciones genocidas. Pero el Partido Comunista Sudafricano está más abierto acerca de su plan para expulsar a los blancos de Sudáfrica. Gugile Nkwinti, Ministro sudafricano de Desarrollo Rural y Reforma Agraria ha declarado que todas las “luchas coloniales están alrededor de dos cosas: Restitución de las tierras y la centralidad de la población indígena”.
Nkwinti confirma que los objetivos del partido comunista es la lucha colonial contra los blancos, que no ha terminador en 1994. Él ministro afirma que los blancos no son bienvenidos al país, son solo unos colonialistas que no pueden desempeñar ningún papel en el futuro de Sudáfrica.
La Unión Agrícola Transvaal, Frente de la Libertad, Alianza Democrática, IFP, Afriforum y otras numerosas organizaciones tienen como base el que el Gobierno de Sudáfrica declare los asesinatos de los granjeros sea una prioridad para el gobierno. El Presidente del país, por el contrario, ha ignorado deliberadamente esos llamamientos a tomar estas acciones.
El ex presidente de Sudáfrica, Frederik de Klerk dijo el 25 de julio del 2012 durante la conferencia de la Fundación De Klerk Crossroads, que los líderes del ANC manipulan las sensibiliades raciales con fines políticos.
En nuestro análisis, el actual liderazgo del ANC también utiliza esta incitación al genocidio con un objetivo a largo plazo, para mantener en el poder durante mucho tiempo, gracias a sus discursos de expulsar o aniquilar a la población blanca del país.
Este informe ha explicado los motivos de la inacción deliberada de los funcionarios del gobierno de Sudáfrica para prevenir, perseguir o detener los asesinatos de los campesiones afrikaners. Los agricultores Afrikaner se interponen en el camino de la meta del Partido Comunista de Sudáfrica para poner en práctica su marxismo, leninismo y stalinismo para la nueva revolución democratica, con declaraciones y promesas de que la confiscación de todas las tierras rurales pertenecientes a granjeros blancos debe producise”. Link
¿Sabías Que?- Cybernauta VIP
- Mensajes : 1611
Popularidad : 6324
Reputación : 3557
Fecha de inscripción : 23/11/2012
Los blancos de Sudáfrica se preparan para el exilio forzoso
El plan nacional de evacuación por el posible genocidio fue redactado hace casi una década. Desde que Mandela fue elegido primer presidente negro de Sudáfrica en 1994, los afrikaners dicen que más de 3.000 granjeros blancos han sido asesinados en venganza por el apartheid.
Los Afrikaners afirman que el gobierno no ha mostrado mucho deseo ni interés en investigar las muertes. Ahora, con Mandela con 95 años, entrando y saliendo del hospital, los afrikaners y sus partidarios se están preparando para lo peor después de su muerte.
"Hemos estado planeando desde hace ocho años", afirma el jefe de planificación de emergencia Coenie Maree, portavoz de los Suilanders, grupo en defensa de la minoría blanca. "Comenzó simple, la idea era darle a la gente una opción. Hemos dividido el país en 27 provincias y los dividimos a su vez en grupos. Cada grupo tiene su propio plan". Hay alrededor de tres millones de afrikaners en Sudáfrica, que son descendientes de europeos, principalmente del norte que llegó al país hace tres o cuatro siglos.
El año pasado, el presidente sudafricano Jacob Zuma cantó una canción que hace referencia a la venganza contra los blancos en un público. Gustav Muller, líder del movimiento Suidlanders, ha ayudado a establecer un protocolo en todo el país, con más de un centenar de zonas seguras. Cuando se de la alerta, la gente de todo el país recibirán una notificación por SMS, e irán a un punto de encuentro preestablecido desde donde viajarán en convoy a las zonas seguras. Fuente
Los Afrikaners afirman que el gobierno no ha mostrado mucho deseo ni interés en investigar las muertes. Ahora, con Mandela con 95 años, entrando y saliendo del hospital, los afrikaners y sus partidarios se están preparando para lo peor después de su muerte.
"Hemos estado planeando desde hace ocho años", afirma el jefe de planificación de emergencia Coenie Maree, portavoz de los Suilanders, grupo en defensa de la minoría blanca. "Comenzó simple, la idea era darle a la gente una opción. Hemos dividido el país en 27 provincias y los dividimos a su vez en grupos. Cada grupo tiene su propio plan". Hay alrededor de tres millones de afrikaners en Sudáfrica, que son descendientes de europeos, principalmente del norte que llegó al país hace tres o cuatro siglos.
El año pasado, el presidente sudafricano Jacob Zuma cantó una canción que hace referencia a la venganza contra los blancos en un público. Gustav Muller, líder del movimiento Suidlanders, ha ayudado a establecer un protocolo en todo el país, con más de un centenar de zonas seguras. Cuando se de la alerta, la gente de todo el país recibirán una notificación por SMS, e irán a un punto de encuentro preestablecido desde donde viajarán en convoy a las zonas seguras. Fuente
Última Hora- Cybernauta VIP
- Mensajes : 920
Popularidad : 1488
Reputación : 134
Fecha de inscripción : 29/11/2012
Brutal lapidación de un somalí en Sudáfrica
Según algunos medios, “una mujer blanca ha sido violada y lapidada salvajemente en Suráfrica por una multitud de negros”; sin embargo, observando con cierto detenimiento el vídeo se detectan en la persona de la víctima unos atributos incompatibles con la condición femenina.
Y es que en realidad, quien yace agonizando en el asfalto es un somalí sobre el que chicos y grandes, con gran entusiasmo, arrojan repetidamente piedras, un bloque de cemento y asestan contundentes patadas. Nadie asiste al desgraciado; todos los presentes al acto vociferan jubilosos y aplauden cada golpe descargado en el cuerpo del hombre. Pero es su cultura y nosotros, etnocentristas sin alma, no estamos en condiciones de “entender la diversidad”. VÍDEO.
Y es que en realidad, quien yace agonizando en el asfalto es un somalí sobre el que chicos y grandes, con gran entusiasmo, arrojan repetidamente piedras, un bloque de cemento y asestan contundentes patadas. Nadie asiste al desgraciado; todos los presentes al acto vociferan jubilosos y aplauden cada golpe descargado en el cuerpo del hombre. Pero es su cultura y nosotros, etnocentristas sin alma, no estamos en condiciones de “entender la diversidad”. VÍDEO.
Extranauta- Cybernauta VIP
- Mensajes : 1115
Popularidad : 1944
Reputación : 265
Fecha de inscripción : 25/11/2012
Nelson Mandela: La otra cara del mito
En España, fechorías como la de la “memoria histórica” jamás hubieran sido posibles sin la manipulación de masas que ha supuesto el cine español en los últimos años. Eso sucede también a nivel internacional y un buen ejemplo de ello es la película Invictus, que da una imagen completamente distorsionada de uno de los iconos de la progresía -y también de los liberales- de todo el mundo: Nelson Mandela. La película supone un serio intento de consolidar al antiguo líder del Congreso Nacional Africano (CNA) como un ídolo moderno.
Clint Eastwood relata en Invictus el triunfo del equipo sudafricano de rugby liderado por François Pienaar en la Copa del Mundo de rugby. El triunfo queda asociado a la figura de Nelson Mandela, que da a los miembros del equipo los uniformes verdes y amarillos, símbolo de la “Nueva Sudáfrica” post-apartheid. El hábil gesto de Mandela le ganó el apoyo de muchos sudafricanos blancos y consiguió que buena parte de la población le identificara con los colores nacionales. Sin embargo esto no es todo, ya que tan solo se trataba de un mero gesto en el océano de la violencia marxista que asolaba la Sudáfrica de entonces.
La película edifica toda su estrategia de manipulación sobre los estereotipos raciales políticamente correctos de los blancos fanáticos y crueles y los negros oprimidos y bondadosos. Se trata de un estereotipo ya recurrente en el cine y en los medios en general, muy empleado en la guerra de propaganda que ciertas fuerzas -especialmente interesadas en la progresión del Nuevo Orden Mundial- emplean contra Occidente. En estas coordenadas, pronto resulta evidente que detrás de Invictus, una película magistralmente llevada y de enorme belleza cinematográfica, hay una clara intencionalidad política.
Primero, lo más sorprendente es la manera en que el triunfo se vincula a la figura de Nelson Mandela, por entonces solo un astuto político más al servicio del imperialismo soviético. Su estrategia de apoyo al equipo de rugby, en contra de las intenciones de su propio partido, constituyó un movimiento genial que, si bien aparece en la película, ignora deliberadamente el contexto complejísimo de la Sudáfrica de entonces. Eastwood no puede -no puede honestamente- separar la figura de Mandela de los treinta años de terrorismo y violencia por parte su CNA. En este sentido, la película recurre a reiterados flashbacks del encarcelamiento de Mandela en la isla de Robben, un lugar donde, según la película, parece que Mandela fue a parar por oponerse al apartheid. De manera subrepticia, se oculta que otros personajes de la Sudáfrica de entonces, como el obispo Desmond Tutu, se opusieron igualmente al apartheid sin ser jamás encarcelados. Entonces, ¿por qué fue encarcelado Mandela? El hecho es que Madela no recibió siquiera el apoyo de Amnistía Internacional ya que, pese a cometer numerosos crímenes violentos, habia tenido un juicio justo y había sido razonablemente sentenciado.
Mandela era el dirigente del brazo armado del CNA y del Partido Comunista de Sudáfrica, el célebre “Umkhonto we Sizwe”. Fue hallado culpable de 156 actos de violencia pública que incluían oleadas de atentados con bomba, muchos de ellos en lugares públicos, como el atentado de la estación de ferrocarril de Johannesburgo. Pese a que el presidente Botha ofreció a Mandela la libertad en varias ocasiones si renunciaba a la violencia, su ofrecimiento siempre fue rechazado. La película transmite la idea de que los negros tienen todo que perdonar a los blancos y que este es el fin de la historia. No se dice una palabra de las décadas de violencia espantosa del CNA no solo hacia los blancos sino hacia otros negros que no pertenecían al CNA. La Sudáfrica del apartheid, pese a todos sus defectos, atraía a dos millones de trabajadores de las naciones vecinas, muchas en poder de regímenes marxistas, fracasados y sanguinarios. La película silencia las bombas en los grandes almacenes o incluso en instalaciones nucleares, la supresión de críticos y opositores o el terrible necklacing -la especialidad de las guerrillas de CNA- en el que la gente, con frecuencia otros negros, eran quemados vivos con un neumático en torno al cuello incendiado con gasolina. Por entonces, los terroristas de Mandela asesinaron y torturaron a miles de campesinos blancos para, más tarde, reintegrarse en el Ejército Sudafricano actual, sin que ninguna plañidera internacional haya pedido un “ajuste de cuentas” como se hace con Chile o Argentina. Por muchísimo menos de lo que Mandela hizo en su día, Hamas o Hizbolah son tildadas de “terroristas” en todo el mundo occidental.
Tampoco habla la película del apoyo de Mandela y su partido a regímenes así mismo sanguinarios como el régimen castrista, el de Robert Mugabe o el régimen chino. Aunque Invictus liga la victoria del equipo de rugby a la figura de Mandela, no hace igual, como correspondería en justicia, con el crimen galopante y la ruina de la economía. En la película, solo durante un momento Mandela mira los titulares de un periódico en el que se habla de crimen y ruina económica. Esto no hace justicia en absoluto a la situación real: de hecho, durante los 46 años de gobierno del Partido Nacional, 18.000 personas murieron en tumultos, atentados o en calidad de víctimas de la policía o el ejército. La cifra contrasta con las 20.000-25.000 personas que mueren todos los años en la actual Sudáfrica, en tiempo de paz, convertida en uno de los países más violentos del mundo. Además, la Sudáfrica del apartheid, abominada por todos, se hallaba entonces en una situación económica que hoy debería de envidiar: pese a estar entonces acosada por el bloque soviético en un amplio frente subversivo y por las sanciones de los EEUU y sus aliados, pese a sostener una guerra instigada desde Cuba en su frontera, el Rand era mucho más fuerte de lo que es hoy. La Sudáfrica de Nelson Mandela, sin ninguno de esos problemas, es ya un gigantesco fiasco económico y ha dejado de sacar las castañas del fuego a los países circundantes que, dicho sea de paso, cuentan con todas las bendiciones de la comunidad internacional de naciones “democráticas”.
Por último, queda por señalar el giro copernicano impuesto por el gobierno de Mandela en lo moral. De hecho, precisamente él y sus camaradas del CNA son quienes legalizaron en Sudáfrica cuestiones como el aborto -legal desde el 1 de febrero de 1997-, la pornografía y el juego. Nada de esto sale en la película, por supuesto. Como tampoco sale -ha sido completamente distorsionado- la importancia que para los componentes de aquél equipo de rugby tenía su fe cristiana. Sorprendentemente, y pese a que la película indica justo lo contrario, es un hecho constatable que aquél histórico equipo oraba tras cada victoria en el terreno de juego. El propio líder del equipo, François Pienaar, declaró en una entrevista a la BBC en 1995 tras la victoria que, cuando sonó el silbato que indicaba el final del encuentro “me puse de rodillas. Soy cristiano y quería decir una rápida plegaria por hallarme en aquél acontecimiento maravilloso y no solo por ganar. De repente, todo el equipo estaba en torno mío; fue un momento especial”.
Toda este simplismo a la hora de tratar una situación incomprensible sin conocer el contexto africano de entonces, la guerra fría y el papel del CNA en la subversión de todo el Sur de África, solo puede entenderse como un acto de pura propaganda, encaminada a fabricar un falso héroe a la medida de los intereses de la mundialización. Link
Hemeroteca: atentado contra civiles, asesinato de NIÑOS por parte del grupo terrorista del cual formó parte Mandela:
Mueren siete blancos en Suráfrica al estallar una bomba en un centro comercial cerca de Durban
Es tan tan tan tan querido, que en el periódico The Telegraph han cerrado y censurado los comentarios en las noticias de Mandela. Desde que existe Internet, no es tan fácil engañar al pueblo como antes. Ahora la gente se informa y sabe quien es un terrorista y quien es un hombre admirable.
http://blogs.telegraph.co.uk/news/timstanley/100220825/nelson-mandela-was-a-secular-saint-for-the-whole-world/
http://blogs.telegraph.co.uk/news/danhodges/100223191/nelson-mandela-fought-the-last-great-crusade-of-modern-civilisation/
http://blogs.telegraph.co.uk/news/tomchiversscience/100249422/nelson-mandela-showed-a-divided-country-how-to-forgive/
http://blogs.telegraph.co.uk/news/telegram/100249450/nelson-mandela-saying-farewell-to-south-africas-liberator/
Mandela canta una canción sobre matar a los blancos
Mandela: como convertir a un terrorista en héroe.
http://elsilenciodelaverdad.wordpress.com/2012/07/18/mandela-como-convertir-a-un-terrorista-en-heroe/
Disputas y escándalos en la familia de Nelson Mandela, epicentro de un tsunami de corrupción
Clint Eastwood relata en Invictus el triunfo del equipo sudafricano de rugby liderado por François Pienaar en la Copa del Mundo de rugby. El triunfo queda asociado a la figura de Nelson Mandela, que da a los miembros del equipo los uniformes verdes y amarillos, símbolo de la “Nueva Sudáfrica” post-apartheid. El hábil gesto de Mandela le ganó el apoyo de muchos sudafricanos blancos y consiguió que buena parte de la población le identificara con los colores nacionales. Sin embargo esto no es todo, ya que tan solo se trataba de un mero gesto en el océano de la violencia marxista que asolaba la Sudáfrica de entonces.
La película edifica toda su estrategia de manipulación sobre los estereotipos raciales políticamente correctos de los blancos fanáticos y crueles y los negros oprimidos y bondadosos. Se trata de un estereotipo ya recurrente en el cine y en los medios en general, muy empleado en la guerra de propaganda que ciertas fuerzas -especialmente interesadas en la progresión del Nuevo Orden Mundial- emplean contra Occidente. En estas coordenadas, pronto resulta evidente que detrás de Invictus, una película magistralmente llevada y de enorme belleza cinematográfica, hay una clara intencionalidad política.
Primero, lo más sorprendente es la manera en que el triunfo se vincula a la figura de Nelson Mandela, por entonces solo un astuto político más al servicio del imperialismo soviético. Su estrategia de apoyo al equipo de rugby, en contra de las intenciones de su propio partido, constituyó un movimiento genial que, si bien aparece en la película, ignora deliberadamente el contexto complejísimo de la Sudáfrica de entonces. Eastwood no puede -no puede honestamente- separar la figura de Mandela de los treinta años de terrorismo y violencia por parte su CNA. En este sentido, la película recurre a reiterados flashbacks del encarcelamiento de Mandela en la isla de Robben, un lugar donde, según la película, parece que Mandela fue a parar por oponerse al apartheid. De manera subrepticia, se oculta que otros personajes de la Sudáfrica de entonces, como el obispo Desmond Tutu, se opusieron igualmente al apartheid sin ser jamás encarcelados. Entonces, ¿por qué fue encarcelado Mandela? El hecho es que Madela no recibió siquiera el apoyo de Amnistía Internacional ya que, pese a cometer numerosos crímenes violentos, habia tenido un juicio justo y había sido razonablemente sentenciado.
Mandela era el dirigente del brazo armado del CNA y del Partido Comunista de Sudáfrica, el célebre “Umkhonto we Sizwe”. Fue hallado culpable de 156 actos de violencia pública que incluían oleadas de atentados con bomba, muchos de ellos en lugares públicos, como el atentado de la estación de ferrocarril de Johannesburgo. Pese a que el presidente Botha ofreció a Mandela la libertad en varias ocasiones si renunciaba a la violencia, su ofrecimiento siempre fue rechazado. La película transmite la idea de que los negros tienen todo que perdonar a los blancos y que este es el fin de la historia. No se dice una palabra de las décadas de violencia espantosa del CNA no solo hacia los blancos sino hacia otros negros que no pertenecían al CNA. La Sudáfrica del apartheid, pese a todos sus defectos, atraía a dos millones de trabajadores de las naciones vecinas, muchas en poder de regímenes marxistas, fracasados y sanguinarios. La película silencia las bombas en los grandes almacenes o incluso en instalaciones nucleares, la supresión de críticos y opositores o el terrible necklacing -la especialidad de las guerrillas de CNA- en el que la gente, con frecuencia otros negros, eran quemados vivos con un neumático en torno al cuello incendiado con gasolina. Por entonces, los terroristas de Mandela asesinaron y torturaron a miles de campesinos blancos para, más tarde, reintegrarse en el Ejército Sudafricano actual, sin que ninguna plañidera internacional haya pedido un “ajuste de cuentas” como se hace con Chile o Argentina. Por muchísimo menos de lo que Mandela hizo en su día, Hamas o Hizbolah son tildadas de “terroristas” en todo el mundo occidental.
Tampoco habla la película del apoyo de Mandela y su partido a regímenes así mismo sanguinarios como el régimen castrista, el de Robert Mugabe o el régimen chino. Aunque Invictus liga la victoria del equipo de rugby a la figura de Mandela, no hace igual, como correspondería en justicia, con el crimen galopante y la ruina de la economía. En la película, solo durante un momento Mandela mira los titulares de un periódico en el que se habla de crimen y ruina económica. Esto no hace justicia en absoluto a la situación real: de hecho, durante los 46 años de gobierno del Partido Nacional, 18.000 personas murieron en tumultos, atentados o en calidad de víctimas de la policía o el ejército. La cifra contrasta con las 20.000-25.000 personas que mueren todos los años en la actual Sudáfrica, en tiempo de paz, convertida en uno de los países más violentos del mundo. Además, la Sudáfrica del apartheid, abominada por todos, se hallaba entonces en una situación económica que hoy debería de envidiar: pese a estar entonces acosada por el bloque soviético en un amplio frente subversivo y por las sanciones de los EEUU y sus aliados, pese a sostener una guerra instigada desde Cuba en su frontera, el Rand era mucho más fuerte de lo que es hoy. La Sudáfrica de Nelson Mandela, sin ninguno de esos problemas, es ya un gigantesco fiasco económico y ha dejado de sacar las castañas del fuego a los países circundantes que, dicho sea de paso, cuentan con todas las bendiciones de la comunidad internacional de naciones “democráticas”.
Por último, queda por señalar el giro copernicano impuesto por el gobierno de Mandela en lo moral. De hecho, precisamente él y sus camaradas del CNA son quienes legalizaron en Sudáfrica cuestiones como el aborto -legal desde el 1 de febrero de 1997-, la pornografía y el juego. Nada de esto sale en la película, por supuesto. Como tampoco sale -ha sido completamente distorsionado- la importancia que para los componentes de aquél equipo de rugby tenía su fe cristiana. Sorprendentemente, y pese a que la película indica justo lo contrario, es un hecho constatable que aquél histórico equipo oraba tras cada victoria en el terreno de juego. El propio líder del equipo, François Pienaar, declaró en una entrevista a la BBC en 1995 tras la victoria que, cuando sonó el silbato que indicaba el final del encuentro “me puse de rodillas. Soy cristiano y quería decir una rápida plegaria por hallarme en aquél acontecimiento maravilloso y no solo por ganar. De repente, todo el equipo estaba en torno mío; fue un momento especial”.
Toda este simplismo a la hora de tratar una situación incomprensible sin conocer el contexto africano de entonces, la guerra fría y el papel del CNA en la subversión de todo el Sur de África, solo puede entenderse como un acto de pura propaganda, encaminada a fabricar un falso héroe a la medida de los intereses de la mundialización. Link
Hemeroteca: atentado contra civiles, asesinato de NIÑOS por parte del grupo terrorista del cual formó parte Mandela:
Mueren siete blancos en Suráfrica al estallar una bomba en un centro comercial cerca de Durban
Es tan tan tan tan querido, que en el periódico The Telegraph han cerrado y censurado los comentarios en las noticias de Mandela. Desde que existe Internet, no es tan fácil engañar al pueblo como antes. Ahora la gente se informa y sabe quien es un terrorista y quien es un hombre admirable.
http://blogs.telegraph.co.uk/news/timstanley/100220825/nelson-mandela-was-a-secular-saint-for-the-whole-world/
http://blogs.telegraph.co.uk/news/danhodges/100223191/nelson-mandela-fought-the-last-great-crusade-of-modern-civilisation/
http://blogs.telegraph.co.uk/news/tomchiversscience/100249422/nelson-mandela-showed-a-divided-country-how-to-forgive/
http://blogs.telegraph.co.uk/news/telegram/100249450/nelson-mandela-saying-farewell-to-south-africas-liberator/
Mandela canta una canción sobre matar a los blancos
Mandela: como convertir a un terrorista en héroe.
http://elsilenciodelaverdad.wordpress.com/2012/07/18/mandela-como-convertir-a-un-terrorista-en-heroe/
Disputas y escándalos en la familia de Nelson Mandela, epicentro de un tsunami de corrupción
Extranauta- Cybernauta VIP
- Mensajes : 1115
Popularidad : 1944
Reputación : 265
Fecha de inscripción : 25/11/2012
El genocidio de los sudafricanos de raza blanca llega al Tribunal de La Haya: Asesinados más de 4000 agricultores desde 1994
La escalada diaria de asesinatos en los alrededores de Sudáfrica ha impresionado a grupos internacionales que buscan una solución para esta crisis.
El término genocidio es la eliminación deliberada de grandes grupos de personas de una determinada raza o grupo étnico. Los blancos del país son víctimas de asesinatos raciales en espiral fuera de control. Los asesinatos, a menudo brutales, tienen como víctimas a inocentes, ancianos, y jóvenes. Su afirmación de genocidio, incluye los asesinatos de campesinos, hombres mujeres y niños que han sido torturados, violados, y luego asesinados. Se estima que desde 1994, más de 70.000 blancos han sido asesinados de forma cruel. La tasa de homicidios es cuatro veces mayor que la de la población general.
Una plataforma contra el Genocidio Blanco en Sudáfrica, un grupo con sede en Estados Unidos, con la intención de buscar la atención mundial en la minoría blanca, ha presentado una reclamación ante el Tribunal Penal Internacional en La Haya contra el genocidio de los blancos. El grupo ha recibido un acuse de recibo de la queja y ahora espera nuevas medidas.
Las estadísticas actuales son desconocidas porque la policía sudafricana no informa de la mayoría de los asesinatos y no hacen una distinción entre las víctimas blancas y negras en los registros de criminalidad. Se estima que 50 asesinatos se cometen a diario en el país. Desde el año 1994 se estima que alrededor de 350.000 asesinatos se han registrado, aunque esta cifra puede incluir otras razas.
El asesinato de los agricultores es el factor más destacado en la reclamación genocidio blanco por el grupo internacional. Más de 4.000 agricultores han sido asesinados desde 1994, sin incluir el número de víctimas que sobrevivieron el trauma, violación y asalto. Este es un porcentaje alarmante teniendo en cuenta el 10 por ciento de los campesinos han sido asesinados en los últimos 20 años. Link
> La ola xenófoba obliga a cientos de extranjeros a huir de Sudáfrica
> Así queman vivos los sudafricanos a los inmigrantes de su misma raza
El término genocidio es la eliminación deliberada de grandes grupos de personas de una determinada raza o grupo étnico. Los blancos del país son víctimas de asesinatos raciales en espiral fuera de control. Los asesinatos, a menudo brutales, tienen como víctimas a inocentes, ancianos, y jóvenes. Su afirmación de genocidio, incluye los asesinatos de campesinos, hombres mujeres y niños que han sido torturados, violados, y luego asesinados. Se estima que desde 1994, más de 70.000 blancos han sido asesinados de forma cruel. La tasa de homicidios es cuatro veces mayor que la de la población general.
Una plataforma contra el Genocidio Blanco en Sudáfrica, un grupo con sede en Estados Unidos, con la intención de buscar la atención mundial en la minoría blanca, ha presentado una reclamación ante el Tribunal Penal Internacional en La Haya contra el genocidio de los blancos. El grupo ha recibido un acuse de recibo de la queja y ahora espera nuevas medidas.
Las estadísticas actuales son desconocidas porque la policía sudafricana no informa de la mayoría de los asesinatos y no hacen una distinción entre las víctimas blancas y negras en los registros de criminalidad. Se estima que 50 asesinatos se cometen a diario en el país. Desde el año 1994 se estima que alrededor de 350.000 asesinatos se han registrado, aunque esta cifra puede incluir otras razas.
El asesinato de los agricultores es el factor más destacado en la reclamación genocidio blanco por el grupo internacional. Más de 4.000 agricultores han sido asesinados desde 1994, sin incluir el número de víctimas que sobrevivieron el trauma, violación y asalto. Este es un porcentaje alarmante teniendo en cuenta el 10 por ciento de los campesinos han sido asesinados en los últimos 20 años. Link
> La ola xenófoba obliga a cientos de extranjeros a huir de Sudáfrica
> Así queman vivos los sudafricanos a los inmigrantes de su misma raza
Última Hora- Cybernauta VIP
- Mensajes : 920
Popularidad : 1488
Reputación : 134
Fecha de inscripción : 29/11/2012
Brutales ataques contra la comunidad blanca en Sudáfrica.
Una vez más las redes sociales han hecho posible que la violencia que sufre la comunidad blanca en Sudáfrica llegue a nuestras pantallas, esta vez los agredidos fueron una mujer y su hijo que fueron atracados de forma brutal por dos hombres de raza negra.
Una mujer y su hijo de raza blanca residentes en Zimbabue, estaban en Polokwane (irónicamente, significa lugar seguro en la lengua sesotho sa leboa), ciudad sudafricana. La madrugada del jueves pasado cuando dos hombres -uno de ellos, con machete- les atacaron, todo quedó grabado por las cámaras de una gasolinera.
El vídeo se ha hecho viral en Facebook y lo han publicado varios periódicos. El ataque se produjo a las pocas horas de llegar a Sudáfrica, país al que habían viajado con la intención de quedarse. La madre de la mujer y abuela del joven era originaria de ese país. Como se aprecia en el vídeo, los trabajadores de la gasolinera salen corriendo cuando comienza la agresión.
Según palabras del hijo, “no teníamos más dinero, así que pensé que tenía que hacer todo lo posible para que no se lo llevaran si no quería tener que volver a Zimbabue a pie con mi madre”.
‘EL RACISMO INVERSO’ DE SUDÁFRICA.
Con tres homicidios cometidos la semana pasada, el número de granjeros blancos asesinados en Sudáfrica desde el fin del Apartheid, superó las 3.000 personas. Ellos son ahora las víctimas de los ‘vengadores’ por las décadas de opresión y segregación racial en el país.
Los casos del ‘racismo inverso’ no son raros en los países africanos. En el estado vecino Zimbabue, en 2000 inició una política de intimidación, tras la que más de 4.000 granjeros blancos fueron forzados a abandonar su tierra, y por la que resultaron muertas unas 20 personas. La situación en Sudáfrica es mucho más peligrosa.
Por si fuera poco esta semana, el Presidente de Sudáfrica, el socialista Jacob Zuma que gobierna junto a los comunistas ha pedido al parlamento una nueva ley que le permita expropiar las tierras a los blancos (que recordemos llevan allí al menos dos siglos) sin ningún tipo de indemnización. Nuevamente la comunidad internacional y los medios callan ante un caso de racismo tan flagrante como este.
LOS BLANCOS SE VAN DE SURÁFRICA.
Un millón han dejado el país en la última década debido a la alta criminalidad y a la política de discriminación positiva.
Lo han bautizado como el Great Trek (la Gran Expedición) al revés. El fenómeno inverso a la incursión entre 1830 y 1840 de centenares de granjeros blancos, la mayoría descendientes de holandeses, en las regiones interiores de Suráfrica en busca de nuevas tierras donde asentarse y forjar un futuro para sus familias.
SESENTA BLANCOS ASESINADOS EN SUDÁFRICA EN SOLO DOS MESES.
Al menos 60 blancos fueron asesinados por negros entre junio y julio de 2013 en Sudáfrica. El mapa de FarmitrackerCom para junio y julio de 2013 reflejan que al menos 60 blancos fueron asesinados en julio y junio de 2013; y que el mayor número de ataques violentos contra los blancos (todo por autores negros desconocidos) tuvo lugar en Pretoria (89), seguida de Johannesburgo (29), Durban (20), Bloemfontein (12), Ciudad del Cabo (7), el Cabo Norte (7), East London (6), Port Elizabeth (3); Grahamstown (2), registrado en junio y julio 2013. link
Una mujer y su hijo de raza blanca residentes en Zimbabue, estaban en Polokwane (irónicamente, significa lugar seguro en la lengua sesotho sa leboa), ciudad sudafricana. La madrugada del jueves pasado cuando dos hombres -uno de ellos, con machete- les atacaron, todo quedó grabado por las cámaras de una gasolinera.
El vídeo se ha hecho viral en Facebook y lo han publicado varios periódicos. El ataque se produjo a las pocas horas de llegar a Sudáfrica, país al que habían viajado con la intención de quedarse. La madre de la mujer y abuela del joven era originaria de ese país. Como se aprecia en el vídeo, los trabajadores de la gasolinera salen corriendo cuando comienza la agresión.
Según palabras del hijo, “no teníamos más dinero, así que pensé que tenía que hacer todo lo posible para que no se lo llevaran si no quería tener que volver a Zimbabue a pie con mi madre”.
‘EL RACISMO INVERSO’ DE SUDÁFRICA.
Con tres homicidios cometidos la semana pasada, el número de granjeros blancos asesinados en Sudáfrica desde el fin del Apartheid, superó las 3.000 personas. Ellos son ahora las víctimas de los ‘vengadores’ por las décadas de opresión y segregación racial en el país.
Los casos del ‘racismo inverso’ no son raros en los países africanos. En el estado vecino Zimbabue, en 2000 inició una política de intimidación, tras la que más de 4.000 granjeros blancos fueron forzados a abandonar su tierra, y por la que resultaron muertas unas 20 personas. La situación en Sudáfrica es mucho más peligrosa.
Por si fuera poco esta semana, el Presidente de Sudáfrica, el socialista Jacob Zuma que gobierna junto a los comunistas ha pedido al parlamento una nueva ley que le permita expropiar las tierras a los blancos (que recordemos llevan allí al menos dos siglos) sin ningún tipo de indemnización. Nuevamente la comunidad internacional y los medios callan ante un caso de racismo tan flagrante como este.
LOS BLANCOS SE VAN DE SURÁFRICA.
Un millón han dejado el país en la última década debido a la alta criminalidad y a la política de discriminación positiva.
Lo han bautizado como el Great Trek (la Gran Expedición) al revés. El fenómeno inverso a la incursión entre 1830 y 1840 de centenares de granjeros blancos, la mayoría descendientes de holandeses, en las regiones interiores de Suráfrica en busca de nuevas tierras donde asentarse y forjar un futuro para sus familias.
SESENTA BLANCOS ASESINADOS EN SUDÁFRICA EN SOLO DOS MESES.
Al menos 60 blancos fueron asesinados por negros entre junio y julio de 2013 en Sudáfrica. El mapa de FarmitrackerCom para junio y julio de 2013 reflejan que al menos 60 blancos fueron asesinados en julio y junio de 2013; y que el mayor número de ataques violentos contra los blancos (todo por autores negros desconocidos) tuvo lugar en Pretoria (89), seguida de Johannesburgo (29), Durban (20), Bloemfontein (12), Ciudad del Cabo (7), el Cabo Norte (7), East London (6), Port Elizabeth (3); Grahamstown (2), registrado en junio y julio 2013. link
¿Sabías Que?- Cybernauta VIP
- Mensajes : 1611
Popularidad : 6324
Reputación : 3557
Fecha de inscripción : 23/11/2012
Muchos fueron enterrados vivos: Torturados y asesinados en Sudáfrica cientos de granjeros de raza blanca ante el silencio de los antirracistas
“Propagando en las consciencias de las razas oscuras que durante siglos han sido oprimidas por los blancos, podemos amoldarlos al programa del Partido Comunista. Mientras arengamos la minoría negra contra los blancos, inculcaremos en los blancos el sentimiento de culpa por la esclavitud de los negros. Ayudaremos a los negros a alcanzar la prominencia en las profesiones y en el mundo de los deportes y el entretenimiento… con este prestigio, los negros podrán casarse con los blancos y comenzar un proceso que entregará América a nuestra causa”. – Israel Cohen, A Racial for the Twentieth Century, 1912.
El mes pasado, la mujer británica Susan Howarth y su esposo Robert Lynn fueron despertados a las 2 de la madrugada por tres hombres que entraron por una ventana de su remota granja en Dullstroom, una pequeña ciudad en el noreste de Sudáfrica, a unos 240 km de la capital más cercana.
La pareja, que había vivido en la zona durante 20 años, fue atada, apuñalada y torturada con un soplete durante varias horas. Los atacantes, de raza negra, introdujeron una bolsa de plástico en la garganta de Susan Howarth, e intentaron estrangular a su marido con otra bolsa alrededor de su cuello.
La pareja fue introducida en su propio camión, todavía en pijama, y conducida a una cuneta de la carretera, donde recibieron varios disparos. La mujer, de 64 años y ex ejecutiva de una compañía farmacéutica, recibió dos disparos en la cabeza. Su marido, de 66 años, recibió un tiro en el cuello.
Milagrosamente, Robert Lynn sobrevivió, y pudo salvar su vida gracias a los ocupantes de un vehículo que pasó por el lugar de los hechos. Su esposa, completamente desfigurada tras las torturas de las que fue objeto, sufría múltiples fracturas y “horribles” quemaduras en sus pechos.
“Susan fue descubierta entre algunos árboles, tumbada en una zanja”, ha escrito Jana Boshoff, periodista del periódico local Middelburg Observer. “Lograron encontrarla gracias a los gemidos de dolor que lanzaba y a las marcas dejadas por la furgoneta”.
“Su cabeza estaba cubierta con una toalla. Tenía los ojos hinchados. Estaba vestida parcialmente con los restos de su camisa. Sus pechos y la parte superior del cuerpo estaban ensangrentados. Costó trabajo liberarla de la bolsa de plástico, fuertemente apretada a su garganta. Tenía la mandíbula rota”, continúa el relato de la periodista.
“Cómo se las arregló para respirar con la bolsa en su garganta sigue siendo un misterio. Uno de sus rescatistas declaró que la mujer era incapaz de expresarse salvo a través de sus horribles gemidos”, añadió. La trasladaron a un hospital aún con vida. Desgraciadamente moriría dos días después. Su marido, felizmente, logró sobrevivir al ataque.
En cualquier país civilizado, un crimen tan brutal sería casi impensable. Pero en Sudáfrica este tipo de ataques a granjeros blancos ocurren casi todos los días ante el silencio de la prensa y de los líderes mundialistas. En lo que llevamos de año se han producido más de 70 ataques similares contra agricultores de raza blanca. La cifra de muertos es de 25 asesinatos.
A A principios de mayo, Nicci Simpson, de 64 años, fue torturada por tres hombres negros en el interior de su granja, situada en el área de Vaal, a unas dos horas de Johannesburgo.
Cuando llegaron las asistencias sanitarias hallaron los cadáveres de una mujer y sus tres perros en medio de un charco de sangre, informó el portavoz de la policía, Lungelo Dlamini. “La torturaron salvajemente hasta su muerte”.
No existen estadísticas oficiales sobre los ataques a granjas, lo que ya ha sido descrito como un “encubrimiento” por parte del notoriamente corrupto – y potencialmente cómplice – gobierno sudafricano. En las organizaciones internacionales proderechos humanos y antirracistas también impera el silencio. Sólo el grupo de derechos civiles AfriForum ha condenado los hechos. Ningún líder occidental ha tenido aún el valor de condenar estas matanzas racistas.
Los datos de los que disponemos han sido aportados por la Unión Agrícola de Transvaal (TAU), que representa a muchos agricultores locales. Según el TAU, el año pasado se registraron 345 ataques con el resultado de 70 muertos, el mayor número desde 2008. En 2015 hubo 318 ataques y 64 muertos, mientras que el pasado año se produjeron 277 ataques con 67 víctimas mortales.
En total, entre 1998 y finales de 2016, 1848 personas han sido asesinadas en ataques a granjas – 1187 agricultores, 490 miembros de sus familias, 147 empleados agrícolas y 24 personas que se encontraban de visita durante los ataques.
Sudáfrica tiene una de las tasas más altas de delitos violentos de todo el mundo. En un informe de AfriForum publicado en 2014, titulado “La realidad de las torturas en granjas sudafricanas”, se describe el “incomprensible” horror de las torturas. Se subraya que las torturas son, con mucho, los “peores actos de violencia” que se registran en el país. Incluso se alude en el informe a casos de personas que han sido enterradas vivas y cuyos casos, como todos los demás, han sido silenciados oficialmente. Link
El mes pasado, la mujer británica Susan Howarth y su esposo Robert Lynn fueron despertados a las 2 de la madrugada por tres hombres que entraron por una ventana de su remota granja en Dullstroom, una pequeña ciudad en el noreste de Sudáfrica, a unos 240 km de la capital más cercana.
La pareja, que había vivido en la zona durante 20 años, fue atada, apuñalada y torturada con un soplete durante varias horas. Los atacantes, de raza negra, introdujeron una bolsa de plástico en la garganta de Susan Howarth, e intentaron estrangular a su marido con otra bolsa alrededor de su cuello.
La pareja fue introducida en su propio camión, todavía en pijama, y conducida a una cuneta de la carretera, donde recibieron varios disparos. La mujer, de 64 años y ex ejecutiva de una compañía farmacéutica, recibió dos disparos en la cabeza. Su marido, de 66 años, recibió un tiro en el cuello.
Milagrosamente, Robert Lynn sobrevivió, y pudo salvar su vida gracias a los ocupantes de un vehículo que pasó por el lugar de los hechos. Su esposa, completamente desfigurada tras las torturas de las que fue objeto, sufría múltiples fracturas y “horribles” quemaduras en sus pechos.
“Susan fue descubierta entre algunos árboles, tumbada en una zanja”, ha escrito Jana Boshoff, periodista del periódico local Middelburg Observer. “Lograron encontrarla gracias a los gemidos de dolor que lanzaba y a las marcas dejadas por la furgoneta”.
“Su cabeza estaba cubierta con una toalla. Tenía los ojos hinchados. Estaba vestida parcialmente con los restos de su camisa. Sus pechos y la parte superior del cuerpo estaban ensangrentados. Costó trabajo liberarla de la bolsa de plástico, fuertemente apretada a su garganta. Tenía la mandíbula rota”, continúa el relato de la periodista.
“Cómo se las arregló para respirar con la bolsa en su garganta sigue siendo un misterio. Uno de sus rescatistas declaró que la mujer era incapaz de expresarse salvo a través de sus horribles gemidos”, añadió. La trasladaron a un hospital aún con vida. Desgraciadamente moriría dos días después. Su marido, felizmente, logró sobrevivir al ataque.
En cualquier país civilizado, un crimen tan brutal sería casi impensable. Pero en Sudáfrica este tipo de ataques a granjeros blancos ocurren casi todos los días ante el silencio de la prensa y de los líderes mundialistas. En lo que llevamos de año se han producido más de 70 ataques similares contra agricultores de raza blanca. La cifra de muertos es de 25 asesinatos.
A A principios de mayo, Nicci Simpson, de 64 años, fue torturada por tres hombres negros en el interior de su granja, situada en el área de Vaal, a unas dos horas de Johannesburgo.
Cuando llegaron las asistencias sanitarias hallaron los cadáveres de una mujer y sus tres perros en medio de un charco de sangre, informó el portavoz de la policía, Lungelo Dlamini. “La torturaron salvajemente hasta su muerte”.
No existen estadísticas oficiales sobre los ataques a granjas, lo que ya ha sido descrito como un “encubrimiento” por parte del notoriamente corrupto – y potencialmente cómplice – gobierno sudafricano. En las organizaciones internacionales proderechos humanos y antirracistas también impera el silencio. Sólo el grupo de derechos civiles AfriForum ha condenado los hechos. Ningún líder occidental ha tenido aún el valor de condenar estas matanzas racistas.
Los datos de los que disponemos han sido aportados por la Unión Agrícola de Transvaal (TAU), que representa a muchos agricultores locales. Según el TAU, el año pasado se registraron 345 ataques con el resultado de 70 muertos, el mayor número desde 2008. En 2015 hubo 318 ataques y 64 muertos, mientras que el pasado año se produjeron 277 ataques con 67 víctimas mortales.
En total, entre 1998 y finales de 2016, 1848 personas han sido asesinadas en ataques a granjas – 1187 agricultores, 490 miembros de sus familias, 147 empleados agrícolas y 24 personas que se encontraban de visita durante los ataques.
Sudáfrica tiene una de las tasas más altas de delitos violentos de todo el mundo. En un informe de AfriForum publicado en 2014, titulado “La realidad de las torturas en granjas sudafricanas”, se describe el “incomprensible” horror de las torturas. Se subraya que las torturas son, con mucho, los “peores actos de violencia” que se registran en el país. Incluso se alude en el informe a casos de personas que han sido enterradas vivas y cuyos casos, como todos los demás, han sido silenciados oficialmente. Link
Extranauta- Cybernauta VIP
- Mensajes : 1115
Popularidad : 1944
Reputación : 265
Fecha de inscripción : 25/11/2012
Así viven los ciudadanos blancos en Sudafrica
Sudáfrica: mientras los africanos inmigrantes viven en acogedores hoteles de 4 estrellas en Europa, los sudafricanos blancos deben vivir en campamentos como este. No te pierdas el video.
¿Sabías Que?- Cybernauta VIP
- Mensajes : 1611
Popularidad : 6324
Reputación : 3557
Fecha de inscripción : 23/11/2012
Sudafrica: Al menos ocho hombres violan, torturan y asesinan a dos mujeres lesbianas
Una pareja de mujeres lesbianas fue encontrada sin vida cerca de su domicilio en Mooinooi, Sudáfrica. Tras las investigaciones, se dio a conocer que antes de ser asesinadas fueron violadas y torturadas.
Joey y Anisha van Niekerk dejaron su domicilio para dirigirse a un funeral el pasado 10 de diciembre; sin embargo, nunca regresaron, por lo que las autoridades emprendieron una búsqueda. Seis días después el automóvil de la pareja fue encontrado incendiado en las inmediaciones de su vivienda.
La policía arrestó a varios presuntos culpables entre los que hay dos mujeres. Los nombres y edades de los detenidos, hombres de raza negra, son: Jack Mokotedi, 18 años; Maruschka Opperman, 18 años; Mercia Witney Van Rooi, 21 años; Aaron Sithole, 23 años; Vincent Strydom, 29 años; Moses Rakubu, 33 años; Alex Mudau, 36 años; y Koos Strydom, 53 años.
“Inicialmente estaba conmocionado cuando me enteré de todas las cosas que se comentaban, que habían sido torturadas y violadas antes de ser asesinadas, pero tengo la confianza en que la justicia prevalezca y que los acusados cumplan con la ley. A estas alturas nada nos dará las respuestas que deseamos sobre por qué fueron asesinadas tan brutalmente”, declaró Schalk Van Niekerk, hermanó de Anisha.
¿Y las feministas?
Joey y Anisha van Niekerk dejaron su domicilio para dirigirse a un funeral el pasado 10 de diciembre; sin embargo, nunca regresaron, por lo que las autoridades emprendieron una búsqueda. Seis días después el automóvil de la pareja fue encontrado incendiado en las inmediaciones de su vivienda.
La policía arrestó a varios presuntos culpables entre los que hay dos mujeres. Los nombres y edades de los detenidos, hombres de raza negra, son: Jack Mokotedi, 18 años; Maruschka Opperman, 18 años; Mercia Witney Van Rooi, 21 años; Aaron Sithole, 23 años; Vincent Strydom, 29 años; Moses Rakubu, 33 años; Alex Mudau, 36 años; y Koos Strydom, 53 años.
“Inicialmente estaba conmocionado cuando me enteré de todas las cosas que se comentaban, que habían sido torturadas y violadas antes de ser asesinadas, pero tengo la confianza en que la justicia prevalezca y que los acusados cumplan con la ley. A estas alturas nada nos dará las respuestas que deseamos sobre por qué fueron asesinadas tan brutalmente”, declaró Schalk Van Niekerk, hermanó de Anisha.
¿Y las feministas?
Leónidas- Cybernauta-Gran-Master
- Mensajes : 457
Popularidad : 787
Reputación : 250
Fecha de inscripción : 23/09/2013
Medio millón de sudafricanos blancos han abandonado su país por el racismo de su presidente
Una votación en el Parlamento sudafricano el pasado 27 de febrero de 2018, aprobó por 241 votos a favor contra 83 en contra una reforma del artículo 25 de la Constitución para permitir la “expropiación” sin compensaciones (un verdadero expolio) de las tierras de los granjeros blancos sudafricanos, en la actualidad propietarios del 73% de las explotaciones de aquel país.
La medida, claramente de carácter racista (anti-blanco), es de una enorme gravedad. Empezando por sus consecuencias más directas: todos los experimentos de este tipo se han saldado con tremendos fracasos y hambrunas. Desde el vecino Zimbabue, donde la expropiación brutal contra los granjeros blancos a principios de este siglo sumió al país en una crisis económica de la que aún no ha salido, hasta la propia Sudáfrica, donde las expropiaciones ya realizadas en los últimos 15 años se han saldado con un sonoro fracaso que se ha caracterizado por una degradación del aparato productivo de las mismas y un retorno a una agricultura de subsistencia después del pillaje de sus activos. Así pues, los diputados que han votado este nuevo expolio no ignoran que están socavando el último sector productivo eficiente y dinámico del país.
Poco les parece importar, la revancha racial es más fuerte que la razón. En este clima, no es de extrañar el dato del medio millón de sudafricanos blancos que han abandonado su país (principalmente con destino a Australia) desde la llegada al poder del Congreso Nacional Africano. Un flujo que es probable que ahora aumente, aunque por el momento Angela Merkel no ha propuesto aún que acojamos a estos refugiados, esta vez reales, pero de los que es poco probable que nos hablen otros medios.
J. Garrido
La medida, claramente de carácter racista (anti-blanco), es de una enorme gravedad. Empezando por sus consecuencias más directas: todos los experimentos de este tipo se han saldado con tremendos fracasos y hambrunas. Desde el vecino Zimbabue, donde la expropiación brutal contra los granjeros blancos a principios de este siglo sumió al país en una crisis económica de la que aún no ha salido, hasta la propia Sudáfrica, donde las expropiaciones ya realizadas en los últimos 15 años se han saldado con un sonoro fracaso que se ha caracterizado por una degradación del aparato productivo de las mismas y un retorno a una agricultura de subsistencia después del pillaje de sus activos. Así pues, los diputados que han votado este nuevo expolio no ignoran que están socavando el último sector productivo eficiente y dinámico del país.
Poco les parece importar, la revancha racial es más fuerte que la razón. En este clima, no es de extrañar el dato del medio millón de sudafricanos blancos que han abandonado su país (principalmente con destino a Australia) desde la llegada al poder del Congreso Nacional Africano. Un flujo que es probable que ahora aumente, aunque por el momento Angela Merkel no ha propuesto aún que acojamos a estos refugiados, esta vez reales, pero de los que es poco probable que nos hablen otros medios.
J. Garrido
Infornauta- Cybernauta VIP
- Mensajes : 1238
Popularidad : 3507
Reputación : 1571
Fecha de inscripción : 01/12/2012
Localización : Infórmate
Rusia se ofrece a acoger a 15 mil granjeros blancos sudafricanos perseguidos
Rusia ha ofrecido a los granjeros sudafricanos blancos huir del terror que están viviendo en su país y del exterminio de la población blanca en la República Sudafricana.
Estas son las políticas que el premio Nobel, Nelson Mandela, predicaba cuando cantaba aquello de ‘Muerte al Boher’. Muy contados medios de comunicación en occidente se hacen eco de esta noticia.
Enrique de la Fuente
¿Sabías Que?- Cybernauta VIP
- Mensajes : 1611
Popularidad : 6324
Reputación : 3557
Fecha de inscripción : 23/11/2012
Sudáfrica vuelve a ser racista, pero esta vez con las bendiciones de la corrección política
Los blancos son las víctimas del nuevo Apartheid impuesto por la izquierda
Tras la caída del régimen racista del Apartheid en 1992, la República Sudafricana pareció iniciar un camino hacia la convivencia entre blancos y negros en pie de igualdad. Ese camino llega a su fin.
El Parlamento aprueba expropiar las tierras de los blancos sin compensación
Según publicó la agencia Reuters este martes, el presidente de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa, en el cargo desde el pasado mes de febrero, ha confirmado que prepara una enmienda de la Constitución sudafricana de 1996 para “expropiar” tierras sin ninguna compensación. Pongo “expropiar” entre comillas porque lo que Ramaphosa plantea es una confiscación en toda regla, es decir, un robo de tierras a manos del Estado. Pero además de un ataque directo contra la propiedad privada, el proyecto de Ramaphosa incluye una clara intencionalidad racista. Como apunta The Daily Wire, las víctimas de esta enmienda serían los granjeros blancos, que se verían desposeídos de sus tierras en un intento de ajuste de cuentas del Congreso Nacional Africano, el partido izquierdista que preside Ramaphosa, en venganza por el desaparecido régimen del Apartheid.
Actualmente, la Constitución sudafricana de 1996 -que fue firmada por Nelson Mandela- establece en su Artículo 9 que el Estado no puede discriminar a nadie, entre otros motivos por su raza. Además, el Artículo 25 afirma: “Nadie puede ser privado de la propiedad excepto en los términos de la ley de aplicación general, y ninguna ley puede permitir la privación arbitraria de la propiedad”. Este mismo artículo añade que el Estado podrá acordar la expropiación de propiedades “para un propósito público o en el interés público” y “sujeta a indemnización, cuyo monto y el tiempo y forma de pago hayan sido acordados por los afectados o decididos o aprobados por un tribunal”. El pasado mes de febrero, los marxistas del partido Economic Freedom Fighters (EFF) presentaron una propuesta de enmienda de ese Artículo 25 para que las expropiaciones se hagan sin compensación. La propuesta fue aprobada por el Parlamento de Sudáfrica por una abrumadora mayoría (241 votos a favor y 83 en contra), gracias al apoyo del Congreso Nacional Africano. El presidente del EFF, Julius Malema, llamó “criminales” a los granjeros blancos.
Zimbabue hizo lo mismo en 2000: el país acabó en la ruina
Previamente, Ramaphosa había afirmado la necesidad de transferir esas tierras a los negros pero garantizando la producción de alimentos y la seguridad, en un intento de tranquilizar a los inversores, que observan con preocupación la peligrosa deriva comunista que está viviendo el país. Además, ya existe un precedente en la vecina Zimbabue. En 2000 el presidente Robert Mugabe, un dictador de facto, confiscó las tierras de los granjeros blancos del país. La medida provocó hiperinflación y escasez de alimentos, y además partidarios de Mugabe perpetraron violentos ataques contra los granjeros blancos. Los 120.000 blancos que vivían en Zimbabue en 1999 se vieron empujados al exilio: en 2002 ya sólo quedaban menos de 50.000. En 2012 eran 28.000, pero ni siquiera así se detuvo la política racista del régimen dictatorial: en septiembre de 2014, Mugabe instó a los blancos que quedaban en el país a que se marchasen a Inglaterra, advirtiéndoles que no les permitiría regresar nunca más. No es probable que tuviesen ganas de hacerlo: Mugabe dejó a Zimbabue a la más absoluta ruina, llegando la inflación en 2008 a un 160.000%.
Un genocidio silenciado: miles de granjeros blancos asesinados
En Sudáfrica, de momento, la situación de los blancos es cada vez más dura. En noviembre de 2016 Julius Malema puso en su punto de mira a la minoría blanca: “No estamos pidiendo la matanza de personas blancas, al menos por ahora…”, dijo, y añadió: “Los dueños legítimos de la tierra son las personas negras. Ninguna persona blanca es dueña legítima de la tierra aquí en Sudáfrica y en todo el continente africano“. Una visión tan racista de un territorio como la que tienen los miembros del Ku Klux Klan en Estados Unidos. Y la comparación no es nada exagerada, si tenemos en cuenta que tanto Malena como sus seguidores se caracterizan por sus actitudes violentas.
Esa retórica racista, que se repite desde hace décadas en Sudáfrica, está teniendo consecuencias dramáticas. Hace seis años la ONG Genocide Watch denunció que entre julio de 1994 y 2012 más de 3.000 granjeros blancos fueron asesinados en Sudáfrica. El informe añadía: “La policía sudafricana no ha hecho de la investigación y el enjuiciamiento de estos asesinatos en granjas una prioridad, descartándolos como crímenes por delincuentes comunes. El gobierno ha disuelto las unidades de comandos de los granjeros blancos que alguna vez protegieron a sus granjas, y ha aprobado leyes para confiscar las armas de los agricultores. El desarme de un grupo objetivo es uno de los signos de alerta temprana más seguros de futuros homicidios genocidas“. Esta ONG ha sido de las pocas en alertar del incipiente genocidio que se está llevando a cabo en Sudáfrica, pues como señala Genocide Watch, muchos no consideran “políticamente correcto” pronunciarse contra estos crímenes racistas simplemente porque las víctimas son personas blancas. Y en aras de esa corrección política, los crímenes continúan a día de hoy, silenciados por los medios de comunicación de los países occidentales.
Crímenes racistas acompañados a menudo de espantosas torturas
Sea cual sea el color de la piel de una persona, todo crimen con motivaciones racistas es igual de reprobable, y más si se dan las circunstancias que están concurriendo en Sudáfrica. Y es que estos crímenes vienen acompañados a menudo de torturas. Aquí podéis leer algunos ejemplos:
> En octubre de 2011, tres negros asesinaron a tiros a un matrimonio blanco, tras violar a la esposa, y después mataron a su hijo de 12 años hundiéndole en agua hirviendo, a fin de no dejar ningún testigo del crimen.
>En marzo de 2016, una familia blanca de cuatro personas fue brutalmente asesinada en Randfontein. Los asesinados fueron un hombre de 73 años, su hijo (42) y la prometida de éste (46) y la hija de ambos, de sólo 9 años.
> En enero de 2017, Hannes Kidson y su esposa, Ester, ambos de 69 años, fueron brutalmente asesinados en su granja en Oortjies. Ambos fueron degollados.
> En febrero de 2017, la granja de un matrimonio blanco (Robert, de 66 años, y Sue, de 64) fue asaltada de madrugada por tres negros en Dullstroom, en el noroeste de Sudáfrica. La pareja vivía allí desde hace 20 años, es decir, que se estableció en esas tierras tras la caída del Apartheid. Ambos fueron atados, apuñalados y torturados con un soplete durante varias horas. Finalmente, los asaltantes les subieron a una camionera y les condujeron a una carretera. A ella se asesinaron de dos disparos en la cabeza, y a él le dispararon un tiro en el cuello, del que milagrosamente consiguió sobrevivir. Cuando la Policía encontró el cadáver de su esposa, tirado en una zanja, estaba casi irreconocible, con fracturas en el cráneo, heridas de bala y horribles quemaduras en sus pechos provocadas por el soplete.
> En mayo de este año, Fanie y Colleen Engelbrecht, un matrimonio de granjeros blancos de 78 y 74 años, respectivamente, fueron atados, torturados y degollados en su casa.
La retórica izquierdista que justifica esta forma de racismo
Como denunció Francisco José Contreras en un artículo publicado el 30 de junio en Disidentia, la reacción del progresismo occidental es pensar que los blancos sudafricanos se lo merecen: “Es el mismo mecanismo que llevó a millones de europeos a reaccionar al 11-S con un instintivo “¡los yanquis se lo merecen!”. El que, tras cualquier atentado islamista, lleva a los políticos a visitar mezquitas y a proclamar que el verdadero peligro es la islamofobia”. Contreras señala el trasfondo ideológico que hay detrás de esa perversa visión del mundo: “el marxismo cultural ha triunfado: ha inculcado en nuestro subconsciente un mapa social que divide a la humanidad en opresores y oprimidos. El criterio segmentador ya no es (sólo) la clase social, sino el sexo, la raza, la orientación sexual, la religión… Varón malo, mujer buena. Blanco malo, otras razas buenas. “Cis-heteronormativo” malo, LGTB bueno. Cristiano o judío malo, cualquier otra religión buena“.
El prestigioso autor liberal-conservador denuncia que lo que subyace a todo esto es “un colectivismo tribal que destruye los fundamentos individualistas del Estado liberal. Todos los negros son el mismo negro: por eso, las sevicias que sufrió la víctima de la esclavitud hace 200 años o de la segregación racial hace 50 pueden ser reparadas ahora ofreciendo “discriminación positiva” a su bisnieto. Todos los blancos son el mismo blanco: por eso, las injusticias de los orquestadores del apartheid pueden ser expiadas mediante el descuartizamiento de sus descendientes. Sippenhaft, “castigo colectivo”: un concepto muy amado por los nazis“. Contreras, finalmente, advierte de las consecuencias a las que puede conducir esta masiva aplicación de la dialéctica marxista en nuestra sociedad: “Cuando termine el gran ajuste de cuentas, Occidente será Zimbabwe”.
Cybernauta- Co-Administrador
- Mensajes : 1394
Popularidad : 5233
Reputación : 2799
Fecha de inscripción : 24/11/2012
RACISMO: UN GRANJERO BLANCO ES ASESINADO CADA CINCO DÍAS EN SUDÁFRICA Y LAS AUTORIDADES NO HACEN NADA
Los activistas de AfriForum (una asociación de autoprotección de los blancos sudafricanos) dicen que las autoridades sudafricanas están aprobando tácitamente ataques contra los granjeros blancos del país, uno de los cuales es asesinado cada cinco días, mientras la policía se inhibe.
En 2018, de momento se han registrado 109 ataques con 33 asesinatos incluidos. El jefe de seguridad de AfriForum, dijo: “Nuestras áreas rurales están atrapadas en una guerra criminal. Aunque el gobierno sudafricano niega la crisis, las cifras no engañan”.
Los bóers viven desde hace meses en un estado de angustia. Al temor a los brutales ataques, los robos de ganado y las ocupaciones de tierras que los granjeros blancos sudafricanos sufren regularmente en sus propiedades se sumó en febrero una nueva amenaza: el Parlamento aprobó una moción para evaluar una reforma constitucional que permita expropiar tierras sin necesidad de indemnizar a sus dueños.
En estos momentos, el Gobierno habría elaborado una lista de propiedades que serían las primeras en expropiar una vez reformada la Constitución, según medios sudafricanos. Desde la caída del régimen del apartheid, en 1994, cientos de granjeros han sido asesinados en más de 15.000 ataques a sus granjas. Los granjeros blancos tienen tres veces más posibilidades de morir asesinados que el resto de los ciudadanos de Sudáfrica, uno de los países más violentos del mundo.
Un genocidio donde la prensa occidental mira hacia otro lado
En 2018, de momento se han registrado 109 ataques con 33 asesinatos incluidos. El jefe de seguridad de AfriForum, dijo: “Nuestras áreas rurales están atrapadas en una guerra criminal. Aunque el gobierno sudafricano niega la crisis, las cifras no engañan”.
Los bóers viven desde hace meses en un estado de angustia. Al temor a los brutales ataques, los robos de ganado y las ocupaciones de tierras que los granjeros blancos sudafricanos sufren regularmente en sus propiedades se sumó en febrero una nueva amenaza: el Parlamento aprobó una moción para evaluar una reforma constitucional que permita expropiar tierras sin necesidad de indemnizar a sus dueños.
En estos momentos, el Gobierno habría elaborado una lista de propiedades que serían las primeras en expropiar una vez reformada la Constitución, según medios sudafricanos. Desde la caída del régimen del apartheid, en 1994, cientos de granjeros han sido asesinados en más de 15.000 ataques a sus granjas. Los granjeros blancos tienen tres veces más posibilidades de morir asesinados que el resto de los ciudadanos de Sudáfrica, uno de los países más violentos del mundo.
Un genocidio donde la prensa occidental mira hacia otro lado
Callahan- Cybernauta-Premium
- Mensajes : 599
Popularidad : 1122
Reputación : 373
Fecha de inscripción : 23/09/2013
Página 1 de 2. • 1, 2
Temas similares
» Se venden más pañales de adultos que para bebes en Japón.
» Zimbawe devolverá a los granjeros blancos sus tierras ante la quiebra del país
» 'La crisis migratoria puede llevar a Alemania a la Guerra Civil'
» El mito del «Genocidio español»: las enfermedades acabaron con el 95% de la población
» No es la Policía la que liquida a la población negra de EEUU: lo que callan Obama y Hillary
» Zimbawe devolverá a los granjeros blancos sus tierras ante la quiebra del país
» 'La crisis migratoria puede llevar a Alemania a la Guerra Civil'
» El mito del «Genocidio español»: las enfermedades acabaron con el 95% de la población
» No es la Policía la que liquida a la población negra de EEUU: lo que callan Obama y Hillary
Página 1 de 2.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.